lunes, 7 de septiembre de 2015

Condenados al futuro

Por Luis Manuel Aguana

Los venezolanos debemos entender que estamos ante un fuerte predicamento, aunque eso no sea del todo percibido por la juventud: no podemos regresar al pasado, esto es al sistema político prevaleciente hasta 1999, pero tampoco podemos quedarnos en el presente sistema socialista-comunista del Siglo XXI. Y tal vez esa sea la razón principal por la cual ha sido muy difícil empujar una solución nueva porque los jóvenes no tienen precisamente claro que es lo nuevo, o percibir lo que significa un verdadero cambio de sistema.

El tiempo es una variable que pasa desapercibida. Cuando Einstein introdujo la variable tiempo en la mecánica del movimiento de los cuerpos celestes, hizo obsoleta la teoría de Newton que regía hasta ese entonces, creando una nueva teoría, la Relatividad. Pareciera que sucede lo mismo en política.

Han pasado más de 15 años de régimen chavista-madurista, que relativos a personas que tienen 30 años, corresponden a la mitad de su vida y que en 1998 eran solo unos adolescentes. Y ni hablar de aquellas que tienen ahora 18, que comenzarán pronto a votar y que eran solo unos bebes en ese entonces. Todos ellos tomarán decisiones sin tener una idea de donde vino este desastre.

Esa inmensa cantidad de personas sin capacidad de discernimiento político en 1998 -simplemente porque eran niños en esa época- NO PUEDEN PERCIBIR que es nuevo o viejo en todo este entramado fatal que sufre el país. Cualquier cosa que le diga una oposición interesada lo aceptarán porque nunca han sabido de otra cosa que no sea el socialismo-comunismo del chavismo-madurismo.

En consecuencia esas mentes jóvenes son un papel en blanco para aquellos quienes desde la llamada “oposición” fueron los reales artífices del comienzo de esta tragedia comunista. De ese tamaño puede llegar a ser el nivel de manipulación de aquella clase política que fue desplazada por Chávez con tal de regresar a disfrutar del poder.

No voy a dedicar mucho espacio en un tema de historia política contemporánea pero es muy importante que los jóvenes entiendan que el sistema de partidos colapsó en 1998, no solo por las malas ejecutorias y corrupción del sistema fundado en 1959, después de la última dictadura, sino porque era inviable.

No se podía seguir entregando a NINGUN gobernante la administración de la riqueza de todos-que no era otra, y sigue siendo, la renta petrolera- sin esperar que se la metiera en el bolsillo. Eso era lo que habían hecho todos los gobiernos desde la primera subida de los precios del petróleo a principio de los 70s, aunque podamos convenir que esta es una necesaria  sobre simplificación del problema con motivos didácticos.

A pesar de las innumerables advertencias de la sociedad civil de ese tiempo de construir un sistema político y económico que fuera capaz de auto sustentarse, pero usando la renta petrolera como sostén inicial (la famosa frase atribuida a Arturo Uslar Pietri “la siembra del petróleo”), los gobernantes de turno prefirieron disfrutar del Kino que significaba ganarse las elecciones cada 5 años, sin cambiar un ápice la forma de administrar el poder.

Chávez fue el producto natural de ese descalabro. Las instituciones creadas a partir de la Constitución de 1961 se sostuvieron en tanto y en cuanto hubo dinero para eso. El sistema tocó fondo en 1998 con un golpista diciéndole a un país hastiado que él era la solución. Y no fue. Una vez más el pueblo de Venezuela confió y fue de nuevo engañado.

Pero la clase política derrotada, la mal llamada 4ta Republica por el dictador, se desapareció esperando mejores tiempos para volver. Sus principales y más importantes exponentes ahora son quienes tienen a su cargo la franquicia de la oposición oficial. Aquellos que le enseñaron al chavismo -que nunca había sido gobierno-, como  manipular jueces, como movilizar dólares de un sistema de control de cambios, como usar el poder para enriquecerse.

Esa gente no llego "sabida" al gobierno. Tuvo socios y cómplices, y el desastre que vemos ahora no es más que la combinación macabra de ambas tecnologías de la corrupción, elevado a niveles inimaginables. Si pudiera meter a la juventud en una máquina del tiempo y llevarla a un paseo por los últimos 10 años antes de 1998, se darían cuenta inmediata de a quienes me estoy refiriendo, ubicando en catadura y moralidad quienes ahora dicen que nos llevarán a una “democracia” con “cambio de sistema”.

Entonces, la vaina no es tan simple, como decir "saquemos a los comunistas" y se acabo el problema. Aquellas personas que si vivimos eso tenemos la responsabilidad y la obligación moral de aclararles a los jóvenes que cambiar el sistema NO ES CAMBIAR SOLAMENTE A LOS COMUNISTAS. Que eso que dicen de "cambiar el modelo" no puede ser solo referido a cambiar comunistas por capitalistas. Eso es demasiado simplón y maniqueo. ¡Y peligrosísimo!

