martes, 5 de mayo de 2015

El costo de la Libertad

Por Luis Manuel Aguana

“…La libertad, en esencia, es la posibilidad que tienen las personas de tomar decisiones sin coerción…”. Me encantó esa definición de Libertad expuesta por Montaner (ver Carlos Alberto Montaner en “Reflexión sobre la Libertad”
https://youtu.be/jgki0Nbvn0c de la Fundación Libertad) porque aterriza el concepto más allá de toda elucubración teórica.

En la exposición Montaner explica que “los seres humanos necesitamos tomar decisiones con la mayor cantidad de libertad posible, porque queremos relacionarnos con quien nos de la gana, estudiar lo que deseamos, manifestar nuestra sexualidad como la tengamos o como creemos que la tenemos, desarrollar nuestras actividades profesionales tal y como nos apetece…”. Y esto tiene que ver con la cotidianidad de la vida.

En cada uno de esos campos cuando no podemos hacer lo que realmente queremos hacer se produce, según Montaner, “una disonancia o imposición del exterior que nos obliga a hacer las cosas que no queremos hacer, nos obligan a decir las cosas que no queremos decir, nos obligan a aplaudir las cosas que no queremos aplaudir. Esas disonancias van generando angustias personales que a veces se convierten en problemas psicológicos muy severos…”.

Y esto, según el autor cubano, “es lo que hace intolerable las sociedades totalitarias…porque nos dictan nuestras vidas desde el exterior. Un grupo de gente iluminada…que nos dice cuales son las ideas correctas, que es lo que tenemos que pensar del pasado…que es lo que tenemos que pensar del presente…y lo más terrible es podemos ir a la cárcel por pensar cómo va a ser el futuro, porque el futuro ya fue decidido por ellos…”. Terrible, ¿verdad? ¿Les suena conocido? El solo hecho de pensar que otros decidan por nosotros nuestro futuro es lo más chocante de este tipo de modelo que se nos está queriendo imponer.

Y todo eso ya está pasando. La imposición obligada de conductas porque el Estado tiene un poder de vida o muerte, ya sea económica o física, sobre la gente es un hecho palpable a todo aquel que viva de la Administración Pública. Se está evidenciando esa disonancia en la gente, con resultados que ya se están viendo. Se están aceptando las humillaciones más aberrantes sin alteración alguna. Esto hace que se profundice el éxodo y los más estudiados se abarroten en las universidades para escapar del país (ver “Trámites para el exterior rebasan capacidad de las universidades”, El Nacional 3-5-2015,

De la Declaración de Independencia de los Estados Unidos tomamos las siguientes líneas: "Sostenemos que estas verdades son evidentes  en sí mismas. Que todos los  hombres son creados iguales. Que su Creador los ha dotado de ciertos derechos inalienables. Que entre estos derechos se encuentran la vida, la libertad y la búsqueda  de la felicidad…Y que para asegurar  esos derechos,  los hombres instituyen gobiernos entre ellos, los cuales  derivan sus poderes de los ciudadanos…".

Este párrafo es lo que José Piñera, ex ministro de Trabajo y Previsión Social de Chile y responsable de la reforma al sistema de pensiones de ese país (ver conferencia dictada en la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala titulada Los Padres Fundadores de los Estados Unidos de América y lecciones para América Latina” en http://newmedia.ufm.edu/pinerapadresfundadores, o leer la transcripción en mi blog en http://ticsddhh.blogspot.com/2014/09/los-padres-fundadores-de-los-estados.html) llamaba un curso de ciencia política en dos minutos.

Son tan grandes, gigantescas y evidentes esas verdades que el derecho a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad es lo que intentan preservar los venezolanos de manera instintiva al escapar de Venezuela, reaccionado al huir de lo que está pasando en el país. Y aunque no se pueda objetar en modo alguno esa reacción instintiva, hay diferentes maneras de preservar esos derechos…

Primero lo obvio: si el gobierno no puede garantizar la vida que se pierde en las calles por una bolsa de comida o un celular, es difícil convencer a alguien de que se quede a esperar que sea el siguiente. Y tal vez estas palabras vayan dirigidas a quienes no les queda otra alternativa que quedarse porque no pueden irse, y porque nadie puede darle a otro lecciones de cómo preservar su vida cuando la ve amenazada.

Pero en cuanto a la Libertad y la búsqueda de la felicidad la cosa va diferente. Estos son derechos que podemos y debemos pelearlos aquí, entre otras razones porque no hay otro lugar donde hacerlo, aunque en ello se nos vaya el primer derecho, el derecho a la vida. La independencia se peleó en suelo venezolano así como la independencia de todos los países fue peleada y ganada en sus propios suelos.

