martes, 22 de julio de 2025

Intercambio de prisioneros

Imagen resumen de la nota cortesía de AI Google Gemini

Por Luis Manuel Aguana

English versión

Quienes han seguido estas notas desde hace años saben la importancia que le he dado a las definiciones formales. Para siquiera comenzar a comentar acerca de lo que sucedió con el acuerdo al que llegaran los gobiernos de EEUU y El Salvador con el régimen que gobierna a Venezuela, para intercambiar personas privadas de libertad, creo que lo correcto sería presentar la definición internacionalmente aceptada de la figura conocida como “Intercambio de Prisioneros”. Para ello, realicé varias consultas en tres IAs distintas porque en realidad ninguna de ellas por sí sola cubrió todo lo que el término conlleva. La primera de ellas, ChatGPT, define el concepto de la siguiente manera:

“El intercambio de prisioneros es el acuerdo o proceso mediante el cual las partes en conflicto militar acuerdan liberar y devolver a sus respectivos combatientes o civiles detenidos, generalmente en proporciones iguales, como parte de un acuerdo humanitario. Este intercambio busca aliviar el sufrimiento de las personas privadas de libertad y facilitar la reconciliación entre las partes, en conformidad con las normas del Derecho Internacional Humanitario, especialmente los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos adicionales” (resaltado nuestro).

 

Por otro lado, los chinos de DeepSeek son más precisos –como suelen ser los chinos- y nos informan de las bases jurídicas principales cuando se trata de intercambiar prisioneros, y algo muy importante, las condiciones clave:

 

"Bases jurídicas principales

 

 1.- Convenio de Ginebra III (1949) – Relativo al trato de prisioneros de guerra:

·         Artículo 109: Establece que los prisioneros gravemente enfermos o heridos deben ser repatriados directamente.

·         Artículo 118: Obliga a la liberación y repatriación de prisioneros sin demora después del cese de las hostilidades.

2.- Protocolo Adicional I (1977) – Aplicable en conflictos armados internacionales:

·         Artículo 85(4)(b): Prohíbe el retraso injustificado en la repatriación de prisioneros.

3.- Costumbre internacional y prácticas históricas:

·         Los intercambios pueden ser temporales o definitivos, y suelen mediar organizaciones neutrales (como el CICR).

·         Ejemplos históricos incluyen acuerdos en la Guerra de Corea (1953), la Guerra Fría (ej. intercambio de espías) o conflictos recientes como el de Ucrania-Rusia (2022-2024).

 

Condiciones clave:

 

·         Voluntariedad: Ambas partes deben aceptar los términos.

·         No discriminación: Los prisioneros deben ser liberados sin distinción de raza, sexo, idioma, religión, origen étnico o social, posición económica o afiliación política – Prohibición expresa del Artículo 75, Protocolo Adicional (1977)

·         Supervisión neutral: Usualmente el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) verifica el proceso."

 

Al consultarle a la IA Google Gemini acerca de la existencia de alguna actualización más reciente que 1949 de los acuerdos internacionales relativos al intercambio de prisioneros, esta fue parte de su respuesta:

 

“Los Convenios de Ginebra (especialmente el Tercero) y sus Protocolos Adicionales siguen siendo los pilares del Derecho Internacional Humanitario que regulan el trato y la eventual liberación y repatriación de los prisioneros de guerra. Estos instrumentos, aunque fueron adoptados hace décadas, son considerados los marcos legales vigentes y fundamentales. Lo que sí ocurre con frecuencia, y es lo que se ha visto más recientemente, son acuerdos específicos y bilaterales entre las partes en conflicto para llevar a cabo intercambios de prisioneros. Estos acuerdos no son nuevos tratados internacionales que modifiquen el DIH (Derecho Internacional Humanitario), sino que son aplicaciones prácticas y negociadas de las disposiciones ya existentes en los Convenios de Ginebra, que permiten y facilitan tales intercambios” (resaltado nuestro).

 

Habiendo definido hasta aquí lo que es considerado un “intercambio de prisioneros”, de acuerdo a los acuerdos internacionales vigentes, y las condiciones que deben prevalecer, podríamos llegar a la una primera conclusión, de que los prisioneros de este arreglo con Maduro tuvieron mucho menos garantías internacionales reales de las que hubieran tenido si hubieran sido intercambiados durante un conflicto armado.

 

En efecto, el Convenio de Ginebra III (1949) – Relativo al trato de prisioneros de guerra, establece que los prisioneros gravemente enfermos o heridos deben ser repatriados directamente. No tengo ni que mencionar las veces en que los prisioneros gravemente enfermos encarcelados en los distintos centros de reclusión del régimen, no recibieron nunca el debido tratamiento médico, y murieron en las cárceles por esa razón.

 

El Nacional informa en diciembre de 2024 que “Desde 2015, al menos 22 presos políticos en Venezuela han fallecido bajo custodia del Estado, hechos que generan alarma tanto en el país como a nivel internacional. Los fallecimientos más recientes están vinculados a ciudadanos opositores detenidos en el contexto de manifestaciones contra los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio. Organizaciones de derechos humanos han señalado que las causas de estas muertes incluyen principalmente torturas, tratos crueles e inhumanos y la falta de atención médica adecuada. (ver El Nacional,  ¿Cuántos presos políticos han muerto bajo custodia del gobierno de Maduro? en https://share.google/jQrXoZFK8T4kEClaL) (resaltado nuestro). En un conflicto armado, al menos se puede esgrimir el Artículo 109 de la Convención de Ginebra de 1949 para trasladarlos a sitio seguro en el bando contrario.

 

En el intercambio decidido por los tres gobiernos, sin que existiera conflicto armado alguno en Venezuela, el régimen decidió unilateralmente no incluir mujeres ni militares, en contravención a las condiciones clave explicitas en la Convención de Ginebra a la no discriminación, así como al desconocimiento abierto a la proporcionalidad en el número de prisioneros intercambiados. No hubo comisión conjunta para decidir los criterios de escogencia de quienes deberían ser liberados, como por ejemplo enfermedad, edad, género, número de días en reclusión injusta por orden de mayor a menor. El régimen decidió quiénes y punto. Nadie dijo nada para impedir la puerta giratoria de detenciones para la continuidad del tráfico humano que con seguridad se suscitaría luego.

 

El Protocolo Adicional I de 1977 del Convenio de Ginebra, en su Artículo 75 “Establece garantías fundamentales para todas las personas afectadas por conflictos, prohibiendo: Discriminación por raza, sexo, idioma, religión, origen étnico o social, posición económica o afiliación política”. De nuevo, para los presos políticos, pareciera mejor tener un intercambio de prisioneros en ocasión de una guerra que con la “paz” del régimen…

 

En una reciente nota publicada por Emisora Costa del Sol 93.1 FM se destaca claramente la discriminación de la mujer en ese intercambio de prisioneros: “El Observatorio Venezolano de los Derechos Humanos de las Mujeres (OVDDHH) y el Centro de Investigación Social para la Formación y Educación para las Mujeres (CISFEM) alzaron su voz ante la opinión pública nacional e internacional para denunciar la discriminación cometida en contra de las mujeres detenidas por motivos políticos, quienes quedaron por fuera del reciente acuerdo de intercambio de presos entre Venezuela y Estados Unidos” (ver Emisora Costa del Sol 93.1 FM, Las mujeres presas políticas no estuvieron en los acuerdos del chavismo para la excarcelación, en https://www.costadelsolfm.org/2025/07/21/las-mujeres-presas-politicas-no-estuvieron-en-los-acuerdos-del-chavismo-para-la-excarcelacion/).

 

Esa discriminación denunciada en contra de las mujeres presas en Venezuela por motivos políticos, podría tener un piso normativo de protección en la Convención de Ginebra de existir un conflicto armado con el régimen. Se podría argumentar que al no existir tal conflicto en el país, la Convención de Ginebra no aplica. Pero ese es precisamente el grave problema que deseo señalar aquí. El régimen está llevando el conflicto con la población opositora a un terreno donde se desvanecen todas las barreras, y donde algunos pudieran concluir que dada esta situación sin control sería preferible un conflicto abierto, donde al menos existan las garantías de los límites y las regulaciones internacionales de protección de prisioneros. Y eso sería sumamente grave, porque sabemos que cuándo algo así empieza, no se sabe cuándo termina. Colombia lleva más de 60 años de violencia armada, de una guerra interna fratricida…

 

Pero en un aparente acto de humanidad de intercambiar personas, se esconde la más abyecta intención de maltratar a un pueblo sin ningún motivo ni razón. Si efectivamente ya tienen el control de las armas y del país, como permanentemente lo manifiestan, ¿cuál es la razón de seguir persiguiendo y encarcelando personas a mansalva? Niños, jóvenes, mujeres embarazadas, ancianos, periodistas, nadie se ha salvado, sin que exista ninguna evidencia de movimientos armados en su contra. Este conflicto armado lo ha montado el régimen en contra de la población civil desarmada, no al contrario. 

 

Los países de la Comunidad Internacional y en especial los EEUU, deben entender que un intercambio de prisioneros en ese contexto en Venezuela es como secar una vez el agua de un piso en una casa llena de goteras. Seguirá mojándose hasta que se repare el techo, o peor aún, hasta recoger los muertos cuando el techo termine de desplomarse.

 

Los EEUU en especial, deberían reflexionar si es un éxito haber sacado a 10 de sus connacionales ahora. ¿Y mañana cuántos más habrá? Siempre existirá algún norteamericano prisionero que caiga en las redes del régimen para ser intercambiado por cualquier cosa que quieran, y que se extienden más allá de nuestras fronteras, con diferentes secuestradores –por ejemplo, la guerrilla colombiana-, lo que comenzará de nuevo otro ciclo de secuestro y extorsión con negociación de seres humanos. Se equivocan al pensar que alguien gana en ese intercambio de prisioneros...

 

Pero lo más lamentable de este intercambio es que, en el caso venezolano, cada preso que sale de una cárcel del régimen, sale con la posibilidad de retorno a prisión. En una guerra, al menos el prisionero de un intercambio sale al otro bando para seguir peleando o darse de baja, si así lo decide.

 

Nadie tiene el derecho de negociar con la libertad de nadie. Quienes lo hagan deben entender que por ese camino, más temprano que tarde, serán los responsables de las verdaderas guerras que precisamente dieron origen a las convenciones que regulan la violencia y la muerte. Queda de quienes se enfrentan decidir cómo será…

Caracas, 22 de Julio de 2025

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

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viernes, 18 de julio de 2025

La política como oficio

Imagen resumen de la nota cortesía de Craiyon AI

Por Luis Manuel Aguana

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 “Los tiempos difíciles crean hombres fuertes. Los hombres fuertes crean buenos tiempos. Los buenos tiempos crean hombres débiles. Y, los hombres débiles crean tiempos difíciles"

G. Michael Hopf

Me llamó la atención la respuesta que dio Moisés Naim, conocido analista nacional e internacional venezolano, a una pregunta precisa de la periodista Adriana Amado de La Gran Aldea, inquiriendo acerca de la disposición de los partidos venezolanos para resolver el problema político venezolano:

“AA: –¿Qué tan dispuestos están los partidos políticos tradicionales a dejar la bandera de subsistencia a corto plazo y ponerse al servicio de la democracia a mediano plazo?

MN: –Los partidos están formados por ciudadanos. El político también necesita oportunidades de garantizar su cargo, porque tiene familia que mantener, deseos que satisfacer. Los políticos están viendo todo el tiempo para dónde va el viento y pocos logran romper esa esclavitud de las preferencias inmediatas de los votantes. Quizás alguna minoría pueda independizarse de este yugo, pero no muchos ni por mucho tiempo” (ver La Gran Aldea, Moisés Naím: “Hay que pensar bien con qué se reemplaza lo que la motosierra destruye”, 15-07-2025 en https://laldea.site/2025/07/15/moises-naim-hay-que-pensar-bien-con-que-se-reemplaza-lo-que-la-motosierra-destruye/?s=03) (resaltado nuestro).

Los venezolanos hemos dado por sentado que los partidos políticos en general y sus dirigentes en particular –al menos los que se dedican a buscar votos para ocupar posiciones políticas como oficio- son individuos cuyo esfuerzo va dirigido a lograr el bienestar de sus votantes, con una cierta vocación de servicio ciudadano. Pensamos erróneamente que la política es un oficio, como cualquier otro, ejercido por personas, que, en el mejor de los casos, dedican sus mejores esfuerzos para el logro del bienestar colectivo. Sin embargo, nos olvidamos que estas personas también tienen aspiraciones de carrera y, como Naim nos recuerda, necesitan “oportunidades de garantizar su cargo, porque tiene familia que mantener, deseos que satisfacer “.

Y ciertamente, la mayoría son individuos orientados a satisfacer el corto plazo, poniendo siempre toda su energía para una próxima elección, y satisfacer sus necesidades inmediatas. Pero la pregunta de la periodista Amado, es cruda y aun no dando una respuesta directa, Naim la contesta: los partidos y los dirigentes que tenemos no están dispuestos a ponerse al servicio de la democracia PORQUE ESA NO ES SU NATURALEZA. Los que siguen allí están para resolver sus propios problemas de corto plazo, aun cuando sepamos que el problema político venezolano es de mediano y largo plazo, y que ningún cargo a la vista resolverá la aspiración de los venezolanos de resolver la crisis que nos afecta.

Esa respuesta explicaría la existencia de un alacranato que persistentemente acepta ir a elecciones con el régimen, e incluso la participación de dirigentes políticos opositores conocidos en sus localidades, en las venideras elecciones municipales, que no necesariamente se les puede atribuir alguna relación con el régimen. Son ellos los persistentes políticos de oficio, esto es, “los que viven de eso” y que nadie en sus comunidades les podría señalar como traidores a la causa opositora por su permanente defensa de las banderas de los partidos opositores tradicionales, esgrimiendo en su defensa el clásico argumento de “no perder los espacios”.

La gran pregunta que nos debemos hacer después de esto, es si con estos partidos y dirigencia, definidos como en realidad son, podemos resolver la crisis mayúscula en la que estamos metidos después de 26 años de tragedia humanitaria continua.

¿Qué clase de partidos y dirigentes políticos necesitamos para nuestro problema de HOY? Ciertamente, no necesitamos unos que lo que quieran es ganarse la vida como cualquier persona ejerciendo un oficio. Esos eran requeridos antes –y ni siquiera- cuando había democracia con Estado de Derecho. En una tiranía la cosa es completamente diferente. Se podría incluso comparar con el panorama que existía cuando los caudillos del siglo XVIII y XIX reclutaban gente para ir a la guerra. Lo único que les prometían a cambio de sus vidas a los que iban “detrás del hombre a caballo”, como los describía Andrés Eloy Blanco, era el botín de guerra en tierras y bienes, incautado en las batallas que lograban ganar.

En pleno siglo XXI, me atrevería a decir que muchos de los políticos opositores que se encuentran en la lucha en contra del régimen, no lo hacen por mero patriotismo. Esperan después su “botín de guerra” como premio a sus servicios, bono que efectivamente ya han cobrado por adelantado algunos “opositores” que viven en el exterior. Sin duda algunos de ellos lo justificarán por haber sido apresados o arriesgado sus vidas frente al régimen.

Y no es que yo me erija aquí como guardián de la ética y la moral, sino que si lo hacen por el botín, ya no se podrían llamar políticos sino mercenarios. Es por eso que hay que ser muy precisos en identificarlos, aunque resulte muy difícil al comienzo, pero al final ellos mismos se quitan las máscaras. Ya ustedes deben haber identificado a algunos…

Y ese es el reto que tenemos. Conseguir políticos capaces cuyos perfiles vayan más allá del político común que menciona Naim, de esos que “están viendo todo el tiempo para dónde va el viento” y “tiene familia que mantener”, sino de gente entregada a un apostolado muy duro y decidida a recuperar el país. Solo con esa determinación se puede conseguir ese objetivo. En ese sentido podríamos afirmar que una cosa es la política como oficio en una situación de normalidad y otra muy diferente la política en la situación compleja donde nos encontramos ahora.

Tal vez algunos me dirán que esos políticos ya existen, y no tendría por qué dudarlo. Y si es así, sería muy importante que se manifiesten pronto, ya que nadie podría negarme que no se han hecho sentir lo suficiente, dado que aún nos encontramos en el hueco donde estamos.

Ejercer la política como oficio en estos tiempos oscuros de guerra, es un acto mucho más necesario y noble que hacerlo en los tiempos iluminados de la paz. El tipo de persona necesaria es diametralmente opuesta al mencionado por Naim en su entrevista. Se requiere de mucho valor, visión e inteligencia. Se requiere de una amplitud y humildad de alma, difícilmente encontrada en cualquier persona, porque nadie reúne en lo personal todo lo que se requiere saber para vencer a esta hidra de miles de cabezas que enfrentamos, por lo que debe dejar con humildad que otros le guíen y enseñen, y aceptar de buena gana que no lo sabe todo. Pero sobre todo y lo más importante, un ilimitado amor por este país al punto de arriesgar su vida en ello, y no esperar cobrar ningún botín cuando haya tenido éxito en liberar el país.

Y ustedes me dirán que ya hay personas con ese perfil en toda la geografía venezolana, y no lo dudo. Venezuela siempre se destacó con honores en eso desde los tiempos de la Independencia. Sin embargo, por alguna razón han quedado excluidas de ejercer el noble oficio de la política, porque quienes lo dirigen aún no terminan de comprender que sus bases cambiaron porque el país cambió, y ya el oficio DEBE Y TIENE QUE SER OTRO en esta hora amarga de Venezuela. Aquí aplica perfectamente la lógica del escritor norteamericano G. Michael Hopf, citada al comienzo de esta nota.

Los tiempos difíciles de las dictaduras del siglo XX crearon a los políticos fuertes que inauguraron los 40 años de paz y convivencia que vivió el país, la época más larga en democracia en toda su historia. Lamentablemente, esos buenos tiempos crearon los políticos débiles que generaron estos tiempos difíciles que comenzaron en 1999.

Terminando el ciclo, estos tiempos difíciles crearán a los hombres y mujeres fuertes para una nueva época de buenos tiempos. Ojalá que ellos moldeen la política como oficio, con políticos de las características que tuvieron los del comienzo del ciclo, y que no por casualidad son las mismas que describí antes. Tal vez eso nos pueda garantizar un nuevo amanecer para Venezuela.

Caracas, 18 de Julio de 2025

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lunes, 14 de julio de 2025

Transformaciones y desafíos de la Inteligencia Artificial

Imagen resumen de la nota cortesía de AI Google Gemini

Por Luis Manuel Aguana

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Intervención en la Cátedra Pío Tamayo de la UCV del 14 de julio de 2025 - Tema: De la inteligencia natural a la artificial

Agradezco de nuevo a la Cátedra Pío Tamayo y al Profesor Agustín Blanco Muñoz por la invitación y la oportunidad de reflexionar temas trascendentales como el que nos reúne a todos los presentes el día de hoy.

En esta época de cambios profundos en el mundo, debo apreciar que alguien en nuestra universidad comience a abordar el tema de la Inteligencia Artificial más allá del fenómeno técnico en que se constituye, intentando buscar respuestas a preguntas dirigidas a sincerar los impactos que esta nueva tecnología tiene, y más aún, tendrá en nuestras vidas en un futuro muy próximo.

Porque no se trata de analizar un fenómeno que se encuentra lejos, sino que ya está entre nosotros, y cuyas manifestaciones estamos viendo todos los días a través de las redes sociales, influenciando ahora mismo nuestras decisiones cotidianas; y sus efectos están propagándose más rápido que cualquier otra tecnología que la humanidad haya experimentado, por lo que los venezolanos deberíamos desde hace rato estar discutiendo esta temática, porque es precisamente una tecnología capaz de determinar el rumbo de cómo se hacen y como se harán las cosas en nuestra sociedad.

Una anécdota personal para ilustrar el punto. Hace pocos días, durante la celebración de los 50 años de la Escuela de Computación de la UCV, en un panel de egresados de las primeras generaciones de la Escuela, le comentaba a la audiencia que hace 53 años cuando le dije a mis padres que estudiaría Computación en la Facultad de Ciencias de la UCV, me dijeron que si me había vuelto loco. En esa época la gente estudiaba solo las carreras tradicionales: Ingeniería (no existía en ese momento Ingeniería en Computación), Medicina, Derecho, Arquitectura, Odontología, etc. Ni siquiera la Facultad de Ciencias tenía sede propia en la UCV.

Mi padre, un individuo educado por gente del siglo antepasado, con un doctorado en Derecho Militar, era incapaz de entender lo que estudié hasta que me gradué, evitando cualquier conversación conmigo acerca del tema. Lo que me faltó decir en el panel de egresados fue que finalmente me reconcilié con él cuando un buen día me presentó al Director de Información Científica y Tecnológica del CONICIT, Consejo Nacional de Información Científica y Tecnológica, que en ese momento requería de un especialista técnico en materia de Computación y Telecomunicaciones. Y después de lo que hicimos allí, entendió finalmente la trascendencia de lo que había estudiado.

Fue en ese lugar donde tuve el honor de participar en el inicio del Proyecto Servicio Automatizado de Información Científica y Tecnológica, SAICYT del CONICIT, que posteriormente le dio vida a REACCIUN, Red Universitaria Nacional interconectada, precursora de la actual Internet en Venezuela, cuyo servicio nacional continuó en la CANTV con equipos y tecnología IP traspasados a ellos desde esa red (pueden leer la historia completa en El Señor Filosa, en https://ticsddhh.blogspot.com/2011/09/el-senor-filosa.html).

Esa anécdota personal con la Internet en Venezuela, me aterriza en la realidad de cómo el nacimiento de una nueva tecnología como la Inteligencia Artificial, IA, puede y tendrá un impacto de envergadura social y política en nuestro país, aun sin que la mayoría de la gente se dé cuenta.

Esto me lleva a intentar dar una respuesta a las preguntas de la Cátedra que comienzan con “¿Vamos hacia un mundo del hombre, sociedad, historia y conocimiento marcados y determinados por lo artificial?” (ver Historia Actual, Cátedra Pío Tamayo, De la inteligencia natural a la artificial, en http://historiactual.blogspot.com/2025/07/de-la-inteligencia-natural-la-artificial.html). Lo primero que debe indicarse aquí es que cualquier respuesta de una máquina –hasta ahora- no es de ninguna manera artificial. Las respuestas de un modelo de IA son un producto inicial de los seres humanos, y que a través de su interacción con ellos, estas respuestas se van refinando cada vez más con el proceso de “entrenamiento” y extensión de la base del conocimiento en la que la IA actúa.

El desarrollo natural de la tecnología de la información, que incluye máquinas más veloces, con muchísimo mayor capacidad de almacenamiento de datos, procesamiento gráfico y comunicación, pero más importante aún, las mejoras drásticas y exponenciales en los lenguajes computacionales y de recuperación de la información almacenada, han dado como resultado natural el fenómeno de la Inteligencia Artificial, IA. En otras palabras, se abrió la posibilidad de programar modelos, ya no solo para dar un resultado entrada-salida-proceso lineal como consecuencia de un conjunto de datos, sino para aprender con la interacción humana del mundo exterior.

No se podría, a mi juicio, afirmar que vayamos hacia un mundo signado por lo artificial, en la medida que el hombre controle su creación. Sin embargo, la extensión de la tecnología podría provocar las distorsiones que ya hemos visto con otros avances que en el pasado se han utilizado, como toda herramienta, para perjudicar a la sociedad en la medida en que se han hecho accesibles a todas las personas. En otras palabras, de lo que se está hablando aquí es de la proliferación de equipos y modelos de IA para cualquier tipo de aplicación, a medida que la tecnología se ha hecho más sofisticada, dando pie a que se susciten los mismos temores que existieron con la llegada de las computadoras y sus diversas aplicaciones.

A la pregunta “¿Nace la IA en forma espontánea, un hallazgo en el camino o como un proyecto con altas y crecientes inversiones destinado a lograr los mejores resultados o dividendos?” La IA es producto de un proceso tecnológico indetenible de ninguna manera espontánea. Tal vez los primeros modelos fueron producto de inversiones de alta rentabilidad como ChatGPT, dada la preexistencia de los constructos técnicos necesarios para programarlos, pero de ninguna manera como algo premeditado, porque no es posible que alguien integre la cantidad importante de requisitos tecnológicos necesarios para producir ese resultado como algo previamente calculado.

A la pregunta “¿La idea y propósito es poner los adelantos técnico-científicos al servicio del mejor vivir del hombre o ponerlo en la condición del simple peón de carga dispuesto para actuar directa y mecánicamente en las tareas tendentes al aumento del gran capital?”, soy de la opinión de que todos los adelantos técnicos-científicos siempre tuvieron la intención de lograr una mejora en la calidad de vida del hombre, desde la invención de la rueda, pasando por la máquina de vapor, la electricidad, la radio, el motor de combustión interna, la computadora, la Internet y la energía nuclear. Todos ellos fueron utilizados por los sistemas político-económicos imperantes en los países alrededor del mundo donde operaban, para el bien o el mal de la humanidad. El problema nunca fueron los adelantos, sino su aplicación, y más importante aún, quiénes y con cuáles intenciones los operaban. Con la IA las cosas no serán diferentes.

"¿Se plantea entonces la empresa IA, mantener el mundo en el actual nivel de pensamiento… o producir un cambio que, en sentido estricto, configure y establezca una realidad más y abiertamente beneficiaria de los grandes y mundiales inversionistas?" La IA es un fenómeno tecnológico como lo fue en su oportunidad la computadora de escritorio y la Internet, que no fueron otra cosa que la evolución natural de la tecnología de la información y comunicaciones. Yo mismo soy de la época de cuando esta tecnología giraba alrededor de las grandes computadoras y muchos tuvimos  que abandonar negocios porque la tecnología cambió. Grandes empresas como los bancos e industrias en todos los países tuvieron que reinvertir millones de dólares en mover sistemas técnicos de un lado a otro, y tendrán que seguir haciéndolo cada vez con mayor velocidad en la medida que la tecnología cambie si desean seguir estando en el negocio. La IA los obligará a cambiar los servicios prestados a sus clientes para ser más eficientes, con la correspondiente inversión asociada. Sin embargo, en esta ocasión el avance va más allá de cualquier tecnología anterior. Veamos:

En una muy reciente investigación de la Corporación RAND realizada para la Seguridad Nacional de los EEUU, y publicada a comienzos de este mes, se indica lo siguiente: "Fundamentalmente, las implicaciones de la IA van mucho más allá de la productividad económica y el avance científico. En el ámbito militar, la mejora del análisis de datos y los avances en armamento autónomo ya están transformando la estrategia y las capacidades. … Mientras tanto, los modelos de IA más recientes «están a punto de poder ayudar significativamente a los principiantes a crear amenazas biológicas conocidas», lo que presagia su notable potencial para democratizar las capacidades peligrosas en todo el mundo….. Una encuesta a investigadores de IA publicada en importantes foros especializados mostró que los expertos estiman en un 50 % la probabilidad de que las máquinas automaticen todas las tareas humanas para 2047…La nación o entidad que desarrolle y controle dichos sistemas podría transformar fundamentalmente el orden global y, potencialmente, guiar la trayectoria futura de la humanidad” (ver RAND Corp, Cómo la Inteligencia Artificial General podría afectar al auge y la caída de las naciones, en https://www.rand.org/pubs/research_reports/RRA3034-2.html).

En consecuencia, en potencias como los EEUU debaten que esta tecnología, debe ser restringida y no descentralizada, esto es, que no estén al alcance de muchas manos. Y dado que la IA requiere de requisitos especiales de hardware y software para su apropiado funcionamiento, se estudian restricciones para el comercio de equipos para la generación de modelos de IA, porque lo están considerando un problema de seguridad nacional.

Ahora bien, la Cátedra pregunta: “¿Se puede afirmar entonces que con la IA se produce una supuesta y progresiva superación del pensamiento del hombre y que, en un momento determinado, lo podrá se podrá sustituir o convertir en 'hombre máquina'?”. A eso respondo que no creo que la IA represente una “supuesta y progresiva superación del pensamiento del hombre”. Como ya indique, no es más que un paso, eso sí gigantesco, en el desarrollo de los procesos automatizados, pero con implicaciones inmediatas en el trabajo, los servicios y la manufactura.