El cambio requerido tiene unas dimensiones mucho más profundas que el signo ideológico de lo que venga y que no pasan precisamente por volver a traer las sanguijuelas que fueron responsables de que el fenómeno Chávez apareciera en la escena política venezolana un aciago 4 de febrero de 1992.

Entonces el famoso "cambio de modelo" debe interpretarse  de otra manera. Por ejemplo, un próximo Presidente no puede tener el poder que ahora tiene el actual, que es capaz de provocar una razzia fascista en la frontera con Colombia. El Presidente no puede ser constitucionalmente el único a cargo de la economía porque una sola persona es capaz de llevarnos a un barranco. El Presidente no puede ser el único responsable de nuestra política exterior y de fronteras, porque entonces nos encontramos que un ignorante incapaz entrega nuestro territorio. Estas y un sinfín de reformas estructurales más necesita ANTES nuestro sistema de gobierno para que podamos recuperar al país, no un simple “Maduro vete ya”.

Los venezolanos deberemos discutir a fondo el sistema que hemos tenido antes y después de 1998 y que nos ha llevado hasta el peor abismo de nuestra historia política, económica y social desde nuestra fundación como nación. Y la única forma establecida en la Constitución para esa discusión es convocar al Constituyente y definir un nuevo sistema y un verdadero nuevo modelo que evite que otro grupo de delincuentes, independiente de su signo ideológico, le arruine de nuevo el futuro a otra generación.

Podemos evitarlo, y eso pasa por una reconstrucción institucional del país. Lo hemos propuesto y lo seguiremos proponiendo a los venezolanos desde el Proyecto País Venezuela Reconciliada (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/). Solo de esa forma, no regresaremos a lo que hubo en el pasado, ni nos quedaremos en el presente. Estaremos condenados al futuro.

Caracas, 7 de Septiembre de 2015

Twitter:@laguana

jueves, 3 de septiembre de 2015

Crímenes de lesa oposición

Por Luis Manuel Aguana

Así deberíamos llamar a todas las entregas que ha hecho la oposición oficial al régimen desde que los venezolanos en las calles sacamos al dictador en abril de 2002. Cada día adicional que soportamos y que profundiza más aún el lamentable desastre por el que pasa nuestro país, ocurre algo que ratifica todavía más (si es eso posible) mi convencimiento de hace mucho tiempo de que hay que salir de esta oposición oficial PRIMERO para poder salir de este régimen DESPUÉS. Pero dadas las actuales circunstancias parece que habrá que salir de ambos al mismo tiempo…

No solo por el crimen de colaboracionismo expuesto abiertamente durante la llamada Mesa de Dialogo del año pasado, donde cercenaron la posibilidad de hacer que soltaran a los presos políticos, congelando lo único que hace que el régimen reaccione, que no es otra cosa que la protesta ciudadana en la calle, sino porque alzándose con unas banderas ajenas de protesta de la sociedad civil, especialmente las de los jóvenes venezolanos que dieron su vida en las calles, se han constituido como los primeros defensores del régimen, por acción u omisión, y hasta por ignorancia. Un crimen de lesa oposición colaboracionista.

La primera reacción de todo el mundo fue que el régimen cerraba la frontera por motivos electorales, en un afán de provocar una excepción generalizada para evitar las elecciones del 6D. Claramente, como el régimen de Chávez-Maduro ha cedulado indiscriminadamente en la frontera, no podían permitir que esos votos que una vez fueron suyos ahora se traspasen a la oposición (ver Venezuela destruye cédulas a deportados http://notihoy.com/venezuela-destruye-cedulas-a-deportados/).

Pero lo único cierto es que amparados por un decreto de excepción y de suspensión de garantías en los municipios fronterizos, el régimen se ha cargado los derechos humanos de más de 10 mil personas. Léase bien, DIEZ MIL PERSONAS. Una situación de derecho humanitario de dimensiones planetarias (ver Santos desde Cúcuta: Deportaciones de colombianos es una tragedia humanitaria http://www.lapatilla.com/site/2015/09/02/santos-desde-cucuta-deportaciones-de-colombianos-es-una-tragedia-humanitaria/)

¿Y cuáles han sido las reacciones de los principales voceros de la oposición oficial, además de decir lo que decimos todos que el régimen quiere suspender las elecciones (que a mi juicio ahora sería lo de menos)? En primer lugar, ignorar de manera irresponsable que estamos ante unos delincuentes capaces de atropellar los derechos humanos de más de 10 mil personas, de la misma manera como lo hicieron los nazis con los judíos en la II Guerra Mundial, con tal de permanecer en el poder. ¡Los siguientes seremos nosotros en el resto del país! Un crimen abierto de lesa oposición colaboracionista.

