sábado, 9 de octubre de 2021

La posverdad de la observación electoral

Por Luis Manuel Aguana

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Me encontré asombrosamente dándole la razón a Jorge Rodríguez cuando airadamente le respondió a Josep Borrell, Alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, que para qué iban a venir a observar las elecciones del 21N si no era para legitimar al régimen: “¡…la verdad es que mejor y no vengan!”. ¿Y que fue lo que enfureció tanto al representante principal del régimen en el diálogo de México? Simplemente que será la misma misión de la UE la que
determinara si las elecciones son legitimas o no. Nada menos…(ver Jorge Rodríguez a Borrell: Si no es capaz de respetar, es mejor que la Misión de la UE no venga, en https://www.elnacional.com/venezuela/jorge-rodriguez-a-borrell-si-no-es-capaz-de-respetar-es-mejor-que-la-mision-de-la-ue-no-venga/).

Y Rodríguez tiene razón. Desde la perspectiva del régimen, si lo que se quiere es legitimar un acto electoral profundamente ilegitimo de un régimen de igual calaña, me hubiera molestado de igual forma con Borrell al cambiar los términos de esa observación socialista. Si yo tuviera en su lugar hubiera dicho exactamente lo mismo: ¿¡y para que me sirven entonces!? El régimen desea –y con razón- que la Comunidad Internacional bendiga ese acto al que no se puede llamar elecciones.

Pero Josep Borrell dijo algo con lo que justificó esa declaración y que precisamente fue lo que en algún momento advertí como la trampa en la que caería la oposición si decidía aceptar irse a elecciones con el régimen: “El reconocimiento que ahora están dando oficialmente a ese evento electoral significa que cualquier país que le haya dado el reconocimiento a Juan Guaidó podrá dejar de hacerlo, porque si en nuestro propio país quienes supuestamente se oponen al régimen deciden de manera oficial que sus elecciones “casi” justas son válidas para ellos, nadie afuera en su sano juicio tiene porque decir lo contrario” (ver Elecciones “casi” justas, en https://ticsddhh.blogspot.com/2021/09/elecciones-casi-justas.html). ¡Y esa fue precisamente la salida de Borrell! Dijo prácticamente “si ellos las reconocen, ¿porque yo no las iba a reconocer?”: «Si la oposición decide ir y eso es un camino que permite abrir una brecha y conseguir una mayor institucionalización de la oposición, ¿voy yo a decir que no mando una misión porque las elecciones son fraudulentas?». Borrell no iba a ser más papista que el Papa, y todavía falta que empiecen a dejar de reconocer a Guaidó…

Pero más allá de todo eso está lo que perciben los venezolanos como verdad. Una cosa es que una observación electoral venga a legitimar con su sola presencia un acto ilegitimo del régimen, y que ya hemos denunciado públicamente ante la Unión Europea y la Comunidad Internacional (ver Comunicado ANCO, Carta pública a Josep Borrell, en  https://ancoficial.blogspot.com/2021/10/comunicado-anco-carta-publica-josep.html), y otra muy diferente es que Borrell en nombre de la UE diga que su Misión es la que decide si ese adefesio del régimen y su oposición colaboracionista para el 21N es o no una elección libre, justa y verificable. Esto es, que Borrell y su Misión le pondrían el sello de calidad a unas elecciones que ya de suyo son ILEGITIMAS, cosa que Josep Borrell sabe de sobra. ¿Y quien en su sano juicio se pondría en las manos de semejante chantaje? Rodríguez podrá ser un delincuente electoral pero no tiene una pizca de pendejo al no dejar que Borrell maneje una verdad como posverdad.

¿Y qué es una posverdad? De acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española, la posverdad es la “1. f. Distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales”. Borrell le está diciendo al mundo que el hecho objetivo de que una elección como la del 21N no será legitima hasta que ellos lo digan Y ESO ES FALSO. Por eso estoy de acuerdo con Rodríguez. Pero esa elección ya es ilegitima porque no se cumplieron los extremos legítimos para su convocatoria, comenzando por la designación de un CNE legitimo de una Asamblea Nacional legítimamente electa. Es por eso que Borrell y su Misión no deciden eso, sin contar con el hecho de que ellos, dentro del marco de su propio Manual de Observación Electoral, solo pueden actuar en procesos electorales en países donde se respeten los Derechos Humanos, cosa no posible en la Venezuela del régimen de Nicolás Maduro Moros (pueden descargar el Manual de observación Electoral de la Unión Europea, Tercera Edición, 2016, en https://tinyurl.com/5rkhw4ty).

