miércoles, 5 de julio de 2023

El reino de la libertad

Por Luis Manuel Aguana

English versión

 “Bienaventurados los que tienen el valor de cambiar porque de ellos será el reino de la libertad”

(A la memoria de) Carlos Alberto Montaner

Noviembre, 2016

Es difícil navegar en las aguas de la oposición en Venezuela. Hay demasiados espejismos. Por falta de agua creemos, repetidamente, como náufragos que no logramos llegar a tierra firme, que viene en la distancia el barco que por fin nos recogerá. Y cuando no pasa, viene el desencanto y la depresión, volviendo a las ganas de terminar con todo.

Pareciera que se nos hubieran olvidado las multitudes que nos congregamos en Chacaíto el 18 de febrero de 2014 solo para mirar cómo se llevaban detenido a Leopoldo López, el entonces principal líder de la oposición venezolana, sin que nada pudiéramos hacer para evitarlo. ¿Hemos aprendido algo de eso? Ahora vemos como la principal líder opositora, María Corina Machado (MCM), enfrenta los mismos embates del régimen. Y la respuesta sigue siendo la misma, como si no hubiéramos aprendido nada en todos estos años: “¡Ganaremos! ¡El régimen está asustado! ¡Los derrotaremos porque somos mayoría!”.

Y no tengo ninguna duda de que a la larga así será. Mientras tanto el régimen acciona y nosotros reaccionamos. Nunca ha sido lo contrario. Algunos lectores me han reclamado, y no sin cierta razón, que mis planteamientos son pesimistas. Y claro que lo son porque veo ese mismo aire de triunfalismo frente a la misma maquinaria demoledora que nos tiene completamente tabulados, y que conoce claramente como reaccionaremos ante cualquier barbaridad que hagan.

La inhabilitación de MCM va dirigida a exacerbar los ánimos de la oposición para aferrarse al mecanismo de primarias, llevándola precisamente al sitio más conveniente para el régimen. Victimizando a la “candidatura salvadora” de la oposición (ver nota anterior del mismo nombre en https://ticsddhh.blogspot.com/2023/06/candidatura-salvadora.html) como efectivamente lo han hecho, logran que ella se comprometa a insistir por esa vía con el respaldo de todo el mundo, y medirse en octubre aunque no sea la candidatura de MCM la que finalmente lo enfrente en el 2024. El régimen con eso gana 3 largos meses, tiempo suficiente para que toda la oposición esté metida en una elección estéril y sin sentido, que no mostrará a quien finalmente sea el verdadero contendor al candidato del régimen, sino hasta finales de octubre.

Una vez conformado el nuevo CNE -cosa que ocurrirá a la brevedad- el régimen podrá adelantar las elecciones lo más cercano posible, y el candidato que verdaderamente pueda competir no tendrá ni una fracción del respaldo que necesita para ir en contra de ellos, no solamente porque la mayoría estará lamentándose de lo que le hicieron a MCM y le negarán su apoyo, sino porque a este no le quedará tiempo suficiente para aglutinar las alianzas necesarias para lograr un bloque ganador creíble frente al régimen.

El régimen al victimizar a MCM conocía muy bien cuál sería la reacción. MCM seguiría "triunfante hasta el final" como esperaba el régimen, y si la estrategia sigue siendo la misma, difícilmente la candidatura de primarias escogida ganará esas elecciones. Y sus enemigos del G3, que son aún mayores que los del régimen, estarán encantados y no moverán un dedo para evitar eso, aunque perdamos todos.

¿Qué cosa debería estar estudiando una verdadera oposición, si realmente cree que la solución pasa por un enfrentamiento electoral con el régimen? Replantear la estrategia de las primarias y encontrar un candidato(a) INMEDIATAMENTE que reúna la suficiente adhesión opositora, y que no es ninguno de los que están en la papeleta de las primarias, incluida MCM. En otras palabras, llamar AHORA MISMO a una concertación política entre toda la oposición participante, incluido el G3, para poner todo el capital político de todo el mundo opositor en una figura indiscutible que todos acuerden. Esto es, encontrar una figura unificadora, moral y políticamente, como lo fue en su oportunidad Ramón J. Velásquez, capaz de montar y negociar entre toda la oposición, una transición a tres años con todos los sectores políticos, después de ser electo presidente en el 2024.

