miércoles, 26 de octubre de 2016

De un Revocatorio muerto a un Acuerdo incompleto

Por Luis Manuel Aguana

Muchas cosas moviéndose al mismo tiempo en el estanque no deja ver el fondo. La velocidad de los acontecimientos todos los días, desde que el régimen decidió suspender la recolección de firmas para el RR, ha sido tal que no ha permitido pensar esto con la calma debida. Y es necesario hacerlo. Inicialmente pensé escribir algo en reacción a ese tema pero en realidad ya lo había escrito mes y días antes (Crónica de un CNE anunciado, en http://ticsddhh.blogspot.com/2016/09/cronica-de-un-cne-anunciado.html). La oposición necesitaba que el CNE les dijera en su cara que no se iban a recoger firmas para sacar a Maduro y ya. En otras palabras, que les extendieran el acta de defunción para un muerto que ya olía por descompuesto.

Luego la reacción no se hizo esperar. La MUD convocó de inmediato a una rueda de prensa para el correspondiente pataleo donde anunciaron una sesión urgente de la AN para decirle al país que harían, en una clara demostración de que no lo habían pensado,  pero ya el mal estaba hecho. Se pasaron 10 meses en el merequetén, calentaron las calles el 1S y vino el régimen, entre gallos y medianoche a aludir un supuesto fraude en la recolección de las firmas del 1%, ya de por sí inconstitucional, para que el CNE decidiera que “le haría caso” a unos jueces venales en algunos Estados y suspendiera la recolección del 20% de las firmas del RR. Y san se acabó. Hasta allí llegó en RR.

Y en una sesión de la Asamblea Nacional que deberemos recordar siempre, el domingo 23 de Octubre, la oposición oficial dijo de todo, desde amenazar a salir a las calles “sin retorno” hasta “determinar la situación” del Ilegitimo en relación a su doble nacionalidad (ver Acuerdo aprobado en la AN, en  http://www.lapatilla.com/site/2016/10/23/este-es-el-acuerdo-aprobado-en-la-an-que-declara-la-ruptura-del-orden-constitucional/) pasando por el abandono del cargo, amenazas que por cierto tuvieron 10 meses ignorando, sacándole el cuerpo a todas las personalidades que desfilaron una y otra vez por la Asamblea, rogándoles a nuestros ilustres diputados que tomaran un decisión en relación a eso.

Por favor seamos serios, no existe nada en ese Acuerdo aprobado por la mayoría opositora en la Asamblea Nacional del 23 de Octubre, que no se pudiera haber hecho el mismo día del famoso discurso del Henry Ramos Allup, el 5 de Enero, salvo la denuncia en la Corte Penal Internacional “en contra de los jueces y rectoras del Consejo Nacional Electoral”, cosa que tal vez por ignorancia o premura de quienes redactaron ese Acuerdo, no se puede hacer porque la CPI no recibe “denuncias” sino acusaciones penales sustentadas y documentadas, que se encuadren dentro del articulado del Estatuto de Roma (ver https://es.wikipedia.org/wiki/Estatuto_de_Roma). Asimismo, de que vale la Carta Democrática Interamericana cuando una oposición deja al Secretario General de la OEA con la brocha, al salir corriendo a negociar con el régimen en la República Dominicana.

De allí hasta hoy, donde se espera una “Toma de Venezuela” para presionar en las calles algo que debió hacerse casi que de oficio en el seno mismo de la Asamblea Nacional hace no menos de 10 meses, destituyendo a Maduro, a los Magistrados Express del TSJ y a las “Reptoras” del CNE, atendiendo el mandato claro de una población que votó mayoritariamente por ellos el 6 de Diciembre de 2015.

Ustedes dirán que me excedo, que soy duro con una oposición que prácticamente no sabía que decir luego de horas de deliberación, cuando el CNE anunció que no habría recolección de firmas el 26, 27 y 28 de Octubre, aun a sabiendas que eso estaba cantado. Pues creo que los estoy tratando muy bien porque lo duro viene ahora.

La oposición oficial venezolana ha ignorado deliberadamente la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente. Simplemente la borraron de su vocabulario. Ninguna mención de los políticos, ni siquiera para considerarla como una remota posibilidad como solución a los graves problemas a los que ellos mismos se enfrentarían en un supuesto gobierno de la oposición después del reinado de Maduro. No toman en cuenta, deliberadamente o no, que el nivel de destrucción al que han llevado a este país no acepta un regreso a la forma vieja de gobernarnos de 1998, y que hay que construir una nueva plataforma sobre la cual sustentar las instituciones que deberán crearse en un proceso de reconstrucción nacional luego de esta pesadilla. Y la única manera es discutirla entre todos en un proceso Constituyente. A eso se le llama Pacto Social.