En segundo lugar, tratar de minimizar la barbarie cometida solicitándoles a los colombianos que no tomen la ofensa como lo que en realidad es y enjuicien a Nicolás Maduro por delitos de Lesa Humanidad en la Corte Penal Internacional de La Haya (ver Capriles exhota a Colombia desistir de denuncia ante CPI
http://cronicasvenezuela.com/2015/09/03/capriles-exhorta-a-colombia-desistir-de-denuncia-ante-cpi/). (Inicialmente había colocado el enlace de El Nacional pero inexplicablemente fue eliminado, pero el sentido de lo que declaró es el mismo aunque él diga lo contrario y el audio esta en este nuevo enlace).

Un crimen de lesa oposición pero esta vez con una alta dosis de ignorancia, al punto que el Embajador Diego Arria le corrige la plana indicándole que a la CPI no se llevan países sino personas (ver Diego Arria hace precisiones a la solicitud de rectificación a Santos
http://www.lapatilla.com/site/2015/09/02/diego-arria-hace-precisiones-a-la-solicitud-de-rectificacion-a-santos/). ¡Qué vergüenza! Lo menos que podía haber hecho era leerse el Estatuto de Roma antes de pedirle eso al Presidente de Colombia.

Menos mal que en Colombia las instituciones todavía funcionan independientes y quien llevará a La Haya la acusación por los desafueros de Nicolás Maduro en la frontera con Colombia no será el Presidente Santos sino el Procurador General de ese país (ver Procurador Colombiano denunciará a Venezuela en Corte Penal Internacional http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/150826/procurador-colombiano-denunciara-a-venezuela-en-corte-penal-internacio).

Lo que la oposición oficial no acaba de entender es que el mundo entero, y en especial nuestros vecinos colombianos, ya conocen de la catadura moral y delincuencial del régimen venezolano y que ES INSOSTENIBLE pretender seguir fingiendo ser opositores demócratas frente a una banda de delincuentes sin ser parte de esa banda. ¡Un crimen de lesa oposición cómplice!

Entonces, ya estamos llegando al momento de las definiciones. Si Capriles le pide a Santos “rectificar”, en el afán de evitar caer “en un conflicto con Colombia para distraer de los problemas que se viven en el país y que si se realiza la denuncia ante la CPI el conflicto se agudizará”, entonces estamos ante la misma actitud irresponsable de un sujeto que nos pidió bailar salsa y tocar cacerolas para evitar unas muertes, que de todas maneras el régimen ha provocado todos los días y desde mucho antes de ese momento, con el concurso de sus bandas armadas.

Esa solicitud cobarde a Santos es la misma del 2013 y de aceptarse en Colombia atornillará al régimen tanto como lo logró su decisión de no marchar al CNE el 17 de Abril de 2013, para reclamar un triunfo que no era de él sino nuestro. Esto fue más que un crimen de lesa oposición, fue una traición a los venezolanos que confiamos en él. Y más aun, un crimen repetido porque no podemos olvidar que dirigentes de la MUD también pidieron a los Estados Unidos que se suspendieran las sanciones a los delincuentes señalados en la Orden Ejecutiva de Obama (ver Henri Falcón pidió a Obama derogar decreto http://www.el-nacional.com/politica/Henri-Falcon-Obama-derogar-decreto_0_598740313.html).

¿Hasta cuando Capriles se arrogará el derecho de representar a los opositores venezolanos en todas las instancias y pretender ser su principal vocero? ¿En condición de qué se dirige a un Presidente y/o funcionarios de otros países para solicitar acciones en nombre de “la oposición”? ¿Lo volvimos a elegir acaso para seguir representándonos? Un crimen de lesa oposición usurpadora. Si hubiera una CPI para los crímenes de lesa oposición, a los primeros que deberíamos juzgar seria estos líderes “opositores” que han hecho más daño con esas actitudes que el mismo régimen.

Tengo la convicción que tanto el régimen como su oposición oficial se irán el mismo día, pagando los dirigentes de esta última por sus crímenes de lesa oposición en la Corte electoral de un pueblo con voto transparente, tanto como pagarán los personeros del régimen por los suyos en la Corte Penal Internacional. Ojalá que en esta oportunidad Maduro y sus acompañantes violadores de Derechos Humanos si lleguen vivitos y coleando a pararse frente a un Juez de la CPI, pero no solo por los crímenes de Lesa Humanidad cometidos en contra de los colombianos de la frontera sino además por los crímenes cometidos en Venezuela, al ser responsables de la sangre derramada de nuestra juventud y la destrucción del futuro de una generación.

Caracas, 3 de Septiembre de 2015

Twitter:@laguana