Por Luis Manuel Aguana
Las denuncias formuladas recientemente por la
disidencia cubana en el exilio revelaron la existencia de planes para atentar
en contra de la vida de la dirigencia opositora venezolana (ver “Avispas Negras”
cubanas con orden de asesinar opositores en Venezuela – Aló Buenas Noches EVTV
24 de Octubre de 2018, en https://youtu.be/iNuOedyw3as).
De acuerdo a esas denuncias el atentado ocurrido en el Estado Bolívar en contra
de María Corina Machado forma parte de ese plan diseñado desde la Habana. La
denuncia precisa que un importante contingente de tropas especiales del Ejército
Cubano denominado “Avispas Negras”, estaría ya en Venezuela y estarían
involucrados en ese atentado y posiblemente otros en un futuro cercano.
Si esto lo complementamos con otra denuncia,
esta vez del periodista venezolano Gustavo Azocar, el régimen se estaría
preparando abiertamente para resistir una posible intervención en el corto
plazo: “…La Dirección Nacional de las
FARC está instalada en Venezuela, vive en Venezuela. La Dirección Nacional del Ejército
de Liberación Nacional-ELN, está instalada en Venezuela, vive en Venezuela. En
Venezuela tenemos ahora a las dos guerrillas colombianas, las FARC y el ELN. Se
han repartido el país. ¿Cómo se explica que el ELN esté en el Estado Bolívar controlando
las minas de oro que hay en el Estado Bolívar? ¿Cómo llegó esa guerrilla del
ELN al Estado Bolívar? ¿Por donde entró? Entró por supuesto por Táchira, y desde
Táchira se instaló al otro extremo de Venezuela, con el apoyo por supuesto del
gobierno de Nicolás Maduro. Es decir, tenemos ejércitos de ocupación en
Venezuela. Tenemos a la FARC, tenemos al ELN, tenemos al colectivo La Piedrita,
tenemos a los Tupamaros, tenemos a los Carapaica, tenemos a los rusos, tenemos
a los chinos, tenemos al Hezbollah instalado en la isla de Margarita. Todos
esos grupos están en Venezuela para qué? Para defender a la dictadura de
Nicolás Maduro en un plan que han creado ellos supuestamente para defender la
revolución cuando se produzca la intervención militar extranjera promovida por Estados
Unidos y apoyada por otros países, para qué? Para liberar a Venezuela, porque
Venezuela es un país secuestrado en este momento por todos esos grupos
irregulares que te he mencionado…” (ver Maduro planea graves atentados y
culpar a EEUU – Aló Buenas Noches EVTV 26 de Octubre de 2018, en https://youtu.be/OFeH9fdlO1c, min 3:16)
Lo que me extraña de
estas noticias ahora es que se tomen como sorprendentes. El planteamiento del periodista
Gustavo Azocar coincide con el concepto de secuestro de Venezuela por parte de
grupos fuertemente armados que ya hemos formulado (ver Venezuela: la situación
de secuestro con rehenes más grande del mundo, en http://ticsddhh.blogspot.com/2018/10/venezuela-la-situacion-de-secuestro-con.html)
y que forma parte de algo que se viene desarrollando desde mucho antes del
fallecimiento del Galáctico en Cuba, y que ante los acontecimientos
internacionales, ahora se precisan con más detalle para la ciudadanía, y que difícilmente
deben escapar del conocimiento de los servicios de inteligencia de los países amigos
que conocen muy bien la situación de Venezuela.
Lo que es para mí asombroso
y motivo principal de esta nota es que todavía haya una parte de Venezuela que
aun llamando dictadura o tiranía lo que ocurre en nuestro país, a estas alturas
todavía les parezca escandaloso que sean capaces –y mucho más- de lo que le
ocurrió a María Corina Machado en Upata, así como esas denuncias de atentados a
la dirigencia política. ¡Eso es precisamente lo que ocurre en un secuestro! Te
reducen con violencia hasta asesinarte, si es del caso, si no accedes a las
demandas. Esto que ocurre aquí no es una dictadura convencional donde un
dictador controla los militares y sojuzga a la población. ¡No! El grupo
criminal que gobierna (o desgobierna) ha importado lo más especializado del
terrorismo internacional y ha negociado su refugio a cambio de protección.
Hay varios ejércitos
de ocupación en Venezuela compuestos por todo eso que denuncia el exilio cubano
y el periodista Gustavo Azocar, y tal vez mucho más, y ya con nombre y apellido
estarán dispuestos a arremeter en contra de la población civil a la sola orden
del dictador si se intenta desalojarlos del poder por la fuerza desde el
exterior. De hecho ya lo están haciendo. Las manifestaciones públicas están siendo
sistemáticamente reducidas por esos grupos que descabezan cualquier protesta
por cualquier cosa que surja en cualquier parte del país.
Ahora bien, ¿cuál es
la mejor manera de manejar esta situación? ¿Armarnos también nosotros y bañar
de sangre al país? Eso les encantaría para justificarse. ¿Seguir a cualquier
liderazgo y poner los muertos en las calles sin que la situación cambie
sustantivamente, pero beneficiando la popularidad o la imagen de quien pretenda
conducir alguna protesta? Recuerden que eso sucedió el 11 de Abril de 2002 y
aunque la sangre de los caídos de la Av. Baralt logró expulsar al sátrapa de
Miraflores, la torpeza y las ambiciones de quienes manejaron la situación
hicieron que se desperdiciara. La tiranía mutó y aunque eso ha sucedido de
nuevo una y otra vez, con más sangre derramada, esta no ha sido todavía reivindicada
más allá del reconocimiento al valor y el coraje de la población venezolana por
parte del mundo. Pero eso no ha bastado.
Estamos en una situación
inédita.
No se puede tratar con los mismos moldes de cualquier otra que haya ocurrido
dentro o fuera de Venezuela. No existe en el país liderazgo político para
convocar a los venezolanos a seguir derramando sangre por nada. El
planteamiento tiene que ser otro. Si bien es cierto tiene que haber una
estrategia interna que convoque a los venezolanos, esta no puede ser convencional
y debe manifestarse con tal fuerza y magnitud que mantenga permanentemente en
jaque al régimen. Eso ha sucedido en los casos donde la población ha rechazado
el llamado a elecciones inconstitucionales como las del 20 de Mayo de 2018.
Se está convocando
de nuevo a otras elecciones sin la más mínima garantía. No se pueden seguir
convocando elecciones en Venezuela sin condiciones y sin cambiar el sistema
electoral, como lo dispuso la sentencia de la Sala Electoral del TSJ legítimo
del 13 de junio de 2018 (ver sentencia en “Tribunal Supremo de Justicia declara
nulo el uso del voto automatizado para elecciones en Venezuela”, en http://ticsddhh.blogspot.com/2018/06/tribunal-supremo-de-justicia-declara.html).
¡Eso ya no se puede aceptar más! De entrada debemos llamar al rechazo a
cualquier elección con este sistema electoral, comenzando con las del 9 de Diciembre
de la misma manera como lo hicimos para el 20 de Mayo. Cualquier resultado de
esa elección, o referendo constitucional si este es planteado por el régimen,
debe ser rechazado y repudiado por todos y de todas las maneras posibles.
En consecuencia, la rebelión
debe ser civil y No Violenta en su esencia pero con resultados contundentes de
rechazo abierto y permanente a la dictadura. Debemos fomentar y crear cualquier
manifestación de rechazo general que no someta a la población al riesgo de ser
masacrada por estos delincuentes armados. El NO VOTAR el 9 de Diciembre en
protesta por todo lo que sucede en Venezuela debe ser un ejemplo de eso.
Pero eso no resuelve
la situación de secuestro. “Los venezolanos no podemos auto liberarnos” como
indicara recientemente en España el ex Embajador Diego Arria (ver Arria: “Los
venezolanos no podemos auto liberarnos” de lo que sucede en Venezuela, en https://www.sumarium.es/2018/10/26/arria-los-venezolanos-no-podemos-autoliberarnos-de-lo-que-sucede-en-venezuela/).
El secuestro debe ser enfrentado de otra manera. Los ejércitos de ocupación que
nos sojuzgan deben ser retirados de nuestro país, comenzando por el ejército regular
del gobierno cubano. Cuba debe retirar sus efectivos militares de Venezuela. Y
eso no sucederá si no se ejerce toda una política de disuasión internacional en
contra ese país y con el resto de los que apoyan al régimen. De la misma manera
deberá enfrentarse desde afuera la situación con el resto de los grupos
irregulares, comenzando por los colombianos FARC y ELN, con el apoyo del nuevo
gobierno de Colombia.
Todo ese desmontaje
debe ser coordinado y organizado desde fuera de Venezuela por un gobierno legítimo
y constitucional que pueda dar los pasos necesarios para desenredar esta situación
pacíficamente, respaldado por los Estados Unidos como principal aliado, seguido
por la comunidad democrática latinoamericana de naciones y la Unión Europea.
¿Es esto ilusorio? No lo creo. Siempre es posible darle un chance a la paz
aunque estemos muy cerca de la violencia. Esperemos que quienes tienen ahora la
responsabilidad de establecer ese gobierno legítimo y constitucional entiendan
la magnitud de este secuestro y los pasos decisivos que se deben dar para salir
de él.
Caracas,
28 de Octubre de 2018
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana