domingo, 12 de enero de 2025

Más allá del 10E, cuestión de paciencia y lógica elemental

Por Luis Manuel Aguana

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No era posible escribir nada hasta que pasaran los eventos pautados para los días 9 y 10 de enero. Me abstuve responsablemente a ser adivino de lo que harían en la oposición más allá de indicar la percepción en la que nos hallamos los venezolanos de un proceso de aproximaciones sucesivas, donde paso a paso se avanzaría hacia la implosión del régimen, con una última iteración que nos daría la libertad definitiva. Ese proceso de aproximaciones no tiene determinado en sí mismo un tiempo específico, ni el número de iteraciones necesarias, pero en el proceso se van dando resultados intermedios que dan señales inequívocas que indican que nos acercamos al final (ver Aproximaciones sucesivas 2024-2025, en https://ticsddhh.blogspot.com/2024/12/aproximaciones-sucesivas-2024-2025.html).

Tal vez hubiera sido más ajustado a la realidad -para que el común de los venezolanos no se decepcionara de lo que ocurrió el 10 de enero- que la oposición enviara ese mensaje, o cualquiera  parecido y comprensible, en lugar de asegurar a todo trance que “Edmundo se juramentará el 10E”, porque si esto no se llevaba a cabo, era claro prever después de 25 años de conocer a la tiranía, que la experiencia terminaría en el inolvidable “la ayuda humanitaria entra si o si a Venezuela” del 2019, con la consiguiente sensación de “fracaso” en el que algunos piensan que terminó ese día.

El Presidente Electo, Edmundo González Urrutia (EGU), no se juramentaría en Venezuela estando el régimen en funciones, ya que eso implicaría una operación previa de sustitución de Maduro por la fuerza, cosa que tal vez muchos venezolanos -en especial el régimen- esperaban que ocurriera, como parte de la estrategia opositora para la toma de posesión de EGU como presidente. Pero eso no ocurrió así, y como consecuencia, EGU no ingresó al país. De allí que al régimen lo único que le faltó fue el decreto de suspensión de las garantías constitucionales, al militarizar y cerrar las fronteras, así como el espacio aéreo, aunque las acciones que implicaban el decreto fueron aplicadas de facto, como bien se podía prever.

A pesar de lo que algunos crean, en ambos días, 9 y 10 de enero, las acciones emprendidas por la oposición encabezada por María Corina Machado (MCM), fueron definitivamente exitosas, ya que el proceso de aproximaciones sucesivas hacia la libertad que he descrito, produjo resultados intermedios muy valiosos para nuestra lucha en el cortísimo plazo. Tal es el caso del reconocimiento final de los EEUU y su Presidente Electo, Donald Trump, de EGU como Presidente Electo de los venezolanos, y el comunicado de su Departamento de Estado, cercando más aún al régimen de Nicolás Maduro Moros, que a partir del 10 de enero se convierte en un paria internacional, oficializando de una vez y para el mundo, la ilegitimidad internacional de Nicolás Maduro Moros:

“El día de hoy Nicolás Maduro celebró una toma de posesión presidencial ilegítima en Venezuela en un intento desesperado por hacerse con el poder. El pueblo venezolano y el mundo saben la verdad: Maduro perdió claramente las elecciones presidenciales de 2024 y no tiene derecho a reclamar la presidencia. Estados Unidos rechaza el anuncio fraudulento hecho por el Consejo Nacional Electoral de que Maduro ganó las elecciones presidenciales y no reconoce a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela. El presidente electo, Edmundo González Urrutia, debe ser juramentado y la transición democrática debe comenzar. Nos mantenemos preparados para apoyar el retorno a la democracia en Venezuela” (ver Comunicado del Departamento de Estado de los EEUU, Condena del intento ilegítimo de Nicolás Maduro de hacerse con el poder en Venezuela y anuncio de nuevas acciones contra Maduro y sus representantes en apoyo al pueblo venezolano, en https://www.state.gov/2025/01/condena-del-intento-ilegitimo-de-nicolas-maduro-de-hacerse-con-el-poder-en-venezuela-y-anuncio-de-nuevas-acciones-contra-maduro-y-sus-representantes-y-en-apoyo-al-pueblo-venezolano?s=03) (resaltado nuestro).

Pero tan importante como el reconocimiento a EGU como Presidente Electo de Venezuela, fue el rechazo del mundo civilizado a la toma de posesión ilegítima de Nicolás Maduro Moros el 10 de enero, como lo expresaron los países del G7 el mismo día, en un comunicado publicado por el Departamento de Estado de los EEUU:

“Nosotros, los ministros de Asuntos Exteriores del G7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, el Reino Unido y los Estados Unidos de América) y el Alto Representante de la Unión Europea, denunciamos la falta de legitimidad democrática de la supuesta investidura de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela. Rechazamos la continua y represiva búsqueda del poder por parte de Maduro a expensas del pueblo venezolano, que votó por el cambio de manera pacífica y en gran número el 28 de julio de 2024, según observadores independientes y registros electorales disponibles públicamente” (ver G7 denuncia falta de legitimidad democrática de toma de posición presidencial hoy en Venezuela, en https://www.state.gov/office-of-the-spokesperson/releases/2025/01/g7-denounces-the-lack-of-democratic-legitimacy-of-todays-presidential-inauguration-in-venezuela).

En resumen, no existe ahora país serio en el planeta que avale a quienes asaltaron el poder en Venezuela, pasando por encima de la voluntad popular. Ese es el gran logro de los venezolanos y su actual dirigencia opositora encabezada por MCM, que debemos valorar en todo lo que implica. No puede esperar el régimen y todos aquellos involucrados en sostenerlo, que se saldrán con la suya en el largo plazo.

Están lejos de sostenerse igualmente Cuba, Nicaragua y el resto de las tiranías que aún no se han extinguido, y que tuvieron su origen y duración en un mundo que ha cambiado irremediablemente, y que no tolera más como en el pasado, relacionarse con ellos, pero que no tienen la importancia geopolítica y económica de Venezuela. Esa compleja interrelación de variables no tendrá otro resultado que la expulsión de la tiranía.

Y no solo yo creo eso. Importantes análisis internacionales apuntan en esa misma dirección, y que indican la creciente debilidad del régimen de Maduro para sostenerse en el poder, luego de la caída del régimen de Bashar al-Ásad en Siria.

“A diferencia de la era de la Guerra Fría, cuando las dictaduras estaban unidas por una ideología común, los autócratas de hoy comparten un solo enemigo común: el orden internacional basado en reglas que pondría fin a sus operaciones criminales alimentadas por la represión. El brutal régimen de Maduro, a pesar de su descarado robo electoral del pasado y su feroz represión contra la oposición, es más débil que nunca”… “El papel de Maduro consistió en albergar células de entrenamiento de Hezbolá en el interior de Venezuela y facilitar el transporte seguro de drogas y dinero en efectivo a través de Siria para financiar a Hezbolá. A cambio, Maduro contó con un sólido apoyo de seguridad y armas iraníes.  Sin Damasco, el crucial corredor de transporte entre Irán, Siria y Caracas, la influencia de Maduro sobre Irán se ve disminuida, y es poco probable que Irán, debilitado por su guerra con Israel y en retirada para reevaluar sus prioridades militares, proporcione cobertura militar a Venezuela. El abandono de Siria por parte de Putin también es sorprendente. Rusia ha sido un patrocinador crucial de Venezuela durante varias décadas, brindándole financiación militar . Una parte importante de los fondos se dedicó a mantener los privilegios de la élite militar venezolana. La tecnología de inteligencia y desinformación rusa también ha servido como un arma importante para acosar, ofuscar, sofocar y rastrear a la oposición de Maduro” (ver The Hill, 9 de enero de 2025, “Maduro podría ser el próximo dictador en caer en Venezuela”, en  https://thehill.com/opinion/international/5071060-syria-fall-dictatorships/).

La única recomendación posible en este momento después del 10 de enero es permanecer atentos y en pie de lucha, porque cualquier cosa puede pasar. A diferencia de lo que mucha gente piensa, esta no será una larga espera, no podría ser. Venezuela recuperará su libertad porque este proceso de aproximaciones sucesivas, que ya se inició, se hizo indetenible, acelerándose fuertemente con lo sucedido el 10 de enero, y el régimen lo sabe. Lo sabe tanto, que la juramentación de Maduro pareció un velorio, no la culminación exitosa de una elección triunfal, al punto que al terminar el acto “express” corrieron a esconderse.

Desconocen, como la mayoría de los venezolanos, de dónde y en qué momento saldrán las acciones definitivas que los lleven a abandonar el poder, porque la desconfianza está a la orden del día. No saben quién será “el traidor” que cobrará su parte en la cuantiosa recompensa actualizada de los EEUU. Y eso de por sí contribuye aún más a su inestabilidad. Nadie puede gobernar un país en esas condiciones “sin morir en el intento”. Si no fue el 10 de enero, pronto será. Para nosotros solo es cuestión de paciencia y lógica elemental…

Caracas, 12 de Enero de 2025

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana

sábado, 4 de enero de 2025

Presagio de cambios inevitables

Por Luis Manuel Aguana

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Quiero dedicar las primeras líneas de 2025 al cambio, en especial al cambio político, que es en esencia lo que todos en Venezuela estamos esperando que ocurra, a menos de una semana de la juramentación -legítima o no- de un nuevo Presidente de la República.

El cambio en Venezuela lo siente todo el mundo, tanto como un viejo campesino que, conociendo el clima, siente en los huesos que viene la lluvia. No sabe con precisión cuándo será, ni que tanto lloverá, pero sabe a ciencia cierta que caerá agua del cielo, por lo que sabe que debe prepararse para eso. ¿Y cómo lo sabe? Tal vez no lo sepa con certeza, pero años de experiencia de conocer su oficio, como las señales del cielo, la época del año, la humedad del ambiente, son presagios de lo que sucederá.

El DRAE define la palabra “presagio”, en su primera acepción, como: “1. m. Señal que indica, previene y anuncia un suceso”. Y en Venezuela están dadas todas las señales para un cambio político e histórico inminente. No es cuestión que pueda ya evitarse. Ni que el régimen ponga miles de soldados alrededor de Miraflores, o que Maduro insista en juramentarse sin los votos que lo respalden. El cambio político viene porque ya es inevitable.

En mi última nota del año pasado me referí a un proceso de aproximaciones sucesivas, con resultados intermedios, que invariablemente comenzó a darse en Venezuela, y que al final tendrá como resultado inevitable, la libertad de los venezolanos. Quien se resista a ver eso no está sintiendo al país en su verdadera dimensión. Lo que venga después de eso es harina de otro costal de análisis político.

Como curioso de la historia, le pregunté a una Inteligencia Artificial (IA), por 3 situaciones que hayan llevado invariablemente a un suceso político que cambió la historia, y esto fue lo que me respondió:

“Aquí te presento 3 situaciones que, de manera recurrente, han sido detonantes de transformaciones políticas significativas, acompañadas de imágenes ilustrativas (para quienes deseen ver las imágenes pueden seguir el enlace abajo indicado):

 

1. Desigualdad social y económica extrema:


Cuando las brechas entre ricos y pobres se hacen insoportables, la tensión social aumenta exponencialmente. La falta de oportunidades, la concentración de la riqueza y la injusticia sistémica pueden encender la mecha de revoluciones y movimientos sociales que demandan cambios radicales.

Ejemplos históricos:

  • La Revolución Francesa: La desigualdad entre la nobleza, el clero y el tercer estado, sumado a una crisis económica, desencadenaron la toma de la Bastilla y el fin del Antiguo Régimen.
  • Las revoluciones latinoamericanas: La explotación colonial y la desigualdad social fueron factores clave en las luchas por la independencia en América Latina.

2. Crisis económicas profundas:

Las crisis económicas, ya sean causadas por guerras, malas políticas o factores externos, suelen generar inestabilidad política y social. La pérdida de empleo, la inflación y la escasez de alimentos pueden llevar a la desconfianza en los gobiernos y a la búsqueda de alternativas.

Ejemplos históricos:

  • La Gran Depresión: La crisis económica de los años 30 desencadenó el ascenso del nazismo en Alemania y el New Deal en Estados Unidos.
  • La caída del Muro de Berlín: La crisis económica de la Unión Soviética y la incapacidad de mantener el sistema comunista contribuyeron al colapso del Muro y a la reunificación de Alemania.

3. Conflictos ideológicos y religiosos:

Las diferencias ideológicas y religiosas a menudo han sido fuente de conflictos y divisiones sociales. Cuando estas diferencias se intensifican y se politizan, pueden generar guerras civiles, revoluciones y cambios en el orden político.

Ejemplos históricos:

  • La Guerra Fría: La confrontación entre el capitalismo y el comunismo dividió al mundo en dos bloques y generó una carrera armamentista sin precedentes.
  • Las Cruzadas: Los conflictos religiosos entre cristianos y musulmanes por el control de Tierra Santa marcaron profundamente la historia de Europa y Oriente Medio.

Otros factores a considerar:

  • Liderazgo carismático: La presencia de líderes carismáticos y visionarios puede acelerar o frenar procesos de cambio político.
  • Avance tecnológico: Los cambios tecnológicos pueden transformar las sociedades y generar nuevos conflictos y oportunidades.
  • Catástrofes naturales: Los desastres naturales pueden exacerbar problemas existentes y acelerar procesos de cambio político.”.

(ver Consulta a la IA Gemini de Google, en https://g.co/gemini/share/73789c904d71).

Esa respuesta me dejó impresionado. ¿Quién en Venezuela puede discutir que cada uno de esos tres detonantes no se encuentra en la situación política, social y económica de nuestro país? Hemos llegado al 2025 con un nivel de desigualdad social y económica extrema, a tal punto que ni siquiera son los llamados “ricos” privados, de los que tanto se llenan la boca los socialistas, los que más tienen en la sociedad sino aquellos que estando en el gobierno se llevaron la riqueza de la Nación, en más de 25 años de atraco continuado. Ya solo este detonante debería provocar un cambio político.

Por otro lado, ¿quién duda que Venezuela no se encuentre en una crisis económica profunda como consecuencia del primer detonante? A ningún venezolano o extranjero, sin necesidad de ser economista, se le tiene que mostrar un balance de Cuentas Nacionales para saber que el país está quebrado. Y no por acción de las sanciones impuestas al régimen de Maduro, que en todo caso vinieron después de la quiebra, sino por la destrucción implacable desde hace mas de 20 años de nuestra principal fuente de ingresos, la industria petrolera, y que ahora venden como chatarra en un espeluznante raspado de olla que todavía no cesa. Este segundo detonante hace definitivamente firme el primero como presagio de un cambio político indetenible.

El tercer detonante, los conflictos ideológicos y religiosos, fueron los primeros indicios de esa supuesta “revolución bolivariana del socialismo del siglo XXI”  que se nos ha querido imponer desde el principio, a la llegada de Hugo Chávez Frías al poder. Los denodados intentos de cambiar la educación de nuestros hijos y de imponer religiones que no se corresponden con nuestra tradición católica y cristiana histórica, han sido repudiados por toda mayoría de la población.

Cada una de estas 3 situaciones son ya en sí mismas detonantes de un cambio político indetenible. Pero las 3 al mismo tiempo configuran la certeza que anuncia el suceso, como lo indica la definición de la palabra presagio. Pero lo que sentencia definitivamente el cambio son los “Otros factores a considerar”, principalmente en nuestro caso político, el “Liderazgo carismático: La presencia de líderes carismáticos y visionarios puede acelerar o frenar procesos de cambio político”. Aquí, claramente, la certeza se determina en Venezuela por el liderazgo “carismático y visionario” de María Corina Machado, que, en nuestro caso, aceleró -y sigue acelerando- sin lugar a dudas el proceso de cambio político de Venezuela.

Por dónde queramos verlo, ya el problema no es el 10 de enero, que el régimen se baje de esa nube. Podrá Nicolás Maduro Moros juramentarse todo lo que quiera ese día. Más temprano que tarde lo que no podrá evitar, como en el caso de la lluvia del campesino, la Revolución Francesa, el proceso de liberación latinoamericana de nuestros Libertadores, La Gran Depresión, La Caída del Muro de Berlín, La Guerra Fría y Las Cruzadas, será la certeza de su indetenible caída y la de su régimen, con la consiguiente libertad de Venezuela.

Caracas, 4 de Enero de 2025

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