jueves, 27 de agosto de 2015

Un ticket del Metro para los viejitos

Por Luis Manuel Aguana

Definitivamente el hundimiento final del régimen no vendrá de quienes le hacemos oposición legítima sino de los bárbaros que trabajan con él. ¿A qué ejecutivo del Metro de Caracas se le ocurriría la “brillante” idea de no dejar pasar más a los viejitos por la puerta de servicio y obligarlos a hacer una cola adicional de ida y otra de vuelta para poder trasladarse en el Sistema?

El problema no es que les regalen el ticket a los viejitos, sino de hacerles la vida más humana a quienes ya son vejados por colas para cobrar  pensiones, colas para comprar comida, o por cualquier otra que se le ocurra a este régimen indecente (ver Metro emitirá boleto gratuito para adultos mayores,

Lo que viene realmente a cuento de este nuevo atropello es que ya el Metro de Caracas disponía desde hacía más de 12 años de la facilidad de viajes gratuitos para los adultos mayores y personas con discapacidad, cosa que se ejecutaba de una manera informal a través de las puertas de servicio de las estaciones, con solo presentar la cédula de identidad al operador de turno. Así el Metro cumplía una labor social y se agilizaba el tránsito de personas dentro de las estaciones.

Esta facilidad se implementó muchísimos años antes de que fuera decretada la Ley de Servicios Sociales del 12 de septiembre de 2005 (GO 38.270) que establece en su Artículo 59 que “El Estado, a través del ministerio con competencia en transporte, los estados y municipios, establecerá el pasaje gratuito de transporte urbano….” para las personas adultas mayores y personas con discapacidad (http://www.justicia.net/gacetas/GO38270.pdf).

El régimen encontró entonces una manera chapucera de apropiarse de ese escapulario ajeno, buscando desesperadamente votos para el 6D, diciendo “que emitirán boletos gratuitos” para algo que ya se hacía en el Metro desde hacía más de una década, pero aplicando la norma de la manera más brutal, poniendo a hacer más colas a las personas de la tercera edad. Si ya las cosas estaban mal, los “socialistas-comunistas” se las ingenian siempre para hacerlas peor.

Y el tema no viene porque a los adultos mayores les dejen usar gratis el sistema del Metro de Caracas y Los Teques, cosa que ya tiene una previsión legal, sino la manera “inteligente” que encontraron para la  implementación de la medida. Al llegar a cualquier estación el viejito deberá hacer una cola que antes no había, en la misma taquilla de todos los usuarios del sistema pero aumentada, para demostrar que son mayores de 60 años y les puedan expender UN TICKET. Luego, para el regreso, deberá hacer otra cola de las mismas proporciones para exactamente lo mismo. ¡Qué increíble! Imagino que al que se le ocurrió semejante estupidez no tiene papá ni mamá mayor de 60 años.

Este procedimiento, además de inhumano, afecta sensiblemente el flujo de los usuarios regulares en las estaciones, aumentando las colas inusitadamente y causando desazón entre aquellas personas que por su edad no pueden permanecer de pie el tiempo en que los operadores verifican si les pueden o no dar un ticket gratuito.

Siempre estuve de acuerdo en que todas las personas que usen el sistema Metro deben pasar por los torniquetes. Esto le permite a CAMETRO contabilizar técnicamente la cantidad de usuarios y el número de personas dentro del sistema en un momento determinado; y por motivos de seguridad de las personas dentro del sistema (sismos o accidentes mayores).

Sin embargo, en este momento el Metro NO TIENE manera de saber esa información. No saben cuanta gente existe en los túneles rodando en los trenes, ni en las estaciones, ni cuantas han entrado y salido. La administración rojo-rojita desde el 2003 desarticuló todos los sistemas automatizados de control de flujo de pasajeros, razón por la cual no se sabe a ciencia cierta cuantas personas pasan por el sistema.

El sistema automatizado que se ocupaba de esta función (SACED) adquiría información de los torniquetes de todas las estaciones y la enviaba a una computadora central en el Centro de Control de Operaciones (CCO), conociéndose de ese modo, segundo a segundo, cuantas personas se encontraban en el sistema, así como el numero de aquellas que entraban y salían del mismo.

Pero como eso ya no funciona, Metro dejó de publicar las cifras de Pasajeros Transportados en su página web. Es claro que esto requería de un mantenimiento permanente de los torniquetes y un sistema tecnológico en plena operación para garantizar el buen estado de esta función. Como sabemos quienes usamos el Metro todos los días, los torniquetes, escaleras y otros equipos importantes, difícilmente se encuentran en perfecto estado de funcionamiento.

