domingo, 3 de diciembre de 2017

Recurso y Sentencia

Por Luis Manuel Aguana

No deja de ser difícil escribir de estos temas sin pisar esa área gris que hay entre lo político y lo jurídico. Pero es necesario correr ese riesgo. Y como en ambos campos soy solo un curioso observador, me atreveré a meterme en ese profundo limbo gris, no solo porque es necesario buscar y dar las  respuestas que el común de los venezolanos requiere, sino porque creo que en eso reside la solución del grave problema que confrontamos en Venezuela.

El Recurso

El 24 de noviembre un grupo de venezolanos pertenecientes a la Alianza Nacional Constituyente, entre los que tengo el honor de participar, introdujimos un RECURSO DE EJECUCION DE SENTENCIA ante el TSJL (Tribunal Supremo de Justicia Legítimo, con sede en Washington, DC.), en nuestra condición de ciudadanos no investidos de autoridad (ver Recurso completo en http://ancoficial.blogspot.com/2017/11/recurso-anc-ante-el-tsjl-24-11-2017.html), en lo que respecta a la activación de los Artículos 333 y 350 constitucionales, señalados en el numeral tercero del dispositivo de la sentencia No. 001/2017 del TSJL, que emitiera ese Alto Tribunal en fecha 25 de Octubre de 2017.

Quisiera detenerme un poco en relación a este hecho porque no solo los iniciales accionantes de ese primer gran paso legal que ocasionó la sentencia No. 001/2017 del TSJL, esto es, Diego Arria, María Corina Machado, Antonio Ledezma y Cecilia Sosa, ampliamente conocidos en el país, tenían la exclusividad de un planteamiento que nos involucra a todos, sino cualquier venezolano investido de autoridad o no como lo estableció la misma sentencia. Esto no se hace en contraposición o competencia a esos honorables venezolanos sino en complemento a esa acción jurídica de consecuencias históricas para nuestro país. Cualquier venezolano entonces está –y sigue estando- en el derecho de exigir eso.

¿Por qué ejercimos esta acción? El recurso solicita formalmente la ejecución de la Sentencia No.001/2017, no solo por el simple hecho de su necesaria ejecución, sino para algo tan importante como lo primero: encauzar las actividades de restablecimiento constitucional, generando un procedimiento super extraordinario que ponerle al frente a la tramitación ilegítima de un proceso constituyente para cambiar la constitución y en el cual la ciudadanía, investida de autoridad o no, tiene la obligación de colaborar en el restablecimiento de la constitución vigente.

Esto es, que no solo el alto Tribunal ordenara paralizar cualquier actividad tendiente al reconocimiento de la ANC fraudulenta del régimen (cosa que pretende hacer la oposición entregada en República Dominicana), sino que establezca con la sentencia un procedimiento inédito como el que proponemos en el Recurso para restituir la constitución vigente, haciendo uso del Artículo 333.

De acuerdo a nuestro razonamiento expuesto en el Recurso introducido, el fallo realizado por el TSJL el 25 de Octubre de 2017 adolece de un mecanismo o procedimiento para hacerlo cumplir, no solo por la condición de persecución de los Magistrados encontrándose en el exilio, sino porque su misma situación es originada por la violación del régimen a la misma constitución que se pretende restablecer. Por eso se indica en el recurso que “se requieren acciones inmediatas en coordinación y cooperación con las diversas manifestaciones de la ciudadanía democrática en Venezuela, para darle sentido y concreción al fallo proferido por ustedes”. De otra manera se quedaría en el papel. LA UNICA MANERA DE HACER CUMPLIR EL FALLO ES CON UN PROCEDIMIENTO QUE LE DE CAUCE A LA EJECUCIÓN DEL ARTICULO 333. ESO ES LO QUE ESTAMOS PIDIENDO EN ESTE RECURSO.

Decimos allí que pueblo venezolano puso la primera piedra para construir una ruta de restablecimiento constitucional al celebrar la Consulta Popular del 16 de julio de 2017 pero la Asamblea Nacional, que se acogió a dicha norma y la invocó como fundamento de una serie de actividades, nunca las llevó a efecto. Pero ahora existe la posibilidad excepcional de que un Tribunal en concreto que no se encuentra bajo amenaza cierta del régimen “se constituya para coordinar democráticamente con la ciudadanía y con los funcionarios del resto de los poderes que asuman su deber, las actividades necesarias, urgentes y eficaces para preservar la integridad de la Constitución”. Ese es el centro de este Recurso.

Como bien los venezolanos están en conocimiento, la Alianza Nacional Constituyente, expresión de la sociedad civil, exhortó a la Asamblea Nacional a activar de inmediato el Artículo 71 constitucional con el voto de la mayoría simple de sus integrantes a los fines de la realización de un Referendo Consultivo para que se PROSIGA LA RUTA EXPRESADA EL 16J, sugiriendo al TSJL decidiera el camino de un Referendo Consultivo a la ciudadanía (ver la explicación de estas preguntas del Referendo Consultivo en 4 preguntas para el destino de Venezuela, en http://ticsddhh.blogspot.com/2017/11/4-preguntas-para-el-destino-de-venezuela.html).

La Alianza Nacional Constituyente ha diseñado una hoja de Ruta establecida en el documento propuesta “Bases Constituyentes, propuesta de los Ciudadanos para la Reconciliación y el Cambio” (verla en http://ancoficial.blogspot.com/p/documentos-fundamentales.html) para ser sometido al veredicto refrendario. Se solicita entonces al TSJL su implementación de la mano del pueblo organizado para la restitución de la vigencia efectiva de la constitución, como mecanismo de ejecución de la Sentencia No. 001/2017.

La Sentencia

En atención a nuestro Recurso, el TSJL dictó Auto de Ejecución de Sentencia, publicado el 30 de Noviembre de 2017 (verlo completo en http://ancoficial.blogspot.com/2017/12/auto-de-ejecucion-de-sentencia-tsj.html). Luego de legitimar nuestra intervención en la causa sentenciada el 25 de Noviembre, no admitió nuestras peticiones solicitando la validación del procedimiento expuesto porque “no formaron parte del debate procesal”, sino que mi juicio hizo algo de mayor trascendencia: declaró valido nuestro fundamento al exigir “lo relativo a la activación de la resistencia civil, lo cual si fue objeto de decisión” declarando procedente la petición de ejecución.

Al declarar la procedencia del recurso, el Alto Tribunal decretó la “Ejecución Forzosa de la decisión emitida en fecha 25-10-2017” y su primera consecuencia fue la de ordenar a todos los Poderes Públicos, “la prohibición de reconocer o emitir algún acto o actuaciones que comprendan un reconocimiento de la ANC”. Esto le cierra la posibilidad a cualquiera que esté en Republica Dominicana negociando con el régimen, admitir actos que tengan por base el reconocimiento de ese fraude. Y es por esa razón que el régimen esta en esa negociación.

Pero por si eso fuera poco –que absolutamente no lo es- el TSJL validó nuestro fundamento para aplicar la ejecución del Artículo 333 Constitucional de las manos de cualquier venezolano investido o no de autoridad:

“Tercero: En lo que respecta a la activación de la resistencia civil prevista en el artículo 350 de la Constitución, y que es pedimento de los terceros que forman parte de la organización Alianza Nacional Constituyente, esta Sala ordena que los ciudadanos, los poderes públicos, los integrantes de la Fuerza Armada Nacional, asuman el deber de desconocer y resistirse contra el fraude constitucional del proceso de la ANC, autorizados por el artículo 333 de la Constitución, tal y como fue establecido en la decisión de mérito.

Vale apuntar, que el proceso fraudulento del cual se deriva la ANC forma parte de los componentes utilizados por el Ejecutivo Nacional para mantener el control político del país, que a su vez constituye un elemento adicional que agrava la situación de  Venezuela. En razón de que el país está sumido en una crisis social y económica profunda que tiene afectado la vida normal de los ciudadanos, es procedente la activación de la resistencia civil y pacífica decretada por este Alto Tribunal al tenor de los artículos 333 y 350 constitucional, lo que hace urgente producir los cambios que requiere Venezuela para la restitución de la vigencia de la Constitución y por ende de la democracia en Venezuela, por lo tanto, cualquier salida de la crisis que se pretenda en el escenario político, debe hacerse dentro de los mecanismos de participación popular que consagra el artículo 70 de la Constitución, y nunca a espaldas del pueblo, con el fin primordial de provocar la salida inmediata de todo aquello que ha generado la crisis por la que atraviesa el país” (subrayado nuestro)

En consecuencia, la salida de la crisis pasa por los mecanismos de participación política previstos en nuestra Constitución en el Artículo 70 y “nunca a espaldas del pueblo”. Ese fundamento fue validado por el TSJL con este histórico fallo. Si bien es cierto que no validaron específicamente el camino que nosotros propusimos, si validaron cualquier camino –incluyendo el nuestro- que igualmente tenga el mismo propósito, no sujetando el fallo a la especificidad de nuestra propuesta sino abriéndola al abanico infinito que implica la participación popular en la solución de la crisis.

Este fallo profundamente político, tiene importantes y extraordinarias implicaciones que deben ser apreciadas por quienes juegan algún rol en el complejo escenario político venezolano, en especial la comunidad internacional. No es con negociaciones, ni con diálogos a espaldas de la población que se solucionarán nuestros problemas. Cualquier cosa que se haga en el país para resolver  la enorme crisis política de Venezuela, tendrá necesariamente que pasar a partir de este histórico fallo, por la aprobación del pueblo Depositario de la Soberanía. Mis respetos a los Ciudadanos Magistrados del TSJL. Ese es el tipo de justicia que esperamos en una Venezuela en libertad.

Caracas, 3 de Diciembre de 2017

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miércoles, 29 de noviembre de 2017

Carta al embajador desconocido

Por Luis Manuel Aguana

Excelentísimo Señor Embajador:

Con muchísimo respeto me dirijo a usted como representante amigo de Venezuela, en la premisa que tiene un verdadero y legítimo interés de ayudarnos a salir de esta grave crisis política de sufre nuestra Nación. Me atrevo a enviar esta misiva, como un ciudadano más que sufre esa crisis, al Embajador amigo que no conozco, para que posiblemente lleve este mensaje a su país con la esperanza de que se pueda comprender mejor la posición del venezolano común ante la pavorosa tragedia que sufrimos.

No existen respuestas sencillas a problemas complejos. Sin embargo la sabiduría reside en conseguir darlas a pesar de las dificultades que eso entraña. Por eso es que Ghandi, Mandela, Churchill, y más localmente Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y Jóvito Villalba, lograron comunicarle a sus respectivos pueblos un camino claro a seguir en el medio de las dificultades. Tal vez sea por eso que nos encontramos en este tremedal. La dirigencia no consigue comunicarle claramente a la gente un camino claro a pesar de toda la tecnología comunicacional de la que disponemos en esta época.

La oposición oficial agrupada en el G4 de la llamada MUD sigue siendo eso, la representante oficial de los que no estamos de acuerdo con el gobierno frente a la comunidad internacional. Y está haciendo uso de esa condición para llevarnos a un matadero en República Dominicana, aunque en este momento no representen a nadie, ni siquiera a sus propios militantes. Creo que esa situación debe ser considerada seriamente por ustedes en el Cuerpo Diplomático antes de comprometerse a reconocerlos como la oposición oficial de Venezuela.

Los Embajadores del mundo en Venezuela, y en especial los de algunos de los países amigos del llamado Grupo de Lima, han insistido en unificar sin escrutar en detalle la diversidad, los criterios de todo el universo opositor venezolano para concurrir a ese dialogo-matadero olvidando una premisa fundamental: ya el pueblo  venezolano se pronunció categóricamente el 16J. Cualquier desvío de cualquier supuesto representante opositor a ese pronunciamiento es traición a ese veredicto.

¿Por qué los venezolanos rechazamos esa reunión en República Dominicana?

a) No existen representantes de los venezolanos en esa reunión. Quienes están allí dejaron de representar a la mayoría de los venezolanos, porque aun siendo diputados legítimamente electos el 6D-2015, ignoraron el mandato del 16J de una consulta que la misma Asamblea Nacional decidió en la sesión del 5 de Julio de 2017 de consultarle al pueblo el curso de acción a seguir para resolver la crisis del país. De hecho, se puede decir sin exagerar que la Alianza Soy Venezuela es más representativa del espíritu de los 7,6 millones de venezolanos que creyeron en esa dirigencia que ahora se deja chantajear por el régimen por un mendrugo de pan y la extorsión de sus presos políticos. Los venezolanos  tenemos sangre de Libertadores.

b) Se va sin condiciones de participación. Antes de sentarse, el régimen de Nicolás Maduro debe permitir la ayuda humanitaria, soltar a los presos políticos y restituir las funciones de la Asamblea Nacional sin condicionamientos. No se puede negociar sobre el hambre o el sufrimiento de los presos. Sería un chantaje. No se negocia con un secuestrador que apunta su arma sobre tu cabeza.

c) El régimen gana tiempo para continuar buscando los recursos para su sobrevivencia. La Asamblea Nacional no puede aprobar recursos sobre la base de un reconocimiento a una instancia inconstitucional. Y si lo hiciera sería ilegal.

¿Porque no se acepta la Constituyente de Maduro?

a) Porque es un fraude constitucional. El Presidente carecía de poder de convocatoria como así lo ha demostrado toda la comunidad legal venezolana e internacional. Las elecciones del 30J fueron realizadas por el  régimen de Maduro ignorando el mandato mayoritario del pueblo de la pregunta 1 del plebiscito del 16J, sin contar con las denuncias fundamentadas de fraude técnico en ese proceso.

b) Todavía, habiéndose realizado ese proceso en esas condiciones, la constituyente ignora su papel de redactar una constitución y se alza como un supra poder sobre la constitución de 1999 que NO HA SIDO DEROGADA POR EL PUEBLO EN REFERENDO APROBATORIO DE UNA NUEVA CONSTITUCION, destituyendo poderes públicos y asumiendo funciones de aprobación de leyes que solo le corresponden a la Asamblea Nacional.

¿Cómo se resuelve esto?

Solamente recurriendo al Poder Originario. Se ha llegado a un estado tal de desorden institucional que la única manera de encausar la crisis del país es convocando al constituyente de la manera establecida en la Constitución. La propuesta es seguir la ruta del 16J resolviendo al mismo tiempo el entuerto de la constituyente inconstitucional, consultándole al pueblo por materias de trascendencia nacional, si disuelve esa instancia incluyendo todos sus actos y consultándole si desea finalmente o no verdaderamente un proceso constituyente. Asimismo consultarle al pueblo la disolución del gobierno de Nicolás Maduro, asi como el resto de los poderes públicos, incluyendo a la Asamblea Nacional, de acuerdo al espíritu de la pregunta 3 del Plebiscito del 16J, pero esta vez para que una Constituyente legítima lo designe desde su seno. Y en caso de no aprobarse una constituyente -porque es el pueblo el único que puede decidir eso- que este sea designado de acuerdo a la regla constitucional de 1999, donde el siguiente válido en la sucesión presidencial convoque al pueblo a elecciones presidenciales.

Aunque es algo sencillo de entender y comunicarle al pueblo venezolano, lo impide una maraña de intereses cruzados. Sin embargo, ¿quién obliga al narco régimen militarizado de Nicolás Maduro a acceder que el pueblo se cuente en consulta popular y decida su propio destino? La respuesta viene de afuera y con la ayuda de la comunidad internacional que Usted representa, y no de un diálogo con delincuentes.

