miércoles, 9 de abril de 2025

La página cambió de facto

Por Luis Manuel Aguana

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Frente al mar de incertidumbre que vive el mundo por las recientes decisiones económicas tomadas por el gobierno de los EEUU, que incluyen a todos los países, y que prometen una profunda crisis económica planetaria en el corto plazo, en Venezuela se congeló el tiempo. Pareciera que ese desastre que todo el mundo ve para su propio país a causa de esas medidas, ya nosotros lo vivimos desde hace años: inflación, disminución progresiva de la calidad de vida y servicios, evaporación del salario y pensiones, sin contar con la represión y persecución política, con descabezamiento de las libertades.

¿Qué podría ser peor para nosotros por las decisiones de los EEUU? Además de las arancelarias, Trump nos dedicó un capítulo especial debido a la exportación del régimen de la delincuencia del Tren de Aragua, y la deportación masiva de venezolanos de los EEUU, lo que ha traído como consecuencia la mancha de nuestro gentilicio en el exterior, con lo cual dudo que peor no pudiéramos estar, aunque una mala situación siempre puede empeorar.

A pesar de todo esto, nuestra dirigencia política opositora “espera” que el gobierno de los EEUU “nos eche una mano” para salir de nuestros problemas políticos. Si esto fuera cierto, primero resolverán sus problemas antes de abordar los nuestros. Y en el mejor de los casos, nuestra prioridad frente a los problemas que ya están comenzando a enfrentar, y no solo por esas decisiones económicas, hará que nuestra espera sea muy larga. ¿Qué tanto entonces deberemos esperar los venezolanos antes de gritar como Bolívar en la Sociedad Patriótica, “¿es que 300 años no bastan?”?

Algunos de ustedes pensarán que soy muy mezquino y que solo han pasado 3 meses del 10 de enero de la promesa de juramentación del Presidente Electo Edmundo González Urrutia (EGU) en Venezuela. Correré ese riesgo. Ahora resulta que en opinión de la Dra. Blanca Rosa Mármol de León, Magistrada Emérita del TSJ, el Presidente Electo ha incurrido en la polémica figura de “abandono del cargo” al no haberse juramentado como establece la Constitución, el día correspondiente, siendo, según su criterio, que esa decisión no es potestativa de él porque hay unas reglas que cumplir:

“… Resulta que sonó muy duro cuando yo dije devuélvanme mi voto, y también es más duro, creo yo, cuando hablo del abandono del cargo, pero es una realidad que no se está enfrentando. Porque yo no sé bajo cuál razonamiento se decidió que se podía quedar el asunto en presidente electo. Y como presidente electo seguir actuando como si fuera presidente en ejercicio. Eso no es verdad, eso no es así. Hay unas reglas que seguir. La Constitución establece claramente que después de 30 días, si no se ha encargado, si hay falta absoluta del presidente, como es el caso porque no se ha juramentado, hay que hacer unas nuevas elecciones. Además, no puede ser infinito el tiempo después de que se vota por un presidente y la ocasión en que pasa al ejercicio del cargo. Entonces esa es la realidad que nosotros estamos viviendo. ¿Cuál es la consecuencia, me preguntan? Bueno, la consecuencia es que hay que hacer nuevas elecciones, esa es la consecuencia…” (ver Blanca Rosa Mármol de León, en Arrímate al Mingo, Doble moral, doble discurso, 07-04-2025, en https://youtu.be/7oDSCDG10a0?t=3253).

Pero se empeñan en no enfrentar esa realidad, como indica la Dra. Mármol de León. Estamos en el famoso mundo al revés, donde a nadie le importan las reglas, ni al régimen, ni a la oposición. Pero ocurre que la situación misma lleva a querer a juro congelar el tiempo porque no se desea “pasar la página” del 28 de julio de 2024, cuando la página cambió de facto, aun cuando nosotros no queramos reconocerlo. La situación del 10 de enero no es la situación de hoy, aunque en Venezuela tengamos el tiempo congelado.

Si se desea seguir sosteniendo a EGU dando vueltas por el mundo como un embajador sin cartera y a una líder opositora en clandestinidad de manera indefinida, creo que ya es hora de cambiar la estrategia porque el mundo siguió girando, lamentablemente en contra de nuestros intereses. A los EEUU ya no les interesa lo que pase en Venezuela, si alguna vez les interesó. Incluso, si a Trump parece no interesarle lo que le pase a clase  más desfavorecida norteamericana después de dinamitar todos los acuerdos comerciales bilaterales y multilaterales de su país, ¿qué creen ustedes que quedará para nosotros?

Se impone entonces un enfoque independiente que tome en cuenta lo que pasará en la región después de las medidas comerciales norteamericanas al resto del mundo. En ese sentido, ya empiezan a colarse opiniones económicas autorizadas conocedoras de nuestra realidad en el continente latinoamericano, como la del Dr. Ricardo Hausmann, investigador de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy, de la Universidad de Harvard:

“Bueno, hay que ver en todas las cosas donde América Latina compite con EEUU en terceros mercados, en la producción de soya, en la producción de maíz, en la producción de minerales, en todo en lo que EEUU compite con América Latina en terceros mercados, bueno ahora resulta que el mercado chino nos lo abrieron completamente porque a nosotros China no nos pone aranceles, pero EEUU le puso un arancel del 35% y si mañana Trump le sube los aranceles al 50% más, pues vamos a tener todas las cosas que China le compra a EEUU, van a tener que comprársela ahora a América Latina. Eso creo que nos abre mercados, igualmente vamos a poder hacer negocios con otras regiones que van a tener que buscar alternativas a EEUU, y creo que hay que ver cómo nosotros compensamos el mercado americano, que para el caso de Suramérica, un  mercado es tan importante, como compensamos el mercado americano con el resto del mercado mundial  que ahora va a estar más cerrado a EEUU, porque EEUU también va a tener dificultades en vender en esos mercados” (ver CNN, Ricardo Hausmann, “Estados Unidos se está aislando económicamente del mundo”, en https://youtu.be/VUmDrzkewP4?t=465).

Si todo apunta a que Latinoamérica deberá girar en una órbita diferente a la de los EEUU, la oposición debería estar pensando en un vuelco en la política sostenida hasta ahora, abandonando posiciones históricamente asumidas en otra realidad, operando sobre la base una situación actual y futura muy diferente.

Si en este momento no podemos seguir esperando que ocurra algo que materialice el resultado del 28 de julio porque nadie nos va a ayudar, debemos al menos comenzar por materializar, como primera aproximación a ese objetivo, que EGU sea a lo inmediato reconocido oficialmente como Presidente en ejercicio en el exterior, a pesar de estar en la condición de abandono del cargo, alegando en su descargo la situación actual de Venezuela. No hacerlo, luego de que la página cambió de facto, implicará unas nuevas elecciones, que ya el Secretario de Estado de los EEUU, Marco Rubio, está proponiendo, con todas las consecuencias que eso supone. Aquellos que no aceptan los cambios, siempre terminan aceptándolos, pero en las peores condiciones…

Caracas, 9 de Abril de 2025

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miércoles, 2 de abril de 2025

EEUU y Venezuela, ¿destinos atados?

Por Luis Manuel Aguana

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Hace ya casi 40 años (julio 1986) tuve el privilegio de asistir, por invitación de mi muy estimado profesor de entonces, el Dr. Guillermo Márquez, a un seminario auspiciado por el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Junta del Acuerdo de Cartagena, titulado “Los servicios y el desarrollo de Venezuela”.

El Dr. Márquez, hoy lamentablemente desaparecido, era una de las figuras más prominentes de ese tema en Latinoamérica, y figuraba como uno de los importantes ponentes del evento, junto con destacadas figuras de la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo), la CEPAL (Comisión Económica para América Latina) y el SELA (Sistema Económico Latinoamericano). Les acompañaban igualmente personalidades  relevantes como Constantino Vaitsos, para ese entonces expresidente del Banco Central de Grecia.

¿Por qué se le dio tanta importancia a este tema? Porque los Estados Unidos habían dado un paso inusitado en el marco del GATT (Acuerdo General de Aranceles y Comercio, sustituida posteriormente por la Organización Mundial del Comercio, OMC) en diciembre de 1983 para que se incluyera a los servicios, en las negociaciones de comercio de bienes, cosa que nunca había sido estudiada en profundidad en las economías de los países en desarrollo. El seminario en cuestión era el primer paso serio del gobierno venezolano de entonces para comenzar los estudios nacionales acerca de la incidencia de los servicios en nuestra economía.

¿Y por qué los EEUU dieron ese paso importante? Porque el mundo desarrollado, comenzando por los EEUU estaba moviéndose a pasos agigantados hacia una economía basada en la producción de servicios, soportada cada vez más en la aplicación de las nuevas tecnologías de información y comunicaciones (TICs), dejándole a los países de más bajo índice de desarrollo, la producción de bienes en un futuro previsible.

Y esto no era más que el producto natural de las tendencias del momento y el aprovechamiento político y práctico de lo que dictaba la teoría: “La teoría clásica respecto a la función de los servicios en la economía ha tendido a sugerir que el crecimiento del sector de los servicios ha sido consecuencia del proceso de desarrollo. Según esta opinión, en los países industrializados el proceso de desarrollo ha supuesto tres etapas principales; a) la etapa “preindustrial”, en la que la economía es fundamentalmente extractiva; b) la atapa “industrial”, en la que las manufacturas tienen una función dominante; y c) la etapa “postindustrial” en la que la economía se convierte fundamentalmente en una economía de servicios” (3, Pág. viii). Y es en esta última etapa donde hoy se encuentran precisamente los EEUU.

“En efecto, el sector servicios, representó en 1979 el 60,4% del producto global mundial y en el caso de los países desarrollados de economía de mercado este indicador fue superior al 75%. Para los países en desarrollo, la participación de los servicios en el producto fue del 51% en ese año y en el caso de los países de América Latina dicha contribución alcanzó un 60%” (1, Pág.3). Los EEUU lograron lo que se propusieron y en la siguiente ronda de negociaciones del GATT en Punta del Este,  Uruguay, este Acuerdo da paso a la creación Organización Mundial del Comercio, el 1ro de enero de 1995. Nace allí el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS).

“Antes de que las negociaciones comenzaran en 1986, servicios públicos tales como la sanidad, correos, educación, etc. no estaban incluidos en los acuerdos de comercio internacional. La mayoría de estos servicios estaban restringidos a empresas locales o administraciones públicas, con dificultades y restricciones para extenderse más allá de las fronteras nacionales. Sin embargo, en muchos países existía participación extranjera en el ámbito de los servicios antes de la aprobación de AGCS. Parte de los sectores de servicios —en particular, las finanzas internacionales y el transporte marítimo— habían estado abiertos durante siglos, como elementos necesarios para el comercio de mercancías. Otros amplios sectores habían experimentado grandes cambios en las décadas previas, en los ámbitos técnicos y regulatorios, favoreciendo la participación privada y reduciendo las barreras al libre comercio. Con la aparición de las tecnologías de la información se amplió el rango de servicios susceptibles de comercio internacional, como la enseñanza a distancia, los servicios de ingeniería, arquitectura o la publicidad” (ver Wikipedia, Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios, en https://es.wikipedia.org/wiki/Acuerdo_General_sobre_el_Comercio_de_Servicios).

Después de casi 40 años, se demostró que los EEUU no estaban equivocados. Sacaron el mayor provecho y ventajas derivadas de la acción de la política económica llevada a cabo por la administración del entonces Presidente Ronald Reagan, después de firmar la Ley sobre Tarifas y Comercio de 1984 que le daba al Presidente de los EEUU amplios poderes para “…estimular la expansión de: i) el comercio internacional de servicios a través de la negociación de acuerdos (tanto bilaterales como multilaterales) que reduzcan o eliminen las barreras al comercio internacional de servicios; y ii) las empresas internacionales de servicios en el comercio externo” (2, Pág. 4).

Debido a lo anterior, los EEUU son hoy por hoy la mayor potencia del mundo en el sector terciario de la economía: “La economía estadounidense se basa esencialmente en los servicios: el sector terciario representa más de tres cuartas partes del PIB (76,4%) y emplea al 79% de la mano de obra del país (Banco Mundial). Estados Unidos alberga los mercados financieros más grandes y líquidos del mundo. En 2023, el sector de las finanzas y los seguros representaba el 7,3% del PIB (U.S. Trade Dept.). Al final del mismo periodo, el sistema bancario estadounidense contaba con 23,7 billones de dólares en activos y unos ingresos netos trimestrales de 38.400 millones de dólares” (ver Santander Trade Markets, Estados Unidos: Política y economía, en https://santandertrade.com/es/portal/analizar-mercados/estados-unidos/politica-y-economia#:~:text=UU.).,grandes%20y%20l%C3%ADquidos%20del%20mundo).

Y ustedes se preguntarán el porqué saco a relucir esta parte de la historia del comercio internacional. Al mismo tiempo que los EEUU sacaron provecho de una política muy bien dirigida en el comercio internacional de servicios, y pusieron a descansar su economía en ese sector, el sector industrial se relocalizó en consecuencia, precisamente por esas mismas ventajas, fuera de los EEUU, dando como resultado bajas las cifras que se muestran hoy en ese sector dentro del país: “el sector industrial contribuye al 17,6% del PIB y emplea al 19% de la población activa (Banco Mundial)” (ver arriba  igualmente Santander Trade Markets).

“El PIB de los Servicios en los Estados Unidos aumentó a 17,050.50 mil millones de USD en el cuarto trimestre de 2024 desde los 16,949.30 mil millones de USD en el tercer trimestre de 2024. El PIB de Servicios en los Estados Unidos promedió 12448.44 mil millones de USD desde 2005 hasta 2024, alcanzando un máximo histórico de 16949.30 mil millones de USD en el tercer trimestre de 2024 y un mínimo histórico de 9721.70 mil millones de USD en el primer trimestre de 2005” (ver TradingEconomics, Estados Unidos PIB de Servicios, en EEUU: PIB de Servicios 2015-2024, en https://es.tradingeconomics.com/united-states/gdp-from-services).

Simplemente, no hay comparación posible. Desde el año 2004, la participación de la industria en el PIB norteamericano ha ido disminuyendo consistentemente, desde un 20,95% en ese año a 17,88% en el año 2021, mientras que el PIB de servicios tuvo la tendencia opuesta al crecer de 74,16% en el 2004 al 77,6% en 2021.

