Valencia 2 de Mayo de 1826 (1)
Mi muy apreciada Señora y estimada amiga:
En la primera oportunidad escribiré y hablará a Barrutia (2)
como Vmd. me lo encarga acerca de la casa y espero que cederá.
La opinión que Vmd. me manifiesta de no ir a Bogotá porque
se pierde el país y de sostener el mando hasta que venga el general Bolívar, ha
habido el sentimiento y el deseo general de todos los pueblos. El de esta
ciudad, reunido en número de 2.000 almas, me ha vuelto a dar el mando, siempre
bajo la condición de que sea hasta que el general Bolívar venga y se hagan las
reformas que más convengan.
Yo lo he aceptado e jurado sostenerlo contra cualesquiera que
se opongan, y tanto las tropas, que me han reconocido, como el pueblo han hecho
la mismo resolución. Puerto Cabello y el Castillo han obrado del mismo modo, y
esto es ahora agradable porque veo que es también la opinión de esa importante
ciudad y de los excelentes amigos que tengo en ella. Pero no puedo convenir con
Vmd., ni con ellos, en que sea bueno que yo vaya allá en persona. Toda innovación
en un gobierno nuevo es un susto para los pueblos.; y estos podrían ponerse en
movimiento, creyendo que los abandonaba o despreciaba en sus reclamaciones.
En los tres días que hubo reunión municipal se levantaron
partidas de guerrillas en los campos, que hicieron algunas muertes y cometieron
robos. Este mal podría propagarse con mi ausencia y cuando hubiese tomado
cuerpo ni yo mismo podría contenerlo; progresaría, se pondría en comunicación
con Cisneros (2) y envolveríamos el país en desastres y calamidades. Si los
caraqueños tienen la opinión que Vmd. me anuncia pueden ponerla en ejecución,
bien ciertos de mi protección y de que con la fuerza militar torno yo mismo en
persona a contener el partido opuesto. Asegúreles Vmd. esto, y infórmeles que
en su mano, prudencia y medidas está evitar los horrores de una guerra civil, y
la desolación entera de Venezuela que quedaría sepultada en sus ruinas.
He tenido mil enviados del Apure que está en armas para
oponerse al decreto; pero yo no quiero que se muevan sobre estos lados para
evitar otros males y porque me será muy difícil restituirles al orden en que se
encuentran. Haga Vmd. todo lo posible para la tranquilidad común. El nombre del
jeneral Bolívar está escrito en el fondo de mi corazón y mi aliento le llama en
cada suspiro. Si lo que he hecho es malo no tiene remedio.
Cuente Vmd. con toda la amistad, consideración y respeto de
su verdadero amigo.
José A. Páez
Anotaciones en la carta:
(1) Carta tomada del libro de Carlos A. Villanueva, La Monarquía en América, El Imperio de los
Andes, Págs. 30-32, Sociedad de Ediciones Literarias y Artísticas, Librería
Paul Ollendorff, 50, Chaussée D’antin, 50, Paris 1913. Transcrita de los
Archivos del Gobierno inglés, Foreign Office, Colombia, Congress of Panama, No.
50. Copia pasada a Mr. Canning por Mr. Eduard James Dawkins, agente
confidencial de S.M.B. en el Congreso de Panamá.
(2) Guerrillero realista que aún permanecía en armas.