Cuando aquel cubano de la historia de Laureano (ver  Miami si es ¡ay!” por Laureano Márquez
http://runrun.es/opinion/humor/200271/miami-si-es-ay-por-laureano-marquez.html) le decía que con la libertad el no come, es claro que esa libertad no le funciona porque no es de él y disfruta una prestada en otro país. La libertad se tiene que ganar, no es de otra manera. Esa lección la aprendimos los venezolanos en el campo de Carabobo el 24 de junio de 1821, aunque con el tiempo la hayamos olvidado. Incluso fuimos los inventores de la exportación del modelo a 4 naciones más.

Y con la libertad ganada solo es posible la búsqueda de la felicidad de la que hablaba la Declaración de Independencia norteamericana y que es aplicable a todo el mundo. Porque solamente en un ambiente de libertad es posible la existencia de la prosperidad y la búsqueda de la felicidad, ambas igualmente probables porque en libertad eso solamente depende de cada quien, no del Estado, ni de los socialistas, ni de los socialdemócratas, ni de nadie.

Así pues, si nos alcanza el 2019 en las mismas o peores condiciones expresadas por Thays Peñalver (ver Cuando el 2019 nos alcance, Thays Peñalver, El Nacional
 http://www.el-nacional.com/thays_penalver/alcance_0_580142163.html) no será porque no sepamos qué es lo que hay que hacer para tener libertad, sino porque sabiéndolo no quisimos enfrentar el costo de lo que significa tener una propia…

Caracas, 5 de Mayo de 2015

Twitter:@laguana

sábado, 2 de mayo de 2015

Venezuela, República Federal (III)

Por Luis Manuel Aguana

Quienes proponemos el Proyecto País Venezuela (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/) hemos insistido que en el nuevo sistema político que debe regir en nuestro país, el Presidente de la Republica no debería cubrir tantas funciones como las que ahora tiene. Que el sistema que actualmente nos rige constitucionalmente debe ser modificado para limitar su poder y que este sea controlado; que el Presidente incluso pueda ser destituido de sus funciones si se extralimita o viola la Constitución.

En un país donde históricamente el poder ha sido administrado por una sola persona, el Presidente de la República, con una supremacía indiscutible sobre el resto de los Poderes Públicos, hablar de restarle funciones a esta suerte de Rey o caudillo que elegimos cada cierto tiempo, resulta un contrasentido cultural, por decir lo menos. Tenemos más de 200 años basando nuestro desarrollo en un solo sistema de gobernarnos. Le entregamos el Poder absoluto a una persona y esperamos de su liderazgo una conducción certera.

Pero años de tropezarnos en la misma piedra nos han demostrado que seguir por la senda de entregarle el futuro y las decisiones trascendentales de una sociedad a una sola persona, por más bien intencionada que ésta sea, en una época donde es imposible que alguien maneje solo las complejidades del mundo de hoy -sin contar con las debilidades que todos los seres humanos tenemos-, resulta poco menos que una estupidez. Eso nos lo acaban de demostrar más de 15 años de poder absoluto en las manos de un caudillo militar donde se dilapidó sin control alguno las mayores riquezas materiales que jamás esta nación ha tenido en su historia. Si este ejemplo no nos enseña que tenemos que cambiar el modelo de cómo gobernar a Venezuela, realmente nada lo hará…

Entonces, ¿cuál podría ser el sistema político, si no es el tradicional controlado por el Presidente de la República? Lejos de hacer aquí una disertación técnica de constitucionalistas y especialistas en ciencias políticas-que por lo demás no me corresponde-, mi intención como un simple ciudadano se limita a expresar una opinión con la idea de que los verdaderos especialistas den la suya y se inicie un debate. De allí nacen las soluciones.

Veamos: el sistema de gobierno que hemos tenido está basado en lo que los especialistas llaman "Presidencialismo", esto es, el Jefe de Estado, además de ostentar la representación formal del país, es también parte activa del poder ejecutivo, como Jefe de Gobierno, ejerciendo así una doble función, porque le corresponden facultades propias del Gobierno, siendo elegido de forma directa por los votantes y no por el Congreso o Parlamento” (ver Presidencialismo en http://es.wikipedia.org/wiki/Presidencialismo), en donde todo lo decide el Presidente de la República. La experiencia nos indica que ha sido imposible controlar a este funcionario una vez electo.

Luego de tantos golpes, a lógica también nos indica que debemos ir hacia un sistema, si no opuesto al que tenemos, al menos uno donde esa persona que elegimos esté sujeta a los controles más rígidos a fin de que no quiebre al país o que lo administre como su hacienda personal. ¿Eso es mucho pedir?