Como lo indicamos en la nota anterior, EEUU importa más de lo que exporta, teniendo una balanza comercial estructuralmente negativa (ver EEUU entre genialidad y locura, en https://ticsddhh.blogspot.com/2025/03/eeuu-entre-genialidad-y-locura.html). Sin embargo, “A pesar de ser un importador neto de bienes, Estados Unidos es un exportador neto de servicios: en 2023, las exportaciones de servicios ascendieron a 999.100 millones de USD (+7,6% interanual) frente a 719.300 millones de USD de importaciones (+3,2% interanual - OMC). Según cifras preliminares de la BEA, el déficit de bienes y servicios alcanzó los 918.400 millones de USD en 2024, lo que supone un aumento de 133.500 millones de USD frente a los 784.900 millones de USD del año anterior. Las exportaciones totalizaron 3.191.600 millones de dólares, con un aumento interanual de 119.800 millones, mientras que las importaciones ascendieron a 4.110.000 millones, con un incremento de 253.300 millones” (ver Santander Trade Markets, Cifras del comercio exterior de los EEUU, en https://santandertrade.com/es/portal/analizar-mercados/estados-unidos/cifras-comercio-exterior).

En otras palabras, en lugar de incentivar el crecimiento del sector servicios, sector en el que EEUU tiene una ventaja comparativa histórica indiscutiblemente superior, y con tendencia de ser aun mas fuerte con inversiones astronómicas en tecnología, y en especial en Inteligencia Artificial, IA, la política comercial de la administración del Presidente Trump es la de revertir más de 50 años de política comercial en servicios, intentando que el sector industrial, cuya participación en el PIB es ínfima en comparación con el sector terciario de la economía, se recupere regresando a los EEUU, con una política arancelaria dirigida a echar para atrás años de tendencias y cuyos  resultados, de ser exitosos, solo se verán mucho más allá de los 4 años de su mandato. Todos los indicadores apuntan que ese camino los conducirá al barranco de la recesión y a un periodo muy duro para los norteamericanos.

Pero mi interés en este análisis va más bien centrado en cómo quedamos los venezolanos en toda esta tragedia norteamericana. Las diferentes oposiciones que hemos tenido, desde el interinato manejado por la MUD-PU y la Asamblea Nacional de 2015, hasta la oposición conducida por María Corina Machado (MCM) y Edmundo González Urrutia (EGU), han enganchado la lancha sin fuerza que representa nuestro poder para hacer algo en contra del régimen de Nicolás Maduro Moros, al buque insignia conducido por los EEUU.

Si algunos vemos que ese buque insignia va directo a una terrible tormenta, ¿qué pasará con la frágil lancha venezolana que va enganchada? Esa lancha será la primera en naufragar. Los EEUU tienen cómo sobrevivir a lo que muy probablemente se les venga encima por esa tormenta, por sus buenas o malas decisiones en materia económica y política, nosotros no. Y Venezuela nunca será prioridad frente a los problemas que enfrentarán. En las presentes circunstancias, la decisión de hacer depender nuestro futuro a lo que decida el interés de los EEUU, debe ser al menos revisada. Nuestro destino no tiene que estar atado a la presente coyuntura de los EEUU, por más simpatía que les tengamos. Así como ellos, los venezolanos debemos velar por nuestros intereses.

Se deben reconsiderar decisiones como la de no juramentar a EGU en el exterior, para que de una manera independiente, la representación legítima de los venezolanos que votamos por un cambio el 28 de julio de 2024, decida cuál camino seguir, independientemente del curso de los acontecimientos políticos y económicos en los EEUU y el mundo. Que ese gobierno legítimo decida cuál curso de acción tomar en el medio de la tormenta, buscando los apoyos necesarios –incluyendo el de los EEUU si nos lo quiere dar- dirigidos a resolver nuestro problema –porque es nuestro, no de los EEUU- en un mundo que está convulsionando, para recuperar la libertad del país. Si fracasan, al menos será nuestro fracaso, porque se equivocó la dirigencia que elegimos en Venezuela, no quienes fueron elegidos en otro país…

Caracas, 2 de Abril de 2025

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(1) Acuerdo de Cartagena, JUN/di 990, 16 de mayo de 1986, “El sector servicios en el desarrollo económico de los países andinos, en el contexto de la cooperación subregional y en el de las negociaciones internacionales”.

(2) Acuerdo de Cartagena, JUN/SEM.SERV/VE/di 107 de julio de 1986, “La internacionalización del sector servicios: Opciones y riesgos para América Latina y el Caribe.

(3) UNCTAD, TD/B/1008/Rev.1, Los servicios y el proceso de desarrollo, Naciones Unidas

miércoles, 26 de marzo de 2025

EEUU, entre genialidad y locura

Por Luis Manuel Aguana

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La expectativa que buena parte de los venezolanos teníamos de las primeras acciones sobre Venezuela de la administración de Donald Trump, al llegar al gobierno de los EEUU son muy diferentes ahora que antes del 20 de enero de 2025, fecha de la toma de posesión del Presidente Trump. La escala podía variar desde esperar a que en los siguientes días las sanciones sobre el régimen fueran tan fuertes que los obligaran a salir del poder, hasta la intervención violenta de grupos armados con la anuencia del gobierno de los EEUU.

Pero lo que nadie se esperó nunca fue que de las primeras decisiones tomadas se suspendieran los TPS (Estatus de Protección Temporal) concedidos a los venezolanos y se persiguieran a todos los compatriotas  que han migrado a los EEUU, con la excusa de ser criminales del Tren de Aragua, siendo estos criminales una minúscula minoría en relación con la cantidad de venezolanos en los EEUU; y menos aún, que fueran confundidos y mezclados con los verdaderos criminales de esa pandilla, y enviados a Guantánamo y El Salvador, utilizando una ley de guerra decimonónica que no se aplicaba desde la II Guerra Mundial, cuando Japón y los EEUU entraron en guerra por el ataque a Pearl Harbor, porque de acuerdo a esa ley, los EEUU están en guerra con Venezuela debido a una pandilla de criminales.

Tampoco antes de llegar Trump al poder esperábamos que viniera un enviado del Presidente de los EEUU a “conversar” con Maduro, y que de allí saliera una extensión de las licencias de la petrolera Chevron para operar en Venezuela –o al menos no tocar la que se había concedido en la administración de Joe Biden- a cambio de rehenes norteamericanos presos en las mazmorras del régimen, por más que se declare que “no negociaron nada”.

Pero es importante que aclaremos algo antes de continuar. Todo lo que hacen los gobiernos de los EEUU -o de cualquier otro país- va en la dirección de salvaguardar sus intereses, no nos nuestros, por lo que lo anterior no representa ninguna queja, disgusto o reclamo de mi parte, aunque las cosas pudieron ser manejadas de una manera distinta. Pero hay opiniones para todos los gustos. Eso fue lo que vino después de la administración de Biden, nos guste o no, aunque algunos hayamos tenido esperanzas de que las cosas a lo inmediato hubieran sido diferentes para nosotros.

Hay otro grupo de venezolanos que todavía apuestan fuertemente a que en algún momento el gobierno de Donald Trump se ocupará de los regímenes autoritarios del continente, existentes en Cuba, Nicaragua y Venezuela, opinión en la que coincido, pero aunque crea que eso pueda ser así, nuestro accionar opositor no puede ni debe estar sujeto a esa esperanza, y que de alguna manera pienso como venezolano, que las acciones que emprendamos en alguna medida deben sincronizarse con la situación por la que están pasando quienes pueden ayudarnos a salir del infierno castro-chavista-madurista, como efectivamente son los EEUU, y proponer acciones en consecuencia.

Pero para poder hacer eso, es necesario comprender por qué está pasando lo que está pasando en los EEUU –y en el resto del mundo por los EEUU-, y en lugar de molestarnos por lo que están haciendo con nosotros –aunque efectivamente sea horrible- veamos el panorama en una escala mayor, estableciendo en qué medida nos podemos insertar en lo que sucede –malo o bueno- y de qué manera positiva igualmente podemos actuar en consecuencia. Si no lo hacemos, seguiremos moviéndonos de manera reactiva –y por lo general mal- a lo que ellos hagan que nos afecte de una u otra manera, no utilizando a nuestro favor lo que sucede, por lo menos discursivamente.

Entonces, ¿qué pasaba en los EEUU antes de llegar Trump al poder? Independientemente de lo que muchos piensen, los EEUU confrontaban –y aún confrontan- serios problemas en su economía doméstica. La única razón por lo que la nación más poderosa del planeta no ha colapsado es porque, a diferencia del resto de los países del mundo, poseen la máquina de imprimir dólares. Para cualquier otro país, mantener a flote todos los indicadores económicos, generando permanentemente deuda sin respaldo, resulta más temprano que tarde en un caos inflacionario de la economía. El caso de Argentina es el más emblemático en nuestros tiempos, sin contar con nuestro caso.

Pero en el caso de EEUU se puede sostener si eres el dueño de la máquina que produce el signo monetario de más del 60% de todas las reservas monetarias mundiales y el 64% de la denominación de deuda mundial: “…alrededor del 60% de las reservas mundiales de divisas son dólares (en segundo lugar está el euro, con el 20%); el 54% del comercio internacional se realiza en dólares; el 64% de la deuda mundial se denomina en dólares” (ver Trump y los riesgos de perder el “privilegio exorbitante” del dólar, en https://letraslibres.com/politica/trump-y-los-riesgos-de-perder-el-privilegio-exorbitante-del-dolar/28/02/2025/).

Aunado a lo anterior, EEUU no produce lo que mayormente consume:“EE UU registró un déficit comercial récord de $131.4 mil millones en enero de 2025, frente al déficit revisado a la baja de $98.1 mil millones en diciembre de 2024 y superando las previsiones de un déficit de $127.4 mil millones. Las importaciones aumentaron un 10% hasta alcanzar un máximo histórico de $401.2 mil millones, impulsadas por la anticipación de aranceles próximos. … El déficit comercial de bienes de EE. UU. se amplió con China ($-29.7 mil millones frente a $-25.3 mil millones en diciembre de 2024), la UE ($-25.5 mil millones frente a $-20.4 mil millones), Suiza ($-22.8 mil millones frente a $-13 mil millones), México ($-15.5 mil millones frente a $-15.3 mil millones), Vietnam ($-11.9 mil millones frente a $-11.4 mil millones) y Canadá ($-11.3 mil millones frente a $-7.9 mil millones).” (ver Trading Economics, EEUU Balanza Comercial, en https://es.tradingeconomics.com/united-states/balance-of-trade).

En palabras simples, EEUU está importando mucho más de lo que produce, especialmente con China, la Unión Europea, México y Canadá. Y si no producen, ¿con qué lo pagan? Con deuda. Y si no puedes pagar, tienes déficit en tus cuentas presupuestarias que debes tapar. Desde el año 2000, la deuda de los EEUU pegó un salto al siguiente año 2001, de 33,3% a 52,4% del PIB. ¿La razón? Los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York. Y a partir de allí la deuda del gobierno central no ha parado de subir al punto que superó al 114,9% del PIB en el 2023 (ver Deuda del gobierno central, total como % del PIB, FMI, Anuario de Estadísticas de Finanzas Públicas y archivos de datos, y estimaciones del PIB del Banco Mundial y la OCDE, en https://datos.bancomundial.org/indicador/GC.DOD.TOTL.GD.ZS?locations=US).

¿Y en qué gastan los estadounidenses la mayor parte de su dinero? “El gasto en defensa de Estados Unidos representa el 13% del presupuesto federal estadounidense: en la tendencia de los últimos años, casi la mitad del déficit fiscal anual. Así pues, si por un lado las letras del Tesoro son el principal activo de garantía del sistema financiero internacional, por otro el déficit fiscal representa la fuente de financiación principal del paraguas militar con el que Estados Unidos ha ejercido hasta ahora su papel de garante de la seguridad en el sistema de relaciones políticas, económicas y comerciales mundiales” (ver Trump y los riesgos de perder el “privilegio exorbitante” del dólar, en https://letraslibres.com/politica/trump-y-los-riesgos-de-perder-el-privilegio-exorbitante-del-dolar/28/02/2025/).

Un profesor de economía una vez nos dijo: los bonos (letras) del Tesoro de los EEUU son la inversión más segura del mundo, y lo anterior lo confirma. El gobierno norteamericano siempre paga. Esa seguridad es comparable con que el día sigue a la noche y que el cielo siempre será azul. Otra cosa pondría de cabeza al mundo, por lo que se requieren medidas urgentes drásticas para evitar la suspensión de los pagos. Y es allí donde hay que entrarle a los mayores gastos del presupuesto federal: “La mayoría del presupuesto se otorga a programas de defensa, seguridad social y a programas importantes de salud: Defensa 13%, Seguridad Social: 21%, Seguro Médico (Medicare-Medicaid):24%” (ver Oficina de Presupuesto del Congreso, CBC, mayo 2023, en https://www.cbpp.org/es/research/federal-budget/como-se-distribuye-el-dinero-de-los-impuestos-federales-que-pagan-los).

Solo con esas cifras –y hay muchas más- se explica porque el gobierno de Trump aplica aranceles inusitados a China, la Unión Europea, México y Canadá, para reducir el déficit comercial, y deja a los europeos que se arreglen solos su problema en el conflicto Rusia-Ucrania en materia de defensa –mover ejércitos cuesta demasiado dinero-, y la oficina de la motosierra norteamericana de Elon Musk no se detiene en recortar cada pieza del gasto público, comenzando por las ayudas del USAID. Pero también explica la persecución y expulsión de inmigrantes, reduciendo su cantidad al mínimo, que el presupuesto federal no puede seguir manteniendo en materia salud, educación y seguridad. Que hayan tomado el caso venezolano como bandera me resulta despreciable como a todos, pero se explica. Lo lamentable es que no haya existido una contraparte opositora con influencia en esa administración que defendiera nuestra posición.

En palabras resumidas de Musk: “…pero creo que tenemos un déficit federal enorme, de 2 billones, sigue creciendo. Los intereses superan el presupuesto de defensa. Esa fue mi llamada de atención: ver que los intereses de la deuda superaban el presupuesto de defensa y seguía creciendo con el tiempo. Si no hacemos algo, no habrá dinero para nada, solo pagaremos deuda…” (ver Marc Vidal, El plan secreto de Trump: evitar el colapso de EEUU por el tsunami de deuda, en https://youtu.be/kBY12tKEotU?t=132).

Los gobiernos previos al de Trump 2025, incluyendo el del mismo presidente en su primer mandato, simplemente emitieron más deuda, corriendo el problema y dejándolo  a los gobiernos futuros, hasta que el sistema simplemente ya no aguantó más, y este año ya no pueden pagar. Y esta es una explicación simple a un problema mucho más complejo pero que ayuda a explicar porque Trump está haciendo lo que está haciendo, aunque posiblemente existan mejores maneras de hacerlo, pero si no se le ponían al frente al tema, simplemente el mundo que conocemos que depende por todos lados de los EEUU, simplemente se derrumbaría.

