viernes, 23 de octubre de 2015

De la Constituyente a la “justicia transicional”

Por Luis Manuel Aguana

Pareciera que ha pasado un siglo desde que Leopoldo López decidió caracterizar al gobierno de Nicolás Maduro como autoritario y dictatorial. En efecto, días antes del anuncio de "La Salida", el 23 de enero de 2014, la línea del partido de Leopoldo era frontal y su estrategia, luego de la caracterización del régimen, se centraba en la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente para - de acuerdo a su entonces  razonamiento y el de sus copartidarios- sustituir los poderes públicos.

Cuando Leopoldo López y María Corina Machado anunciaron "La Salida" (ver http://diariodecaracas.com/politica/leopoldo-lopez-maria-corina-machado-haran-anuncios-importantes-hoy-lasalida), que no era otra cosa que someter las diferentes soluciones constitucionales a la decisión del pueblo, convocado en Asambleas de Ciudadanos en todo el país, cada uno de esos lideres tenían en su mente una “salida” constitucional: Leopoldo, la Constituyente y María Corina, la renuncia del Presidente. A mi juicio, luego de más de un año de los sucesos del 2014, este experimento fracasó por una sola razón: se salió a la calle sin haber decidido previamente cual era la solución, creyendo que esa discusión se daría de manera transparente en la calle. Ya ese liderazgo estaba dividido en relación a cuál era la solución antes de anunciar esa propuesta. Pudiera decirse que solo por eso "La Salida" murió al nacer.

Una de las razones por las cuales la gente sigue a un liderazgo es la coherencia y la focalización de los objetivos. La gente siente cuando un líder sabe dónde va y lo que quiere. Cada uno de ellos tenía agendas diferentes, y aunque ambos hicieron un planteamiento para la discusión, el país estaba para ser conducido, y pedía a gritos a sus líderes el camino a seguir. Para eso son los liderazgos, para mostrar con su luz el camino a seguir en la obscuridad. De haberse puesto Leopoldo y María Corina de acuerdo previamente en cual era la solución única a plantearle al país y convocar esas Asambleas para explicarle a la población el alcance de lo decidido -y como se haría- y no para “discutir” cual camino, el país se habría ahorrado mucha energía y se habría también llegado muy, pero muy lejos en la solución. Pero eso ya es historia…

Muchos de quienes hemos venido estudiando el tema Constituyente desde mucho antes del planteamiento de López, le sugerimos a él y a su gente en su oportunidad que una Constituyente no debía ser convocada para “salir del gobierno” sino para reorganizar el sistema político del país, que hace aguas desde mucho antes de 1998. La cosa no solo va más allá de salir del comunismo sino de plantearnos la reconstrucción misma de la arquitectura del poder. Eso es lo que está escrito en el Proyecto País Venezuela (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/). López y su gente conocen nuestro planteamiento y la manera de hacerlo efectivo es a través de la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente.

Si el planteamiento del 23 de enero de 2014 hubiera sido la Convocatoria al país de un Proceso Constituyente Originario de las manos del mismo depositario de la soberanía, la lucha en las calles se hubiera planteado en otros términos. ¿Cuáles? Un pueblo que se quiere convocar para resolver sus diferencias en paz y democracia porque es el dueño de su destino y depositario de su soberanía, por encima de los poderes constituidos, y un régimen que no lo se lo permite. Lo que terminó sucediendo fue que el pueblo ni siquiera supo cual de las opciones constitucionales podía usar, y en el medio dos lideres tratando de convencerlo de dos soluciones diferentes, Renuncia y Constituyente. Resultado: un fracaso estruendoso.

La participación de Antonio Ledezma en la Asamblea convocada en la Plaza Brión de Chacaíto el 2 de Febrero de 2014 fue el puente entre la “Unidad” de la MUD y estos muchachos “díscolos” que se atrevieron a remover el espíritu libertario del pueblo venezolano, cosa que jamás los MUDos pudieron ni podrán lograr. En esa tarima  Antonio compró las banderas de “La Salida” y entendió que el camino era convocar al pueblo a las calles. No creo que haya tenido una posición definida para ese entonces, pero como buen dirigente político sabía desde hacía mucho tiempo -incluso desde el Comando de la Resistencia que dirigió- que ese era el único camino.

