Por Luis Manuel Aguana
Según reza el dicho, ambas cosas son inevitables. Este es un adagio
mundial, al punto que originó una de las películas más populares del famoso
actor Brad Pitt, “¿Conoces a Joe Black?”. Pero el gobierno bolivariano ha
logrado que este dicho universalmente aceptado, no sea más que un mero saludo a
la bandera en Venezuela. Es como si aquí no se cumpliera la Ley de la Gravedad.
Pero no me refiero a que los chavistas consiguieron la solución de la
inevitabilidad de la muerte, aun con los sórdidos intentos de magia negra hechos
desde el Panteón Nacional. No señor. Consiguieron la solución de la inevitabilidad
de los impuestos. ¡Y alguno me dirá que eso es imposible! Pero no, lograron
hacerlo.
Es importante que el común de las personas maneje estas cosas para que
se den una idea del tamaño del animal que se aloja en las entrañas del chavismo
y porqué NUNCA van a dejar el gobierno si no cambiamos el sistema de elegir
gobernantes, siendo nosotros creyentes permanentes de la salida civil. Y
también porque NUNCA la oposición colaboracionista dejará que se vayan. Todos
salen beneficiados, menos el país.
Esto forma parte de un todo que se ha apoderado de Venezuela y que es
necesario que conozcamos para estudiar la mejor forma de enfrentarlo. No es
fácil, pero si vamos descosiendo poco a poco el muñeco en algún momento daremos
con la construcción de como ésta gente está pegada al aparato del Estado cual
sanguijuelas insaciables y podremos ver como se puede corregir el asunto en un
futuro optimista y posible.
Desde su fundación el SENIAT ha sido una de las joyas de la corona de
todos los gobiernos. Una de las mejores decisiones en la IV Republica que se tomó en la década de los 90 fue
crear un Organismo con funcionamiento
técnico, separado del quehacer político de los Ministerios de adscripción que
se ocupan de las finanzas del Estado, estableciendo una Administración
Tributaria eficaz, diligente y honesta para el manejo tributario de la Hacienda
Pública Nacional.
Su primer Superintendente José Ignacio Moreno León, hizo de esa joya
una “PDVSA” (de la de antes) de la Administración Pública. Así era como debían
ser tratados todos los funcionarios en el sector público: mejores sueldos,
cursos permanentes de capacitación, respeto al escalafón, respeto a decisiones
técnicas, pero sobre todo un manejo técnico y honesto de los fondos recaudados
del país desde las más altas posiciones de la Administración.
Con Chávez, poco a poco el SENIAT fue cada vez pareciéndose más al
“resto” de la Administración Pública. Les congelaron los sueldos, politizaron
los mandos técnicos, y hasta ahora una nunca vista, más allá de los pequeños
ilícitos producto de los tradicionales gestores: los grandes negocios
corporativos. Veamos por qué.
A través del mecanismo impositivo del IVA se ha ido acumulado una
inmensa cantidad de dinero que crece cada año y que ha movilizado el interés de
poderosos factores adentro y afuera de la Administración de los impuestos
públicos, lo que ha dado lugar a una mafia que mueve muchísimo dinero dentro
del aparato del Estado, y en manos de uno de los gobiernos más corruptos que ha
tenido Venezuela.
Voy a darles un ejemplo utilizando la explicación referida por un
propio afectado: Una empresa cuando compra paga el IVA completo, es decir el
12% del precio de compra. Ese 12% se convierte en lo que se denomina un Crédito
Fiscal, el cual se deduce del IVA que se cobra al vender dicho bien, de modo
que el Impuesto al Valor Agregado sea solo el 12% del precio final.
Un ejemplo para visualizar mejor: Una empresa, llamémosla Compañía
Estafada, C.A., o CECA, le compra a su
proveedor una mercancía por Bs. 100 y le paga Bs. 100 más 12% de IVA, registrando Bs. 12 en Crédito Fiscal. CECA vende
a un cliente final “A” por Bs. 120 y le cobra a “A” Bs. 120 + 14,4 de IVA.
Hasta allí todo perfecto.
Como el monto del IVA cobrado es mayor que el IVA pagado al proveedor,
CECA entonces paga al fisco Bs. 14,4 menos Bs. 12 que ya pago al proveedor,
esto es paga al SENIAT Bs. 2,4, es decir
paga el monto del IVA que son Bs. 14,4 pero como ya pago Bs. 12 al comprar la
mercancía entonces paga al fisco la diferencia.
Pero eso es el deber ser...Veamos lo que en realidad sucede una vez
que la Administración Tributaria estableció la calificación de algunos
contribuyentes como “Especiales”, a través de las resoluciones SNAT/2002, fecha
29/11/2002 y SNAT/2005/0056 y SNAT/2005/0056-A:
CECA compra a su proveedor la mercancía por Bs. 100 y paga Bs. 12 de
IVA, por lo que registra Bs. 12 Bs en Crédito Fiscal. CECA vende al cliente
final quien es Contribuyente Especial "A" por Bs. 120 más IVA de Bs.14,4.
Hasta aquí todo igual. El cliente Contribuyente Especial "A" paga a CECA
Bs. 120 de la mercancía y solo el 25% del IVA es decir Bs 3,6 y el restante 75%
del IVA el cliente lo paga directamente al SENIAT. Recuérdese que los
Contribuyentes Especiales, que son grandes empresas a las que el SENIAT vigila
especialmente, retienen el 75% del IVA que se les factura. Y es aquí donde
empiezan a distorsionarse las cosas.
Entonces, CECA cobra Bs. 120 de la venta y solamente Bs. 3,6 del IVA
en lugar de los 14,4. Entonces CECA NO recupera los Bs. 12 que ya pago al
comprar la mercancía. Como ya pago 12 de IVA a su proveedor y este monto es
menor que el IVA cobrado no paga nada más al fisco, ¿pero que sucede? Si tenía
Bs. 12 en Crédito Fiscal le resta los 3,6 y le queda 8,4 en Crédito Fiscal. Es
decir Bs. 8,4 en pago de más de IVA en la transacción.
Ahora, al final de la operación a CECA le quedan Bs. 8,4 en el fisco. Si
se repite esa operación "N" veces,
con los mismos precios del ejemplo, el fisco se queda por cada operación
Bs. 8,4, incrementándose la deuda en forma permanente. La única manera que eso
no ocurra o minimice su impacto es cuando CECA le vende a un cliente que no es Contribuyente
Especial, en cuyo caso ese si paga el IVA completo.
Al principio los Contribuyentes Especiales eran solo las grandes
empresas como Empresas Polar, los bancos y todo el Gobierno. Entonces si CECA
le vende a clientes que NO sean Contribuyentes Especiales puede balancear sus
ventas y recuperar su crédito fiscal, pero ahora el SENIAT ha incrementado la
cantidad de empresas en esa condición, de tal manera que prácticamente a quien
CECA le venda, de acuerdo a su línea de negocio, es Contribuyente Especial y
ocurre el efecto anterior.
Ahora imagine el lector que las operaciones de todas las empresas del
país no son de Bs. 100 sino de varios miles
de millones o millardos de bolívares fuertes, en especial aquellas que mueven
miles de millones en mercancía. El efecto recaudador es enorme y el IVA cobrado
de más no lo devuelven sino en Créditos Fiscales, que la Administración de
impuestos del país, el SENIAT, decide a quien le aprueba para que este sea
aplicado a otros tributos internos.
Esta fabulosa cantidad de dinero está represada en el SENIAT en
papeles denominados Créditos Fiscales, que son negociados por los acreedores de
la Administración Tributaria. Pero esto solo puede realizarse una vez que son
aprobados por la Administración. Lo que muchas empresas están haciendo es
incrementar el precio final de sus productos para amortiguar ese efecto del IVA
retenido, de allí que eso también tiene un efecto inflacionario que nos afecta
a todos.
