sábado, 2 de noviembre de 2024

Estamos en guerra

Por Luis Manuel Aguana

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Cuando abordo cualquier tema en mis notas, siempre trato de profundizar en las fuentes de la información que cito. Y aunque no soy periodista, si algo me enseñó la formación universitaria en tres largas y sufridas tesis -pregrado, maestría y doctorado- es que si vas a decir algo, más te vale que tenga sustento: quién, dónde y por qué. Pero a veces te encuentras con algo que tiene sentido, pero anónimo y creo importante profundizar, porque eso me pasó con un texto que está ahora rodando profusamente en las redes, y que aunque anónimo, igualmente lo difundí porque creo que es exactamente lo que está sucediendo en el mundo. El texto está titulado: “Va a repercutir en el mundo”… “EEUU está en peligro y con ella todo el hemisferio occidental”,  y que pueden leerlo en https://tinyurl.com/5yaxcwsx. Pero aun así, no dejó de incomodarme citar un anónimo en mis notas, por más que crea que tiene sentido, de allí que decidiera profundizar más.

Y efectivamente, antes de escribir esta nota, no me pude quedar con eso e investigué un poco más porque un texto así no sale de la nada, descubriendo finalmente que ese “anónimo” no era más que la ampliación y actualización de un artículo de un gran venezolano, abogado y escritor zuliano en la diáspora de los EEUU, Kaled Yorde, desaparecido en el año 2023, y publicado justamente hace 4 años a raíz de los resultados controvertidos de las elecciones del 3 de noviembre de 2020 en los EEUU. Y es de allí desde donde debemos contextualizar las ideas de Yorde, del artículo original. El artículo, publicado el 11 de noviembre de 2020 en el portal venezuelausa.org, se titula “Kaled Yorde: ¿Sabían que estamos en Guerra? (ver Kaled Yorde, venezuelausa.org, en https://venezuelausa.org/2020/11/kaled-yorde-sabian-que-estamos-en-guerra/).

Kaled Yorde no era cualquier articulista. “Yorde fue autor de 12 libros entre los que destacan La ley del karma, Cadenas del alma y Detrás del velo de la muerte, Las correctas relaciones humanas, La religión universal y Síntesis de la sabiduría espiritual” (ver  Kaled Yorde, sabiduría y sencillez que deja una profunda huella entre la diáspora venezolana en los EEUU, en https://venezuelausa.org/2023/07/kaled-yorde-sabiduria-y-sencillez-que-deja-una-profunda-huella-entre-la-diaspora-venezolana-en-eeuu/). Eso no es algo que se pueda despachar fácilmente y menos aun si se utilizan  piezas de su autoría para profundizar en algún tema, en especial una realidad como la que se aborda en ese artículo. Lo menos que pudieron hacer por mínimo respeto intelectual al autor era referenciarlo al ampliar sus ideas.

Y es desde allí que comenzaré, como debe ser, refiriéndome al artículo original de Yorde –y no al anónimo- en su idea de los dos objetivos fundamentales que mueven a la izquierda internacional, y que hoy reviven como si no hubieran pasado 4 años. El primero: la izquierda internacional pretende impedir que “Donald Trump sea reelecto, quieren evitar a toda costa que el presidente Norteamericano permanezca en la Casa Blanca y logre desbaratar el complot global que izquierdas y de los grandes capitales involucrados, grupos radicales que buscan controlar los EEUU (y al mundo) bajo la ideología “progresista” del pensamiento único, el nuevo socialismo. En este momento el Presidente Trump es literalmente el muro de contención que protege la Libertad y El Progreso del serio intento de sometimiento socialista”.

Pues lo lograron. Trump no se quedó en la Casa Blanca a pesar de los argumentos y juicios de fraude electoral que surgieron posteriores a las elecciones de EEUU en el 2020. Hemos visto los denodados esfuerzos en estos 4 años de mucha gente de parar de nuevo la candidatura de Donald Trump a través de innumerables juicios y acusaciones, incluyendo 3 intentos de asesinato.

Asimismo, han sido para el mundo 4 años de retroceso. Un mundo sin control de nadie. Guerras que se iniciaron en ese lapso, donde los EEUU tuvieron poco o ningún control, traduciéndose esto en la estabilidad del mundo occidental. Al parecer, el “policía del mundo” sin accionar o retrocediendo por una neo política progresista, que ignora el peso específico de ese país en lo que ocurre en el planeta, ha traído como consecuencia que creciera un bloque de países, que bajo la bandera de la llamada multipolaridad, en el fondo lo que quiere en realidad es ser el otro bloque que contraponga a los EEUU, en el orden geopolítico como lo hizo una vez la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

Este nuevo bloque denominado BRICS, por las iniciales de sus países fundadores, Brasil, Rusia, India, China, y Suráfrica, comienza a despuntar como representante del denominado Sur global. Posteriormente, en este año 2024 se incorporaron Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. Todo esto sin contar con los que esperan en la cola de aprobación como Venezuela.

Sin embargo, los BRICS, inicialmente reunidos en el año 2009 como una iniciativa de países para el desarrollo de sus propias economías, comienza a dar grandes pasos para el desafío geopolítico de Occidente, todo bajo la conducción de Rusia y China. Veamos:

“Rusia y China han convertido así a los BRICS en un proyecto antioccidental con el objetivo de romper la hegemonía de las potencias occidentales en el orden global actual y el predominio del dólar estadounidense en la economía global. Los elementos emancipatorios de la fase fundacional, vinculados a una ambición de desarrollo integral, ceden paso a un proyecto geopolítico caracterizado por una política de poder tradicional, fuerza económica y militar e influencia en la política exterior. Si la ampliación que ha tenido lugar se convierte en norma, hay grandes probabilidades de que los BRICS+ degeneren en un club de regímenes predominantemente autocráticos. Esta transformación no ofrece nada en términos de progreso para los pueblos del mundo en desarrollo y es más probable que derive en un retorno al tipo de política de grandes potencias que caracterizó el siglo XIX. El mundo multipolar de Vladímir Putin  y Xi Jinping formula reclamos neoimperialistas sobre esferas de interés autodefinidas. No está sujeto a ninguna norma y es exactamente lo opuesto a un mundo multilateral en el que todos actúan según las mismas reglas. Esta noción de multipolaridad destruye el orden basado en reglas y reemplaza la fuerza de la ley por la ley del más fuerte. A cada líder autocrático se le garantiza libertad de acción en su propio país.” (ver BRICS: de la ambición desarrollista al desafío geopolítico, Nueva Sociedad / Marzo-Abril 2024, en https://tinyurl.com/32a3tksv) (resaltado nuestro)

Se comprende entonces la fuerte tendencia ideológica y los intereses de destrucción de la cultura occidental que mueven a estos países BRICS y la consiguiente preocupación de un del mundo libre basado en el respeto de los Derechos Humanos.

En este contexto mundial, el premonitorio artículo de Yorde advierte el siguiente  objetivo de la izquierda internacional: “Segundo objetivo, tratar de evitar por todos los medios disponibles que el Gob de Trump acabe con la dictadura Venezolana, con el cáncer Cubano, y con el resto de focos de izquierda y del narco tráfico que los financia y que aún controla buena parte del hemisferio. En el logro de este despropósito participan activamente las izquierdas de América, Venezuela incluida, Europa, Asia, y grupos radicales Árabes, todos enemigos de Occidente y de sus democracias”.

Y ese objetivo formulado hace 4 años por Yorde, coincide a la perfección con la esencia de la agenda de los BRICS de hoy en 2024:

“Los BRICS son un proyecto puramente intergubernamental. Esto no sorprende si consideramos cómo tratan China y Rusia a los ciudadanos que no se ajustan al sistema: son monitoreados sistemáticamente (en especial bajo el sistema de crédito social de China), perseguidos, a veces asesinados o recluidos de diversas maneras.” (artículo citado de Nueva Sociedad / Marzo-Abril 2024) (resaltado nuestro). Si unimos a eso que ”A cada líder autocrático se le garantiza libertad de acción en su propio país” se entiende que camino prefieren los regímenes autocráticos que se unen o pretenden unirse a esa la asociación, amenazando la estabilidad del mundo libre.

Tenía razón Yorde al decir que esta es una nueva lucha que se está desarrollando en el mundo que comenzó hace muchos años, en un contexto lleno de desigualdades: “Esto va mucho más allá de la lucha por la Libertad, es la Lucha del bien para vencer al mal que se quiere imponer a base de violencia, racismo y la manipulación de la verdad. Estamos en Guerra, y necesitamos del esfuerzo de todos, tenemos que perseverar, y con la ayuda de Dios y las ideas muy claras, tener la posibilidad de un futuro próspero donde la justicia y la libertad prevalezcan una vez más”.

Está muy claro que Trump es un obstáculo para quienes empujan este bloque de países, ahora con nuevos objetivos. ¿Tienen posibilidades los países de BRICS de reemplazar en una confrontación el poderío y la estatura económica de los países occidentales con los EEUU al frente? Lo dudo mucho y no en el corto plazo, pero de hecho efectivamente si existe esa guerra, pero en un estado latente y que si no se toman inmediatamente las previsiones y se equilibran las fuerzas mundialmente, evitando el crecimiento de ese bloque anti occidente, la guerra será una consecuencia previsible, y nosotros estaremos en el medio. Por esa razón será crucial y necesaria la definición y manifestación ahora mismo de quienes estarán de cada lado, porque ya no será posible la neutralidad a partir de ahora. Espero que Venezuela se defina de una vez al lado de Occidente después de la elección de Donald Trump como Presidente de los EEUU el próximo 5 de noviembre, con todo lo que ello implique…

Caracas, 2 de Noviembre de 2024

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

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viernes, 25 de octubre de 2024

El significado del 10E

Por Luis Manuel Aguana

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Tal y como se esperaba, era imposible evitar la ansiedad de los venezolanos por saber cómo terminará cobrándose la factura del 28 de julio. Y eso no es poca cosa. En la medida que el régimen arremete en contra de la población, profundizando la violación de los Derechos Humanos, haciendo cambios en los diferentes niveles del gobierno -civiles y militares-, para atrincherarse con vista al traspaso del poder que debe ocurrir de acuerdo a la Constitución, el 10 de enero de 2025, es natural que se le exija una explicación lógica a quienes están al frente de la oposición para conocer cómo pasará el tan ansiado retorno a la libertad prometido, que resultaría de todo el esfuerzo realizado para demostrarle al mundo que la mayoría de los venezolanos votamos mayoritariamente por un cambio.

A medida que pasan los días crece la intranquilidad porque no vemos nada que nos indique que el 10E Edmundo González Urrutia (EGU) se juramentará como Presidente en ejercicio de Venezuela, pero si vemos a un régimen, que a pesar de todas sus peleas y contradicciones internas, pareciera estar a los ojos de todos más duro que nunca y muertos de la risa, después del atraco en descampado que hicieron de las elecciones del 28 de julio. Eso, como es natural, provoca preocupación y cada vez mayor desasosiego en lo que pasará el 10E, y en las acciones que de alguna manera está realizando la oposición para hacer que EGU se juramente en esa fecha.

Debo detenerme aquí para expresar que desconozco lo que están haciendo y aunque también me produzca inquietud ese desconocimiento, he depositado toda mi confianza en esas acciones, independientemente de cuáles sean y cómo se vayan a hacer efectivas. Pero eso no significa que no esté angustiado como el resto de los venezolanos. Y si antes hemos fracasado en muchas ocasiones, luego de una gran gesta de la sociedad civil, ha sido en gran parte porque la oposición oficial ha sido responsable de múltiples errores, producto de traidores tarifados que se encuentran  en las filas opositoras, muy cercanos a quienes tomas las decisiones cruciales. Nunca debemos olvidar eso.

Entonces no tendría nada de extraño que solo sea un pequeño círculo cerrado de confianza encabezado por María Corina Machado (MCM) quienes conozcan lo que se está ejecutando para llevar a EGU a la Presidencia en ejercicio el 10E, por lo que en realidad no nos debería importar lo que hagan, siempre y cuando sea efectivo. Y hasta ahora lo que han hecho ha sido efectivo.

En ese contexto, estamos en el medio de la parte más delicada de toda la operación para expulsar al régimen. La Dra. Rosabeth Moss Kanter socióloga estadounidense y profesora en la Escuela de Negocios de Harvard, nos ilustra porque pasa eso, estableciendo lo que hoy se conoce como la Ley de Kanter: “Todo puede parecer un fracaso en la mitad” (“Everything can look like a failure in the middle”). Para ampliar el concepto, pueden revisar  Seis claves para el cambio positivo (ver Dra. Rosabeth Moss Kanter, Six keys to leading positive changehttps://www.youtube.com/watch?v=owU5aTNPJbs&feature=youtu.be), que les sugiero que estudien con mucho cuidado, ya que se aplica a todos, desde lo personal, pasando por lo organizacional, y llegando a lo político.