Lamentablemente sin objetivos definidos desde el comienzo y sin tareas concretas que realizar dentro del marco constitucional cualquier cosa podía pasar. Y pasó lo que nadie deseaba. El régimen salió sediento de sangre a cobrar vidas humanas, endilgándole a los convocantes una responsabilidad que solo le correspondía al mismo régimen, que eran las vidas que se perdieron en las calles.

Luego del fracaso de “La Salida”, no se pudo discutir lo que se pretendió el 23 de enero de 2014 ni se entendieron a cabalidad las soluciones constitucionales propuestas. VP insistió en el tema constituyente, pero con una planilla y unas bases comiciales semejantes a las de Chávez-1999 que difícilmente pudieron convencer a la población de algo que ni ellos mismos habían entendido a fondo, entre otras cosas, el para qué de una convocatoria a un asunto de esa relevancia, con lo cual el tema se diluyó entre la persecución y el encarcelamiento de Leopoldo por parte del régimen.

Creo que esa fue la razón principal del desvio de la idea Constituyente y el cambio de estrategia de VP, una vez preso Leopoldo, a una salida electoralista a la MUD. No creo que si Leopoldo estuviera libre se pensara en un concepto como el de “justicia transicional”, explicado en detalle por Freddy Guevara a Newsweek (ver http://nwnoticias.com/venezuela/#!/noticias/guevara-habra-que-generar-algunos-acuerdos-con-sectores-del-regimen).

Creo que no estaba en la mente de Leopoldo negociar con ladrones, torturadores  y asesinos cuando nos explicó personalmente a un grupo de especialistas lo que perseguía con una constituyente (no fue que me lo contaron) que su partido impulsaría. Le interesaba tanto salir de la crápula que gobierna que se saltaba lo obvio: que no se podía salir de lo actual sin evitar que se repitiera la tragedia en el futuro con los mismos factores que la causaron inicialmente, si no se cambiaban las estructuras del sistema político. Bien dice una máxima de la administración: mal pueden arreglar un problema aquellos que lo causaron.

Lamento mucho que las ideas originales que propulsaron una solución constituyente en un partido como VP hayan terminado en un pensamiento que sugiera una negociación que permita una “justicia transicional” con el régimen. Eso no solo es bajo sino inaceptable. Ojalá que la MUD no le haya cambiado tanto el partido a Leopoldo mientras ha estado preso, por una maquinaria de conseguir cargos públicos, al punto que usen su sacrificio para colocar candidatos que sean solo una caricatura de su pensamiento original. No solo sería triste y lamentable, sino la repetición de la horrenda  historia del pasado...

Caracas, 23 de Octubre de 2015

Twitter:@laguana

martes, 20 de octubre de 2015

Cuestionario de liderazgo

Por Luis Manuel Aguana

Cuando un país clama por un empresario para conducir sus destinos, a ese país hay que ponerlo en terapia intensiva. Nuestro país está en ese estado, no de ahora sino desde hace bastante tiempo cuando una ex Miss Venezuela y un golpista se disputaban las encuestas para la Presidencia de Venezuela en 1998.

En los Estados Unidos, Donald Trump -empresario exitoso- revienta las encuestas republicanas, porque pareciera que en el primer mundo hay un vacío de dirigencia política que sea capaz de interpretar la convulsión de los tiempos presentes; y ahora en Venezuela pareciera que ocurre otro tanto, cuando vemos al régimen verse amenazado por Lorenzo Mendoza –otro empresario exitoso- al punto de ser objeto de una persecución que solo le cabría a un dirigente político.

Lo malo de todo esto, apartando lo aberrante que es perseguir a un empresario que les responde como se debe, con razonamientos imbatibles, es que eso da cuenta de lo perdidos que están los referentes políticos. ¡Que falta le hace al país una dirigencia seria de oposición! Parecen lejanos aquellos tiempos donde existían personajes, que se fueron muriendo en el tiempo, que iban más allá de la diatriba: Rómulo Gallegos, Andrés Eloy Blanco, Jóvito Villalba, Rómulo Betancourt, Alberto Carnevali, Rafael Caldera, Arístides Calvani… La lista es bastante larga ¿Es que esos venezolanos son irrepetibles? Me niego a creer eso.

