Por Luis Manuel Aguana
“…La libertad, en esencia, es la posibilidad que
tienen las personas de tomar decisiones sin coerción…”. Me encantó esa definición de Libertad expuesta por
Montaner (ver Carlos Alberto Montaner en “Reflexión sobre la Libertad”
https://youtu.be/jgki0Nbvn0c de la
Fundación Libertad) porque aterriza el concepto más allá de toda elucubración
teórica.
En la
exposición Montaner explica que “los
seres humanos necesitamos tomar decisiones con la mayor cantidad de libertad
posible, porque queremos relacionarnos con quien nos de la gana, estudiar lo
que deseamos, manifestar nuestra sexualidad como la tengamos o como creemos que
la tenemos, desarrollar nuestras actividades profesionales tal y como nos
apetece…”. Y esto tiene que ver con la cotidianidad de la vida.
En cada
uno de esos campos cuando no podemos hacer lo que realmente queremos hacer se
produce, según Montaner, “una disonancia
o imposición del exterior que nos obliga a hacer las cosas que no queremos
hacer, nos obligan a decir las cosas que no queremos decir, nos obligan a
aplaudir las cosas que no queremos aplaudir. Esas disonancias van generando
angustias personales que a veces se convierten en problemas psicológicos muy
severos…”.
Y esto,
según el autor cubano, “es lo que hace
intolerable las sociedades totalitarias…porque nos dictan nuestras vidas desde
el exterior. Un grupo de gente iluminada…que nos dice cuales son las ideas
correctas, que es lo que tenemos que pensar del pasado…que es lo que tenemos
que pensar del presente…y lo más terrible es podemos ir a la cárcel por pensar
cómo va a ser el futuro, porque el futuro ya fue decidido por ellos…”.
Terrible, ¿verdad? ¿Les suena conocido? El solo hecho de pensar que otros
decidan por nosotros nuestro futuro es lo más chocante de este tipo de modelo
que se nos está queriendo imponer.
Y todo eso
ya está pasando. La imposición obligada de conductas porque el Estado tiene un
poder de vida o muerte, ya sea económica o física, sobre la gente es un hecho
palpable a todo aquel que viva de la Administración Pública. Se está
evidenciando esa disonancia en la gente, con resultados que ya se están viendo.
Se están aceptando las humillaciones más aberrantes sin alteración alguna. Esto
hace que se profundice el éxodo y los más estudiados se abarroten en las
universidades para escapar del país (ver “Trámites para el exterior rebasan
capacidad de las universidades”, El Nacional 3-5-2015,
De la Declaración de Independencia de los Estados Unidos tomamos las
siguientes líneas: "Sostenemos que
estas verdades son evidentes en sí mismas. Que todos los
hombres son creados iguales. Que su Creador los ha dotado de ciertos
derechos inalienables. Que entre estos derechos se encuentran la vida, la libertad y la
búsqueda de la felicidad…Y que para asegurar esos
derechos, los hombres instituyen gobiernos entre ellos, los cuales
derivan sus poderes de los ciudadanos…".
Este párrafo es lo que José Piñera, ex ministro de
Trabajo y Previsión Social de Chile y responsable de la reforma al sistema de
pensiones de ese país (ver conferencia
dictada en la
Universidad Francisco Marroquín de Guatemala
titulada “Los Padres Fundadores de los Estados Unidos de
América y lecciones para América Latina” en http://newmedia.ufm.edu/pinerapadresfundadores,
o leer la transcripción en mi blog en http://ticsddhh.blogspot.com/2014/09/los-padres-fundadores-de-los-estados.html)
llamaba un curso de ciencia política en dos minutos.
Son tan grandes, gigantescas y evidentes esas verdades que el derecho
a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad es lo que intentan preservar
los venezolanos de manera instintiva al escapar de Venezuela, reaccionado al
huir de lo que está pasando en el país. Y aunque no se pueda objetar en modo
alguno esa reacción instintiva, hay diferentes maneras de preservar esos
derechos…
Primero lo obvio: si el gobierno no puede garantizar la vida que se
pierde en las calles por una bolsa de comida o un celular, es difícil convencer
a alguien de que se quede a esperar que sea el siguiente. Y tal vez estas
palabras vayan dirigidas a quienes no les queda otra alternativa que quedarse
porque no pueden irse, y porque nadie puede darle a otro lecciones de cómo
preservar su vida cuando la ve amenazada.
Pero en cuanto a la Libertad y la búsqueda de la felicidad la cosa va
diferente. Estos son derechos que podemos y debemos pelearlos aquí, entre otras
razones porque no hay otro lugar donde hacerlo, aunque en ello se nos vaya el
primer derecho, el derecho a la vida. La independencia se peleó en suelo
venezolano así como la independencia de todos los países fue peleada y ganada
en sus propios suelos.
Cuando aquel cubano de la historia de Laureano (ver “Miami
si es ¡ay!” por Laureano Márquez
http://runrun.es/opinion/humor/200271/miami-si-es-ay-por-laureano-marquez.html)
le decía que con la libertad el no come, es claro que esa libertad no le
funciona porque no es de él y disfruta una prestada en otro país. La libertad
se tiene que ganar, no es de otra manera. Esa lección la aprendimos los
venezolanos en el campo de Carabobo el 24 de junio de 1821, aunque con el
tiempo la hayamos olvidado. Incluso fuimos los inventores de la exportación del
modelo a 4 naciones más.
Y con la libertad ganada solo es posible la búsqueda de la felicidad
de la que hablaba la Declaración de Independencia norteamericana y que es
aplicable a todo el mundo. Porque solamente en un ambiente de libertad es
posible la existencia de la prosperidad y la búsqueda de la felicidad, ambas
igualmente probables porque en libertad eso solamente depende de cada quien, no
del Estado, ni de los socialistas, ni de los socialdemócratas, ni de nadie.
Así pues, si nos alcanza el 2019 en las mismas o peores condiciones
expresadas por Thays Peñalver (ver Cuando
el 2019 nos alcance, Thays Peñalver, El Nacional
http://www.el-nacional.com/thays_penalver/alcance_0_580142163.html)
no será porque no sepamos qué es lo que hay que hacer para tener libertad, sino
porque sabiéndolo no quisimos enfrentar el costo de lo que significa tener una
propia…
Caracas,
5 de Mayo de 2015
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana