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jueves, 18 de agosto de 2016

Tres días, dos firmas

Por Luis Manuel Aguana

Sorprendió solo a los ingenuos la decisión del directorio del CNE de dejar para finales de octubre la recolección del 20% de las firmas del Registro Electoral para revocar a Nicolás Maduro. Para aquellos que desde hace mucho tiempo le hemos hecho seguimiento a las trácalas técnicas del Poder Electoral, nos pareció incluso hasta benévolo que hayan dejado la "posibilidad" que el Referendo Revocatorio se haga este año, "suponiendo que todo vaya bien" y el CNE decida aplicar los plazos mínimos para su convocatoria. Algo debíamos reconocerle a Tiby...

Sin embargo no fantaseemos. Si bien es cierto la MUD decidió la presión de calle para obligar al gobierno y su oficina electoral a ceder para este año el Referendo Revocatorio, no es menos cierto que eso dependerá de que tanto le importe al régimen arrasar con todo y con todos para quedarse en el poder. Y la experiencia nos ha confirmado que no les importan los muertos, los torturados y las cárceles para los opositores, ni el atropello brutal a los Derechos Humanos de los venezolanos. Eso ya lo sabemos.

¿Significa eso que nos quedaremos así? No necesariamente. Aunque el CNE no le puso fecha al Referendo Revocatorio -que es la que pretenden dejar para el 2017-, si se la tuvo que poner a la recolección de firmas.

Como saben, de acuerdo a esa normativa de carácter sub-legal inconstitucional que rige al RR (Resolución No. 070906-2270 de fecha 6 de septiembre de 2007) el CNE nos concede tres días para la recolección en sus términos del mínimo constitucional del 20% de las firmas del Registro Electoral, para luego ir a un proceso de "verificación" a fin de constatar si esas manifestaciones de voluntad son confirmadas por los convocantes a través de un sistema de chequeo biométrico (captahuellas). Allí está el detalle, Cantinflas dixit.

No sabremos cuantas máquinas de esas se colocarán, ni dónde. Y es muy posible que apliquen el mismo criterio absurdo de distribuirlas en lugares donde la gente no firmó, o en número insuficiente donde la gente si lo hizo, con el objeto de correr los tiempos del Referendo Revocatorio. Pero en todo caso ese proceso se realizará posterior a los tres días de recolección de firmas; tres días que por cierto no se mencionan en el Art. 72 de la Constitución.

Desde la Alianza Nacional Constituyente (http://ancoficial.blogspot.com/) pensamos que los partidos políticos convocantes del Referendo Revocatorio deberían estar de acuerdo en que esos tres días también sean utilizados para la recolección de una segunda firma para la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente de carácter Originario.

Esta recolección se realizaría con una planilla enteramente diferente, que ha sido diseñada en la Alianza (pueden revisarla en las Bases Constituyentes en http://ancoficial.blogspot.com/p/documentos-fundamentales.html) y que obedece al criterio esbozado en el Art. 347 constitucional que indica que "El pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente originario. En ejercicio de dicho poder, puede convocar una Asamblea Nacional Constituyente con el objeto de transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución.”, pudiendo en virtud de eso convocar con sus propias reglas al Poder Constituyente Originario solamente con el 15% de ese mismo Registro Electoral, de acuerdo con el Art. 348 constitucional.

Y digo que pensamos que deberían estar de acuerdo con esa propuesta porque esa única movilización de la población de esos tres días, tiene una carga de aseguramiento del mismo Referendo Revocatorio cuando se tiene a su vez el registro de la manifestación de voluntad para convocar al Poder Constituyente Originario en el otro bolsillo, con un numero mucho menor de firmas (15%).

Si a Tiby y al régimen se les ocurre dejar el Referendo Revocatorio para el 2017, extendiendo al máximo el plazo de los 90 días para su llamado, convocaríamos entonces en consecuencia, a una Asamblea Nacional Constituyente en el mismo acto y con los mismos venezolanos que también firmaron para convocar al Referendo Revocatorio. En otras palabras en esos tres días recogeríamos las firmas para el Referendo Revocatorio y las firmas para asegurarlo. Tres días, dos firmas.

De esta manera siempre podríamos convocar al Poder Constituyente Originario, independientemente de lo que el régimen decida hacer.

Sometemos a la consideración de Venezuela esta propuesta que no solo desea una solución política y pacífica al grave problema del cambio del gobierno, sino también dar paso a un proceso de Reconciliación y Reconstrucción del país, con la participación de todos los venezolanos sin distinción de filiación política, a través de un proceso Constituyente.

Me confieso escéptico a que los partidos de la oposición oficial acojan esta propuesta. Sin embargo, Venezuela está por encima de los intereses de los partidos políticos, cuyos dirigentes tienen la obligación de dirimir sus apetencias para superar este momento de hambre, muerte y desesperación de nuestra población. Es por eso que la sometemos al país nacional sufriente de esta tragedia indigna de nuestro pueblo, para que todos la impulsemos en la aspiración de que sea asumida por quienes deben y tienen la responsabilidad de dar cauce a una energía de cambio positivo para no sufrir de nuevo una frustración colectiva.

En la Alianza Nacional Constituyente estamos dispuestos a discutir con quien sea necesario las Bases para la convocatoria del Poder Constituyente Originario y sus condiciones. Nada en nuestra propuesta está escrito en piedra, solo lo está la voluntad de poner al país por encima de cualquier condición. Es hora, Venezuela espera por nosotros.

Caracas, 18 de Agosto de 2016

Twitter:@laguana

miércoles, 10 de agosto de 2016

La administración de la culpa

por Luis Manuel Aguana

¿Quién tiene la culpa de lo que pasó ayer en el CNE? ¿La MUD por haber impulsado tarde el Referendo Revocatorio? ¿El CNE por haber retrasado hasta lo ilegal los lapsos reglamentarios del Referendo y la validación de firmas? ¿Los venezolanos por haber permitido que esta situación llegara tan lejos como para estar muriendo en los hospitales y acostar a nuestros hijos sin comer? ¿Quién tiene la culpa que el régimen lleve el Referendo al 2017?

Me siento directamente aludido cuando leo en las redes gente que escribe indicando que no ataquemos a la MUD porque "es lo único organizado que tiene la oposición". Que hasta que no tengamos otra cosa debemos seguir a esa dirigencia opositora porque "eso es lo que hay". ¡Que tristeza!

Tibisay Lucena convocó al Cuerpo Diplomático para decirle al mundo -que no a nosotros- que técnica y legalmente el Referendo Revocatorio podría ser el año que viene, sin que se le aguara el ojo, lavándose las manos como Pilatos. Que los lapsos eran esos y ellos los cumplirían, por supuesto sin decir que lo harán al máximo tiempo reglamentario, lo que llevará la consulta a una fecha conveniente para que el régimen continúe hasta el 2019. Eso era lo previsible.

Pero, de nuevo, ¿quién tiene la culpa? ¿Tiby?¿La MUD? ¿Nosotros? Si la MUD sabía que ese era el resultado más probable, ¿porqué insistir en un camino que desde ya esta cerrando el régimen? En el mejor de los casos la recolección de firmas se haría a finales de octubre, eso si el CNE no inventa nada en medio del camino, y luego del calvario verificador ellos aun dispondrían de 90 días para decidir para cuando ponerlo, por supuesto siempre después del 10 de enero.

Es interesante hacer este análisis porque si luego de este esfuerzo, que tendrá características inhumanas como ya lo apreciamos con la verificación de solo el 1%, se activa el Referendo Revocatorio para el año entrante, todavía deberemos , con todas las trampas posibles del régimen, sobrepasar la votación que "tuvo" Maduro en el 2013, con una población deprimida por la frustración de que con eso solo podrán salir de Maduro pero no del régimen de hambre y miseria porque asumiría el Vicepresidente que le de la gana poner, incluyendo a la narcotía.

Perder entonces el Referendo Revocatorio el 2017 no es opción para nadie. Pero es perfectamente posible si la MUD cambia Revocatorio por elecciones de Gobernadores y Consejos Legislativos. La suerte esta echada este año. Si el CNE pone la fecha del Revocatorio para después de la fecha indicada como posterior al 4to. año de ejercicio presidencial, sería un suicidio colectivo concurrir a ese Referendo porque lo que haríamos con mucha probabilidad es confirmar a Maduro en su presidencia ilegítima -que a partir de allí sería más que legítima-, como lo hiciera Chávez el año 2004.

Parece entonces evidente que el curso de acción posible nos lleva a la calle y la Resistencia Civil. Pero eso pasa no solo por exigir que políticamente se de un Revocatorio, como producto que ya se nos vendió como la solución inmediata de los graves problemas del país, sino que no lo aceptemos para ninguna otra fecha que no sea el 2016.

Pero eso no es suficiente. El ir a esa Resistencia Civil con calle, que significara lo que ya pasamos los venezolanos el 2014 -o tal vez peor porque hay hambre-, con el resultado amargo de muertos y presos políticos, no puede ser solamente para satisfacer las aspiraciones presidenciales de algunos dirigentes políticos plenamente identificados. Debe y tiene que ser para cambiarlo todo. Y eso pasa por la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente para cambiar las bases del sistema político de Venezuela, evitando  que esta tragedia se vuelva a repetir en un futuro cercano.

Entonces estamos mas cerca de la respuesta a la pregunta inicial. Si a quienes convocan los partidos es al soberano pueblo de Venezuela para que logre mediante marchas, calle y Resistencia Civil, un Referendo para revocar a Maduro este año, con todas las trabas que el régimen imponga para lograr, no solo levantar el 20% de las firmas, sino ganarle una elección, entonces con mayor razón podremos convocar al Constituyente Originario con solo el 15% de lo mismo y cambiarlo todo, incluyendo a Maduro este mismo año. El que puede lo más puede lo menos.

Si de administrar culpas se trata, podremos culparnos todos, unos por acción y otros por omisión. Pero si de responsabilidades se trata de lo que ha pasado hasta ahora en Venezuela, solo dos se llevan la mayor parte, el régimen y su oposición. Pero en este estado terminal de las cosas, la responsabilidad de lo que terminará pasando aquí de ahora en adelante nos corresponderá a todos los que vivimos y sufrimos en este país...No desperdiciemos este momento histórico.

Caracas, 10  de agosto de 2016

Blog: http://ticsddhh.blogspot.com/
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana

domingo, 24 de julio de 2016

Revocatorio en una Caja

Por Luis Manuel Aguana

Decía Dwight Eisenhower, ex Presidente de los Estados Unidos que Lo que es importante pocas veces es urgente, y lo que es urgente, pocas veces es importante” (“What is important is seldom urgent and what is urgent is seldom important”). Ike, como cariñosamente le decían sus compatriotas, fue el autor de lo que se ha dado en llamar la “Caja de Eisenhower”, un método práctico que ayuda a discernir entre lo urgente y lo importante.

De acuerdo a ese método, se distribuyen las posibles acciones en cuatro cuadrantes dentro de una caja: a) Urgente e importante (tareas que harás de inmediato); b) Importante, pero no urgente (tareas que puedes hacer después); c) Urgente, pero no importante (tareas que puedes delegar a alguien más); y d) Ni urgente ni importante (tareas que puedes eliminar) (ver El Método Eisenhower y la productividad, en https://www.entrepreneur.com/article/267004).

Deberíamos recomendarles a los venezolanos este invento de Ike para entender la diferencia entre el Referendo Revocatorio y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente.

El Referendo Revocatorio es urgente. Millones de venezolanos en las calles buscando comida debe ser urgente de resolver para cualquiera, en especial para quienes gobiernan. Visto de esa manera, cualquier método que sea diferente para sacar de inmediato al régimen puede verse como un obstáculo a ese fin último definitivamente urgente e importante.

Desde la anterior perspectiva, resulta que para la mayoría de los venezolanos ya es un hecho que un Referendo Revocatorio es urgente y a la vez importante –siguiendo a metodología de Ike- con lo cual debería tener prioridad, porque “salimos” del régimen, dejando posteriormente la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, si se considera que la Constituyente es un mecanismo que puede ser usado para el mismo fin, aun cuando hemos demostrado que la convocatoria Constituyente es más expedita que el Revocatorio siguiendo las reglas del régimen (http://ticsddhh.blogspot.com/2016/02/enmienda-y-constituyente.html).

La convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente es importante. Lo importante, de acuerdo a la metodología de Ike, tiene que ver con la “misión, valores y metas de largo plazo”, y en efecto es así. Una Constituyente no se convoca para cambiar a un gobierno. Para eso están los mecanismos previstos en la Constitución de 1999, como efectivamente lo es el Referendo Revocatorio. Con la Constituyente deseamos transformar al país, cambiar la forma del Estado, plantearnos la redacción de una nueva Constitución que pueda dar vida a un nuevo país, de acuerdo a un Proyecto propuesto que ponga al ciudadano más cerca del Poder, controlando a sus gobernantes. Que le de a los Estados autonomía real sobre su destino. En suma, un cambio profundo e importante para el país.

Visto así, hacer eso no tiene absolutamente nada que ver con sustituir a los Poderes Públicos, que igualmente tendrían que ser removidos en el medio de un proceso de transformación como el que planteamos en el Proyecto País Venezuela Reconciliada Vía Constituyente (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/), si así lo deciden los representantes del pueblo en una Asamblea Nacional Constituyente. En un escenario de un Referendo Revocatorio exitoso este año, una Asamblea Nacional Constituyente solo le restaría remover al resto de los poderes para que este gobierno transitorio pueda ser viable hasta la promulgación de la nueva Constitución. En caso de no haber Revocatorio la Asamblea Nacional Constituyente haría lo propio con todos los Poderes Públicos.

Si entendemos que el Revocatorio es urgente e importante y la Constituyente es importante pero no urgente, en los términos de remover a un gobierno, que no es el fin último que le pretendemos dar hasta ahora –como si lo es en el Revocatorio-, entonces no tenemos problemas en colocar ambas cosas en la caja de Ike pero en cuadrantes diferentes. Podría realizarse el primero el Revocatorio, sin estorbar el llamado Constituyente, que debería luego inmediatamente realizarse. Sin embargo, este supuesto se basa en la premisa que el Referendo Revocatorio es la vía más expedita para lograr salir del régimen (cosa que, como vimos, hemos demostrado que no es así). Pero poco a poco los venezolanos estamos viendo el CNE está reventando esa premisa, y posiblemente la oposición política se vea en la necesidad de mover la Constituyente del cuadrante b) al cuadrante a) en la “Caja de Eisenhower”.

Como desde la Alianza Nacional Constituyente (http://ancoficial.blogspot.com/) no vemos de ninguna manera, ambas vías planteadas para el mismo fin –remover al régimen- sino mas allá, bien podemos iniciar inmediatamente los procedimientos para convocar a una Asamblea Nacional Constituyente de carácter Originario, sin para nada ser un obstáculo para la realización del Referendo Revocatorio, ni ser considerada la convocatoria Constituyente un obstáculo al Revocatorio. Incluso podríamos buscar firmas para ambas iniciativas al mismo tiempo.

Algunos sectores han pensado equivocadamente que hemos planteado al país una Constituyente con el fin de “competir” con el Referendo Revocatorio y que recoger firmas para ese fin “dividiría” a la oposición. Eso sería cierto si se entendieran ambos mecanismos para un mismo fin. Esa perspectiva no comprende todavía lo que una y otra vez hemos indicado desde la Alianza Nacional Constituyente, que nuestra misión va más allá de lo que pasará en el país una vez que se hayan ido los delincuentes que nos desgobiernan. Haya o no haya Referendo Revocatorio es mandatorio e imperativo ir a un proceso Constituyente para reconciliar y reconstruir al país, en unos términos completamente diferentes de los que hemos sido gobernados los venezolanos por más de 200 años.

La Alianza Nacional Constituyente está recorriendo el país para explicarle a todos los sectores la magnitud del cambio que hay que dar para que Venezuela de un salto al futuro y se convierta en un país desarrollado, con posibilidades de retener a su juventud, así como la manera en cómo tenemos planteado ese proceso. Para nosotros el Revocatorio es un proceso urgente e importante del presente político, pero que de ninguna manera resolverá el fondo del grave problema estructural que tiene el país. Que no bastará cambiar un Presidente por otro, y que sería un error de incalculables consecuencias no realizar los cambios que el país necesita. Tenemos bases para sustentar esa afirmación y las hemos explicado muy bien en nuestros recorridos por Venezuela.

Los enemigos del proceso Constituyente y que trancan el avance de este cambio indetenible son los que sucumbirían a los cambios estructurales que estamos planteando, entre otras razones porque ya disfrutan de las ventajas que dan la cercanía de un Poder centralizado y asfixiante que ha dejado mucha miseria a las regiones por mucho mas de los 18 años que lleva este régimen. Sin embargo el Poder Originario es de los ciudadanos, no de quienes han quebrado paulatinamente al país desde mucho antes de la aparición de Hugo Chávez.

La convocatoria del Poder Constituyente Originario es entonces complementaria –pero no supeditada- a la iniciativa del Referendo Revocatorio y puede ser realizada conjuntamente. Pero no nos equivoquemos, el Revocatorio les ha permitido a los enemigos del proceso Constituyente esconderle al país la urgente necesidad de los cambios estructurales que necesita para que no se repita la tragedia de Chávez, y salgamos de la miseria donde nos han llevado, estos y aquellos, planteándoles una solución definitiva a los venezolanos.  

Muy pronto veremos si el Revocatorio desaparece o no del primer cuadrante de la “Caja de Eisenhower”, forzando la máxima de Ike de “…lo que es urgente, pocas veces es importante”; y si lo hace, confirmará más aun -si eso es posible- la necesidad imperiosa del único mecanismo que tiene el pueblo para decidir su propio destino. Los demás que esperen por el régimen a ver si nos da un Revocatorio, nosotros ya comenzamos.

Caracas, 24 de Julio de 2016

Twitter:@laguana

martes, 12 de julio de 2016

Las 3 acepciones de un diálogo sin sentido

Por Luis Manuel Aguana

Cualquiera creerá al leer el título de esta nota que quien lo escribe está en contra de la institución del diálogo. Parece, pero no es así. Se dialoga cuando dos partes en disputa acuerdan llegar a un cese de hostilidades. Eso ha pasado en la historia del mundo un sinnúmero de veces en conflictos bélicos con miles de muertos. Entonces nadie podría estar en desacuerdo con el diálogo como mecanismo para hallar caminos de entendimiento y de paz entre grupos en conflicto. Pero en Venezuela ese “diálogo” que auspicia el régimen no es tal diálogo en el sentido que todos conocemos; o peor aún, cada parte, incluyendo la OEA, tiene una interpretación diferente de esa institución para que esta pueda ser aplicada con éxito a la situación que vivimos los venezolanos. Veamos esto en detalle.

Visto desde la perspectiva de la OEA, institución que discutió el problema venezolano en su Consejo Permanente con un detalle inusitado nunca antes visto allí (ver ¿Y qué hacemos con ese Informe?, en  http://ticsddhh.blogspot.com/2016/06/y-que-hacemos-con-ese-informe.html) luego de un informe demoledor para el régimen que desgobierna este país, la organización se pronuncia por un “dialogo efectivo entre el gobierno y la oposición con el fin de encontrar alternativas para favorecer la estabilidad política, el desarrollo social y la recuperación económica de la República Bolivariana de Venezuela...”, pero dando su respaldo a la iniciativa de los mediadores puestos por el régimen (ver Esta es la Resolución de la OEA sobre Venezuela

Entonces, cualquier observador incauto fuera de Venezuela, que no conozca lo que pasa aquí diría: ¿y cuál es el problema en que se sienten a negociar?, viéndolo como un “conflicto” en donde la oposición por alguna razón “no deja gobernar al gobierno” y lo que hay es que ver es cuales son los problemas y negociar esos conflictos con mediadores de buena fe.

Visto así, desde la perspectiva de la OEA, este es un conflicto, en el que independientemente de los mediadores –así sea pagados por el régimen-, “dialogando” se llegaría a conformar la estabilidad política del país. Como se verá, esta perspectiva es aséptica y como tal alejada remotamente de la realidad política del país. Nuestro conflicto con el régimen no es de un “estándar” que pueda ser encuadrado en una solución de “diálogo” de acuerdo a la semántica diplomática usual utilizada para cualquier otro conflicto, como pudiera ser el de Colombia. Entonces desde la OEA se promueve una solución que no es la adecuada al problema que tenemos. En otras palabras, el diálogo que proponen no tiene nada que ver con lo que pasa aquí.

Ahora bien, desde la perspectiva del régimen, una solución de “diálogo” no es más que el instrumento que busca “negociar” para ganar tiempo y no realizar el Referendo Revocatorio en el 2016, o bien para retrasarlo hasta el año entrante con la finalidad de quedarse en el poder, al menos hasta el 2019. En esto le acompañan ciertos factores de la oposición oficial que lo han promovido conjuntamente (esto es, aquellos que negociaron en primera instancia en Republica Dominicana) y han aceptado ya a sus mediadores y condiciones.

Es de hacer notar aquí que si de diálogo se trata, y se toma en cuenta la definición internacionalmente reconocida de mediador, este debe ser escogido por las dos partes, no por una sola. Y en todo caso, de existir mediadores de cada parte, como lo son ya del régimen los ex Presidentes Zapatero, Fernández y Torrijos, faltarían los mediadores de la oposición, habiendo luego claramente que escoger al menos uno de común acuerdo, si es el caso de que ambas partes los tengan. Es por eso que algunos opositores rechazamos categóricamente los facilitadores escogidos por el régimen de Maduro como únicos facilitadores del conflicto y lo expresamos públicamente (ver La oposición rechazó a los mediadores elegidos por Maduro

Entonces, lo que el régimen llama “diálogo” no es lo mismo que la OEA llama “diálogo”, y menos aun lo puede ser si quienes lo “facilitan” y son respaldados por la Resolución de la OEA, ya tienen posiciones adelantadas en relación al verdadero conflicto que tenemos en Venezuela. Pareciera que la OEA entonces fue engañada en su buena fe al llegar a la conclusión que si luego de un informe que señala a un régimen violador de Derechos Humanos y toda normativa civilizada, este se vaya a subrogar a un “diálogo” en los términos generalmente aceptados por la comunidad internacional.

Pero lo más interesante, por no decir más grave, es la acepción de “diálogo” que tiene la oposición oficial venezolana. Para ellos al parecer el “dialogo” es….¡nada! ¿Y porque digo esto? Porque las condiciones que exige para sentarse a “dialogar” es que en Venezuela exista Estado de Derecho, esto es: 1) que el régimen cumpla la Constitución y permita el Referendo Revocatorio; 2) libere a los Presos Políticos; y 3) respete las decisiones de la Asamblea Nacional. Todo esto sumado a que existan mediadores de la oposición y se hagan las negociaciones en Venezuela (ver Sumarium, “Si el gobierno no acepta las condiciones, MUD solo se reunirá con mediadores”, en http://sumarium.com/mud-se-reunira-solo-con-los-mediadores-mientras-el-gobierno-no-acepte-sus-condiciones/).

En otras palabras, para sentarse a “negociar” le están pidiendo al régimen algo que el castro-chavismo-madurismo no tiene en su naturaleza cumplir, porque si lo hicieran de entrada no estaríamos hablando de esto ni tendríamos que ir a ningún diálogo. Están pidiendo un contrasentido. Al menos el régimen quiere negociar algo: ¡el Referendo Revocatorio! Y eso en estricta lógica no puede ser negociable porque es una obligación constitucional que debe ser acatada por todos los venezolanos y en especial por un poder “independiente” como el CNE. Pero como este es un régimen de delincuentes que tiene bajo secuestro una población entera, es lógico que pidan rescate por los rehenes –todos nosotros-, y su pago se lo exijan a quienes nos “representan” bajo la especie de entregar el Revocatorio. ¡Los delincuentes si lo tienen claro! Quienes no lo tienen tan claro son nuestros “representantes”…

Por alguna razón, interesada o no, no tienen claro cuál es la situación real de los venezolanos para aplicar las soluciones correctas, entrabando a nuestros aliados naturales en el exterior, como lo demostró ser el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, al presentarse como el principal defensor de los venezolanos a escala hemisférica. No se puede confundir diálogo y negociación con delincuentes en situación de rehenes.

Entonces, ¿que “diálogo” puede haber aquí? No se puede dialogar con delincuentes. Cuando hay una situación de rehenes lo primero que hace la policía es poner a hablar a un negociador. Y cuando ya la cosa entra en crisis –como generalmente pasa porque los delincuentes no suelen entregarse-, entonces entra el escuadrón “SWAT” (en inglés: Special Weapons and Tactics, en español Armas y Tácticas Especiales) o la policía especializada en estos menesteres, para sacarlos y resolver la crisis. Eso es lo más parecido a lo que pasa en Venezuela para todo el que nos vea desde el exterior. Entonces, no hay conflicto que amerite diálogo entre dos partes, sino un secuestro de quienes gobiernan en contra de una población indefensa y que amerita otra solución.

En consecuencia, Venezuela no necesita “diálogo”, necesita que la Constitución se cumpla, tan sencillo como eso. La Constitución es ahora un yunque atado con una cadena al cuello de un régimen que se está hundiendo. Por eso echa mano de cualquier artimaña para perpetuarse. Lo que necesitamos es la ayuda y la presión de nuestros aliados fuera del país para que se cumpla el mandato constitucional, porque la población ya está clara en lo que tiene que hacer. Es un tema de la supervivencia de un pueblo. Si la oposición oficial se sienta a negociar algo con estos delincuentes, tengan la seguridad que no será nada bueno para los venezolanos, y tendremos que rechazarlo con todas nuestras fuerzas, porque ese diálogo sin sentido no sería un diálogo entre dos partes en conflicto. Sería una negociación entre delincuentes.

Caracas, 12 de Julio de 2016

Twitter:@laguana