Y no estoy diciendo aquí que regresen esos mismos liderazgos sino otros que encarnen las banderas que esos individuos enarbolaron, con una visión de un país justo, democrático, con ideales que se tradujeran en bienestar a la población, y ajustados a los nuevos tiempos del presente siglo. Esos viejos liderazgos lucharon toda una vida y al menos nos legaron el periodo civil y de gobierno democrático más largo de nuestra historia republicana. En la actualidad lo que vemos son “candidatos” a ocupar un cargo.

La gente ahora no halla a quien confiarle el país. Suena de Perogrullo pero es así. No hay gente seria en la tarima política. Le bastó a Lorencito escribir una carta seria para que el gobierno se tambaleara y Maduro lo hiciera objeto de acoso y persecución política por cadena nacional. Chuo y su combo-MUD se han cansado de decirle vainas al régimen, pero ¿por qué cuando se las dice Lorenzo Mendoza reaccionan como lo hacen? Porque provienen de una persona absolutamente seria y de paso líder del primer emporio industrial del país, construido históricamente a base de trabajo y no con reales del Estado venezolano. Y ocurre que la gente intuye y sigue a personas que consideran serias en su actividad, con lo cual resulta importante para el régimen encerrar y perseguir a cualquiera que se asome con esas características.

Y este es todo un tema para desarrollar. ¿Dónde conseguimos a esa gente? La necesitamos desesperadamente. Pero más importante aún, ¿cuáles condiciones deben darse para que esas personas salgan a la luz? ¿Qué es lo que hace a un líder sobresalir en el siglo XXI? Estas respuestas se han tratado de buscar incansablemente. De acuerdo a recientes investigaciones en ese campo (ver Rosalinde Torres, “What it takes to be a great leader”, http://on.ted.com/Torres) el liderazgo en el Siglo XXI se define y se evidencia por tres preguntas:

a) “¿Donde está buscando para anticipar el próximo cambio en su modelo de negocio o su vida?” En otras palabras, ese liderazgo debe anticiparse -mirar mucho más lejos que el resto- a un nuevo movimiento en su campo de actividad: “los grandes lideres no están cabeza abajo, ellos ven alrededor de las esquinas, construyendo el futuro, no reaccionando ante él”;

b) ¿Cuál es su capacidad para desarrollar relaciones con personas que son muy diferentes a ellos? Y esas diferencias pueden ser biológicas, físicas, funcionales, políticas, culturales, socioeconómicas. Cuando existe esa capacidad, pesar de todas esas diferencias, las personas se conectan con él y confían lo suficiente para cooperar en la consecución de un objetivo común. Los grandes líderes entienden que tener una red mucho más diversa es una fuente de identificación de patrones a mayores niveles y también de soluciones, porque hay personas que están pensando de manera diferente de ellos;

c) ¿Es lo suficientemente valiente para abandonar una práctica que lo hizo exitoso en el pasado? Los grandes líderes se atreven a ser diferentes. No hablan de tomar riesgos, los toman. El desarrollo más importante llega cuando es capaz de construir la resistencia emocional para soportar la gente que le dice que su nueva idea es ingenua o imprudente o simplemente estúpida. La gente que se une a esos líderes no son los habituales sospechosos en su entorno. A menudo son las personas que piensan de manera diferente y por lo tanto están dispuestos a unirse para dar un salto valiente. Y es un salto, no un paso…”

Ahora bien, analizando detalladamente las preguntas de estos especialistas, ¿creen ustedes que Henry Ramos, Manuel Rosales, Julio Borges, o cualquiera de los liderazgos que se nos venden en la actualidad, estén anticipándose a lo que hace el régimen o estén reaccionando ante él? ¿Creen ustedes que tienen la capacidad de desarrollar empatía con personas biológica, física, funcional, política, cultural, y socioeconómicamente diferentes de ellos? Y lo mejor para lo último: ¿Creen ustedes que estarían dispuestos a abandonar lo que son para emprender los cambios que requiere el país para salir de este infierno? Ninguno de los que he mencionado y posiblemente la gran mayoría de los que ustedes conocen, difícilmente pasan completo ese cuestionario.

Entonces debemos encontrar a la gente que si lo pase completo y seleccionar entre ellos quienes nos conduzcan fuera de esta tormenta. Aquí no vale edad, ni simpatía, ni siquiera credenciales de lo que ahora se conoce como “experiencia política”, muy valorada por aquellos que lo que desean es continuar con la pachanga del dispendio de unos petrodólares que se acabaron. Yo le agregaría al cuestionario una cuarta pregunta:  ¿Posee un indeclinable amor y pasión desinteresados por Venezuela? Eso, mis estimados amigos, pone aun más chiquita la lista, pero arropa a todas las demás. Comencemos ahora entonces, que para luego es tarde…

Caracas, 20 de Octubre de 2015

Twitter:@laguana

lunes, 12 de octubre de 2015

Hambre para someter

Por Luis Manuel Aguana

Recordé al imperecedero Eric Ekvall cuando escuché en días pasados el término científico “Retardo Mental Sociocultural”. En realidad salió con un nombre diferente pero fue igual de impactante como cuando Eric explicó el significado de otro término científico, “Disonancia Cognitiva” (ver Farewell Eric en http://ticsddhh.blogspot.com/2013/11/farewell-eric.html). Aprendo bastante de los científicos sociales porque disponen de los términos que describen correctamente los males de nuestra absurda realidad y que aclaran cosas que hasta ahora, al menos para mí, no tenían hasta ese momento explicación alguna.

En esta oportunidad me reservare el nombre de la persona experta de quien lo escuche por aquello del pecado y el pecador, y también  para evitar –como están las cosas- que los Ñu se confundan e intenten cornear a la persona equivocada (ver La faena del Ñu en http://ticsddhh.blogspot.com/2015/09/la-faena-del-nu.html).

Y ustedes se preguntaran ¿Y a que viene todo eso del “retardo mental sociocultural”?  Porque este termino podría ser bien la explicación de la falta de reacción colectiva a toda esta inmundicia que el régimen nos está aplicando y que hace que grandes masas de la población se queden inermes ante el abuso gigantesco que se va acumulando cada día.

En efecto, todos los días aparece un nuevo insulto que desafía nuestra capacidad para reaccionar. Como por ejemplo, esa nueva resolución que impide comprar en las tiendas Makro a los ciudadanos comunes pero sí a los bodegueros bolivarianos, presagiando que solo podrán ser abastecidos de alimentos aquellos que solo estén con el régimen. Mala cosa... ( http://www.lapatilla.com/site/2015/10/05/makro-deja-de-vender-en-sus-tiendas-para-abastecer-a-bodegas/).

Nadie dijo nada. La oposición oficial no dijo nada. Pasa poco a poco, como la rana que se cuece en su sancocho. Pero mejor leamos a los expertos en el tema a ver si llegamos a algo: “El retardo mental sociocultural surge como consecuencia de nuestro sistema económico y educacional que nos ha inmerso en un círculo vicioso en el cual la solución se vuelve un problema. El retardo mental sociocultural consiste en el bajo CI de la población sin que exista una causa biológica, más bien se trata de una privación cultural la que ha condenado a la población más baja de los países en los que existe más desigualdad (los llamados “en vías de desarrollo”) limitando su capacidad para aprender…” (ver Retardo Mental Sociocultural, Circulo vicioso y el camino para romperlo en http://www.buenastareas.com/ensayos/Retardo-Mental-Sociocultural/4666368.html).

En opinión de la Dra. Rosa María Zulueta (1), “El “Retardo Mental Socio-cultural”, es un síndrome que se genera como resultante de una larga (generacional) deprivación ambiental, educativa, psico afectiva; lo cual afecta a una determinada masa social o comunidad, como consecuencia de “patrones” de aislamiento sociocultural. Es la prolongación de un ambiente de pobreza, no sólo material, sino de extremas carencias de estímulos, ausencia de  modelajes de valores (autoestima), educación y relaciones interpersonales nutritivas.”.

Y dado el empeño del régimen en mantener en estado de pobreza permanente a la población, como lo revelara Jorge Giordani al General Guaicaipuro Lameda – “Necesitamos que los pobres sigan pobres”- (ver http://www.maduradas.com/lo-que-revelo-lameda-de-giordani-necesitamos-que-los-pobres-sigan-pobres/) esta explicación me dejo sumamente preocupado. ¿Será posible que en menos de una generación el régimen haya creado, o peor aún, este en pleno proceso de creación, de retardados mentales con la idea preconcebida de generar idiotas que se puedan manejar sin ninguna resistencia? ¿Sera posible que todo esto de matarnos de hambre sea un plan que corresponda a una estrategia deliberada y preconcebida con el único fin de controlar a la población? No crean que esto no se haya practicado antes en los países comunistas. Stalin exterminó a 5 millones de personas de hambre en Ucrania en 1932-33 porque no se sometieron a su régimen (ver video Holodomor – El genocidio de Stalin en Ucrania https://youtu.be/4deu3tzw82E). O te controlo o te extermino.

Un bajo Coeficiente Intelectual de la población permite la manipulación del ser humano. Al decir de la Dra. Zulueta, las características conductuales de individuos sometidos a ese estrés son, además de la ausencia de Inteligencia Emocional e inexistencia de autoestima: “Baja emocionalidad, alta reactividad, pocos niveles de motivación al logro, patrones repetitivos (cerebro básico), poca o ninguna disposición al esfuerzo propio, relaciones afectivas débiles y muy escasa visualización y/o proyección al futuro.”. Este lamentable cuadro humano es el que el régimen y su oposición estarían en condiciones de manipular a su antojo para su beneficio político. Y están dadas las condiciones para eso en la Venezuela actual.

Entonces, se podría concluir que si en este momento los venezolanos no estamos reaccionando como deberíamos frente a lo que está sucediendo, no se debe solamente a aquella conseja que dice que la protesta ha disminuido porque nos encontramos en las colas de la comida, sino PORQUE POCO A POCO VAMOS SINTIENDO QUE NO SE PUEDE EN CONTRA DE ESO, Y NOS HALLAMOS SIN LA DISPOSICIÓN PARA CAMBIAR ESTA REALIDAD. Y eso es sumamente grave. Si a eso le agregamos un liderazgo opositor sin ninguna o poca sintonía con esa situación, el cuadro parece definitivamente desolador. En la medida que el régimen avance estará mejor posicionado para esa manipulación, fortaleciendo el circulo vicioso de ese retardo mental de la población de menores recursos.

Ahora bien, ¿cómo rompemos ese círculo? Aquí es donde entra el concepto de “Resiliencia”. Este nuevo término define “la capacidad de afrontar la adversidad saliendo fortalecido y alcanzando un estado de excelencia profesional y personal”. La Dra. Zulueta ha indicado en muchas oportunidades que el venezolano es un pueblo “resiliente”. En otras palabras somos “duros de matar”. Podemos sobreponernos a esta nueva adversidad. Nuestra historia republicana está llena de episodios horrendos de los cuales hemos salido airosos.

De igual manera debemos decir es que nadie es prisionero de sus propias deficiencias. El mundo está lleno de casos que demuestran que las  personas son capaces de sobrepasar situaciones donde sus propias deficiencias les inclinaban ir hacia otra dirección. Pero era indispensable conocer antes que tenían efectivamente un hándicap que debía ser cubierto para luchar y sobreponerse.

Entonces, si el régimen ha escogido matarnos de hambre con el fin de someternos y apostar por la creación de masas zombis que puedan manipularse, creando deliberadamente esa situación en Venezuela, esa estrategia se les revertirá si efectivamente reconocemos que eso es lo que están haciendo. Ni Venezuela es Ucrania, ni Maduro es Stalin…

Caracas, 12 de Octubre de 2015

Twitter:@laguana

(1)     Rosa María Zulueta, Educadora y Psicóloga. Experta en Dificultades de Aprendizaje, Estimulación de Trastornos del Desarrollo y Desarrollo Humano