Dicen que la delgada línea que diferencia la locura de la genialidad es el éxito. No sé quien sea el genio o el loco, si Musk o Trump, pero algo si es cierto: si Trump no tiene éxito, será el loco que entró como un elefante en una cristalería rompiéndolo todo. Pero si lo tiene, será el genio que habrá salvado al mundo, estableciendo un nuevo orden.

En todo este contexto, ¿qué pueden hacer los EEUU por quitarnos de encima a estos criminales? Han visto que definitivamente no van a -ni pueden- poner un dólar por nosotros y cualquier cosa que hagan que tenga que ver con el régimen de Venezuela irá en la dirección de resolver su propio problema, no el nuestro. Y eso fue precisamente lo que hicieron con la Orden Ejecutiva de imponer aranceles adicionales a los países que compraran nuestro petróleo (ver The White House, Imposing Tariffs on Countries Importing Venezuelan Oil, en https://www.whitehouse.gov/presidential-actions/2025/03/imposing-tariffs-on-countries-importing-venezuelan-oil/).

Por un lado, impiden al régimen que abra nuevos mercados petroleros o amplíe los existentes, y fija como único comprador posible a los EEUU. Indirectamente, China recibe el mayor impacto porque el mayor porcentaje de nuestra deuda es con ellos y pagada con petróleo venezolano. Y vaya que eso ayuda a los EEUU porque directamente no están afectando a un socio comercial, pero si les imponen aranceles adicionales a los ya decretados a las importaciones de sus productos en los EEUU,  y a su vez nos ayuda a nosotros para ahorcar económicamente al régimen, en una jugada muy hábil de doble banda.

Es una medida certera para los intereses de los EEUU, pero que lamentablemente todavía se apoya en considerar que todos los venezolanos pertenecemos a la banda criminal del Tren de Aragua. Ya es hora que los norteamericanos fundamenten sus próximas decisiones respecto a Venezuela en otra cosa, pero eso definitivamente no va a pasar porque ese no es su problema, es nuestro, aunque sea una locura. A nosotros todavía nos falta mucho que trabajar en la genialidad correspondiente…

Caracas, 26 de Marzo de 2025

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miércoles, 19 de marzo de 2025

Un nuevo paradigma petrolero

Por Luis Manuel Aguana

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El tema petrolero ha sido una materia sensible para los venezolanos desde el primer momento que significó un vuelco de la Venezuela rural que fuimos, al país moderno en que nos convirtió esa industria. Fueron históricos los intensos debates acerca de cuánto y cómo se debían imponer los impuestos a las compañías petroleras internacionales que operaban en el país, estableciéndose leyes de hidrocarburos que fueron modificándose en el tiempo, y definiendo cuál debía ser la contraparte de la organización del Estado que debía hacer frente a esa riqueza que siempre consideramos como patrimonio de todos los venezolanos. Hasta que llegamos al paradigma de la nacionalización, con la creación de una corporación del Estado llamada Petróleos de Venezuela, PDVSA, que desarrollara  todas las fases del negocio petrolero. Y el paradigma fue tan exitoso que esa empresa llegó a ser la primera del mundo en el negocio.

Pero ese paradigma funcionó hasta que Hugo Chávez Frías lo destruyó con un pito en cadena nacional. Desde ese momento, el desmantelamiento de la industria petrolera venezolana ha sido uno de los ejemplos mundiales más notorios de cómo se destruye la riqueza de un país.

Pero no es ese el cuento el que deseo resaltar en esta pequeña nota, porque sería interminable. Al destruirse un paradigma, siempre lo sustituye otro. Y una de las preguntas más importantes de los venezolanos, debería ser cómo se sustituirá el paradigma petrolero después de esta tragedia que vivimos. Y ciertamente la propuesta que ha salido al ruedo por parte de la líder opositora María Corina Machado (MCM), respaldada por el Presidente Electo, Edmundo González Urrutia (EGU), se basa en la privatización total (100%) de la industria del petróleo y gas del país, de acuerdo a la exposición realizada en el marco de una conferencia mundial de promotores del desarrollo energético mundial (CeraWeek 2025) (ver Venezuela se convertirá en el Centro Energético de la Américas, dijo María Corina Machado en la CeraWeek2025, en https://www.costadelsolfm.org/2025/03/13/venezuela-se-convertira-en-el-centro-energetico-de-las-americas-dijo-maria-corina-machado-en-la-ceraweek2025/).

La propuesta confirma lo que ya todos sabíamos: Venezuela, tras 25 años de destrucción masiva, ha retrocedido más de 110 años, al punto que al parecer debemos volver a las decisiones que tomó el gobernante de Venezuela de turno, Juan Vicente Gómez, de entregar la exploración, explotación y venta de petróleo y gas a las compañías petroleras que manejaban el negocio, porque “eran ellas las que sabían” y disponían de los recursos para buscarlo, extraerlo y venderlo por nosotros. Y eso era razonable en 1914 con el pozo Zumaque 1, pozo que inició la era de la producción comercial de petróleo en Venezuela. No sabíamos entonces absolutamente nada de ese negocio.

Sin embargo, me dejó un sabor muy amargo esa exposición de MCM, a diferencia de muchos que saltaron de alegría. Pero no por su propuesta, sino porque para mí lució como salir a vender las prendas de tu mamá para poder vivir, después de que el jefe de la casa puso en bancarrota a la familia. Y más aún, que pareciera una transacción comercial de “vender” lo que queda de tu patrimonio a cambio de libertad, para que esos capitales reunidos allí se ocuparan de convencer a la administración de Trump de sacar al régimen a cambio de nuestras riquezas. ¿Es que ya hemos llegado a ese punto de desesperación? No lo sé, cada cual que saque sus propias conclusiones. Yo no podía dejar de decirlo.

Nadie objeta que estaremos muy mal después de la salida de estos criminales, y que incluso Venezuela sea objeto de intercambio entre las potencias nucleares que se disputan el mundo. Pero eso no va a depender de nosotros ni de las ofertas que hagamos de nuestras riquezas. Creo que existen maneras de plantearse el mismo objetivo, pero conservando las joyas de tu mamá. Y esa propuesta fue realizada hace 2 años por Humberto Calderón Berti, quien no necesita presentación alguna en el mundo petrolero.

En una entrevista realizada por el ex embajador Orlando Viera Blanco, el 26 de marzo de 2023, Calderón Berti respondía a la pregunta clave de un nuevo paradigma:

P: Petróleos de Venezuela, ¿hay que privatizarla?