En este sentido si se desea controlar los boletos que se les entreguen de manera gratuita a los usuarios de la tercera edad en el Metro de Caracas y Los Teques, en lugar de hacerle pasar trabajo a los adultos mayores, Metro deberá implementar urgente e inmediatamente, un sistema semejante al del Medio Pasaje Estudiantil (boleto azul), sistema que ellos administran desde hace muchos años para entregar a los estudiantes boletos múltiples para el medio pasaje.

En este caso lo tendrán que aplicar a los viejitos pero con una duración mucho mayor o indefinida, que bien podría depender de una Fe de Vida anual, habilitando taquillas especiales para la entrega de estos boletos de tercera edad en todas las estaciones, y no solamente dos como ocurre con las de los estudiantes. Solo así se evitará el congestionamiento en las taquillas de las estaciones y el malestar de las personas de la tercera edad, haciendo pasar por los torniquetes a estas personas.

Ojalá que en esta oportunidad el Metro me fusile la idea como ya lo hizo antes el gobierno con una sugerencia anterior que publiqué en julio de 2012, cuando solicité un chip para los viejitos (ver mi nota Un CHIP para los viejitos http://ticsddhh.blogspot.com/2012/07/un-chip-para-los-viejitos.html). Ahora les pido un Ticket de Metro permanente para los viejitos.

Estoy consciente que el sectarismo ha crecido exponencialmente desde el 2012 producto de la exacerbación polarizante del régimen, pero también se de buena fuente que en el Metro de Caracas todavía existe calidad técnica, aunque las gerencias se hayan empecinado en convertirse en políticas, colocándose al servicio de una dictadura comunista. Sin embargo, creo que allí todavía queda conciencia de servicio público. Si no, se habrá perdido todo, que no es otra cosa que el respeto que le debemos a nuestros padres y abuelos. Y si eso también ya se perdió, le hará falta al régimen mucho más que regalarle tickets de Metro a la gente de la tercera edad con el objeto de sacar votos de donde no los tiene, para levantar cabeza. Tendrán que convertirse en venezolanos…

Caracas, 27 de Agosto de 2015

Twitter:@laguana

lunes, 24 de agosto de 2015

El alcance de un Presidente

Por Luis Manuel Aguana

Nunca como ahora los venezolanos estamos padeciendo lo que es capaz de hacer un Presidente de la Republica en nuestro país. Sus atribuciones le dan un poder más allá de lo imaginable para influir en la vida y muerte de los venezolanos. Y cuando quien conduce los destinos de todos solo tiene la capacidad para manejar un autobús, entonces el problema reviste una importancia trascendental, al punto que es mandatorio revisar el alcance de lo que en el futuro sea capaz de hacer quien ocupe ese puesto, a la luz de un nuevo ordenamiento jurídico y constitucional.

¿Cómo es posible que por la decisión de UNA SOLA PERSONA se cierre la frontera económicamente  mas activa de Latinoamérica, afectando la vida de millones de personas? ¿No creen ustedes que una decisión como esa debería estar en manos de un Congreso a dos Cámaras en sesión conjunta, luego de la discusión profunda de sus implicaciones políticas, económicas, sociales e internacionales?

Ya es hora que los venezolanos empecemos seriamente a reflexionar hasta donde ha llegado la locura, con independencia de que se pueda o no estar de acuerdo con un proceso Constituyente. Nadie a estas alturas puede estar en desacuerdo que el país está completamente descuadernado y es inviable. Ya la necesidad de repensarlo y reconstruirlo no está en discusión. Lo que se debiera estar discutiendo ahora es la manera en que lo haremos. En el Proyecto País Venezuela (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/) explicamos cómo, proponiendo el camino para lograrlo.

Es por esa razón que a estas alturas los venezolanos deben haber arribado a dos   importantes conclusiones bastante obvias: a) No puede seguir siendo posible que para ser Presidente de la República sea suficiente ser venezolano, mayor de 30 años, sin otra nacionalidad, de estado seglar y no estar sometido a condena definitivamente firme. Por ese hueco se coló alguien sin ninguna preparación; y b) Si para ocupar el cargo más  bajo en cualquier organización, se exige un nivel educativo de acuerdo a la posición que se aspira y la experiencia asociada (y en todos los casos un examen médico y psicológico), imagínense ustedes que requisitos le debemos solicitar a la persona que conducirá los destinos del país, y que tiene el poder de afectar decisivamente nuestra vida.

En este sentido, mi propuesta es que elevemos el nivel de los requisitos y, adicionalmente a lo exigido en la Constitución, el candidato a Presidente tenga AL MENOS un título universitario, preferiblemente con postgrado, con una experiencia laboral de no menos de 20 años, en cualquier rama del conocimiento. Así habrá trabajado en algo el tiempo suficiente para entender lo que significa ganarse la vida y el impacto de eso en la vida de otros. No puede compararse la madurez de una persona que no haya tenido esa experiencia con la de cualquier persona que resulte electa por su sola simpatía. Creo que la previsión constitucional hecha hace más de 50 años que se ajustaba a los políticos del momento, debe ajustarse a las exigencias y complejidades de los nuevos tiempos.

Ya es hora que Venezuela empiece a hacer uso del extraordinario capital humano que posee y que la dirigencia política se preocupe para conseguir la educación necesaria para conducir el país. En este mundo globalizado NO ES SUFICIENTE para los políticos tener buenas intenciones sino que además estén  preparados para entender los procesos que están ocurriendo, por lo que se hace imperativo que quienes tengan la responsabilidad de manejar los asuntos del Estado tengan la preparación necesaria para enfrentarlos.

Aquí no estamos discriminando a nadie para acceder a esa posición privilegiada. Aquel que aspire a ser Presidente de la República, además de ser un político experimentado debe ser capaz de entender y darse a entender en asuntos muy complejos, y eso definitivamente requiere de una educación de nivel, independientemente de su ideología política. Hace falta lo político pero en estos tiempos eso no basta.

Algunos me dirán, “ya esos políticos contratan asesores expertos”. Para nada sirven los expertos si quienes toman las decisiones no son capaces de comprender  la importancia de lo que se les plantea por falta de experiencia y educación.

Al ejercer el Presidente de la República “el mando supremo de la Fuerza Armada Nacional” (Articulo 236, aparte 6 de la Constitución) se le está dando a UNA SOLA PERSONA el poder de poner en estado de sitio a un territorio y aterrorizar a sus habitantes tal y como lo está haciendo el Ilegitimo en el Estado Táchira en este preciso momento, donde los militares están tratando a esa población como los nazis trataron a los judíos en la II Guerra Mundial en la Europa sitiada, marcando las casas y extraditando sin formula de juicio a quien no le consiguen una cédula de identidad.

Al darle al Presidente la potestad de “declarar Estados de Excepción y decretar la restricción de garantías” (Artículo 236 aparte 7 de la Constitución) se está poniendo en las manos de UNA SOLA PERSONA la capacidad de violar masivamente nuestros derechos humanos en el momento que le de la gana, ya que posee el poder de decidir como quiera que es una excepción y que no lo es, como en efecto está ocurriendo en la frontera con Colombia.

 ¿Cómo puede tener UNA SOLA PERSONA el poder de disolver la Asamblea Nacional? (Artículo 236 aparte 21 de la Constitución) ¿Es que los votos del Presidente de la República valen más que los de los 167 Diputados electos por los ciudadanos en cada Estado? ¿Cómo puede estar en manos de UNA SOLA PERSONA la “administración de la Hacienda Pública Nacional” (Artículo 236 aparte 11 de la Constitución),- los reales de todos nosotros-, sin que esta se vuelva loca y los reparta y se los robe él y su círculo cercano, como se ha hecho en estos últimos 16 años? Nadie puede tener tal poder absoluto sin que se corrompa absolutamente. Y todo eso está en “la mejor constitución del mundo”, fetiche coreado por la misma oposición complaciente que quiere su turno en la “administración” de la fiesta.

El alcance de lo que puede hacer un Presidente de la República en Venezuela debe ser examinado a fondo en una Asamblea Nacional Constituyente que deberemos convocar nosotros, los venezolanos para cambiar esta barbaridad. Los Poderes del Presidente deben ser reducidos a una expresión controlable por un Parlamento de dos Cámaras, dejando las materias que nos afectan a todos los venezolanos en manos de nuestros legítimos representantes. Solo así podremos en el futuro elegir a un Presidente, no a un Dictador.

Caracas, 24 de Agosto de 2015

Twitter:@laguana