¿Qué implicaciones tiene la Ley de Kanter? Que no existe nada que emprendamos que no tropiece con algún obstáculo en el medio del camino, que se expresa en frases como las siguientes: “está tomando más de lo que imaginamos porque esto no se había hecho nunca antes”, “todavía no conseguimos los recursos”, “nos atacan quienes no creen en esto”, “hay que hacerlo de otra manera empezando desde el principio porque fulano lo dijo”, etc., etc., etc.

De acuerdo a lo anterior, esta ley nos indica que las “mitades” del camino son muy, pero muy difíciles. Pero no nos podemos rendir porque “si nos rendimos, por definición, es un fracaso” de acuerdo a esta catedrática. Si continuamos, persistimos y perseveramos, buscando las salidas a los obstáculos, produciremos el éxito. Tal vez un éxito mayor al que originalmente esperábamos. “Nunca rendirse es la marca distintiva del liderazgo”, de acuerdo con la Dra. Kanter.  Entonces nos queda confiar en la ruta escogida, cualquiera que esta sea, por el liderazgo que nos dimos, donde precisamente el “nunca rendirse” se marcó con la frase “hasta el final”, y porque la evaluación definitiva tiene fecha decidida, el 10E, y estamos todavía en el medio del camino.

Pero hay algo que creo tanto o más importante que no saber cómo se conseguirá la juramentación de EGU el 10E y de lo que pocos han caído en cuenta. Cuando se inició esta ruta electoral bajo las condiciones que impuso el régimen, todo el mundo, nacional e internacionalmente, se abocó a hacer valer esa ruta, independientemente de todas las trabas impuestas. Y la Comunidad Internacional la avaló a pesar de que era conducida por un régimen criminal.

En otras palabras, EL MUNDO CREYÓ Y AVALÓ LA RUTA ELECTORAL VENEZOLANA como la única salida pacífica y constitucional para resolver la crisis política de nuestro país, y prácticamente nos obligó a todos a seguirla. Y aunque lo hicimos a regañadientes y con todo en contra, los demócratas triunfamos el 28 de julio y se lo comprobamos al mundo en esas elecciones con las Actas en la mano. Ahora, difícilmente pueden retroceder y reconocer un fraude. Esa contundencia es irrebatible.

Si el 10E no se llegara a concretar el cambio político por el que votó la aplastante mayoría de los venezolanos, no solo será el fracaso de la oposición política conducida por MCM y EGU, sino el fracaso en el continente del sistema democrático como institución fundamentada en el voto. Nada le impedirá a cualquier otro mandatario robarse descaradamente unas elecciones y quedarse en el poder, en cualquier país, y que no pase absolutamente nada.

Todo eso se irradiará como un virus en perjuicio de cada país latinoamericano, sin contar que en Venezuela el voto no tendrá ningún valor, porque nadie en su sano juicio seguirá creyendo en esa vía para elegir a alguien en Venezuela. Tal es el daño final al sistema que le ha ocasionado la delincuencia que conduce al país. Esto es para aquellos que aún piensan en elecciones regionales el año entrante sin resolver el fraude del 28 de julio. El 10E no solo significa la fecha de la juramentación del un Presidente, es la fecha de la validación final del voto como institución en Venezuela y en Latinoamérica.

Y eso tendrá consecuencias. Si Maduro insiste en instalarse el 10E como gobernante de facto, sin ninguna legitimidad a los ojos del mundo, ¿qué le impedirá a cualquiera dentro del aparato del régimen buscar maneras de sustituirlo? Porque tan ilegítimo él como cualquiera que se crea con derecho. ¿Por qué Maduro y no otro que tenga el poder suficiente? Ese será el arranque oficial para que cualquiera se alce. El propio “quítate tú para ponerme yo”. El régimen será tan inestable como el de cualquier república africana de los 60s, donde se cambiaban presidentes mensualmente, generalmente con la sangre de por medio de quienes se encontraban al frente. El derrumbe total, pues.

De allí que no solo sea necesario, sino imprescindible para Venezuela, y en especial para la salud democrática del continente, que EGU se juramente como Presidente de la República de Venezuela el 10 de enero de 2025, incluso con el apoyo del mismo  Maduro, aunque crean que me volví loco, porque en este punto debería ser el más interesado por lo que se le vendría encima. Es por eso que creo que aunque no sepa cómo lo van a hacer, a todos –incluyendo a Nicolás Maduro Moros- nos conviene que lo hagan…

Caracas, 25 de Octubre de 2024

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