Por Luis Manuel Aguana
Se han escrito muchos
trabajos en relación a explicar el porqué algunos países petroleros, que
cuentan con altos ingresos, se encuentran en el mayor estado de pobreza y corrupción.
Por allá en el año 2001,
Ibsen Martinez escribió un artículo en El Nacional titulado “El Enemigo
verdadero” (ver la reproducción de Analitica.com en http://www.analitica.com/bitblioteca/ibsen_martinez/enemigo.asp)
donde hace un interesante análisis de la obra de Terry Lynn Karl, profesora de
la Universidad de California, titulada “La paradoja de la abundancia” (“The paradox
of plenty”). Aquellos interesados pueden encontrar un resumen de esta
importante obra en “Los Peligros del Petro-Estado: Reflexiones sobre la
paradoja de la abundancia” (“The perils of the Petro-State: Reflexions on the
Paradox of Plenty” de Terry Lynn Karl,
ver en https://tinyurl.com/yhcxb7ur).
El estudio de la Prof.
Lynn Karl intentó dar una respuesta a esa “paradoja” del porqué países
exportadores de petróleo terminan en la más absoluta pobreza, adentrándose en
las interioridades de su comportamiento e intentando dar una explicación
general del porque han dilapidado las más grandes riquezas producto de la venta
de un solo producto: el petróleo.
Todo aquel que desee entender
la política en Venezuela debería interesarse en este complejo tema ya que de allí
se pueden encontrar importantes explicaciones del porque teniendo mucho dinero
este país está sumido en la más terrible pobreza.
Pero Martinez enfoca su
análisis en el 2001 argumentando que aun con los cambios políticos ocurridos en
nuestro país desde 1998 ese Petro-Estado monstruoso sigue con vida. En otras
palabras y de acuerdo a mi interpretación de la nota, “El enemigo verdadero”
del cual hablaba Martinez y al que debíamos combatir no era precisamente Chávez.
A la luz de la realidad actual, este último lo que hizo fue APROVECHARSE de ese
Petro-Estado a favor de su causa socialista continental, profundizando el
modelo que paradójicamente lo llevo al poder y que genera mucho más pobreza y
subdesarrollo.
Ahora bien, ¿por qué
traigo a colación este tema? Porque existe una muy importante relación entre lo
que somos como país petrolero y la Salud y el Bienestar Social para todos,
octavo Eje del Proyecto País Venezuela (ver Proyecto País Venezuela
– Reconstrucción y Reconciliación Nacional - MID Táchira/AVERU en https://docs.google.com/file/d/0B6yI0gUROWzDUmhEbXFZMGR0bEU/edit?usp=sharing).
Todos los objetivos a los que apunta este Eje van en la misma
dirección: un sistema de salud y seguridad social que garantice a todos los
venezolanos una asistencia médica de primera calidad y pensiones dignas para
todos los estratos sociales y a todas las edades como un compromiso del Estado
para los ciudadanos. Los recursos para ese gran objetivo deben venir de PDVSA,
como lo indica el Proyecto País Venezuela: “Transformar
a PDVSA en una empresa pública en la cual cada venezolano sea propietario de
una acción y cuyos dividendos le garanticen de por vida un sistema de seguridad
social (salud, asistencia social y al desempleo”).
Tal y como lo indicó Martinez en su artículo, “El libro de la profesora Karl termina con un estudio
comparado entre el desempeño de varios de los países mencionados y el de un
país europeo, relativamente pobre pero institucionalmente maduro, que sí ha
sabido afrontar el descubrimiento de una repentina riqueza petrolera sin verse
afectado por ello como lo hemos sido los indonesios, los nigerianos, los
argelinos y los venezolanos: Noruega.”
Pero ya Noruega no es
pobre. Este pequeño país hizo realidad el sueño del Proyecto País Venezuela en
relación a la seguridad social: saco el chorro de dinero proveniente de la
riqueza petrolera de la economía, creando un fondo para las pensiones y
seguridad social. Esto lo hicieron por dos razones: a) la económica, porque
estaban conscientes de que inyectar todos los ingresos a la economía distorsionaba
el país trayendo la llamada “Enfermedad Holandesa”, mucho dinero y poca
competitividad exportadora; y b) garantizaban las jubilaciones de su pueblo a
la par que reducían la dependencia del petróleo.
Sin embargo, esto no fue un
invento de los noruegos, sino de nosotros, los venezolanos. Venezuela ya contaba
con ese mismo mecanismo mucho antes de Noruega que lo fundó en 1990. En 1974 Carlos
Andrés Pérez crea el Fondo de Inversiones de Venezuela-FIV precisamente para
esterilizar e invertir sabiamente los ingresos petroleros excedentarios y
producto de la primera alza de los precios, pero nunca fue desarrollado
correctamente. La intención de estabilizar los ingresos de Venezuela y que estos
fueran independientes de la volatilidad de los precios petroleros fue un
objetivo que nunca se cumplió.
PERO ESA ERA LA SOLUCIÓN.
Al cierre de 2012 Noruega tiene en ese fondo de pensiones estatal un patrimonio
de 685.000 millones de dólares, más de dos veces el PIB de Grecia, siendo los
noruegos los dueños del 1% del total de las acciones que se cotizan en los
mercados de valores del mundo desarrollado (ver El país rico que invierte con sabiduría porque sabe que dejará de serlo
en http://es.finance.yahoo.com/blogs/finlaotracaradelamoneda/el-pa%C3%ADs-rico-que-invierte-con-sabidur%C3%ADa-porque-090803349.html).
Esperan incrementar ese fondo a 1.000.000 millones de dólares para el año 2017
con lo que casi alcanzarían al PIB mexicano al cierre de 2012 (ver Noruega, el país que tiene comprado su
futuro en http://www.dineroenimagen.com/2013-07-01/22447),
y solo toman el 4% de las ganancias del fondo.
Este sabio uso de su
dinero ha colocado de nuevo a Noruega otra vez en el 2013 en el primer lugar en
el Índice de Desarrollo Humano-IDH, de acuerdo al último informe del PNUD,
Informe Mundial de Desarrollo Humano (ver Noruega, ¿cómo lo hizo? en http://www.lanota-latina.com/la-nota-profunda/18-la-nota-profunda/1452-noruega-icomo-lo-hizo)
nota esta que señala: "Los noruegos
disfrutan de cobertura de salud universal, universidades públicas subsidiadas
que son casi gratuitas, y un generoso sistema de seguridad social. Tienen una
expectativa de vida mayor a los promedios, aire más puro, y están más
satisfechos con sus vidas que los residentes de la mayoría de los países
industrializados".
Ahora bien, ¿son los
noruegos más inteligentes que los venezolanos? Es de suponer que no, pero muy
seguramente son más transparentes y más eficientes. ¿Cómo compensar y lograr un
ajuste fundamental en la inversión de esos recursos que llegan por concepto de
renta petrolera?
Respuesta: Garantizando en
primer lugar que no sea el Presidente de la Republica quien los administre. Y
esto se logra a través de un sistema que le permita a los venezolanos
constitucionalmente ser participes de esos recursos y un sistema de inversiones
que nos de seguridad social, educación y salud. Eso es lo que proponemos que se
concrete en una nueva Carta Magna por vía de una Constituyente. Noruega empezó más
tarde que nosotros y lo logró. ¿Por qué no pensar que nosotros empecemos más
tarde que Noruega y también lo logremos? Tenemos mucho más futuro que pasado…
Caracas, 30 de Septiembre
de 2013
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana