lunes, 27 de junio de 2016

Federación de Alianzas

Por Luis Manuel Aguana

Las cosas se decantan con el tiempo. Debes a veces dejar que las ideas se reposen para analizarlas mejor. Y eso necesita tiempo. Y las ideas, así como el agua, deben dejarse reposar para poder usarlas. A veces hay que meterles candela para poder desinfectarlas, sin contar que con que en algunas oportunidades también deben ser filtradas. Hace más de un año les contaba que en 1931 doce jóvenes comunistas decidieron describir el país que deseaban, en un papel que llamaron “Plan de Barranquilla” (ver Del Plan de Barranquilla al Proyecto País Venezuela, en http://ticsddhh.blogspot.com/2015/02/del-plan-de-barranquilla-al-proyecto.html).

Estos jóvenes “cabeza caliente” dibujaron un país que no existía en 1931, antes siquiera de morirse el dictador eterno, Juan Vicente Gómez. No tenían ellos la bola de cristal para saber cuándo se iría. Pero ese país que dibujaron, esencialmente impregnado de una ideología que se resiste a morir, aún sobrevive hasta nuestros días. Todavía hay ex candidatos presidenciales y partidos políticos que apuestan por la subida de los precios del petróleo para “salir de la crisis” para seguir mamando de la teta petrolera y vivir de la renta. Eso nos da la medida del trabajo que todavía nos toca por hacer.

Pero volvamos al comienzo. Las ideas de esos jóvenes de 1931 fueron efectivamente aplicadas, por supuesto filtradas y decantadas con el tiempo, durante el transcurso histórico y político del país por los protagonistas del Plan de Barranquilla, pero desde las trincheras de un partido que cambió la historia de Venezuela, Acción Democrática. Esas ideas, ahora socialistas-populistas, marcan la pauta de todos los partidos del país. Gran parte de lo que nos pasa se lo debemos a ese “pequeñísimo” detalle. Hablaremos en su oportunidad de ese fenómeno.

Alrededor de esas ideas de cambio se aglutinaron las mentes más brillantes de la política, la educación, la salud, la economía, y muchas otras ramas del saber, que dieron lugar a una transformación efectiva de un país ciertamente rural a uno más moderno. Las ideas estaban allí y Venezuela corrió con la suerte que el tiempo vital de esas personas coincidió con el tiempo político de la democracia.

Pero muchos seguros no estaban todavía construidos y el experimento tenía que consolidarse para que fuera permanente. Los hombres duran poco y las instituciones estaban todavía en formación. Y pasó que las ideas que aglutinaban a esas personas se fueron diluyendo con el tiempo. Ya estaba efectivamente construido el andamio pero aun faltaba. Las ideas de perfeccionamiento y construcción de una democracia le quedaron a una “nueva generación política”, la siguiente de aquella que había parido en 1931 ese Plan decantado y filtrado con el tiempo. Pero esa “nueva generación” estaba disfrutando del Poder y del dinero que había llegado a manos llenas.

El tiempo hizo de las suyas, como suele hacer. Ahora no existen ni la primera ni la segunda generación de esos políticos, ni menos todavía dinero para reconstruir. Y peor aún, las ideas alrededor de lo que se aglutinaron aquellos constructores del país quedaron como simples slogans políticos sobre los cuales los nuevos protagonistas pretenden construir un nuevo país, pero esta vez alrededor de personalidades no de ideas. Si no fuera patético y triste, daría mucha risa.

Todos los partidos que nacieron con el declive de los principales del inicio del siglo XX, se han construido alrededor de figuras. No las nombro aquí porque todos las conocen. ¿Y donde están las ideas? ¿Dónde está ese nuevo Plan de Barranquilla capaz de concebir una Venezuela moderna? Pero lo más grave ¿dónde están esos Estadistas políticos capaces de conducirlo? Se ha confundido juventud con nuevas ideas. Y lo que hay son jóvenes recitando lamentablemente lo mismo de los viejos del pasado.

Cada partido “nuevo” esta hecho en lo fundamental de la misma sustancia. Se traspasan dirigentes entre ellos mismos como intercambio de barajitas usadas. Prendan la televisión y vean en los pocos programas de opinión que todavía quedan, quienes son los que pretenden conducir los destinos de Venezuela, y en una época de total incertidumbre, solamente atados a un discurso basado en slogans del pasado. Hay entonces  que rehacerlo todo, comenzando por la manera de concebir el hecho político.

Aquí no se trata de atacar a los partidos. Esa confusión normalmente la tienen quienes aun no comprenden que a Venezuela hay que interpretarla, y se molestan porque se indique que la sociedad civil está cansada de que la usen para conseguir cuanta vaina necesiten los partidos, llámese votos, firmas, marchas, sin que eso se traduzca efectivamente en un cambio sustantivo de su calidad de vida.

O peor aún, sin notar que efectivamente la cantera de personas capaces de construir una nueva Venezuela esta efectivamente allí, en todos los rincones del país, y que los consigues como mangos en el suelo en todos los pueblos de esta Tierra de Gracia, dispuestos a participar en la construcción de algo nuevo. Allí están los Estadistas que se necesitan, lo que hace falta es que se manifiesten y se les de la responsabilidad, en un Plan concertado donde todos participen.

Como lo indique hace más de un año en esa nota del Plan de Barranquilla, el Proyecto País Venezuela es nuestro nuevo Plan (http://ancoficial.blogspot.com/p/documentos-fundamentales.html). La diferencia es que ahora lo estamos “pateando” en toda Venezuela, incorporando voluntades en lo que hemos llamado Juntas Activadoras del Poder Constituyente Originario, en el marco de la Alianza Nacional Constituyente (http://ancoficial.blogspot.com/). Venezolanos aglutinados, como en los orígenes mismos de nuestra vida moderna en el siglo pasado, alrededor de un cuerpo de ideas, no de personas, seguros de conseguir lo mejor de lo mejor, entre toda la gente que de buena voluntad desea y aspira una Venezuela extraordinaria para las nuevas generaciones.

Poco a poco esas Juntas Activadoras en cada Estado están organizándose. No solo para recoger las firmas necesarias para convocar a un proceso Constituyente de acuerdo a los fundamentos de nuestra propuesta, sino también para soñar y diseñar qué es lo que desean y esperan para su propio Estado, de su país. Si se logra, como esperamos, convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, son ellos los que defenderán como Constituyentistas su sueño de independencia regional allí. Nadie lo hará mejor que quienes viven, luchan y mueren en esas tierras…No pueden ni deben aceptar imposiciones de partidos ni de grupos, solo los ciudadanos organizados harán valer sus aspiraciones locales para su futuro. Eso es parte de ese nuevo Plan.

Cada Junta Activadora ha demostrado ser diferente. ¡Hacer las cosas de una manera distinta es extraordinario! Está empezando a germinar esa semilla porque precisamente cada Estado de Venezuela es diferente. Se ha desarrollado de una manera distinta en el devenir histórico y solo sus ciudadanos saben que hacer allí, nadie se los puede decir. Cada Estado ha ido organizándose a distinta velocidad y en algún momento cercano se articularán todos.

Y esa articulación requiere de una partitura común para que exista armonía entre todos. ¡Es el embrión de una Federación! Esa partitura es el Pacto entre todos. Así como en una orquesta: cada instrumento es distinto pero la suma de sus acordes suenan  armoniosamente si siguen una partitura que sea común para todos. Esas Alianzas pronto confluirán en una Federación, como el primer paso hacia una propuesta del Estado Federal Descentralizado que aspiramos, y esa Federación será la directora de esa orquesta de múltiples acordes diferentes.

Esa es la concepción primaria de un movimiento Político –sí, con P mayúscula- que va mas allá de llevar a nadie a ningún cargo público sino a cambiar las estructuras políticas de Venezuela, reenfocando el desarrollo del país adonde de estar –en las Regiones-, reconciliando y reconstruyendo un sueño como el que una vez tuvieron unos jóvenes en 1931. Esta vez somos más de 12 personas, con profesionales de primera línea en todos los Estados, con una estructura dirigida por ellos, por nadie más. Hacer una Federación de Alianzas es nuestro reto de ahora, y es la primera etapa de nuestro Plan de una Federación de Estados, que es en lo que debe convertirse la nueva Venezuela del siglo XXI.

Caracas, 27 de Junio de 2016

Twitter:@laguana

sábado, 25 de junio de 2016

¿Y qué hacemos con ese Informe?