R: No. Yo creo que no podemos hacerlo al comienzo. ¿Qué es lo que ocurre? Vamos a suponer que mañana tenemos un nuevo gobierno en Venezuela. ¿Qué tenemos nosotros, los venezolanos? A Petróleos de Venezuela maltrecha, muy aporreada, semi desmantelada, y a las empresas mixtas que ahora son muy poquitas porque las empresas mixtas grandes se fueron porque fueron expulsadas de Venezuela. Entonces, es lo que tenemos, tenemos que empezar con eso, Orlando. Entonces, eso es lo que hay que redimensionarla, reestructurarla, acomodarla, en la medida de lo posible. Si la sales a vender, a privatizar, te van a dar 4 lochas porque está destruida. Porque tú no puedes registrar en los libros de las empresas que comprarían, no puedes registrar las reservas porque esas pertenecen a la nación. Entonces lo que tenemos es eso. Tenemos que arrancar con eso. Pero lo más importante de la recuperación, Orlando, va a ser una apertura petrolera con todas las de ley. Con una Ley de Hidrocarburos que ya está escrita, por cierto, y ya está en manos de la gente y que fue trabajada por la Asamblea Nacional de 2015, pero con la contribución de muchos petroleros que trabajaron en el tema. Hicieron muchísima cantidad de foros, yo participé en algunos de ellos, eso no fue trabajo mío sino trabajo de otros, pero una Ley estupendamente buena. Y con esa Ley de Hidrocarburos, producir una apertura petrolera, como la que se produjo durante el gobierno al final de Pérez, Velázquez y el Presidente Caldera, que se produce la gran apertura petrolera de los años 90s. Eso es lo que hay que hacer. Que se le dé seguridad jurídica a la gente, y que las condiciones de la Ley sean competitivas con otros países. Y allí es donde está la posibilidad de crecimiento. Y que el petróleo pueda arrastrar otros sectores de la vida nacional, por ejemplo la industria metalmecánica, porque el petróleo consume muchos bienes metal mecánicos, las empresas de servicios, las áreas petroleras son un motor dinamizador de la economía, y los recursos que produzca el petróleo pueden ser dirigidas a lo que hablé anteriormente, a atender las necesidades de la gente…” (ver Entrevista de Orlando Viera Blanco, Programa Enfoque Global de fecha 26-03-2023 a Humberto Calderón Berti, ex Ministro de Minas e Hidrocarburos, Ex Presidente de PDVSA y ex Presidente de la OPEP, en https://youtu.be/jIT1lyPyj_c?t=1702).

Esa propuesta de Calderón Berti garantizaría la recuperación de una industria petrolera en el piso y con ella a todo el país, no un regreso a 1914 del Zumaque I. Parece lo mismo pero no lo es, porque la locomotora del petróleo arrastraría a otros sectores de la vida nacional para el desarrollo de una industria nacional completamente integrada a nuestro principal recurso, logrando al mismo tiempo recuperación de los derechos pisoteados de los trabajadores petroleros que salieron perjudicados en toda esta tragedia. Esos contratos nuevos deberán tomar en consideración la situación de los años de tierra arrasada de la industria petrolera, así como  los sectores que se deberán integrar, por encima de los intereses de las compañías petroleras. Eso no significa que no sepamos que estaremos negociando en condiciones poco ventajosas, pero que un nuevo gobierno responsable tendrá que considerar primero para el resguardo de los intereses de los venezolanos.

Por supuesto que después del desastre hay que generar un nuevo paradigma petrolero. La discusión no es si tenemos petróleo para ofrecer, sino si existirá -y cómo- un país petrolero que respete los acuerdos a los que llega, dentro de un Estado de Derecho. Es por eso que ese paradigma no puede ser producto de decisiones dentro del marco de otro programa de gobierno que venga después de esta tragedia. Debe ser la resultante de un acuerdo consensuado entre la representación calificada de todos los sectores del país para que esa garantía sea considerada segura, porque ¿saben qué? A diferencia de 1914, ahora hay miles de venezolanos con 110 años de experiencia acumulada en el negocio petrolero. Y esa representación no puede salir de otra fuente que de un proceso Constituyente para la reconstrucción y refundación del país, que redefina el papel del petróleo en nuestra sociedad.

En un contexto donde el gobierno del Presidente Trump ha considerado a Venezuela como enemigo de guerra de acuerdo a la “Invocación de la Ley de Enemigos Extranjeros en relación con la invasión de los Estados Unidos por Tren De Aragua”, no es de extrañar que de un momento a otro los EEUU resuelvan qué hacer, por su cuenta y sin intervención de nadie, con los que se consideran en esa proclama, los jefes de estas bandas criminales (ver Proclama del Presidente Donald J. Trump, en https://www.whitehouse.gov/presidential-actions/2025/03/invocation-of-the-alien-enemies-act-regarding-the-invasion-of-the-united-states-by-tren-de-aragua/).

Desde ya entonces deberíamos prepararnos para esa eventualidad, dándole el mayor piso político y jurídico a la posición opositora, juramentando a EGU como Presidente en ejercicio y planteando un nuevo escenario de transición donde los venezolanos regresemos a la mayor brevedad posible a una tranquilidad política y económica. Un presidente venezolano en ejercicio entraría directamente y sin discusión, a tomar posesión de su cargo, después de la caída del régimen, no a discutir con nadie si hay que realizar otra elección, una vez resuelta favorablemente para los venezolanos la “guerra” entre el régimen y los EEUU. Y ni el mismísimo gobierno de ese país podría objetar esa situación, ni su Secretario de Estado plantear nuevas elecciones cuando eso suceda. En ese momento, paradigmas como el petrolero se redefinirán, como tantos otros en Venezuela, en el lugar y momento que corresponda. Eso debería ser, a juicio de muchos, lo que restaría por pasar si nosotros hacemos lo que nos corresponde.

Caracas, 19 de Marzo de 2025

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jueves, 13 de marzo de 2025

Simón Wiesenthal somos todos

Por Luis Manuel Aguana

English versión

En el año 2011 escribí una nota bajo el título El ejemplo de Simón Wiesenthal (ver nota en https://ticsddhh.blogspot.com/2012/06/el-ejemplo-de-simon-weisenthal.html). Este extraordinario personaje, nacido en Buczacz, cerca de Leópolis, en la actual Ucrania, después de haber vivido el infierno judío de los campos de concentración de la Alemania nazi, dedicó el resto de su vida a perseguir y llevar a la justicia a los criminales de guerra nazis que huyeron para escapar de ella, sin importar en qué parte del mundo se escondieran, después de la Segunda Guerra Mundial (ver Simón Wiesenthal, en https://es.wikipedia.org/wiki/Simon_Wiesenthal).

En ese entonces, hace más de una década, estaba seguro como lo estoy ahora más que nunca, que la tiranía venezolana caería, siendo necesario a partir de ese momento seguir el ejemplo de Wiesenthal, porque con seguridad muchos violadores de los Derechos Humanos de los venezolanos huirían del país a disfrutar del producto de las iniquidades cometidas durante el período más oscuro de nuestra historia.

Y no me equivoqué. Pero lo que sí me equivoqué fue que empezaron a salir del país antes de caer la tiranía, porque hasta ellos mismos están claros de que esto no durará para siempre y ven cada vez más cercano el final de este desgobierno. Los que todavía no lo quieren entender son aquellos que no sobrevivirían fuera de él, y cuyos carteles de “Se busca” con recompensa, están colgados en todas las comisarías de Interpol en el mundo.

En ese momento de la nota, estaba seguro de que emergería alguien como Simón Wiesenthal para perseguirlos después de caer la tiranía. Pero para mi sorpresa, después de tantos años, no surgió uno sino muchos Wiesenthal, que con la diáspora venezolana regada por todo el mundo producto del desastre creado en el país por la tiranía, se los encuentran abiertamente paseando por las calles, ejerciendo más increíbles oficios donde todo el mundo puede verlos.

Tal fue el caso del Comandante de la GNB, represor de la tiranía de Maduro, quien huyo de Venezuela después de haber violado de manera flagrante los Derechos Humanos de los manifestantes durante las movilizaciones de la sociedad civil del año 2014 y que fue capturado en los EEUU ejerciendo el oficio de actor en una cadena televisiva, por denuncias al FBI de venezolanos residentes allá, quienes fueron sus víctimas en Venezuela: “Quero Silva comandó desde enero de 2013 el Destacamento 47 de la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela en la región de Lara, a 300 kilómetros de distancia de Caracas, durante las protestas contra Maduro de aquel año y en 2014. Está acusado de liderar allanamientos a residencias en busca de disidentes. Defensores de derechos humanos describieron al ex jefe militar como “un personaje muy duro”, potencialmente responsable de presuntos crímenes de lesa humanidad, y demandaron su enjuiciamiento en Estados Unidos, descartando su deportación a Venezuela” (ver ¿Quién es Rafael Quero Silva, el militar venezolano arrestado en EEUU por reprimir opositores?, en https://www.vozdeamerica.com/a/perfil-rafael-quero-silva-el-militar-venezolano-arrestado-en-eeuu-por-reprimir-a-opositores-/7995882.html).

 

El periodista Casto Ocando denuncia en su canal de YouTube, Casto Ocando News, la existencia de centenares de militares represores cubanos y venezolanos en los EEUU, manejando cientos empresas en ese país, pero que difícilmente continuarán a salvo, como Rafael Quero Silva, de los millones Simon Wiesenthal que han huido de Venezuela y que los pueden reconocer:

“En mi libro chavistas en el Imperio incluí una larga lista de chavistas que tenían lujosas propiedades y empresas en varias ciudades norteamericanas, pero investigaciones más recientes hablan ya de cientos de estos operadores y militares viviendo las mieles de la corrupción en pleno territorio del imperio norteamericano. Según una investigación publicada por El Nuevo Herald y el portal Armando Info para 2022 había 232 militares venezolanos y miembros del Ministerio de la Defensa de Venezuela de la dictadura y sus familiares, por supuesto, que controlaban más de 700 empresas comerciales manejando millones de dólares en negocios con dineros presuntamente obtenidos por la dictadura. Estas personas van a ser un blanco específico directo y tendrán que irse o serán deportados si es que no se han ido ya, por supuesto, huyendo hasta a este nuevo escenario de cosas que están planteadas. Estas personas encabezan, por cierto, la lista de varias agencias federales de acuerdo a la política de la nueva administración Trump, entre ellas no solamente el FBI, sino también Homeland Security Investigations y otras..." (ver Casto Ocando News, Ofensiva contra chavistas en el imperio, en https://youtu.be/4Q1-aqzG5fA?t=925).

Lo anterior viene por las últimas decisiones de la administración de Donald Trump en la dirección de detener y encarcelar a estos personajes. Para ello deben contribuir los millones de venezolanos esparcidos en los EEUU y en todo el mundo, para identificarlos y denunciarlos ante las autoridades del país donde se encuentren:

“…Por otro lado, la administración Trump también está preparando una serie de medidas para evitar el ingreso, en el marco de ciudadanos de países considerados enemigos por Estados Unidos, y expulsar al mismo tiempo personas que ejercieron posiciones de gobierno y sus familiares en territorio norteamericano incluyendo operadores chavistas que residen discretamente en el país en el país…” (ver Casto Ocando News, Ofensiva contra chavistas en el imperio, en https://youtu.be/4Q1-aqzG5fA?t=377).

Lo anterior demuestra que no habrá un solo cazador de esbirros, sino muchos, como mencioné en mi nota hace 14 años. Y serán muy necesarios porque en todos los niveles se ha hecho demasiado daño a los venezolanos y ellos lo saben. Intentarán “rehacer” sus vidas, como lo intentó Rafael Quero Silva como "actor de televisión", pero eso es imposible sobre la sangre de muchísimos inocentes. No han tenido compasión con nadie, ni con los niños y mucho menos con las mujeres, en especial las luchadoras por los Derechos Humanos.

Por eso vale la pena recordar que hasta en el castillo de Puerto Cabello que era donde encerraban a los opositores del régimen de Juan Vicente Gómez y botaban la llave, los esbirros tenían la decencia de dejar pasar para el preso la guitarra del compadre Venancio Laya, como citaba el verso del Poeta del Pueblo Andrés Eloy Blanco. Por eso no hay que olvidar las caras de esos criminales y tener siempre a la mano toda la documentación publicada de ellos –como el libro de Casto Ocando-, porque en cualquier momento se los van a cruzar en cualquier lugar del mundo.

Hugo Chávez Frías no terminó preso en La Haya como era la justicia que esperábamos  por sus crímenes, pero el resto de los responsables de esta tragedia, grandes, medianos y pequeños, que logren huir, nunca dormirán por el temor a ser encontrados en cualquier momento por algún Simón Wiesenthal venezolano en cualquier rincón del mundo. Tenemos esa ventaja que ciertamente no tuvo el persistente cazador de nazis. Los venezolanos ahora estamos en todas partes por causa de ellos. Desde este momento, y después de Quero Silva, Simón Wiesenthal somos todos…

Caracas, 13 de Marzo de 2025

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viernes, 7 de marzo de 2025

Convención Constituyente versus Reforma in-Constitucional

Por Luis Manuel Aguana

English versión

A diferencia del tema electoral, no hay manera de abordar el tema constituyente sin generar algún tipo de polémica. Las elecciones son un tema que todos pueden entender fácilmente. Pero, al contrario, una propuesta Constituyente, como ya he insistido en muchas oportunidades, depende del contexto y el momento político porque su llamado está supeditado altamente a esos factores. Y en una Venezuela inestable el cambio es lo único permanente.

ANCO ha planteado, desde mucho antes de ser fundada, y a través de sus principales promotores, la necesidad de refundar la República como concepto principista, frente a la destrucción institucional que inició el régimen con la Constituyente de 1999. No entraré aquí de nuevo a explicar qué entendemos por “destrucción institucional”, pero creo que cada venezolano tiene una idea bastante clara, así sea lejana, de lo que eso significa.

Hemos tenido diferencias con muchos factores políticos, no ya en la necesidad de realizar los cambios institucionales necesarios para el país, porque creo que al menos en eso están convencidos, luego de años de martillar sobre ese tema. Sin embargo, en lo que nunca hemos coincidido es en qué momento preciso deben ser aplicados.

En otras palabras, no es que estén en desacuerdo con realizar una Convención Constituyente, como estamos llamando a partir de ahora a una Asamblea Nacional Constituyente Originaria, sino en que creen de buena fe en que esta debe ser realizada LUEGO de haberse resuelto el principal problema político del país, que no es otro que sacarnos de encima la tiranía que nos ha azotado desde hace poco más de 25 años. Y encima de eso, todavía discutimos “que tan luego” debe realizarse porque, como ya hemos notado, algunos factores insisten en llevar esa vital decisión a mucho tiempo después de salir del régimen, cosa en la que estamos muy en desacuerdo.

Existe mucha dirigencia política, incluso calificada, que aún desconoce el alcance de un proceso como ese, comprendiendo de una manera limitada lo que sucedió en 1999 con “la constituyente de Chávez”, pensando que de realizar este proceso otra vez se repetirían los mismos errores. Chávez usó premeditadamente de la manera más abyecta el poder originario del pueblo para sus fines de perpetuarse el poder. Eso es como concluir que la energía nuclear es dañina porque ocurrió el desastre de Chernobyl. Y es claro que hay que usar bien la herramienta para beneficio de la gente y asegurarse de que no habrá otro desastre en el futuro cuando se vuelva a utilizar. En ANCO hemos dedicado años a conocerla muy a fondo, comenzando por definir cómo y cuándo debe convocarse, aunque eso dependa del contexto y momento político.