“En cultura política, se denomina política de la posverdad (o política posfactual) a aquella en la que el debate se enmarca en apelaciones a emociones desconectándose de los detalles de la política pública y por la reiterada afirmación de puntos de discusión en los cuales las réplicas fácticas ―los hechos― son ignoradas. La posverdad difiere de la tradicional disputa y falsificación de la verdad, dándole una importancia «secundaria». Se resume como la idea según la cual «el que algo aparente ser verdad es más importante que la propia verdad»” (ver Posverdad, Wikipedia, en https://es.wikipedia.org/wiki/Posverdad)

¿Cuáles hechos se están deliberadamente ignorando aquí en términos de la política pública y por quienes? Que esas elecciones regionales son irritas e ilegitimas. ¿Por quienes? Por el régimen y su oposición comprada. Los hechos son deliberadamente ignorados por los actuantes y todos los venezolanos que decidieron no seguir resistiéndose al régimen decidieron hacerse de la vista gorda, ignorando esa realidad. Se le da una importancia secundaria al hecho trascendental de la verdad que no existe una Asamblea Nacional legítima ni un CNE legítimo, siendo más importante la verdad aparente que la propia verdad. Esa es la definición clásica de la posverdad…

Si los venezolanos decidimos ver hacia otro lado el 21N y asistir a eso que está convocando el régimen como elecciones regionales, seguiremos en esta pesadilla escondiendo la verdad. Para eso entreguemos de una vez las banderas opositoras y aceptemos al socialismo castro-chavista-madurista, que es lo que ellos desean por desgaste. La verdad es una sola por más que duela: a partir del 21N no habrá oposición oficial en Venezuela sino el mezclote pastoso resultante de una mentira colaboracionista: Régimen+MUD/FA+Mesita. A partir del 21N habrá que buscarse una nueva oposición, esa es la única verdad…

Caracas, 9 de Octubre de 2021

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domingo, 3 de octubre de 2021

Misión de Protección Electoral

Por Luis Manuel Aguana

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¿Cuál debería ser el enfoque más apropiado para analizar la decisión de la Unión Europea (UE) de enviar una Misión de Observación Electoral (MOE) a Venezuela para las elecciones regionales irritas del 21 de Noviembre? ¿Forzar a los venezolanos a creer que esos comicios serán “transparentes” solo porque la UE así lo decidió? ¿Darle a Maduro una legitimidad de la que carece desde el inicio de su segundo mandato ilegitimo que comenzó en el año 2018? ¿Darle la espalda al mandato claro del pueblo venezolano, que en una Consulta Popular vinculante realizada del 7 al 12 de diciembre de 2020, rechazo mayoritariamente las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2020, y cuyos diputados ilegítimos designaron un Consejo Nacional Electoral igualmente ilegitimo, que está llamando a esas supuestas elecciones?

Lo cierto es que para los venezolanos que creemos no haber perdido la cordura, no existe tal cosa como una elección el 21N. Lo que existe es la decisión del organismo electoral del régimen de Maduro para repartirse los cargos de Gobernadores y Alcaldes así como asignarles puestos a la oposición comprada y generar una supuesta tranquilidad de equilibrio político frente a la Comunidad Internacional, promoviendo que los venezolanos asistan a eso que llaman elecciones el 21N. Y la UE estará colaborando con eso. Así de simple.

¿Y porque hago esta aseveración tan dura en contra de una organización tan importante de carácter internacional como la UE? Porque si ellos conocen bien lo que pasa en Venezuela, como en efecto lo conocen, porque ya es del conocimiento público mundial a través de los informes acerca de la violación de los Derechos Humanos realizados por misiones calificadas de la ONU y la OEA, y los juicios en curso en la Corte Penal Internacional (CPI) por delitos de Lesa Humanidad en contra de Nicolás Maduro Moros y sus delincuentes, y más aun, se han leído su propio Manual de Observación Electoral (MOE), concluirían que amparados en sus propios fundamentos, esa Misión no tiene ninguna razón para venir a Venezuela. Efectivamente, de acuerdo a los Fundamentos establecidos de la observación electoral de UE en la Tercera Edición (2016) del Manual de Observación Electoral de la UE, Sección 1.2, Página 17, se establece:

“La observación es una herramienta que se emplea en el contexto más amplio de la política de la UE de apoyo a la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PDCP) establece que los ciudadanos tienen derecho a participar en el gobierno y los asuntos públicos de sus países a través del voto o siendo elegidos en elecciones legítimas y periódicas. No obstante, el derecho de participación no se puede ejercer aisladamente; unas elecciones legítimas y democráticas sólo pueden tener lugar cuando todas las personas, sin discriminación, tienen garantizadas sus libertades fundamentales y sus derechos políticos. Entre estos figuran las libertades de expresión, asociación, reunión y movimiento. Los derechos humanos, el derecho a la participación y a otras libertades y derechos fundamentales asociados a este no se pueden alcanzar sin las garantías establecidas por el Estado de derecho(resaltado nuestro) (Pueden descargar el Manual de observación Electoral de la Unión Europea, Tercera Edición, 2016, en https://tinyurl.com/5rkhw4ty).

Y efectivamente así es: “unas elecciones legítimas y democráticas sólo pueden tener lugar cuando todas las personas, sin discriminación, tienen garantizadas sus libertades fundamentales y sus derechos políticos”. Podríamos preguntarle al Sr Josep Borrell, Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, si eso es lo que está sucediendo en Venezuela, como requisito fundamental para que su Misión se acerque a nuestro país. Y la respuesta, si el Sr. Borrell se ha tomado la molestia de leer su propio Manual de Observación Electoral, debería ser definitivamente NO. No existe libertad de expresión, asociación reunión y movimiento. Y como no existe Estado de Derecho a consecuencia de un régimen que se ejerce sin ningún apego a los Derechos Humanos, mal puede haber elecciones libres, justas y verificables que sea objeto de alguna observación internacional.

Ahora bien, si conceptualmente eso es así y la UE con Josep Borrell al frente, decidieron omitir ese gigantesco detalle, la UE también puede desplegar Misiones de Observación Electoral con el fin de realizar una evaluación del proceso:

“La UE es también consciente de que la observación internacional permite realizar una evaluación integral, independiente e imparcial de un proceso electoral. Al aumentar la transparencia y la responsabilidad, la observación electoral promueve la confianza pública en el proceso electoral y puede contribuir a estimular la participación electoral. Este hecho, a su vez, permite mitigar potenciales situaciones de conflicto de carácter electoral” (ver Sección 1.2, Pág. 18, del Manual de Observación Electoral de la UE).

En otras palabras, con el solo hecho de venir a Venezuela la UE estaría promoviendo “confianza pública en el proceso electoral y puede contribuir a estimular la participación electoral”. ¿Es eso lo que quieren los socialistas europeos al aceptar traer la Misión de Observación Electoral de la UE a sabiendas que no pueden venir porque su mismo Manual establece claramente que esa observación tiene solo cabida en entornos donde exista un Estado de Derecho y la protección a los Derechos Humanos?

La prensa española reseña que la UE está respondiendo a una solicitud de la “oposición” venezolana: “Tras analizar la solicitud de la oposición durante meses, la Unión Europea ha decidido enviar una misión de observación electoral a las elecciones de gobernadores y alcaldes del 21 de noviembre en Venezuela, un indicio de que la comunidad internacional busca que mejoren las condiciones electorales en el país, tras años de considerar fraudulentas sus elecciones” (ver El Mundo de España, en https://www.elmundo.es/internacional/2021/09/29/6154c886fc6c8338108b4594.html).

Si esto es en realidad así, la decisión de participar en esas elecciones ya habría sido tomada por los partidos que supuestamente hacen “oposición” al régimen, engañando al pueblo venezolano durante meses en que dijeron todo lo contrario, y la UE tras “analizar la solicitud durante meses” decidió participar en ese tinglado electoral de Maduro. Mejor ejemplo para la definición de “colusión” (Def DRAE: 1. F. Der. Pacto ilícito en daño de tercero), donde los perjudicados somos todos los venezolanos.

Al menos alguien fuera de Venezuela se ha dado cuenta de ese delito: “Los senadores estadounidenses Marco Rubio y Jim Risch repudiaron este jueves que desde la Unión Europea (UE) se envié una misión de observación para los comicios del 21 de noviembre, e insistieron en que desde el organismo europeo “no deben ayudar a Nicolás Maduro” a que prolongue su “control autoritario” en Venezuela”. (ver Senadores Rubio y Risch dicen que desde la UE “no deben ayudar a Maduro”, en https://www.noticierodigital.com/2021/09/senadores-rubio-y-risch-dicen-que-desde-la-ue-no-deben-ayudar-a-maduro/).

¿Pero realmente es así? Creo que la UE podría estar siendo víctima indirecta de esa colusión mencionada, a manos de Josep Borrell sempiterno socialista del PSOE, y que la UE está cayendo en conjunto en los intereses de los socialistas españoles de proteger a como de lugar al régimen de Maduro. ¡Cuidado con eso! El gobierno de Pedro Sánchez se encuentra en este momento en el banquillo, en especial por las posibles declaraciones incriminatorias del “Pollo” Carvajal ante la Audiencia Nacional española, quien ha anunciado que si cae “no caerá solo”. Ya la prensa internacional reseña “¿Cuánto sabe el Pollo de Podemos y el PSOE?” (ver PanamPost La amenaza del “Pollo” Carvajal que asusto a Sánchez: “Si caigo no caeré solo” en https://panampost.com/gabriela-moreno/2021/09/15/amenaza-pollo-carvajal-sanchez/.

Esta trama policiaca que apenas comienza, nos involucra a todos los venezolanos porque al parecer al igual que en Venezuela, los socialistas son igualmente criminales en España y hay quienes son capaces de involucrar un proceso tan delicado como una observación electoral internacional y convertir una Misión de Observación Electoral oficial de una agrupación de prestigio como la UE en una Misión de Protección Electoral para proteger una mafia que existe en España y a quienes les dieron dinero de manera ilícita desde el régimen de Maduro. La Unión Europea debería revisar con mucho cuidado como Institución la decisión del envío de esa Misión de Observación Electoral si de verdad está interesada en resolver el problema venezolano…

Caracas, 3 de Octubre de 2021

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