El monto que el SENIAT adeuda a las empresas es de muchos miles de millones
y millones de bolívares fuertes. Las empresas someten sus reclamos por IVA
retenido para negociar sus Créditos Fiscales y en buena ley la Administración
debe, luego de los análisis técnicos correspondientes, dar su aprobación en el
lapso que la ley estipula.
De acuerdo a la ley, pasados tres meses que la Administración
Tributaria retiene de más a una empresa como CECA por concepto de IVA, dicho
monto debe ser reconocido para ser aplicado a otros tributos, pero eso en la actual
Administración roja rojita no está ocurriendo, de acuerdo a la opinión de
muchas empresas. Se especula de la existencia un tráfico de comisiones mil millonarias
para soltar esos Créditos. Y estas, si existen en ese nivel, no pueden ser
cobradas por pendejos. Y la especulación incluye comisiones que oscilan entre
el 10% y 20% según el caso. ¡Hagan ustedes las matemáticas!
No estamos hablando aquí de “algún” funcionario de mediano nivel de la
Administración Tributaria que se está metiendo unos “reales” por liberar el retraso
de un trámite. ¡Nada de eso! ¡Los que menos tienen que ver con eso son los
técnicos! Para el manejo de esas cantidades es necesaria toda una organización
delictiva de muy alto nivel que debe tener una implicación y una raíz muy
profunda que toca los hilos de la Administración de nuestros impuestos con la
venia de las autoridades y del gobierno. ¡Y después dicen que Chávez no está
enterado!
Porque aquí ya el monto de alguna comisión no es como la que se veía antes
por una solvencia. Son de MILLARDOS Y MILLARDOS de bolívares. Y ya aquí no
estamos hablando de “peanuts” sino de montos corporativos importantes como los
que se manejan en Wall Street. La revolución le subió el nivel a la corrupción,
y a tal grado que la IV Republica tendría que ir a la escuela de nuevo.
Cualquier empresario preferiría callar y pagar. Es preferible eso que
tener problemas con la Administración Tributaria. Y otros decidirían que las cosas
se queden así; al fin y al cabo es solo dinero y algún día el fisco pagará, sin
ceder al chantaje. Pero la mayoría se lo piensa dados los montos involucrados.
Pero el pago limpio no sucederá mientras las cosas sigan como están y no
cambiemos la manera de elegir gobernantes. De otra forma ¿cómo te quitas de
encima a los impuestos? O más grave aún, quienes administran los impuestos. Y
el peor de los impuestos es la corrupción a esos niveles porque ese lo
terminamos pagando todos.
La presente nota tiene un doble carácter: dar a conocer una situación
que el común de los ciudadanos venezolanos no estamos al cabo de saber porque
es muy técnica y especializada, y que para serles franco yo tampoco conocía
hasta hace poco; y por otro lado para que se den cuenta de los intereses tan
complejos y tan fuertes que se mueven detrás o debajo de esta tragedia para que
un gobierno como este haya dedicado todo su poder para ganar las elecciones el
7 de Octubre.
Vayan bajándose de esa nube los que en la oposición colaboracionista
piensan que le hicieron un favor al país al haber tolerado la rapiña del 7-O y
que el gobierno les dejará “espacios” el 16D. No puede haber negociación
posible con delincuentes y eso lo verán las próximas elecciones para
Gobernadores. Así como tampoco puede haber negociación posible con la muerte ni
con los impuestos. Vamos a tener que trabajar muy duro para que este tipo de
cosas cambie, empezando, a mi juicio, por cambiar el modo en que se elige. De
allí parte todo el tinglado. Pero eso es otro asunto del que hablaremos muy
pronto…
Caracas, 28 de Noviembre de
2012
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana