Por Luis Manuel Aguana
Es asqueante, por decir lo menos, el desconocimiento general de los personeros del régimen a los símbolos de nuestra nacionalidad y a nuestra propia tradición en la fe católica acerca del porqué se libró la batalla final de la Guerra por nuestra Independencia en Carabobo hace hoy 200 años. Y resulta ofensiva la falta de respeto e ignorancia que se pretende traspasar a los venezolanos cuando un Ministro de la Defensa de una Presidencia usurpada se dirige al pueblo de Venezuela en los siguientes términos:
“Caracas, 22 de junio del 2021
Querido pueblo de Venezuela
Queridos compatriotas y camaradas:
Como Ministro de la Defensa de la soberana y libre Venezuela Bolivariana, les mando un saludo revolucionario en los días propicios en que celebraremos los 200 años de la Batalla de Carabobo y la conmemoración de nuestro Dios Ogum, señor de la guerra y de la conquista. Fecha propicia para asistir al magnánimo campo de Carabobo y apoyar el desfile de nuestros valientes militares y la alocución del ciudadano presidente de la República el comandante obrero Nicolás Maduro Moros. Les recuerdo que deben asistir vestidos de gris como lo prescribe nuestra religión Yoruba, y pueden hacerlo en compañía de sus familiares para disfrutar de esta conmemoración en estos tiempos de progreso, desarrollo y libertad tal como lo inició nuestro comandante guía y filósofo Hugo Chávez Frías.
Dado en Caracas a los 22 años de la revolución, a los 209 de la independencia del yugo Español y a los 160 de la federación.
VLADIMIR PADRINO LÓPEZ
Min.Popop Defensa.-“.
(Carta de Vladimir Padrino López a los venezolanos. Texto extraído de un mensaje de twitter publicado por el Padre José Palmar, en https://twitter.com/PadreJosePalmar/status/1407730612090327048) (resaltado nuestro).
Desconoce el Ministro de la Defensa del usurpador Nicolás Maduro Moros que el Acta de la Declaración de la Independencia de Venezuela, motivo principal por el cual entramos en un conflicto bélico con el imperio de España, por el desconocimiento de su autoridad sobre nuestros territorios, está encabezada por el siguiente texto: “En el nombre de Dios Todopoderoso, nosotros, los representantes de las Provincias Unidas de Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita, Barcelona, Mérida y Trujillo, que forman la Confederación Americana de Venezuela en el continente meridional, reunidos en Congreso, y considerando la plena y absoluta posesión de nuestros derechos, que recobramos justa y legítimamente desde el 19 de abril de 1810, en consecuencia de la jornada de Bayona y la ocupación del trono español por la conquista y sucesión de otra nueva dinastía constituida sin nuestro consentimiento, queremos, antes de usar de los derechos de que nos tuvo privados la fuerza, por más de tres siglos, y nos ha restituido el orden político de los acontecimientos humanos, patentizar al universo las razones que han emanado de estos mismos acontecimientos y autorizan el libre uso que vamos a hacer de nuestra soberanía.” (ver Acta de Declaración de Independencia aprobada en Julio de 1811, en https://es.wikipedia.org/wiki/Acta_de_la_Declaraci%C3%B3n_de_Independencia_de_Venezuela).
Esto es, los representantes de las Provincias Unidas de Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita, Barcelona, Mérida y Trujillo, ¡JURARON SER INDEPENDIENTES EN EL NOMBRE DE DIOS TODOPODEROSO! ¿En qué parte ese texto fundamental de nuestra nacionalidad se encuentra el “Dios Ogum” o la “religión Yoruba” que profesa el Sr. Padrino López, y que dio origen a una guerra por la Independencia de Venezuela que terminó en el Campo de Carabobo hoy hace 200 años? ¿A ese punto llega la ignorancia culposa de un militar de la República? Con todo el respeto que merece cualquiera de profesar la religión que le plazca, la religión Yoruba NO FORMA PARTE ALGUNA de nuestra tradición republicana. Y como bien dice el Padre Palmar en su mensaje de Twitter, luego de comulgar de manos del Nuncio Apostólico en la Misa de Beatificación de José Gregorio Hernández, de acuerdo a la fe católica seguida por la mayoría del pueblo venezolano, el Sr. Padrino López es un sacrílego.
Pero más allá de subrayar esa torcida desviación de los usurpadores de machacar una religión que no es la nuestra y tratar de introducirla a juro y sin asidero histórico en los actos conmemorativos del Bicentenario de la Batalla de Carabobo, deseo resaltar que esa guerra que selló la independencia de Venezuela en Carabobo el 24 de junio de 1821, era por la defensa con las armas de unos preceptos contenidos en una Constitución promulgada en 1811 y que comenzaron precisamente con esa Acta que declaró nuestra independencia.
Esto es, las Provincias se unieron en un solo e indivisible país llamado Venezuela, y se dieron la independencia, y por supuesto no les quedó más remedio que pelear y morir por ella, en primer lugar porque los Españoles no aceptaron de buena gana que nosotros nos alzáramos con lo que consideraban de su propiedad. Esa guerra termino con la vida de la mitad de la población de ese entonces. Las armas de la República que se agenciaron los libertadores fueron utilizadas para defender ese concepto que parece haberse olvidado en Venezuela de hoy: LA LIBERTAD.
Cuando hoy la Iglesia del mismo Dios Todopoderoso que invocaron nuestros Padres Fundadores nos dice en ocasión a la conmemoración de los 200 años de la Batalla de Carabobo que: "El legado que nos deja Carabobo nos obliga a pensar en una tarea irrenunciable en estos momentos. Fue el punto de llegada de un proceso y el inicio de todo un proyecto de construcción del país. Los oscuros nubarrones que se ciernen sobre el país y las consecuencias de malas prácticas políticas de los últimos años plantean la urgente necesidad de “REFUNDAR LA NACION”. Basada en los principios que constituyen la nacionalidad, inspirada en el testimonio de tantos hombres y mujeres que hicieron posible la Independencia, la tarea que nos concierne hoy y de cara al futuro es rehacer Venezuela, pero sin poner la mirada atrás con nostalgia. La herencia recibida nos permite seguir adelante y construir la Venezuela que la inmensa mayoría anhela y siente como tarea: donde predomine la justicia, la equidad, la fraternidad, la solidaridad, la unidad y la paz" (Mensaje de la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana, CEV, Al Pueblo de Venezuela con ocasión del Bicentenario de la Batalla de Carabobo, 23 de Junio de 2021, No. 10, en https://conferenciaepiscopalvenezolana.com/presidencia-de-la-conferencia-episcopal-venezolana-comparte-mensaje-con-ocasion-del-bicentenario-de-la-batalla-de-carabobo) (resaltado nuestro), es porque eso que hicieron los libertadores no puede ser echado a la basura de la ignorancia y el olvido de quienes precisamente tienen la obligación de recordarlo. Pero hay quienes no olvidamos. La sangre derramada en Carabobo y en toda esa Guerra que le costó la vida a la mitad de los venezolanos fue porque se sostuvo con sangre el ideario de la libertad de una Republica Federal, impulsada por 7 provincias independientes.
Eso ha sido desmontado pieza por pieza por una tiranía que traicionó los valores, no solo históricos sino religiosos y espirituales de la Nación, que dieron origen a que se librara una guerra con esa batalla final en Carabobo hace 200 años, y las anteriores que se pelearon por la independencia de Venezuela. De allí que la Presidencia de la CEV nos hable de REFUNDAR LA NACIÓN. Y eso no se puede hacer si no nos convocamos todos los venezolanos alrededor de esa idea principista que fue la que inspiró al Congreso de 1811: la Convocatoria del Constituyente Originario para la discusión a profundidad de los problemas que enfrentamos los venezolanos. Si esto no lo entienden quienes dicen buscar soluciones electorales, nunca lo entenderán, llevando lamentablemente más temprano que tarde a los venezolanos a librar otra guerra fratricida. Pero afortunadamente esa la ganaremos como en el pasado, con la ayuda de la razón y de Dios Todopoderoso…
Caracas, 24 de Junio de 2021
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