Ni una mención, en ese Acuerdo incompleto, que al menos dijera “estudiaremos la posibilidad del convocar al pueblo de Venezuela a una Asamblea Nacional Constituyente”, cosa que está claramente establecida en la Constitución de 1999 en el Titulo IX, Capítulo III, De la Asamblea Nacional Constituyente, que por cierto incluye el Articulo 350, que es interpretado de manera maniquea por quienes quieren asumir una patente de corso para quemar al país por los 4 costados. Al 350 se llega después de haber pasado por el 347, 348 y 349 (ver El verdadero desconocimiento del Artículo 350, en http://ticsddhh.blogspot.com/2016/10/el-verdadero-desconocimiento-del.html).

Debemos concluir entonces en la existencia un saboteo, una fuerte conspiración por parte de la oposición oficial reunida en la MUD (tal vez no toda pero si la que genera y decide opinión política) para impedir que el pueblo se manifieste convocándose de acuerdo a la norma constitucional establecida en el Artículo 348 de la Constitución. Y esta conspiración se extiende a toda la red de medios que siguen la línea comunicacional de la MUD, para poner fuera de la discusión política nacional la conveniencia o no de un proceso Constituyente de carácter Originario. Queremos que se discuta abiertamente el tema Constituyente.

No se puede concluir de otra manera al haber informado a la MUD y sus principales voceros de todo el trabajo que llevan a cabo desde hace años los integrantes de la Alianza Nacional Constituyente (http://ancoficial.blogspot.com/) para activar de manera autónoma al Poder Constituyente Originario, y así sortear las instituciones secuestradas por el régimen y convocar al Constituyente de manera inmediata, como lo requiere y lo exige la necesidad de un pueblo que se muere en los hospitales y está pasando hambre en las calles. Pareciera no haber conciencia del sentido de urgencia que manifiesta el pueblo de Venezuela y si mucho de los intereses de quienes desean desesperadamente hacerse con la administración de lo poco que nos queda a los venezolanos.

Hay que ser responsables en esto: no es suficiente llamar a las calles sin un plan que nos lleve a puerto seguro. Y desconfío que lo haya, al ver la reacción de desconcierto opositor ante algo a lo que no había que ser Reinaldo Dos Santos (1) para saber que sucedería, seguido por un Acuerdo simplón que pudieron haber aplicado antes. Lo que hay de verdad es el llamado a las calles como se hizo el 2014, a lo que seguramente el régimen reaccionará con violencia armada y la oposición negociará luego que se haya derramado la sangre.

¿Ese es el plan? ¿Negociar unos muertos? ¿Por qué no legitimar antes esa posible calle, con 7 millones de firmas recogidas pacíficamente para convocar al Constituyente Originario, y luego de la segura negativa, entonces si invocar el desconocimiento constitucional (Artículo 350)? Esto es, convocar primero al Depositario de la Soberanía y reclamar después. La sangre derramada en las calles nunca se podrá justificar, pero cuando se ha derramado antes en Venezuela por la defensa de la Soberanía y el derecho del pueblo para darse el gobierno que desea, la consecuencia inmediata ha sido la libertad.

Caracas, 26 de Octubre de 2016

Blog: http://ticsddhh.blogspot.com/
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana

(1)   Fe de Erratas: En la versión inicial de la publicación de esta nota coloque por error “Fernando Dos Santos” cuando realmente el nombre del profeta es Reinaldo Dos Santos. Gracias a mis amigos que se dieron cuenta. Mis disculpas por el error involuntario…

miércoles, 19 de octubre de 2016

Un Proyecto para el Papa Negro

Por Luis Manuel Aguana

Mucho revuelo causaron las primeras declaraciones de Arturo Sosa Abascal en su condición de nuevo Padre Superior de la Compañía de Jesús. No solo por la alta jerarquía de quien provienen, sino por el estudioso de la política venezolana que siempre ha sido este conspicuo representante de la iglesia católica.

Efectivamente el Padre Sosa dio en el clavo al indicar que ni el gobierno ni la oposición tienen un Proyecto que presentarle al país (ver Ni el gobierno ni la oposición tienen un plan para Venezuela en  http://www.eluniversal.com/noticias/politica/arturo-sosa-gobierno-oposicion-tienen-plan-para-venezuela_623069). Y eso es verdad, al menos en lo que a la oposición se refiere, porque el gobierno ya nos está aplicando el suyo, que no es otro que el plan castrocomunista cubano llamado Plan de la Patria. En realidad a lo que el conocido como “Papa Negro” se refiere es a que ambos no tienen nada en las manos que ofrecerle al país para encarar los retos del presente siglo.

Pero el Padre Sosa debe también entender, como el extraordinario analista político que siempre ha sido, que la oposición no solo se circunscribe a esta especie en extinción que nos ha representado hasta ahora electoralmente, sino que existe un país completo que no se siente representado allí, y que los ha respetado porque son los que han llevado la franquicia opositora en contra del régimen, pero que de alguna manera ya saben que de lo que hay allí ahora difícilmente saldrán las soluciones que el país reclama para su desarrollo futuro después de terminada la pesadilla castro-chavista-madurista que nos atormenta.

Pero hay algo mucho más importante que subyace en las palabras del Papa Negro: en esa oposición no existe la calidad necesaria en su liderazgo para parir esa nueva Venezuela que reclaman las nuevas generaciones. Eso es lo estremecedor. Si después de 18 años de sufrimientos todavía la franquicia opositora no ha sido siquiera capaz de anticiparse a esta tragedia de hoy, entonces le sale renovación. Así de simple.

Algunos dirán que esto es “ensañamiento” y que el enemigo es el régimen, como han sido algunas de las reacciones que he recibido a estas mismas observaciones que he hecho en el pasado. !Es que ni siquiera se dejan ayudar! ¡El país y el problema no les pertenecen solamente de ellos! Aquí nadie les ha dejado de reconocer su lucha, pero en este barco vamos todos y las decisiones que toman nos afectan igualmente a todos.

Error tras error hemos llegado a un punto donde tienen que abrir el juego. Hasta en el más humilde equipo de baseball ya hubieran cambiado al manager. Pero los venezolanos seguimos pegados a los errores esa gente, que no ha tenido siquiera la decencia democrática de contarse en elecciones internas para renovar sus propios cuadros de dirigencia política. Solamente con ver quienes se están matando por ser los próximos candidatos de la oposición, da cuenta de esa vergonzosa situación. Entonces la paja no solo está en el ojo ajeno. No es por casualidad que el régimen aun siga allí muerto de la risa.

Respetuosamente le informo al Padre Arturo Sosa Abascal, nuevo Superior de los Jesuitas del mundo, y orgullo para los venezolanos, que en Venezuela si existe un Proyecto desde hace más de 12 años, para poner al país en la órbita de los países desarrollados, realizado no precisamente por lo que él llama “la oposición”, sino por un grupo de ciudadanos estudiosos de la sociedad civil del Táchira, preocupados por el futuro de sus hijos y de los hijos de toda Venezuela; y respaldado por otros venezolanos, quienes como este modesto escribidor han dedicado horas de su vida a hacerlo realidad para impedir la destrucción, deliberada o no, de Venezuela en manos del gobierno y de su oposición. Este Proyecto se llama Proyecto País Venezuela Reconciliada vía Constituyente (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/). Invito al nuevo Superior de los Jesuitas a buscarlo y estudiarlo para oír de él sus sabias recomendaciones.

Nadie más que el Padre Arturo Sosa conoce, en su condición de ex Rector de la Universidad Católica del Táchira, la constancia y dedicación de los venezolanos de esa tierra para encarar los retos que se le ponen al frente. No seré yo quien defienda lo que ellos mismos han sido más que capaces de defender en estos tiempos aciagos de dictadura abierta en contra de ese gentilicio. Y aun así han tenido la virtud de generar soluciones para la Venezuela del futuro.

Este Proyecto propuesto a todos los venezolanos necesita que trabajemos todos unidos y reconciliados. Para eso le hemos propuesto al “establishment” político venezolano trabajar conjuntamente por la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente de carácter Originario. Esto es, convocada por y para el mismo pueblo, con el fin de discutirlo entre todos en el sitio por excelencia, que no es otro que en el seno mismo de la discusión del Pacto Social. ¿Qué más reconciliación cristiana que esa, que discutir el futuro de nuestros hijos entre todos? Aún esperamos por su respuesta.

Desde la Alianza Nacional Constituyente hemos publicado un mensaje a los venezolanos que sienten que no se puede esperar más por aquellos que deben dar respuestas a nuestros problemas (ver A los venezolanos en http://ancoficial.blogspot.com/2016/10/a-los-venezolanos.html?m=1), poniendo de primero el para qué de nuestra lucha por la convocatoria al Constituyente. Si la dirigencia política no acaba de entender que Venezuela es mas grande que sus intereses particulares, nosotros si lo entendemos, y convocamos inmediatamente al pueblo venezolano a reunir las voluntades requeridas constitucionalmente para llamar al soberano, sin distingo de condición política alguna, y como hermanos deliberar su futuro sobre la base de un Proyecto concreto de país.

Los nuevos tiempos reclaman nuevas formas de participación. Sin desmeritar el papel que les corresponde a los partidos políticos, estamos muy lejos de la situación precaria de la sociedad civil de comienzos del siglo pasado, donde los partidos políticos tuvieron que jugar un papel estelar en la construcción de la institucionalidad por todos nosotros. Los venezolanos hemos crecido desde ese entonces en conciencia y exigencia.

Eso lo deberían notar los partidos como un signo de conciencia ciudadana de crecimiento y madurez, no como una competencia al rol que ellos deben jugar en nuestra sociedad. Nosotros lo vemos sencillo: el país debe ser refundado y discutido entre todos. Pero luego de eso, su administración natural les corresponde a ellos como partidos democráticos en la sana competencia por el Poder. Pero primero deben entender que es obligatorio reconstruir entre todos el tejido social destruido por una dictadura. Y así como lo entendemos nosotros, estoy seguro que también lo entiende nuestro nuevo Papa Negro...

Caracas, 19 de Octubre de 2016

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