miércoles, 13 de marzo de 2024

¿Quién marcha hacia el sepulcro?

Por Luis Manuel Aguana

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No se sabe a ciencia cierta quién acuño la frase popular: "Uno acompaña a los amigos hasta el sepulcro, pero no se entierra con ellos". Esa es ciertamente una frase muy propia del  pragmatismo de los partidos de la Plataforma Unitaria, que tienen muy claro que la vida continúa aunque el régimen atropelle los derechos políticos de los venezolanos y especialmente el de su candidata, y ellos no se pueden quedar afuera del juego electoral. De allí que estén considerando ya dar por perdidas las pretensiones de María Corina Machado (MCM) como candidata, y a su modo de ver el panorama, marcha en cortejo al sepulcro electoral, directo al hueco que le abrió diligentemente el régimen, por lo que ya han comenzado a pujar para que Manuel Rosales sea el sustituto (ver UNT, AD y un ala de PJ pujan para que Rosales sea el sustituto de MCM, en https://venezuelausa.org/2024/03/unt-ad-y-un-ala-de-pj-pujan-para-que-rosales-sea-el-sustituto-de-maria-corina-machado/).

Podría decirse que Rosales se estaba guardando para este momento estelar e inscribirse como candidato en el CNE después del descarte de MCM –porque en modo alguno que lo hiciera antes si ella resultara habilitada-, toda vez que no tenía ningún chance frente a ella en las primarias de octubre. Con “opositores” así, quien necesita enemigos. Pero de lo que no se ha percatado esa seudo dirigencia política es que quien marcha al sepulcro no es MCM, es el sistema electoral venezolano como un todo, y ellos con su conducta resultarán ser sus sepultureros.

Incluso, hasta el Padre Luis Ugalde, conmina a la candidata, en un artículo publicado hoy, a ceder sus derechos políticos ante el régimen, cerrando su nota con esta perla digna de ponerla en un marco: “Hay que luchar para que sea candidata a la elección presidencial, o en caso extremo ponga en el peso de su liderazgo con otra candidatura suya y nuestra, capaz y abierta para sumar fuerzas para la transición y la recuperación nacional” (ver La transición política que necesitamos, en https://www.costadelsolfm.org/2024/03/13/luis-ugalde-la-transicion-politica-que-necesitamos/) (resaltado nuestro). ¿Será que ya el Padre Ugalde también tiene su candidato para ese “caso extremo”? No sería nada extraño si proviniera de la esfera de la UCAB de donde también salió, en consenso partidista y con la bendición de Ugalde,  el abanderado de la Comisión de Primarias, ¿Será el mismo? Quién sabe…

A partir de la elección del 28 de julio ninguna elección en Venezuela tendrá valor, porque la cosa va más allá de la trampa electoral y el fraude técnico. La única manera que el régimen tendrá para “ganar” elecciones de ahora en adelante será fabricarse a sus contrincantes a la medida de sus necesidades, que le levanten la mano al candidato del régimen así hayan ganado. Ya Rosales lo hizo en el 2006, ¿por qué no lo haría de nuevo en el 2024?

Dadas estas circunstancias, los venezolanos no tendríamos razones para asistir a otra elección, en especial cuando desde este mismo momento las agencias de inteligencia norteamericanas dan por entregadas esas elecciones al régimen (ver La Patilla, La inteligencia norteamericana da por hecho el fraude de Nicolás Maduro en las elecciones, en https://tyht.cgixix.com/2024/03/12/abc-la-inteligencia-de-eeuu-da-por-hecho-el-fraude-de-nicolas-maduro-en-las-elecciones/).

¿Y entonces para qué ir a unas elecciones así, con o sin el candidato de Ugalde? Cuando el régimen vea a alguien que medio resalte y le pueda ganar una elección a su candidato a Presidente, a Gobernador o Alcalde harán lo mismo que le han hecho a MCM. Eso tal vez les sirva de lección a quienes todavía se creen el cuento de que obtendrán el poder por la vía de elecciones presidenciales, inscribiéndose en la nueva farsa del CNE para el 28 de julio.

En ese contexto, ¿para qué seguir sosteniendo un ropaje electoral? Partiendo de esa premisa, vamos rumbo a la supresión de elecciones o a la pronta muerte del sistema electoral venezolano, tal y como lo hemos conocido hasta ahora. Porque, ¿para qué seguir con la farsa de un CNE cambiando o inventando votos permanentemente? Montar ese tinglado  es complicado y el régimen, al seguirse contando de la misma manera todo el tiempo, tendría que invertir mucha energía y recursos para hacer creíble farsa tras farsa, sin contar con la factura de los alacranes, a los que también hay que mantener. Más temprano que tarde, veremos los primeros pasos para una elección presidencial en segundo grado, desde la Asamblea Nacional ilegítima, tal y como ocurre en Cuba.

Esa es la verdadera consecuencia de aceptar de buena gana y “porque no se puede hacer otra cosa”, el atropello de una manera descarada y abierta, de los derechos políticos de MCM y de quienes votamos por ella, y todos quienes hablen y apoyen posibles “sustitutos” de MCM a esas elecciones del 28 de julio, estarán abiertamente colaborando con hacer presente esa realidad futura, estando o no estando conscientes de eso.

En este punto, exigirle al régimen el regreso al Acuerdo electoral de Barbados es pedirle mangos a una mata de guayaba, es seguir perdiendo tiempo. Y sin desestimar cualquier protesta, concentración o marcha que se haga en reacción a la no inscripción de MCM en el CNE para las elecciones del 28 de julio, como consecuencia de una “inhabilitación” ilegal ya anunciada descaradamente por el CNE en su página web, no cambiarán de ninguna manera las circunstancias. Tendría que pasar algo que modifique completamente todo el panorama político de la noche a la mañana. Eso podría ser posible, pero hasta ahora no existe ningún indicador contrario a que el cronograma electoral del régimen se cumplirá… sin MCM en la boleta. Y es sobre esos hechos sobre los que debemos elaborar para sacar algunas conclusiones.

¿Adónde nos deja todo esto? A que la lucha debe continuar con las herramientas que los demócratas aún tenemos disponibles, y por diferentes caminos que los seguidos hasta ahora. Sea cual sea el resultado de las elecciones del 28 de julio, desde ahora mismo esas elecciones son tan o más irritas e ilegítimas que las elecciones presidenciales ocurridas en mayo de 2018, no reconocidas a escala planetaria. Eso ya es un hecho. Estamos frente a la definición de un Estado fallido.

Algunos venezolanos hemos propuesto que el verdadero liderazgo opositor, atropellado por el régimen y liderado por MCM, convoque al pueblo a un proceso Constituyente de carácter Originario, fundamentándose en los Artículos 5, 70, 347, 348, 349 y 350 Constitucionales (ver el Plan B Constituyente, en  https://ticsddhh.blogspot.com/2024/02/el-plan-b-constituyente.html).

No entraré ahora en el detalle del cómo, sino en el que y en el porqué de esa propuesta. El cómo, como ya he explicado en este blog en reiteradas oportunidades, cambia constantemente dependiendo de las circunstancias políticas, y requiere de un acuerdo fundamental de todas las fuerzas que estén verdaderamente interesadas en un cambio profundo de las estructuras de poder en Venezuela.

El qué es una Constituyente. Si estamos todos de acuerdo que una Asamblea Nacional Constituyente es el instrumento normativo superior para rehacer las bases políticas y de convivencia de este país destruido y entregado a los socios internacionales de un régimen criminal, el resto –y lo más difícil- es ponerse de acuerdo en cómo convocarla, garantizando la participación de todos los venezolanos donde quiera que se encuentren. Eso solo es posible ahora con un liderazgo unificador que ya contamos por  circunstancias del destino y de la situación política, y como consecuencia de unas elecciones primarias sin CNE.

Paradójicamente, la Constitución de Chávez de 1999 nos habilita para exigir la participación política y la convocatoria Constituyente al margen de los poderes constituidos. Esto es, sin pedirle permiso a nadie. La recolección del 15% de las firmas de los electores del Registro Electoral necesarias para esa convocatoria no debiera ser un obstáculo en este momento, habida cuenta que ya ese número podría encontrarse en el exilio, lejos de la amenaza del régimen, sin contar con la participación de todos aquellos que estando en Venezuela firmaríamos con gusto esa convocatoria. Un proceso como este puede ser convocado mañana mismo, si todos acordamos que ese es el camino –el qué- y bajo un liderazgo firme que acuerde con todos los factores el cómo hacerlo.

Este camino de tierra y huecos ya lo hemos transitado antes. Lo hicimos el año 2004 frente a un régimen con más dinero y más poder, con Chávez a la cabeza. Y aun así, ese régimen, con mejores condiciones que ahora, no pudo impedir que recogiéramos las firmas necesarias para activar un Revocatorio. Ahora el reto sería hacerlo para convocar una Constituyente. Para aquellos que no sufrieron ese calvario porque no tenían la edad para ser protagonistas, como si lo fuimos muchos venezolanos, les recomiendo leer Apartheid del Siglo XXI de Ana Julia Jatar, Capitulo 2, Listas, miedo y discriminación (descargarlo desde https://www.sumate.org/documentos/ApartheidSigloXXI/Apartheid%20del%20Siglo%20XXI%20Capitulo2.pdf).

Esas firmas las recogimos en su mayoría NOSOTROS DESDE LA SOCIEDAD CIVIL, no los partidos políticos. Nosotros nos organizamos para eso desde los 4 puntos cardinales del país. Pero lo hicimos coordinadamente con los partidos de la oposición política de entonces, reunidos en la Coordinadora Democrática. No fue de ninguna manera fácil. Tuvimos muchísimos desencuentros con los políticos, pero finalmente logramos la convocatoria a pesar de todas las trampas y retrasos que puso el régimen de Hugo Chávez. Y si aprendimos algo de los errores cometidos en ese entonces, debemos aplicarlos a un nuevo intento para la recuperación del país.

Pasar por todo esto de nuevo no es de ninguna manera fácil. Al contrario, es condenadamente difícil, pero sería aún más difícil para el régimen porque no se encontrarían con los mismos pendejos que se comieron un fraude técnico en el Referendo Revocatorio y se escondieron del pueblo opositor en la madrugada del 15 de agosto de 2004. Queda en las manos del nuevo liderazgo nacido del voto el 22 de octubre de 2023, decidir si se deja enterrar, o continua la lucha teniendo las herramientas disponibles y el respaldo de la Comunidad Internacional para una salida alterna pacífica y Constitucional.

Caracas, 13 de Marzo de 2024

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana

miércoles, 6 de marzo de 2024

La decisión del pueblo

Por Luis Manuel Aguana

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Tal y como ocurriera en una de las telenovelas más largas de la televisión venezolana, El Derecho de Nacer, basada en la novela radial escrita por el cubano Félix B. Caignet, “Ya Don Rafael habló”. Hay que tener la edad suficiente para haber sentido la ansiedad que eso significó para toda Venezuela, estar pegado al televisor viendo RCTV, esperando que Don Rafael revelara que Albertico Limonta (Raul Amundaray) e Isabel Cristina del Junco (Conchita Obach) no podían estar juntos porque eran familia.

Y así como en la telenovela, ya el CNE habló, despejando así la ansiedad de los venezolanos, dejando claro con esa decisión que María Corina Machado (MCM) no puede ser candidata porque está “inhabilitada”, y que ahora nos quedamos todos en vilo a la espera de que es lo que hará la candidata más votada en las primarias, al ver que el régimen confirma claramente y de manera definitiva con ese anuncio, su patada a la mesa de negociaciones de Barbados.

Efectivamente, “La Junta Directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE) decidió este martes (5 de marzo), por unanimidad, la fecha del cronograma que se llevará a cabo en los próximos días, quedando establecido el 28 de julio como el día para realizar la elección presidencial, así lo anunció el presidente del órgano rector, Dr. Elvis Amoroso, en compañía del vicepresidente Carlos Quintero y las rectoras Rosalba Gil, Aimé Nogal y el rector Juan Carlos Delpino…” (ver Noticias CNE, en http://www.cne.gob.ve/web/sala_prensa/noticia_detallada.php?id=4247).

Y ciertamente no se podía esperar otra cosa después de la firma del “ACUERDO NACIONAL SOBRE PRINCIPIOS GENERALES, CALENDARIO Y AMPLIACIÓN DE GARANTÍAS ELECTORALES ELECCIÓN PRESIDENCIAL 2024”, con la oposición sigüí que se buscó el régimen, con el objetivo de desechar el acuerdo electoral firmado con la oposición oficial en Barbados (ver acuerdo completo en http://www.correodelorinoco.gob.ve/acuerdo-nacional-sobre-principios-generales-calendario-y-ampliacion-de-garantias-electorales-eleccion-presidencial-2024/).

Se puede decir que es realmente a partir de esa firma que el régimen decide no continuar con las negociaciones de Barbados y desconocer lo acordado con la Plataforma Unitaria, que hasta ese momento era para ellos la representante de la oposición en Venezuela, firmado en presencia del Reino de Noruega. Pero era necesaria la formalidad del Poder Electoral para que el régimen pasara la página de Barbados.

Si nos atenemos a quienes firmaron el documento, en nombre de una supuesta oposición política en Venezuela (ver los firmantes, en  https://www.asambleanacional.gob.ve/noticias/poder-legislativo-y-sectores-del-pais-firman-acuerdo-nacional-sobre-garantias-y-calendario-de-presidenciales-2024), todos  sumados, no representan ni el 2%, como lo indica la más reciente encuesta CATI Verdad Venezuela enero 2024, de la encuestadora más seria del país, Meganalisis, donde en la pregunta cerrada de respuesta simple “¿Por cuál de estos candidatos votaría usted en las elecciones presidenciales de 2024?”, los venezolanos respondieron claramente que el 71,8% lo haría por MCM, por Maduro 7,9% y por el resto un total de 1,9%.

En otras palabras, la suma de lo alcanzado por lo más representativo de esa gente, Benjamín Rauseo (0,9%) Antonio Ecarri (0,4%) Leocenis García (0,2%), Javier Bertuccí (0,1%), y otros (0,3%) y que son los “opositores” con los que el régimen se quiere contar, no llegan todos sumados a un 2%. Al decidir previamente que esos, y otros más como ellos, serán sus contrincantes, teniendo Maduro menos del 8%, tendrán la elección asegurada sin necesitar fraude (ver CATI Verdad Venezuela, enero 2024, resultados públicos en https://twitter.com/Meganalisis/status/1754526244916379682).

Ahora bien, ¿y qué pasará con el restante 71,8% de MCM más un porcentaje no determinado que se ha ido añadiendo a esa candidatura? Esa decisión estaría en manos de quienes organizaron las primarias, esto es de la Plataforma Unitaria, porque MCM es la candidata que escogió la gente PARA la Plataforma Unitaria, y allí se inscribió quien quiso fuera de ella como MCM. Y aunque los votos de las primarias los saco ella, bien por ella misma o como resultado de una mayoría que no quería saber nada de los demás candidatos o partidos de esa Plataforma Unitaria, por las razones que todos conocemos, poco o nada podría hacer MCM si esa Plataforma Unitaria decide “doblarse para no partirse” e inscribir a última hora otro candidato consensuado entre sus partidos para la nueva charada electoral del régimen.