Esta tecnología sí podrá sustituir trabajos como ya ocurriera en el pasado con las computadoras en labores repetitivas en las líneas de montaje de las fábricas, pero ahora se trata de profesiones enteras, como ingenieros, abogados, e incluso médicos. Una noticia del 11 de julio (hace 3 días) del Newsletter de ChatGPT, GPTZone, reporta lo siguiente: “Investigadores de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, han conseguido que un robot lleve a cabo, por sí solo, una fase completa de extirpación de vesícula biliar en un modelo animal. Lo increíble de este avance es la total ausencia de intervención humana durante la operación: ningún cirujano dirigía directamente el bisturí robótico en ese crítico momento. El secreto está en la inteligencia artificial, IA, con un sistema creado sobre el popular modelo de lenguaje ChatGPT. Gracias a este desarrollo, el robot analiza datos en tiempo real, anticipa escenarios, toma sus propias decisiones y se ajusta durante la operación si surge cualquier imprevisto. El resultado es un logro que marca un antes y un después en la forma en que entendemos la cirugía robótica” (ver Newsletter GPTZone, Un Robot Opera sin Humanos por Primera Vez: El Avance que Cambia los Quirófanos, en https://gptzone.net/noticias/un-robot-opera-sin-humanos-por-primera-vez/).

¿Cómo se logró tal avance? La nota indica que “Para que el robot pudiera operar de manera autónoma, los expertos lo entrenaron con una amplia base de datos de vídeos reales de procedimientos quirúrgicos. Esta formación permite al sistema comprender los pasos, anticipar complicaciones y ejecutar acciones según la evolución de la cirugía”. ¿Y cuáles son las ventajas? Respuesta: “…tener un robot entrenado para tomar decisiones de manera instantánea aumenta la seguridad del paciente. Puede gestionar situaciones imprevistas de forma precisa, sin el despiste o el temblor que a veces afectan a las personas tras muchas horas en el quirófano. La posibilidad de operar durante más tiempo sin perder eficacia es un cambio radical para intervenciones complejas” (ver noticia citada). Una vez llegado a este punto, en muy pocos años las intervenciones quirúrgicas en humanos ejecutadas por médicos expertos serán cosa del pasado, porque las realizadas por un robot con un modelo de IA serán más rápidas, mucho menos costosas y mas seguras.

Lo anterior contestaría las preguntas de la Cátedra, “¿El hombre máquina y la robotización comenzaron ya a decirle adiós a lo que se denomina como humanidad" ¿Cada vez más con mayor fuerza e IA quedará desplazado una gran parte de la antigua mano de obra, de técnicos, investigadores y ejecutantes de las más variadas ocupaciones?”. Yo no podría decir que digamos adiós a nuestra humanidad, pero ya nos encontramos con un duro inicio que podría empeorar si no se comienza a debatir ahora seriamente el tema para buscar soluciones.

La IA puede ser un gran avance para la humanidad si se gestiona de una manera adecuada, pero puede ser la perdición de todos sin el adecuado consenso humano y político que les correspondería iniciar a los tomadores de decisiones en cada país. Sin embargo, lo cierto es que esa “nueva inteligencia” sí puede destruir o hacer desaparecer a la “antigua” inteligencia humana, o a la humanidad misma, pero no por sí sola, sino por quienes siempre han buscado eso sin necesidad de tecnologías y que ahora disponen de una herramienta adicional extraordinaria para poderlo hacer.

En mi opinión, no es un tema que pueda y deba ideologizarse, indicando que sea un “salto revolucionario” al servicio de alguien o una tecnología al servicio de la liberación de “los de abajo”. Puedo corroborar personalmente que estas tendencias de la tecnología de la información y comunicaciones son tan importantes, que aun teniendo formación en computación, decidí dedicar mis estudios de maestría y doctorado, a la economía y el desarrollo, para comprender en su esencia estas realidades, porque creo firmemente que en nuestros países, así como debemos ocuparnos en desarrollar las tecnologías, también debemos aplicarnos en estudiar sus implicaciones, para poder direccionar adecuadamente nuestro desarrollo político como nación.

De allí que le recordara a mi Escuela de Computación, en su 50º Aniversario, la importancia de reforzar cátedras que enseñen a las nuevas generaciones de computistas a analizar el impacto social de estas tecnologías y cómo manejarlas al servicio del país. Ojalá que la UCV siga siendo pionera en este esfuerzo, como lo está demostrando hoy en esta Cátedra Pío Tamayo.

Muchísimas gracias,

Caracas, 14 de Julio de 2025

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