Ya la presión internacional ha surtido sus efectos. El régimen está como las ratas cuando el barco se hunde. Se les cortaron todas las fuentes de financiamiento. Todos los responsables no pueden salir del país porque están en las listas de búsqueda de la narco delincuencia internacional. ¿Qué es lo que falta? Que negocien los términos de su entrega ante un pueblo estafado. Eso nunca lo podrán hacer con quienes fueron sus cómplices en el desfalco del país y que pretenden su continuación en República Dominicana.

Señores Embajadores y Presidentes de los países amigos que creen en ese dialogo: el problema del país no se solucionará corriendo la arruga del hambre de Venezuela. Con dejar pasar una ayuda humanitaria que desde ya el régimen pretende administrar con las mafias del CLAP, esto es un mendrugo de pan para la familia venezolana, y soltar a unas personas que pueden volver a sus mazmorras cuando ellos lo decidan, el régimen se atornillará aun más y ustedes serán responsables de esa ayuda.

Como venezolano que vive y sufre día a día la tragedia de este país le puedo asegurar que mis compatriotas se sentirán mejor servidos de su ayuda, no en llenar su estomago por un día, sino en su dignidad de pueblo, si la ayuda que nos ofrecen se traduce en la salida de estos delincuentes. La historia de Venezuela está llena de anécdotas donde los venezolanos preferimos pasar hambre  y necesidad antes de perder la dignidad y la libertad. Muchos venezolanos han dado su vida por eso en toda su historia republicana. Con mucho agradecimiento y respeto por su gestión en Santo Domingo, la comida la conseguiremos nosotros después que se vayan los delincuentes, y con la libertad que seguramente obtendremos, porque ese ha sido nuestro el legado de nuestros ancestros libertadores.

Con los mayores sentimientos de consideración y estima,

Muy Atentamente,
Luis Manuel Aguana

Caracas, 29 de Noviembre de 2017

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jueves, 23 de noviembre de 2017

4 preguntas para el destino de Venezuela

Por Luis Manuel Aguana

Hace como 30 años nos decía en clase mi profesor de Negociación Internacional el Dr. Carlos Guerón, que usted no se podía sentar a negociar acerca de Dios con el Ayatolah Komeini. Simplemente no solo era estúpido, sino completamente inútil. Algo semejante nos está pasando en esas “negociaciones” con el régimen y la Comunidad Internacional fungiendo de intermediaria porque desea que en Venezuela retorne la paz y la tranquilidad entre los venezolanos.

Pero léase bien. Una cosa es la paz que necesita que tengamos nuestros amigos afuera y otra muy diferente puede ser la que necesitemos aquí los venezolanos. Y en esto deseo ser muy preciso como un bisturí. Si Venezuela estuviera en una situación que no afectara a nuestros vecinos del continente, esto es, la gente no se estuviera yendo en masa o pudiéramos pagar sin problemas nuestros compromisos, aquí puede haber un cementerio y todo el mundo afuera estaría tranquilo. Pero los que estaríamos jodidos seriamos nosotros.

Y volviendo al Ayatolah Komeini, ¿puede alguien discutir con un comunista la revolución bolchevique, el asalto al Cuartel Moncada o que los imperialistas no asesinaron a Salvador Allende? ¿Debemos negociar con narcotraficantes y terroristas? ¿Podríamos negociar con quienes acabaron con nuestro país como langostas y que acepten eso, y se vayan en paz? Seamos serios.

Nuestros amigos de la Comunidad Internacional manejan intereses muy respetables como todo el mundo, pero hay un trecho entre aceptar la paz de los cementerios y la paz que surge de la libertad y la democracia. Por supuesto que hay matices. Por un lado vemos del lado de la segunda paz, la paz verdadera, a Luis Almagro en la OEA y por el otro al comodín del régimen José Luis Rodríguez Zapatero, esperando que el resto de los venezolanos aceptemos, como ya aceptaron Florido y Borges, la paz de los cementerios.

Que lo entiendan bien nuestros estimados amigos del mundo: lo único negociable con Nicolás Maduro y sus mil ladrones son los términos de su salida del gobierno. Y eso no significa, como lo han querido hacer ver los que se entregaron -por no decir vendieron-, que nos matemos en un conflicto civil, ni una intervención extranjera o aceptar un fraude constituyente.