Pero la dueña del favor popular seguirá siendo MCM, y candidata o no candidata es la única persona certificada hasta ahora por los votos, para dirigir la oposición venezolana y con un mandato claro para salir del régimen. Lo que ella diga hará la gente. Si llama a la abstención, la gente se abstendrá. Si llama a la resistencia civil, la gente la seguirá. Pero lo que no puede hacer es endosar ese liderazgo o representación dada en las urnas a otra persona. Eso es intransferible, y menos aún para acompañar otro fraude a la ciudadanía, siguiéndole el juego a unos criminales que decidieron cambiar el juego a su favor. Eso la descalificaría como líder inmediatamente. Así que deberá tener muchísimo cuidado con ese capital político alcanzado tras largos años de lucha ciudadana.

En nuestro caso, hemos sugerido que en ejercicio de ese liderazgo, MCM considere la posibilidad de convocar el Poder Constituyente Originario, reivindicando el Derecho Humano a la participación política establecido en la Constitución, como una respuesta cónsona con al atropello del régimen al impedirle el ejercicio de los derechos políticos a ese 71,8% de venezolanos, sin contar con los millones de electores no contabilizados con precisión que están en el exterior, para expresarse democráticamente a favor del candidato de su preferencia, lo que cierra la posibilidad de una salida pacífica al problema político venezolano. Esto ya lo hemos comentado en esta modesta tribuna de la red hace pocos días, luego de unas declaraciones de la Dra. Blanca Rosa Mármol de León, Magistrada Emérita del TSJ a los medios de comunicación (ver El Plan B Constituyente, en https://ticsddhh.blogspot.com/2024/02/el-plan-b-constituyente.html).

Proceder con esta alternativa implica plantear la lucha que significa una recolección global –nacional e internacional- de voluntades para convocar al constituyente sin la participación de los poderes constituidos, todos cooptados en la actualidad por el régimen, para luego con base en eso, plantearle a los venezolanos y al mundo una elección de constituyentes que decidirían el destino del país.

Algunos dirán que igualmente todo terminaría en una elección, y la respuesta es afirmativa. Pero también lo era la elección de MCM con Maduro. Si partimos de la teoría válida de los 600K, cuidar los votos de cada constituyente en todo el país sería inmensamente más fácil porque el alcance sería local y no nacional, donde es más factible hacer fraude en la totalización general. Y esos constituyentes serían en su mayoría afines de MCM y de la oposición verdadera.

Por otro lado, al régimen le será muy cuesta arriba negar la esencia constituyente que le dio origen al chavismo antes de 1999, que no es otra cosa que el pueblo decida, y ya el pueblo les quitó el apoyo. Pero esta vez decidiría con unas Bases Comiciales y condiciones aprobadas por el pueblo en consulta, con la participación de todos los sectores y bajo el principio de una representación proporcional que Chávez nos negó en la Constituyente de 1999. Y así el régimen haya decidido salir de MCM para las elecciones que convocaron para julio, MCM podría ponerse al frente de un movimiento avasallante a favor de convocar al pueblo para el rescate del país. Ella bien podría encabezar esa transición o guardarse para unas elecciones posteriores.

Convocar al Poder Originario es una solución que resuelve el famoso mantra. Los Constituyentes, como legítimos representantes de la Nación, pueden decidir un gobierno de transición mientras se restablece el orden constitucional y se aprueba una nueva Constitución que reinstitucionalice el país. En ese estado de cosas, las fuerzas en esa Asamblea Constituyente Originaria, controladas por una mayoría opositora, establecerían un gobierno de transición encabezado por MCM, o cualquier personalidad de indiscutible probidad hasta la aprobación de una nueva Constitución y convocatoria a elecciones libres. Es claro que el régimen intentará impedir esa convocatoria, pero le será cuesta arriba porque es constitucional y se conformaría como la continuación de esta lucha otra vía pacífica y electoral.

A partir de ahora están dadas las condiciones políticas para convocarnos porque el pueblo venezolano ya decidió salir de este régimen, independientemente de su color político, como ya se ha demostrado. Nadie los quiere, ni siquiera su propia base. Lo mejor de todo es que una Constituyente de la mano del pueblo no tiene fecha, y su proceso puede comenzar mañana mismo. Solo resta que MCM lo arranque y dejarle la decisión de lo que pase al pueblo venezolano.

Caracas, 6 de Marzo de 2024

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