Por Luis Manuel Aguana
Son demasiados trapos rojos, y no nos cansamos de embestirlos, cual bestia de fiesta taurina. El último, la “Ley contra el Fascismo, Neofascismo y expresiones similares” (ver Tal Cual, ¿Qué contempla el proyecto de ley contra el fascismo, la nueva amenaza de Maduro, en https://talcualdigital.com/que-contempla-el-proyecto-de-ley-contra-el-fascismo-la-nueva-amenaza-de-maduro/) ha desviado la atención de todo el mundo de lo que realmente debería importarnos: siguen pasando los días y aun no hay respuesta del régimen a la inscripción de María Corina Machado (MCM) o la Dra. Corina Yoris Villasana en el CNE, para participar en las elecciones del 28J.
Ante la presión internacional creciente, el régimen se protege señalando a la disidencia como “fascista”, justificando la persecución que desatarían en contra de MCM y cualquier otra forma de oposición no comprable ni amenazable, aterrorizados ante la expresión “hasta el final” de la campaña de MCM. Eso es lo verdaderamente importante ahora. ¿Se medirán o no se medirán con MCM? Y la respuesta es la amenaza…
¿Y por qué creo que esa ley no es lo importante ahora? Porque, y les pregunto a todos, ¿cuándo el régimen de Nicolás Maduro Moros –y antes el de Hugo Chávez Frías- necesitó una ley para arremeter en contra de la disidencia política y desaparecer de manera forzada a sus opositores? ¿Necesitó el régimen señalar a Fernando Albán como “fascista” para arrojarlo de un décimo piso? ¿O es que acaso necesitó el régimen de Maduro encasillar como “fascistas, neofascistas y expresiones similares” a los miembros del comando de MCM asilados en la Embajada de Argentina? ¿Necesita el régimen alguna razón “legal” para perseguir, encerrar, torturar y matar a cualquier venezolano? ¿O simplemente desaparecerlo como desaparecieron a Rocío San Miguel y Dignora Hernández? ¿Necesitó Chávez una ley para ordenar dispararles a mansalva a los marchantes desarmados de la Av. Baralt desde Puente Llaguno el 11 de abril de 2002? Ustedes tienen la respuesta. Digan ustedes si ahora debemos preocuparnos porque lo pongan por escrito…
Y no es que desestime lo que pueden hacer con esa pieza de legislación que solo sale de la desesperación de quienes se ven de salida, porque a partir de su aprobación definitiva todos los venezolanos podemos ser marcados como “fascistas”, formalizando así un blanco que ya teníamos pegado en nuestras espaldas. Esa ley sería la justificación legal para la represión descontrolada que vendrá ante la inminencia de cualquier cosa que pase en el país como consecuencia de tener a todo un pueblo en contra, que ya no se traga la mentira de unas elecciones comprobadamente fraudulentas, ni la represión como respuesta a la negación de sus necesidades más elementales. Lo único que les queda para mantenerse en el poder es la fuerza bruta ante cualquier disidencia que aparezca en el camino. Nadie puede sentarse sobre unas bayonetas para siempre, pero el régimen de Maduro lo va a intentar con esta ley a contrapelo de la historia.
Pero lo increíble es que un régimen de características claramente fascistas pretenda con una ley perseguir a su disidencia utilizando la razón misma que sostiene su propia existencia. Una autoridad intelectual en el tema del fascismo, el semiólogo y ensayista italiano Umberto Eco (1932–2016), describió extensamente en 1995, en una ponencia en Nueva York, qué es y cómo identificar el fascismo en su esencia (ver Umberto Eco, Qué es el fascismo según el escritor y filósofo Umberto Eco, en https://interferencia.cl/articulos/que-es-el-fascismo-segun-el-escritor-y-filosofo-umberto-eco). Analicemos una pequeña parte de esa ponencia:
“Todo esto no quiere decir que el fascismo italiano era tolerante. Gramsci fue enviado a prisión hasta su muerte; los lideres de oposición Giacomo Matteotti y los hermanos Rosselli fueron asesinados; la prensa libre fue abolida, los sindicatos fueron desmantelados y los disidentes políticos fueron confinados a islas remotas. El poder legislativo se transformó en una mera ficción y el poder ejecutivo (que controlaba tanto el judicial como a los medios masivos) directamente pasó nuevas leyes, entre ellas las que llamaban a preservar la raza (el gesto formal de apoyo de los italianos a lo que se transformó en el Holocausto)”.
¿Alguna coincidencia conocida del fascismo italiano descrito por Umberto Eco, con el régimen de Nicolás Maduro Moros? Opositores encarcelados hasta su muerte, prensa libre cerrada y abolida, sindicatos de trabajadores desmantelados y desaparecidos, disidentes exiliados, Poder Legislativo convertido en mera ficción, y Poder Ejecutivo controlando el resto de los poderes públicos y los medios de comunicación, pasando leyes para controlar y someter a la población, como esta “Ley contra el Fascismo, Neofascismo y expresiones similares” que acaban de aprobar en primera discusión.
Umberto Eco enumera en su ponencia una lista de 14 características para identificar lo que denominó Fascismo Eterno, y que es el reflejo de lo que en esencia son quienes nos quieren aplicar una ley que en buena lógica se debería aplicar a ellos mismos. Solo resaltaré por razones de espacio las tres primeras:
“…considero que es posible indicar una lista de características típicas de lo que me gustaría denominar «Ur-Fascismo», o «fascismo eterno». Tales características no pueden quedar encuadradas en un sistema; muchas se contradicen mutuamente, y son típicas de otras formas de despotismo o fanatismo, pero basta con que una de ellas esté presente para hacer coagular una nebulosa fascista.”
“1.- La primera característica de un Ur-Fascismo es el culto de la tradición…. Como consecuencia, ya no puede haber avance del saber. La verdad ya ha sido anunciada de una vez por todas, y lo único que podemos hacer es seguir interpretando su oscuro mensaje…” (resaltado nuestro).
Y que mejor prueba del Fascismo Eterno del régimen para esta primera característica que las declaraciones de Héctor Rodríguez, actual Gobernador del Estado Miranda en 2014 cuando era Ministro de Educación: “No es que vamos a sacar a la gente de la pobreza para llevarlas a la clase media y que pretendan ser escuálidos” (ver Declaraciones del Ministro de Educación, Apertura Venezuela, en http://aperturaven.blogspot.com/2014/02/no-podemos-sacar-la-gente-de-la-pobreza.html). No les interesa que la gente avance en el saber educándose y suba de nivel, so pena de convertirlas en opositores. Para ellos hay que mantener la ignorancia…
“2.- El tradicionalismo implica el rechazo del modernismo…. El rechazo del mundo moderno se camuflaba como condena de la forma de vida capitalista, pero concernía principalmente a la repulsión del espíritu del 1789 (y del 1776, obviamente). La Ilustración, la Edad de la Razón, son vistas como el principio de la depravación moderna. En ese sentido, el Ur-Fascismo puede definirse como irracionalismo”.
La repulsión del régimen al espíritu de la democracia y la libertad, nacidas de la Revolución francesa de 1789 y la condena de la forma de vida capitalista como un todo, es un sello distintivo del régimen de Chávez y Maduro. El abrazar y exportar el modelo socialista del siglo XXI y su forma totalitaria, da cuenta de la presencia plena de esta característica en el régimen venezolano.
“3.- El irracionalismo depende también del culto de la acción por la acción. La acción es bella de por sí, por lo tanto, debe actuarse antes de o incluso sin reflexión alguna. Pensar es una forma de castración. Por eso la cultura es sospechosa en la medida en que se la identifica con actitudes críticas. Desde la declaración atribuida a Goebbels ("Cuando oigo la palabra cultura, busco mi pistola") hasta el uso frecuente de expresiones como "intelectuales degenerados", "universidad, guarida de comunistas", la sospecha hacia el mundo intelectual ha sido siempre un síntoma de Ur-Fascismo”.
El desprecio comprobado del régimen a toda forma de expresión intelectual y universitaria, comprobada por el intento consistente y descarado de controlar las universidades desde su llegada al poder, doblegando la autonomía universitaria, da fe cierta de la existencia de esta característica de Eco. La creación de “universidades” propias y paralelas, con carreras muy por debajo del estándar académico del país es prueba fehaciente que pensar es un delito para este fascismo del siglo XXI, y la intención de discriminar y sustituir los profesionales existentes de las universidades nacionales tradicionales por unos propios de ínfima calidad arrastrados al poder.
Al decir de Eco, solo una de estas características presentes es suficiente para “hacer coagular una nebulosa fascista”. La experiencia venezolana indica que desde hace mucho tiempo tenemos coagulada esta nebulosa en Venezuela.
No perdamos de vista lo importante, preocupándonos ahora por lo urgente, por más ominoso que pueda ser. Este Fascismo Eterno del siglo XXI del régimen venezolano nos necesita confundidos, asustados y amedrentados, y esa es la verdadera razón de esa ley. El problema no es esa legislación abominable, es el régimen fascista que la sustenta y tenemos una oportunidad de cambiarlo, si el liderazgo político de la única oposición con legitimidad de origen no se distrae con estos trapos rojos. Todavía tiene tiempo para rechazar la trampa electoralista del régimen y convocar al pueblo para que decida una ruta final utilizando los últimos 4 artículos de la Constitución…
Caracas, 5 de Abril de 2024
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