Por Luis Manuel Aguana

El Informe presentado por el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, ante el Consejo Permanente de la OEA es mas demoledor de lo que el común de la gente supone (ver http://www.oas.org/es/centro_noticias/comunicado_prensa.asp?sCodigo=D-011/16) y obliga a una reflexión seria de los demócratas de Venezuela a la luz de los acontecimientos que están ocurriendo en el país. El lenguaje protocolar de los diplomáticos profesionales va en una frecuencia tan sutil que resulta imperceptible a los políticos venezolanos acostumbrados a las diatribas locales que parecen más bien peleas callejeras.

El Secretario General de la OEA puso a la disposición de todo aquel que lo quiera ver, la justificación ante el mundo para el desplazamiento inmediato de este régimen criminal violador de Derechos Humanos. Algo así como que la misma justificación que tuvo Hugo Chávez y su banda de golpistas en 1992 para levantarse en contra del gobierno pero multiplicada exponencialmente y expuesta en un escenario hemisférico, ¿qué tal?

No necesitaba Almagro solicitar castigos o sanciones para nuestro país más allá de las que ya nos está aplicando el régimen con el hambre y la falta de medicamentos, aderezados con la violencia de sus CLAPs. Le bastó al Secretario General relatar a todo el hemisferio nuestra situación política, económica y social –y con lujo de detalles-, a la que nos ha llevado el castro-comunismo. Ni siquiera aquellos países que votaron en contra de que se aprobara el Orden del Día, que incluía ese Informe, tuvieron nada que decir.

Recordó Almagro de una manera muy diplomática que desestimar este caso para la OEA sería volver a cometer el error de la injusticia cometida en 1965 con “la validación de la invasión a la República Dominicana”. ¡Dijo claramente que no se pueden dejar pasar las injusticias!

El Informe hablo claramente de la existencia comprobada de presos políticos torturados, algo que el régimen ha negado consistentemente como “políticos presos” por delitos comunes. Decirle al hemisferio que en Venezuela existen alteraciones de semejante calibre de los Derechos Humanos, en las narices de todos esos países no es cualquier pendejada, es serio.

Y que es responsabilidad de ellos, de los países de la OEA, su defensa basado en sus principales mandatos como Organización. Y de eso no se pueden escapar. Para ello citó los artículos 3 y 4 de la Carta Democrática Interamericana; y en especial el Art. 4 que describe el ejercicio correcto de un gobierno en democracia, donde es precisamente el gobierno el que debe respetar primero los derechos sociales y la libertad de expresión y de prensa de sus ciudadanos.

El informe emplaza al Consejo Permanente para atender la crisis humanitaria venezolana, a expresarse sobre los presos políticos y apoyar el derecho del pueblo venezolano para solicitar la revocatoria del mandato del Poder Ejecutivo. En una palabra, a interceder para proteger a una población que está siendo vejada y masacrada  por su propio gobierno. ¡Eso es gravísimo!

Al invocar el principio y el propósito moral y ético de la política, Almagro le recuerda a todo el mundo que es el Gobierno el que debe defender el bien colectivo y que los líderes no pueden abusar del poder que los ciudadanos le confieren. Y también les recuerda diplomáticamente al liderazgo opositor que cuando se pierde la confianza en sus representantes electos “los ciudadanos buscarán que sus voces sean escuchadas”.

Esto no es más que un claro mensaje para aquellos que están sentados en la Asamblea Nacional que dicen que este Informe solo fue dedicado al régimen y que están aguardando pacientemente a que éste nos mate a todos, sin hacer lo que tienen que hacer porque ya el pueblo les dio un mandato claro el 6 de diciembre de 2015.

El relato pormenorizado de cifras que dibujan nuestra triste situación económica, apuntan a un régimen despreciable que nos ha trancado por todos lados la solución, siendo que la crisis es solo responsabilidad de quienes están en el poder. Léase bien, quienes nos gobiernan nos están matando de hambre y de mengua por medicinas. Ese es el relato puro y simple ya oficializado al mundo por el Secretario General de la OEA, Luis Almagro.

Para poner en perspectiva la importancia de lo que pasó ayer en la OEA, eso es como si se hubiera puesto al descubierto al mundo la matanza de judíos en la Alemania nazi mientras eso sucedía materialmente en los campos de concentración, no después. Y más cercano aun, es lo que el ex embajador Diego Arria bautizó en una oportunidad “Genocidio en Cámara Lenta” cuando los ojos del mundo miraron para otro lado cuando el Consejo de Seguridad de la ONU y la comunidad internacional ignoraron lo que le ocurría al pueblo de Srebrenica, en la Antigua Yugoslavia, masacrados por los paramilitares serbios (ver Diego Arria, “Srebrenica, un genocidio en cámara lenta”, en http://www.lapatilla.com/site/2015/07/10/srebrenica-un-genocidio-en-camara-lenta/) . Ahora el mundo no puede mirar para otro lado porque desde ayer una Organización de Estados, oficialmente informó al mundo que el régimen venezolano esta masacrando a su población en colusión con el Tribunal Supremo de Justicia.

Entonces no solamente hay un grave caso de alteración del orden democrático en Venezuela, sino un país completo secuestrado por delincuentes y militares narcotraficantes, de la misma forma en que fue secuestrada y masacrada Srebrenica por paramilitares serbios.  La gravedad de eso no tiene límites y pone a los perpetradores del régimen venezolano en el banquillo de los próximos enjuiciados ante la Corte Penal Internacional de La Haya.

Las buenas intenciones del Secretario General al solicitar al Consejo Permanente Que se lleve a cabo antes del final de 2016 el referendo revocatorio…”, que “se libere de inmediato a todos los presos políticos y detenciones arbitrarias”, que “los poderes ejecutivo y legislativo del Gobierno venezolano hagan a un lado sus diferencias y empiecen a trabajar juntos de inmediato para responder a la crisis humanitaria”, “Que el poder ejecutivo cese de inmediato sus esfuerzos para socavar a la Asamblea Nacional elegida democráticamente y que se implementen y apliquen todas las leyes que han sido aprobadas por la Asamblea Nacional.”, “Que se nombre a un nuevo Tribunal Supremo de Justicia a través de un proceso transparente acordado conjuntamente por los poderes ejecutivo y legislativo.”, y más difícilmente aun “Que se establezca un ente independiente para combatir la corrupción, que puede estar compuesto por expertos internacionales, facultado para hacer frente a la situación financiera en Venezuela.”, (especialmente no harán esto último porque precisamente son ellos los que han saqueado a Venezuela) son una lista de buenos deseos y lucen extraordinariamente ilusas frente a este escenario de negociación con delincuentes.

Pero Almagro no podía solicitarle otra cosa al Consejo Permanente. Esa era su misión, exponer nuestra causa y lo logró, a pesar del saboteo de una oposición oficial que intentó negociar fuera de esas realidades en Republica Dominicana.

¿Y qué hacemos con ese Informe? Ahora queda en las manos de cualquiera que decida hacer algo para cambiarle el curso a la historia y ponerle fin a esta situación, al quedar develado ante los ojos del mundo la masacre a la que están siendo sometidos los venezolanos. En el caso de la oposición oficial, suponemos que seguirán intentando un proceso revocatorio que luce extremadamente cuesta arriba frente a un régimen de las características descritas en ese Informe. ¿Pero es eso lo que deberían hacer luego de esa histórica reunión del Consejo Permanente de la OEA? Yo creo que no.

Lo que debería proceder es que la Asamblea Nacional destituya al Presidente de la República sustentado en ese demoledor Informe que retrata la trágica situación humanitaria venezolana y cuya responsabilidad directa recae sobre el Poder Ejecutivo. Y de entrada esa decisión contaría con el respaldo del Secretario General de la OEA. Utilizando como marco de actuación la argumentación expuesta por Enrique Aristeguieta Gramcko en su propuesta de Decreto (ver Propuesta en http://www.lapatilla.com/site/2016/04/20/aristeguieta-gramcko-presenta-a-la-an-propuesta-para-remover-a-maduro-este-mes/), solamente con añadir como Considerando principal ese Informe, debería bastarle a nuestros Diputados para proceder. El Informe de Almagro puso a la oposición oficial en una clara disyuntiva: o corren o se encaraman. La destitución de Maduro es ya una exigencia impostergable…

Caracas, 25 de Junio de 2016

Twitter:@laguana