Luego del llamado de ANCO en su Comunicado-Proclama del 24 de febrero, a contraponer una Rebeldía Ciudadana a la propuesta de Reforma in-Constitucional del régimen de Nicolás Maduro Moros, para imponernos una Constitución Comunal (ver Comunicado-Proclama ANCO, en https://ancoficial.blogspot.com/2025/02/comunicado-proclama-anco-hagamos-una.html), han surgido –de nuevo- interrogantes válidas que deben ser respondidas claramente, relativas a ese nuevo llamado Constituyente que hacemos porque claramente el contexto político ha cambiado nuevamente.

¿Y qué es lo que ha cambiado? Nada menos que ahora contamos con un Presidente electo con la mayoría de los votos de los venezolanos, al que se le desconoció su triunfo al darse un golpe de Estado a la voluntad popular. Y, por otro lado, ahora existe una dirigencia política legítima en clandestinidad y persecución. Al margen de que el Presidente Electo no se haya juramentado para el pleno ejercicio de sus funciones establecidas en la Constitución, como lo hemos argumentado varias veces en este rincón de la red, y que el proceso electoral del 28 de julio de 2024 aún siga abierto y luchando por él, ESO NO SIGNIFICA QUE ESA SEA LA ÚNICA LUCHA QUE SE PUEDA DAR EN VENEZUELA para la recuperación de la libertad y la democracia.

Y ese es fundamentalmente el planteamiento. En agosto de 2023, antes de las primarias de octubre de ese año, en entrevista con el periodista Rafael Galicia, María Corina Machado (MCM) se pronunció en contra de convocar al proceso Constituyente más allá de ese momento político (ver La propuesta constituyente de María Corina Machado, en  https://ticsddhh.blogspot.com/2023/08/la-propuesta-constituyente-de-maria.html).

En esa oportunidad, MCM pensaba –en nuestra opinión de manera errónea- que con una Constituyente se impondría una parte del país sobre la otra, como ocurrió en 1999, y creía que era posible gobernar al país “un tiempo” con la Constitución de 1999, con el resto de los poderes públicos en contra. La tesis de una Venezuela polarizada se disolvió el 28 de julio de 2024, donde una mayoría aplastante decidió a favor de la democracia y la libertad. De nuevo, es importante remarcar que el contexto político de Venezuela ha cambiado desde ese entonces, por lo que MCM debería haber cambiado su parecer respecto al tema.

¿Cómo se plantearía la Rebelión Ciudadana con la lucha del 28 de julio? Mi respuesta sería COMPLEMENTANDO la lucha por hacer efectiva la voluntad del pueblo del 28 de julio, con una CONVOCATORIA por INICIATIVA POPULAR a una Convención Constituyente para lograr: 1) Que el pueblo venezolano dentro y fuera de Venezuela exprese su rechazo a una Reforma in-Constitucional llevada a cabo por el régimen, dando en ese mismo acto su aprobación para la convocatoria al dueño de la soberanía, a una Asamblea Nacional Constituyente (Artículo 348); y 2) Aprobar unas Bases Comiciales incluyentes para esa convocatoria. 

¿Por qué este acto sí podría hacerse efectivo, aun cuando no se ha podido “cobrar” el del 28 de julio? “El planteamiento de ANCO a los venezolanos ante lo que proponen los sectores políticos de ofrecer lo mismo y esperar resultados diferentes … es la de negociar, con el apoyo de la Comunidad Internacional, una Refundación de la Nación … a través de una Asamblea Nacional Constituyente Originaria convocada este mismo año, con un Tribunal Electoral ad-hoc (establecido por las partes para solo para ese propósito), con garantías de cumplimiento internacionalmente establecidas, e independiente de los Poderes Públicos secuestrados por la tiranía” (ver Opciones de una casa llamada Venezuela, en https://ticsddhh.blogspot.com/2022/05/opciones-de-una-casa-llamada-venezuela.html).

Si en el medio de la discusión con los EEUU de hacer respetar el resultado del 28 de julio, se realiza una Consulta Constituyente, tanto con los venezolanos que se encuentran en el país como los que están afuera, recogiendo un número superior de voluntades de las que se establecen en el Artículo 348 Constitucional (15% del Registro Civil y Electoral), esa Convención Constituyente sería de obligatorio cumplimiento para quienes ejercen el poder en Venezuela; y en el caso de persistir el régimen de Maduro en quedarse gobernando, en una negociación verdadera con ellos que incluya garantías de cumplimiento entre la oposición representada por MCM, EEUU y el régimen, se establecería un Tribunal Electoral ad-hoc, con el apoyo técnico de la ONU y la OEA, fuera de los poderes públicos venezolanos, para llevar a cabo la elección constituyente. Esta propuesta constituiría una salida pacífica, electoral y constitucional condicionada por la fuerza de la incorporación geopolítica de los EEUU a la negociación.

Una vez en funciones, esa Convención Constituyente tendría los amplios poderes constituyentes necesarios para hacer valer el resultado del 28 de julio, comenzar la reconstrucción institucional de Venezuela y producir una nueva Constitución.

Aun sin realizar la elección constituyente, el terremoto político ocasionado por la voluntad popular, expresado en millones de firmas para convocar esa Convención Constituyente, sería una protesta cívica formidable para contraponer a la Reforma in-Constitucional y se constituiría en un mandato pendiente para el nuevo Presidente de Venezuela, estableciendo claramente que los venezolanos rechazamos un cambio constitucional sin la participación del pueblo, legítimo dueño de la soberanía, como se expresa claramente en el Artículo 5 Constitucional.

De esta manera se resolvería la contradicción de habernos topado con un callejón sin salida electoral. Esto es, después del 28 de julio no es posible hacer otra elección en Venezuela con los actuales poderes públicos, y al mismo tiempo esperar resolver pacíficamente el problema político con el régimen. Todo lo expresado hasta ahora por los voceros opositores, incluida MCM, insisten en llegar a una solución pacífica pero sin dejar de materializar el resultado del 28 de julio. Este es un planteamiento contradictorio que lleva implícita una ruta de fuerza que no está contemplada desde adentro o fuera del país, y que difícilmente se materializará, al menos en el corto plazo.

Un proceso Constituyente sería la última solución prevista en nuestra Carta Magna, que no solo detendría la Reforma in-Constitucional del régimen, sino que abriría las opciones de todos los factores para llegar a acuerdos políticos, dejando que sea el pueblo venezolano el que finalmente decida su destino. En otras palabras, ¡que el pueblo decida!

Y ustedes me preguntarán: ¿y por el régimen respetaría la decisión del Constituyente cuando no respetó la decisión del pueblo venezolano el 28 de julio? ¿Por qué respetaría Maduro un acuerdo como ese? Y yo respondería como Trump durante la visita oficial de Zelenski en la Oficina Oval de la Casa Blanca, contestando el porqué Putin había violado siempre los acuerdos firmados con Ucrania: ¡porque él no era Presidente de los EEUU!… Si eso es así, entonces esas son las oportunidades que la oposición criminalmente ha desaprovechado en el pasado, y a esa garantía le quedan 4 años. No volvamos a perder esa oportunidad, y aprovechémosla mientras todavía podamos…

Caracas, 7 de Marzo de 2025

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