En el sistema Parlamentario, opuesto al sistema presidencial, la elección del gobierno (poder ejecutivo) emana del parlamento (poder legislativo) y es responsable políticamente ante éste. A esto se le conoce como principio de confianza política, en el sentido de que los poderes legislativo y ejecutivo están estrechamente vinculados, dependiendo el ejecutivo de la confianza del parlamento para subsistir. En sistemas parlamentarios el jefe de estado es diferente que el jefe de gobierno” (ver Parlamentarismo en http://es.wikipedia.org/wiki/Parlamentarismo#Dos_modelos_de_parlamentarismo).

En este sistema el gobierno lo decide el Parlamento y lo pone o lo quita de acuerdo a su desempeño. No se elije a un Presidente sino a un Parlamento que designa un gobierno con un Primer Ministro o Jefe de Gobierno de acuerdo a las fuerzas políticas electas. Este cambio de modelo se ha planteado en otros países latinoamericanos, como por ejemplo en Argentina (ver Jorge Liotti, Parlamentarismo vs. Presidencialismo ¿Cuál es el mejor modelo para Argentina? en http://www.lanacion.com.ar/913796-parlamentarismo-vs-presidencialismo-cual-es-el-mejor-modelo-para-la-argentina). Es una discusión vieja pero muy vigente y que debemos recoger para Venezuela en el debate de una nueva Constitución.

Si estamos planteando en el Proyecto País un Estado realmente Federal, es claro que los Estados deberán tener un peso fundamental en las relaciones de poder que se formularan cuando se les de constitucionalmente la representación parlamentaria en un Senado, que de acuerdo a nuestro planteamiento, iría mas allá de la simple figuración representativa, ya que los senadores en ese nuevo esquema si serían verdaderos embajadores de sus regiones en el parlamento, ejerciendo los controles debidos al Poder Ejecutivo.

De acuerdo a lo identificado convencionalmente, y en términos generales, se reconocen como ventajas y desventajas de ambos sistemas, las siguientes:

“Se reconocen como ventajas del sistema parlamentario:
  1. Mayor representación del conjunto social en la medida que las decisiones deben consensuarse en muchas ocasiones entre distintas facciones políticas representadas en el Parlamento.
  2. Mejor capacidad de respuesta frente a una crisis de gobierno en la medida que puede cambiar el poder ejecutivo adoptando la moción de censura.
  3. Mayor consenso en las decisiones se considera más la participación y el trabajo en equipo.
Se enfrentan como desventajas frente al Presidencialismo:
  1. Separación de poderes atenuada entre el ejecutivo y el legislativo.
  2. Excesiva vinculación del poder ejecutivo con el partido político mayoritario en el Parlamento, pudiendo derivar en partidocracia.
  3. Su forma más estable termina siendo el bipartidismo.

Tratando de recoger las ventajas de ambos sistemas y eludir sus desventajas se tiende a utilizar sistemas semipresidenciales” (ver Ventajas y desventajas de la república presidencialista en http://es.wikipedia.org/wiki/Presidencialismo#Ventajas_y_desventajas_de_la_rep.C3.BAblica_presidencialista).  

De acuerdo a estas características el sistema parlamentario es el que mejor se ajusta a una forma federal del Estado, resolviendo el control del Poder Ejecutivo al ser éste producto del Poder Legislativo.

Sin embargo, así como resuelve unos problemas crea otros. La elección en segundo grado del Jefe del Estado y Jefe de Gobierno deja sujeto al poder Ejecutivo a los arbitrios de las fuerzas políticas dominantes del parlamento, permitiendo que cualquier crisis haga bastante inestable al gobierno de turno. No obstante, eso podría considerarse un costo tolerable cuando miramos nuestra historia donde los gobiernos han desbancado nuestra economía sin control alguno.

Por otro lado no sería aceptable que en Venezuela no se elija de forma directa al Presidente de la República o Jefe del Estado. Pero si podría un Parlamento designar un Jefe de Gobierno o Primer Ministro. De esa forma se dispondría de un sano balance de poder entre el Parlamento y el Poder Ejecutivo. Este sistema mixto podría bien estudiarse para Venezuela considerando nuestra historia y costumbres republicanas pero corrigiendo los desbalances de poder que tanto han perjudicado a nuestro país.

Independientemente que ambos modelos tengan sus ventajas y desventajas, lo que sí es cierto es que al reconstruir la institucionalidad de Venezuela deberemos encontrar una fórmula capaz de controlar efectivamente a quienes detenten el poder, sin olvidar el peso histórico que los Presidentes han tenido en nuestra historia republicana. No será posible pasarnos un interruptor de la noche a la mañana en este asunto que puede resultar ser muy controversial. Pero lo que si podemos y debemos hacer es establecer límites contundentes a quienes al ejercer el poder absoluto, se corrompen absolutamente. Eso ya nos debe haber quedado muy claro como una experiencia que no debe volver a repetirse…

Caracas, 2 de Mayo de 2015

Twitter:@laguana