miércoles, 24 de julio de 2013

Nicolás: El Mundo al Revés


Por Luis Manuel Aguana

No puedo dejar pasar sin responder la nota escrita por Orlando Viera-Blanco, columnista de El Universal, del martes 23 de julio, “¿Se afianza Nicolás?” (ver en http://www.eluniversal.com/opinion/130723/se-afianza-nicolas) comentando mi entrevista en EUTV. Y aunque no menciona mi nombre explícitamente tengo que considerarme aludido porque se refiere a un bloguero que habla de una Constituyente, haciendo referencia a pasajes de esa entrevista. Y hasta donde conozco, no hay otro bloguero con esas características.

Es sorprendente que aun a estas alturas el problema sea el mensajero y no el mensaje. Hay que matar al mensajero pareciera ser la consigna. Encasillar al entrevistado con el Coronel Macario, sin profundidad, le da un cierto sabor descalificador a lo que se intentaba decir allí. ¿Qué importancia puede tener lo que dice un bloguero que, cual Coronel Macario, se sienta en un estudio de televisión a soltar que no se cala a la oposición colaboracionista?

Imagino que el Sr. Viera-Blanco esperaba la revelación-cual Piedra Filosofal-, de la solución a los problemas de los venezolanos en 30 minutos de video. Y como no la encontró, infiere que eso afianza a Nicolás. De acuerdo a su razonamiento, no lo afianza que la oposición negocie con el gobierno, cosa que por cierto no negó, ni tampoco las posiciones blandengues y colaboracionistas de los que dirigen este sainete opositor al próximo matadero electoral.

Este escrito me recordó jocosamente las anécdotas del Mundo al Revés donde los roles se invierten dejando al descubierto quien es quien. Lo pueden rápidamente percibir en este video de comedia de El Mundo Al Revés: Hombres y Mujeres (ver en  http://www.youtube.com/watch?v=ZU8zS-l45ZA).

En este caso, el columnista de El Universal Viera-Blanco hace el esfuerzo de adjudicarme el rol de lo que precisamente hace la oposición: atornillar a Maduro. De acuerdo al artículo, quien afianza al gobierno no es Capriles, a quien lo único que le falta es aceptar que Maduro es Presidente, ni aquellos que han negociado Alcaldías y Concejalías, sino aquellos que día a día andamos en precisamente todo lo contrario, denunciándolo. Y no contento con eso indica que me saco “de la manga 'un conejo'” y digo “¡Una nueva Constituyente!” como salida al grave problema institucional del país.

Esa “sacada de la manga” cual mago, como la pretende hacer ver Viera-Blanco no se me ocurrió a mí en un programa de televisión. Es un Proyecto de País, que si el columnista hubiera sido lo suficientemente profesional para estudiar antes de escribir,-porque lo he puesto público en la red en todas las notas de mi blog-, no se hubiera atrevido a rebajarlo, comparándolo con un conejo que se saca de la manga un mago de circo. Es un estudio a profundidad realizado por un grupo interdisciplinario de profesionales dentro de los que se encuentran los Rectores de las principales Universidades del país reunidos en la AVERU. De nuevo copio, para todo el que desee estudiarlo, el enlace con el Proyecto País para la Reconstrucción Nacional del MID Táchira para Venezuela: https://docs.google.com/file/d/0B6yI0gUROWzDLXdIMzljSFVtWmc/edit?pli=1.

Y sí, Sr. Viera-Blanco, NO ME CALO MAS A LA OPOSICION. Y lamentablemente no es mi “aporte”. Es el aporte de la gran mayoría de venezolanos hartos de los engaños reiterados a nuevos procesos electorales convocados sin exigir las más mínimas condiciones de participación, sin decir “esta boca es mía” en relación a todas las marramucias que el CNE realiza y que perfecciona más a la vista de nuestra “oposición” que usted defiende, indicando que somos “torpes” al “descalificar o desmerecer el trabajo que ha hecho…en momentos de absoluto resquebrajamiento institucional”.

Si ese “trabajo” que usted dice que ha hecho esa oposición se pudiera evaluar como el de un empleado de una empresa, ya lo hubiéramos tenido que despedir, sacándolo con la guardia de seguridad por si se lleva algo propiedad de la empresa. Creo que estamos montándole ese expediente, no mi persona, sino todo el pueblo de Venezuela. Eso no “es lo que hay” y debo calármelo. Hay todavía gente decente y valiosa en quien poder confiar el destino de este país.

Al margen que tengamos diferencias conceptuales en relación a cuando debe realizarse una Constituyente, hemos llegado a esta discusión precisamente porque no nos han dejado salidas institucionales. ¿Un golpe para hacerla después? O bien ¿esperar “ganar” las elecciones con este CNE cubano, para después convocarla? Esto forma parte de la discusión “comeflor-electoral” a la que nos tiene acostumbrados la oposición gobiernera como diciendo “está bien, ustedes tienen razón, hay que cambiar la vaina, pero esperen a que ganemos para convocarla” ¡por favor! Con ese razonamiento el burro sigue a la zanahoria hasta que cae muerto en la carretera.

Pero lo que más me llamo la atención de la nota del Sr. Viera-Blanco fue su final de fotografía: papel toilette versus liderazgo. Si se dan el tiempo y la paciencia de oírme en ese largo video (verlo en http://bcove.me/dt0egcw8) notarán que en el minuto 22:28 a la pregunta del periodista, que bien se indica en su nota de El Universal el Sr. Viera-Blanco “¿Ud. cree que los venezolanos que no encuentran comida ni papel toilette, que no les alcanza el dinero o son víctimas de la delincuencia, van a estar pendiente de una constituyente?”, mi respuesta fue que al liderazgo le correspondía resolver entre LO URGENTE Y LO IMPORTANTE.

Eso no lo puso el Sr. Viera-Blanco en su nota maliciosa. Y que nosotros somos los que demandamos de nuestro liderazgo las soluciones para los problemas. Yo no ejerzo ningún liderazgo (así, con el signo de interrogación dentro), solo DEMANDO, que es mi derecho. Son otros los que cobran por “ejercer liderazgos”. Y si a los que les compete se dan el tiempo para resolver lo importante, lo urgente no es necesario resolver porque ya estaría resuelto. Estaría resuelto el papel toilette, el azúcar, la carne, la economía. Eso es una máxima gerencial. De otra marera seremos un cuerpo de bomberos permanente que no sabe dónde va. Pero, como dije, lamentablemente no les interesa, y sabemos la razón.

Es por eso que notas como las comentadas aquí me parecen sospechosas. No están orientadas a esclarecer, sino a todo lo contrario. Forman parte de lo que tenemos que lidiar quienes nos hemos dado a la tarea de informar sobre temas complejos que requieren explicaciones.

No es suficiente un video de 30 minutos ni de dos horas, ni miles de notas en un blog si en cada esquina te encuentras con alguien que pone el Mundo al Revés. Pero esa es la nota de esta labor que hago porque me gusta hacerlo, no porque me paguen por ello, a diferencia de muchos que escriben para los grandes periódicos. Tiene razón el Sr. Viera-Blanco, se cansa uno de encontrarlos a la vuelta de cada esquina.

Caracas, 24 de Julio de 2013

Twitter:@laguana

martes, 23 de julio de 2013

Reconciliación Constituyente



Por Luis Manuel Aguana

Uno de los aspectos menos desarrollados de esta solicitud que muchos estamos realizando en relación a la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente lo constituye el tema de la Reconciliación Nacional. Y hay un error que subyace en este término “Reconciliación” que mata voluntades.

Si yo les dijera que este proyecto no tiene como objetivo principal desarticular todos los Poderes Públicos y desalojar de ellos a todos aquellos que ilegítimamente lo ocupan, ¿ustedes me creerían? No, ¿verdad? Pues eso es precisamente el problema con esta iniciativa. Porque si bien es cierto que el daño que hizo Hugo Chávez en la institucionalidad venezolana fue muy profundo, no menos cierto fue que la herida más grave que infringió consistió en haber distanciado a los venezolanos por razones políticas.

El odio, el resentimiento, el pensar en que no podíamos construir nada juntos sino que había que arrasar con el adversario para conseguir objetivos políticos, es el combustible que ha mantenido prendido el motor de esta locura llamada Socialismo del Siglo XXI. Eso no había pasado nunca en Venezuela. Ni siquiera en la guerra de Independencia los venezolanos estuvimos tan distanciados. Eso de “ni agua al enemigo” no funcionaba aquí. La manera que encontró Chávez de mantener unida a su gente fue desatar un odio ciego al resto de aquellos que no pensábamos como él.

El insulto, la descalificación, el lenguaje escatológico llegó a ser moneda corriente en los discursos del extinto Dictador. Nada de creer que nosotros, los que estábamos del otro lado, existíamos o merecíamos respeto por ocupar un espacio de importancia en el país. Y eso originó una reacción de la misma magnitud y en el sentido opuesto. Simple física de acción y reacción. Resultado: bandos irreconciliables que no pueden ponerse de acuerdo en las cosas más simples. Salvo, por supuesto, aquellos “opositores” que hacen negocios con el gobierno. A esos no los tomo en cuenta en este análisis.

Los herederos del gobierno de Chávez aun llevan esa bandera. Pero son solo aquellos a quienes les conviene mantener ese estado de odio. Les funciona bien. No les interesa que congeniemos y le busquemos juntos soluciones a los problemas. Hay que mantener el odio. De nuevo, eso les funciona bastante bien.

Todos, de una manera u otra hemos caído en ese odio visceral. Y ese es el combustible del Diablo. Es la energía que lo mantiene vivo. Y lo más brutal es que de una u otra manera nosotros lo mantenemos vivo porque ellos lo mantienen vivo. Cuando hacen cosas como echarle los motorizados violentos a una marcha estudiantil pacífica, eso acrecienta el odio hacia ellos. Cuando hacen apartheid laboral, aumentan nuestro odio. Cuando declaran indicando majaderamente que hicieron trampa en las elecciones “¿y qué?”, eso provoca una arrechera inenarrable.

Entonces, ¿cómo rompemos ese círculo vicioso y lo convertimos en un círculo virtuoso? No soy aquel de los que piensa abrazarse con nadie y menos aun con los delincuentes que han acabado con el país. Hay que reconocer objetivamente cual es el problema para poder resolverlo. El odio y el resentimiento definitivamente es un tema que tenemos que abordar.

¿Y cómo se aborda ese problema? Primero tenemos que quitarnos de la cabeza que el proceso Constituyente es un instrumento de venganza. Porque si no lo hacemos de esa manera la Constituyente no podrá ser el Pacto Social que buscamos firmar todos los venezolanos para que este país tenga estabilidad política de largo plazo.

En segundo lugar, identificar quienes dentro de las posiciones del gobierno son los primeros instigadores de ese odio que no nos deja pensar. No diré nombres aquí pero ya me figuro que ustedes piensan en los mismos que yo. Hay que hacer un ejercicio de neutralización mental y trabajar en ello. No es fácil.

En tercer lugar debemos pensar que cuando se convoca al Constituyente, es a todo el pueblo de Venezuela, chavistas y no chavistas. O mejor dicho, a quienes estuvieron de acuerdo con las ideas del difunto Hugo Chávez y a quienes no estuvieron de acuerdo con esas ideas. ¿Se dan cuenta como nos dividió ese sujeto? Los que incitan al odio permanente son un mínimo despreciable. Lo que hay es venezolanos que lloran por ese loco del “por ahora” de 1992 y que de ninguna manera se ven reflejados en esa banda de malandros que están en el gobierno. ¡Hay que hacer esa diferencia muy importante!

Pues bien, hay que convocar a todo el mundo y convencer a aquellos que no piensan como nosotros, que lejos del odio que nos han hecho sentir, hay un  país que construir porque todos vivimos aquí. Que ellos van a tener sus representantes en esa Asamblea Nacional Constituyente y que esta no será manipulada por este CNE corrupto. ¿Qué cómo se hará eso? Ya lo veremos.

Y esos representantes de todo el país, tanto los de ellos como los nuestros, serán convocados para discutir UN PROYECTO DE PAIS. Que no es que nadie se va a imponer allí. Y que las decisiones de ese Constituyente deberán UNIRNOS SIN ODIOS en lo que habrá de ser la Republica de Venezuela, al menos, para los próximos 100 años.

Este objetivo será tergiversado por el gobierno, y entérense, también por la oposición que está con el gobierno. Mandarán a sus siguises tarifados por la prensa, aquellos que hablan complicado y en términos que no se encuentran en el diccionario, para decir que nosotros los atropellaremos y que ellos representan a la verdadera oposición, que los estamos engañando.

Pero mataremos al odio y el resentimiento. El Poder Originario representado por todos los venezolanos Constituyentes, de uno y otro bando, electos sin trampas, desmontarán los poderes constituidos, pero también deberán hacerlo con justicia. No puede haber cabida para otra cosa.

La tarea de reconstrucción que nos queda por delante luego de sentar las bases constitucionales necesarias para reorganizar al país requiere de una grandeza de alma como venezolano y un gran sentido de la justicia de todas esas personas que se reunirán para darnos otro país. Además de ser un proceso político este proceso lleva consigo una alta dosis de comprensión humana por parte de ambos bandos en que fue dividido el país. Estoy seguro que si escogemos bien a esos venezolanos de ambas partes, podremos encontrarnos de nuevo.

Caracas, 23 de Julio de 2013

Twitter:@laguana