En este punto ustedes se preguntarán ¿y cuál es la diferencia? Esa nueva figura también sería objeto de inhabilitación política, como lo es ahora MCM, o cualquier otra medida que le impida competir electoralmente con el régimen. La diferencia estaría en que luego de un esfuerzo como ese de toda la oposición, al agotar todos los caminos democráticos posibles para dirimir la crisis con el régimen, quedaría demostrado definitivamente ante el mundo, en especial ante los países que siguen insistiendo en eso,  que no existe camino electoral posible en Venezuela.

Creo que establecer esa diferencia sería lo racional si los actores políticos de verdad desean una salida electoral que defendamos todos sin apasionamientos por nadie. Pero lamentablemente estamos, de nuevo, en un juego de emocionalidades y egos. Y cualquiera que asome lo contrario de “ir de frente hasta el final” será etiquetado de “pesimista”, “conformista” o “derrotista”. Y no es una crítica, es una realidad. No soy más que un analista político que aporta ideas frente a lo que sucede, dejando de lado las pasiones que puedan surgir de lo que hagan los delincuentes que nos desgobiernan.

En esta pelea, a diferencia de nosotros, estos criminales se están jugando la vida, y harán todo lo que tengan que hacer para quedarse. Y nosotros seguimos siendo reactivos frente a lo que consideramos un "encuentro electoral" que ganaremos porque somos mayoría, poniéndole el pecho a las balas con cartones. MCM es el personaje más estudiado de la oposición en estos momentos, así como el sentimiento de apoyo que genera. Es por eso que será muy fácil para unos criminales entrenados en operaciones psicológicas con los cubanos y rusos, realizar acciones y predecir los movimientos reactivos de ella y sus seguidores ante cualquier cosa que emprendan, si no es que no son los mismos cubanos y rusos quienes las están aplicando.

Escribo esta nota en homenaje a la memoria de Carlos Alberto Montaner, considerado el mejor analista político latinoamericano de nuestro tiempo, cuyo fallecimiento ha pasado por debajo de la mesa por todo este escándalo montado por el régimen por la inhabilitación política de MCM. Montaner descartaba la salida electoral a la crisis venezolana, a pesar de que conocía muy bien que no había espacio político para una intervención militar en Venezuela.

Cuando el Grupo de Lima descartó el uso de la fuerza para resolver el problema de la tiranía de Maduro, Montaner insistió, argumentando un texto de Humberto Belli, ex ministro de Educación de Nicaragua, en estos términos contundentes: “El problema es que el chavismo ha constituido una dictadura dedicada al narcotráfico y a expandir el terrorismo islamista. De ahí que Humberto Belli, el ex ministro de Educación de Nicaragua, ha planteado la necesidad de ponerle fin al régimen de Maduro por medio de las armas colectivas. Sus argumentos son impecables: si existe el “internacionalismo revolucionario”, y si la izquierda aplaude “la divina presencia del Comandante Che Guevara”, nadie puede oponerse a la existencia del “internacionalismo democrático”, especialmente cuando se estaría actuando a favor de la soberanía venezolana y por invitación de un gobierno legítimo presidido por Guaidó. Su texto termina con una salutación a “La Legión del Caribe” creada por José Figueres para luchar contra las tiranías de la época. Fue una magnífica iniciativa” (ver Carlos Alberto Montaner, ¿Qué pasará ahora con Venezuela y Juan Guaidó? en https://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/carlos-alberto-montaner/article227023009.html).

Pero Humberto Belli, fue incluso más allá: “Seguramente, también, se escucharán voces criticando de injerencistas o contrarios a la soberanía nacional, a los gobiernos o instituciones que decidan tomar medidas concretas contra los que atropellan a sus pueblos. Al respecto es preciso recordar que la soberanía no reside en los gobiernos o estados, sino en los ciudadanos, y que cualquier régimen que niegue a ellos el derecho de elegir y quitar libremente a sus autoridades, no puede alegar a su favor un principio que pisotea en su propia casa. Respeto sólo merecen los gobiernos que respetan a sus pueblos; los que acatan la voluntad popular y protegen sus derechos” (ver Humberto Belli Pereira, Es hora de la solidaridad democrática, en http://www.elblogdemontaner.com/es-hora-de-la-solidaridad-democratica/). Nada más cierto que eso.

Si hemos de forzar una situación que nos conduzca a ese escenario concreto a través de unas elecciones que abiertamente se robe el régimen de Maduro en presencia de la Comunidad Internacional, será claro que todos los actores políticos deberán previamente cambiar sus posiciones inflexibles creando una posición electoral única frente al régimen de Nicolás Maduro Moros, con el máximo apoyo de todos los sectores de la oposición, dando un paso inusitado hacia la libertad. De ser así, se harán en ese momento realidad las palabras, ahora inmortales, de Carlos Alberto Montaner: Bienaventurados los que tienen el valor de cambiar porque de ellos será el reino de la libertad”. En ese caso, si encuentran el valor, el reino no solo será de ellos, sino de todos nosotros. Ojalá que así sea…

Caracas, 5 de Julio de 2023, un año más de la Declaración de Independencia de Venezuela, pero sin independencia…

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

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sábado, 1 de julio de 2023

Un nuevo juego político

Por Luis Manuel Aguana

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Como en un gran tablero de ajedrez, el régimen movió una de sus piezas, la Contraloría General de la República, y decidió la inhabilitación política de María Corina Machado (MCM) por 15 años. Son irrelevantes las opiniones jurídicas de si eso era legal o no, o los desgarramientos de vestiduras y los golpes de pecho de sus más fervientes seguidores nacionales e internacionales. Lo hizo y punto porque mandan y pueden hacerlo, porque si todavía no se han enterado, estamos en una TIRANÍA, y ellos deciden quién puede y quién no puede medirse con el régimen en unas “elecciones”. Como lo he mencionado antes, tal vez fue una buena dosis de “ubicatex” para los que todavía piensan que estamos en un clásico carnaval electoral, donde el que tiene más votos gana. Y lamentablemente en la Venezuela actual no es así. 

No esperaron siquiera la conformación del nuevo CNE para accionar en contra de las primarias –eso tardaría mucho en un juego político donde cada hora cuenta- aunque eso no significa nuevas jugadas posteriores utilizando su mejor pieza, el Poder Electoral, en contra de que se abra siquiera alguna posibilidad de que se unifique una oposición  alrededor de alguien antes de las elecciones de 2024.

Sin embargo, quiéranlo o no, esa jugada del régimen cambió el escenario político, y las posibles decisiones de sus actores frente a esa nueva realidad. Estamos ante un nuevo juego político. Y si esos actores piensan que pueden seguir tomando las mismas decisiones después de haber ocurrido esa jugada, están pensando con otro órgano diferente del cerebro, y tienen una altísima probabilidad de perder definitivamente el juego.

Hasta ahora, el arrollador avance de la precandidatura de MCM en las primarias, daban por descontado su triunfo para convertirse en la candidata opositora indiscutible frente al régimen. Todos los demás candidatos metidos en una licuadora no daban los números frente a ella. Ahora bien, después de esto, ¿irá alguien a votar en unas primarias por MCM a sabiendas de que aun así no podrá medirse con el régimen en las elecciones? ¿Eran por MCM los números arrasadores de ella en las encuestas, o, por el contrario, obedecían a que logró convencer, aun a aquellos que no la seguían antes de las primarias, de que era posible un triunfo electoral frente al régimen? Ahora que esa posibilidad se desvanece, ¿seguirán igualmente dispuestos a ir a unas primarias?

La inhabilitación política de MCM no le impide seguir en su camino de primarias y efectivamente convertirse en la vencedora de ese proceso. PERO -y aquí el pero es importante- ese proceso es para elegir a un candidato frente al régimen, aunque MCM insista tercamente que el resultado es para definir un nuevo liderazgo opositor. Y dada esa nueva condición impuesta a ella por el régimen, el proceso de primarias no arrojará al mejor candidato que refleje la preferencia de la mayoría del pueblo opositor venezolano, lo que en esencia DESNATURALIZA el mismo proceso de primarias.

En otras palabras, el régimen ha logrado, con la jugada en contra de MCM, meterle basura al sistema de primarias, trayendo como consecuencia que las primarias den como resultado no al mejor candidato opositor, sino al mejor bate quebrado de la oposición.

Entonces, a sabiendas de esa situación, la pregunta que deben hacerse los partidos de la oposición oficial, y mucho más importante todavía, el pueblo opositor venezolano, es si continuar por el camino de las primarias logra el objetivo de poner al mejor candidato al frente, con posibilidad cierta de vencer al candidato del régimen.

Al balancear a su favor el juego, el régimen logra dos cosas importantes: 1) que sea creíble internacionalmente un triunfo del régimen frente a cualquier bate quebrado de una oposición atomizada que salga de las primarias; y 2) aumentar considerablemente la abstención electoral para un proceso que sabemos estará arreglado a favor del régimen, con un CNE que vendrá peor que cuando vivía Tibisay Lucena.

Visto lo anterior, ¿cuál debería ser la respuesta opositora a eso? ¿Lanzarse a las calles insistiendo en MCM para que con ayuda exterior –la única posible- se logre que el régimen acepte medirse con alguien a quien le bloqueó el paso? ¿Funciono eso con la oposición a la tiranía de Daniel Ortega en Nicaragua? De nuevo, ESTAMOS EN UNA TIRANÍA. No olviden nunca esa realidad. Sería una pérdida de un tiempo valioso necesario para que se estructure una nueva estrategia que sí pueda utilizar ese valioso recurso de la calle, pero no salido de una reacción emocional inmediata desde las entrañas a una jugada previsible del régimen, sino como una acción bien pensada en el momento preciso, dirigida a ganar definitivamente este juego.

Lo que debería estar pensando el pueblo opositor venezolano es que el objetivo final de esta lucha es deponer al régimen, por mucha indignación que nos causen las acciones que tomen en contra de alguien. Y si de verdad creen que el mecanismo a utilizar son esas elecciones del 2024, independientemente de que vaya a existir un CNE claramente parcializado, entonces el candidato opositor ya no debería salir de entre quienes están la papeleta de primarias, porque de acuerdo a las encuestas la gente se había decantado a favor de alguien que el régimen decidió excluir, y ese alguien ya no correrá en las elecciones.

Aún todavía ganando las primarias, MCM ya no estará en la carrera electoral definida por el régimen. Y si se pretende seguir por ese camino, la apuesta de la oposición oficial continuará siendo por un candidato “válido” al régimen. Esa es la triste realidad de la oposición oficial cuando decidieron el camino electoral con una tiranía. Y dudo mucho que eso cambie por más presión internacional que se exija fuera del país, porque aun así ellos aceptaron el camino electoral.

A estas alturas debería estar surgiendo una pregunta: ¿y si no son unas primarias, qué? ¿Un consenso? Un consenso entre bates quebrados opositores no daría otra cosa que un candidato opositor perdedor. Por eso era que la presencia de MCM en las primarias era muy importante para la Plataforma Unitaria, y todavía sigue siéndolo aún inhabilitada. Y un consenso intentado con una precandidata clara ganadora de ese proceso no sería viable. Resultado: juego trancado. Conociendo su trayectoria, ¿creen ustedes que MCM negociaría otro candidato que no sea ella y menos aún endosarle sus votos?

A estas alturas el tiempo corre rápido en este nuevo juego político. La siguiente jugada del régimen vendrá con el nuevo CNE en funciones. Si se espera a octubre para definir un candidato opositor que ya no será MCM, se habrá perdido un tiempo precioso, importantísimo para lograr posicionar a otra persona que aglutine el sentimiento opositor, dándole al régimen la oportunidad de oro para que ese nuevo CNE adelante las elecciones, agarrando a la oposición con los pantalones abajo, solo teniendo en las manos a un candidato mediocre pero válido al régimen, producto de esas primarias.

Si eso es lo que desean, adelante con el plan de insistir que solo puede ser MCM después de las primarias. Y todos esos precandidatos, incluyéndola a ella, deberán seriamente evaluar, para lo que venga más adelante, si lo que quieren en realidad es una Venezuela libre, o sus propios intereses y egos de llegar a ser Presidentes de la República…

Caracas, 1ro. de Julio de 2023

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