No es posible que los diputados Luis Florido y Julio Borges en representación de sus partidos negocien lo innegociable que no es otra cosa que la voluntad de 7,6 millones de venezolanos que el 16J les dimos un mandato preciso que decidieron traicionar. No tienen ni el derecho ni la legitimidad para hacerlo porque los venezolanos les dijimos precisamente lo contrario. Es por eso que nace Soy Venezuela porque alguien debe asumir esa actitud en defensa de aquellos que democráticamente nos contamos el 16J y porque los venezolanos no necesitamos que alguien nos empodere para hacerlo porque la democracia y la libertad no necesitan investiduras para ser defendidas.

Ante la pregunta de la Comunidad Internacional ¿y cuáles son las opciones? Pues las hay. El 28 de Octubre la Alianza Nacional Constituyente propuso al mundo un camino para transitar, que pasa por que de nuevo se les consulte a los venezolanos acerca de su destino titulado: “La solución reside en el pueblo soberano” (ver http://ancoficial.blogspot.com/2017/10/la-solucion-reside-en-el-pueblo-soberano.html) con una carta dirigida a los diputados de la Asamblea Nacional (ver http://ancoficial.blogspot.com/2017/11/carta-la-asamblea-nacional-06-11-2017.html)  Trataré de explicar brevemente en qué consiste ese camino.

Es sencillo de entender. El camino comienza por la convocatoria por parte de la Asamblea Nacional, por mayoría simple de sus integrantes, a un Referendo Consultivo basado en el Artículo 71 Constitucional por Materias de Especial Trascendencia Nacional en los términos que a continuación se indican:

1) ¿Aprueba o no que los venezolanos concertemos un verdadero proceso de reencuentro y reconciliación nacional, que garantice en paz, la transformación y refundación del país, y evite una confrontación dolorosa entre hermanos con graves e irreparables consecuencias?

En el mismo espíritu del proceso de paz colombiano, se le consultaría al pueblo venezolano acerca del término de un conflicto de baja intensidad al que han sido sometidos los venezolanos por el discurso de separación y odio iniciado por Hugo Chávez Frías y que nos partió en dos como sociedad. Este proceso de reconciliación, reencuentro, transformación y reconstrucción debe ser llevado a cabo en el marco de un escenario donde estén legítimamente representadas todas las tendencias y sectores del país. A nuestro juicio esa es la definición de un proceso constituyente originario en el marco de un grave estado de confrontación política, con una Asamblea Nacional Constituyente como escenario.

2) ¿Aprueba  o no declarar disuelta la Asamblea Nacional Constituyente convocada por el gobierno y revocar y declarar nulas todas sus decisiones?

Por más que la Asamblea Nacional Constituyente de Maduro haya sido convocada inconstitucionalmente y sea fraudulenta de origen, porque por vía de “noticia criminis” nos enteramos que el CNE le metió no menos de un millón de votos fantasmas para que pareciera que los venezolanos votamos por ese fraude, si existieron venezolanos que asistieron legítimamente a votar en ese proceso, a los cuales no se les puede ignorar desestimando su voto y participación a ese proceso. Y aunque el TSJL (TSJ Legítimo) que sesiona fuera de Venezuela haya sentenciado a favor de la eliminación de esa Asamblea Nacional Constituyente ilegal e inconstitucional, solamente el pueblo de Venezuela puede decidir confirmar esa disolución de la Asamblea Constituyente fraudulenta y declarar nulos sus actos, para que no existan dudas de nadie –oficialistas, opositores y la Comunidad Internacional- dentro y fuera de Venezuela, que esa es la decisión inamovible de la mayoría y debe ser acatada.

3) ¿Aprueba o no que el pueblo de Venezuela como depositario del poder constituyente originario, tenga la iniciativa y convoque a una legitima Asamblea Nacional Constituyente  por Iniciativa Popular con Bases Comiciales, que  incorporan proporcionalmente, la más amplia  representación  ciudadana y el principio de la  universalidad del voto? En caso positivo firmar la Planilla de Recolección de Firmas adjunta.

Léase bien, NO le estamos pidiendo al pueblo que apoye una constituyente. Le estamos consultando al pueblo, como debe ser, si la quiere o no, que son dos cosas muy diferentes. Y en caso de que la quiera, entonces que firme la Planilla de Recolección de firmas y apruebe unas Bases Comiciales que presentaremos, que garanticen la representación proporcional, la participación de todos los sectores de la vida nacional y el principio de la universalidad del voto. Porque si bien es cierto que el pueblo es uno de los que puede tomar la iniciativa del convocar al Constituyente de acuerdo con el Artículo 348 constitucional, este debe alcanzar el mínimo del 15% para que se realice esa consulta constituyente que se hace en este mismo acto. Nosotros en la Alianza Nacional Constituyente abogaremos por convencer a los venezolanos, como lo hemos hecho en los últimos tres años en nuestros recorridos por todo el país, porque consideramos que es necesaria una reforma estructural constitucional que nos lleve a la materialización de un Estado Federal Descentralizado y a la discusión de un nuevo país post-petrolero.

4) Aprueba o no que una legitima Asamblea Nacional Constituyente Originaria,  nombre un Gobierno de Transición de Unidad Nacional y la Renovación de los Poderes Públicos en acatamiento al mandato  de la Consulta Popular del 16 de Julio?

Esta es la materialización de pregunta No 3 de la Consulta Popular del 16J. Y es sumamente importante porque en este caso ya no sería el mandato que ignoró abiertamente la Asamblea Nacional sino un mandato del pueblo a los ciudadanos Constituyentes electos desde una Asamblea Nacional Constituyente Originaria, por lo cual ese cuerpo no estaría disponiendo por si solo de los Poderes Públicos, como ya lo está haciendo Maduro con la espuria constituyente fraudulenta, sino por mandato expreso del Pueblo Depositario de la Soberanía en un Referendo Consultivo, lo que le daría la máxima legitimidad a ese gobierno de transición.

Estas 4 preguntas resuelven tres asuntos fundamentales: a) la desviación del régimen que convocó sin autorización del pueblo a una Constituyente y todos sus actos inconstitucionales; b) la instalación inmediata de un Gobierno de Unión Nacional con la renovación de todos los Poderes Públicos, como se le ordenara a la Asamblea Nacional el 16J; y c) la discusión del país entre todos en un gran dialogo reconciliador de los venezolanos y para los venezolanos, en paz y democracia.

¿Por qué pedimos que este Referendo Consultivo sea tramitado inicialmente por el CNE? Porque ese es el Poder Electoral y es la obligación legal y constitucional de la Asamblea Nacional nombrarlo de manera autónoma y que le de garantías a todos los venezolanos para efectuar Elecciones Autenticas de acuerdo a los estándares internacionales. Aquí no nos detendremos acerca del porqué no lo están haciendo. Es nuestro deber solicitarlo como corresponde y lo hemos hecho tanto en el Comunicado “La solución reside en el pueblo soberano” y la carta dirigida a la Asamblea Nacional el 6 de Noviembre. Pero si no lo hacen, desde la Alianza Nacional Constituyente informaremos al país cuales serán los pasos que continuarán a partir de ese momento.

Esa es la ruta, no otra. Esas 4 preguntas definirán el destino de Venezuela, y de acuerdo con ellas la propuesta es que sea el bravo pueblo, el del himno, el que termine solucionando su propia grave situación, no aquellos quienes la ocasionaron en 1998, que en su mayoría son los mismos que nos están vendiendo en República Dominicana. Si ese bravo pueblo lo hizo en el pasado en 1811 pasando por una guerra donde puso los muertos, lo volverá a hacer ahora porque desde hace tiempo los está poniendo de la misma manera.

Caracas, 23 de Noviembre de 2017

Twitter:@laguana