lunes, 19 de noviembre de 2012

La hora de las gradas



Por Luis Manuel Aguana

La “mentalidad de rancho” es una vaina bien seria en nuestro país. Se lleva en la cabeza. Lo ves cuando al entregarle el apartamento nuevo a una familia que nunca ha usado un baño, buscan el espacio para construir un séptico. Así de grave es la cosa.

Y así usted explique y eduque, no hay manera de cambiar eso porque es un asunto de creencias, de manera de ver la vida, de una cultura sumamente arraigada de años y años de hambre y necesidad.

Lo vemos cuando el gobierno le entrega a la gente apartamentos que parecen ratoneras invivibles, sin espacios mínimos para convivir, sin áreas verdes y cualquier otra cosa que diga que le están mejorando su calidad de vida. ¡Y en plena Avenida Libertador en Caracas! Y ellos, que no han tenido nunca nada, lo ven como si el gobierno les estuviera resolviendo la vida. Y la verdad es que están vendiéndoles la idea de la propiedad de las viviendas cuando en realidad están confinándoles en “guettos” controlables de los que pueden disponer en cualquier momento, haciéndoles víctimas de un chantaje para siempre.

Y no es que la situación sea de ignorar las necesidades de quienes se están muriendo en los refugios sino de utilizar esa necesidad humana fundamental para manipular y engañar a quienes necesitan para apoyar un proyecto político. El fondo es verdaderamente deleznable, tanto como haberlos dejado en los refugios. Lo que en realidad hicieron no fue construirles viviendas dignas sino refugios organizados en cubículos localizados en las principales calles de Caracas y de los que el gobierno a su antojo amenazará con sacarlos de allí a cada nueva “elección democrática”.

Esa es la manera que tiene el gobierno de ajustar hacia abajo. Todos tenemos que vivir mal. Esa es la esencia del comunismo castrista que se nos trata de imponer.

Y esa misma “mentalidad de rancho” del gobierno “resolviendo” el problema de la vivienda, la tienen nuestros políticos opositores al enfocar la solución de los problemas del país. Estamos como cuando la casa (las instituciones) se está cayendo, y cuando llueve te mojas más adentro que afuera y aun así no te quieres mudar porque no has vivido de otra manera en toda tu vida.

Viven en el rancho de la política construida sobre la base del engaño, la corrupción, del “quítate tu pa'ponerme yo”. Cuando sale alguien "normal" a decir ¡se nos cae el rancho en la cabeza! se apresuran a callarlo "porque así hemos vivido siempre". Y van corriendo a abrir el hueco para poner un séptico habiendo baños en los apartamentos.

Es por eso que a quienes no hemos vivido nunca de "eso" vemos con perplejidad este sainete triste del 7-O y te sale alguien de la oposición a decirte que "no hemos conectado todavía con las clases populares" ¿En qué rancho mental estarán viviendo?  ¡La casa (institución electoral) se les está cayendo en la cabeza y te dicen que todo está bien!

Es bien complejo lo que está sucediendo en Venezuela. Y hay que realizar análisis aun mucho más profundos porque intervienen demasiadas variables. No es un simple análisis causa-efecto.

Pero cuando miras al “bullpen”, que es el sitio de donde el manager del juego de beisbol ve para cambiar jugadores, te pones a llorar. No hay reemplazos. ¡Y el palo de agua sigue insufrible y sabes que la casa se está cayendo! Los que estamos en las gradas gritamos, escribimos, decimos, nos reunimos, proponemos y nada.

Les reseñaré una pequeña historia que posiblemente alguno de ustedes conozca que describe la realidad actual con más precisión:

“Una pequeña historia. Esta es una historia acerca de cuatro personas que se llamaban TODO EL MUNDO, ALGUIEN, CUALQUIERA Y NADIE. Había un trabajo que era importante llevar a cabo y TODO EL MUNDO estaba seguro que ALGUIEN lo haría. Cualquiera pudo haberlo hecho pero NADIE lo hizo. ALGUIEN se molesto mucho porque ese era un trabajo para TODO EL MUNDO. TODO EL MUNDO pensó que CUALQUIERA podía hacerlo pero NADIE se dio cuenta que  TODO EL MUNDO no lo haría. Esta historia termina en que TODO EL MUNDO culpó a ALGUIEN cuando NADIE hizo lo que CUALQUIERA ha podido hacer.” Anónimo.

Cuando comencé a escribir acerca de este tema electoral y por alguna razón no he dejado de hacerlo, empecé a ser uno de los que decía que el rancho tenía goteras. Y a advertir como un venezolano más que debían cogerse las goteras porque con el tiempo se harían huecos más grandes. Ya a este nivel todos nos hemos dado cuenta que tanto al gobierno como la oposición les es conveniente que el rancho siga igual, pero con todos nosotros dentro. Y ya el rancho no tiene solución y hay que cambiarlo.

Pues verán, imagino que ya todos habrán llegado al convencimiento que nadie cambiara el rancho electoral. Como bien dice la historia, todo el mundo está a la espera que alguien lo haga pero nadie lo terminará haciendo. Esa historia se parece mucho a como los venezolanos nos comportamos cuando hay una responsabilidad difusa y diluida. Y lo peor es que hay fuertes intereses a favor de que las cosas continúen como están. Menudo problema.

No endilgaré la responsabilidad a todo el mundo porque eso es como la historia reseñada: no es responsabilidad de nadie. Pero si puedo decir algo: si todos los que presenciamos el juego nos duele lo que está pasando en el campo y no hay gente en el “bullpen”, ya es hora que vayan bajándose de esas gradas y presionar al manager para que ponga nuevos jugadores.

La construcción de algo nuevo no puede seguir esperando, así sea que a quienes les competa construirlo no deseen o no quieran hacerlo. Todos estamos bajo el palo de agua. Ya es la hora de los jugadores de las gradas.

Caracas, 19 de Noviembre de 2012

Twitter:@laguana

jueves, 15 de noviembre de 2012

La alcabala de Tibisay



Por Luis Manuel Aguana

Ya lo confirmó hoy el Directorio del CNE. Las estaciones de Verificación SON OBLIGATORIAS. ¿Y a cuenta de qué el Directorio del CNE ignora las disposiciones legales según las cuales solo es necesario para votar la cédula de identidad laminada, vencida o no? ¿Dónde aparece en la legislación venezolana que ahora los electores necesiten “el papelito” de la nueva alcabala de Tibisay Lucena como requisito adicional para ejercer un derecho ciudadano?

Esta alcabala, que aparece como novedosa en este escenario, opaca en notoriedad a la que antes considerábamos como el principal escollo en toda esta trampa tecnológica que nos impusieron a los venezolanos desde el CNE, la captahuellas.

Varias observaciones en relación a este nuevo escollo. Luce sumamente sospechosa la insistencia del CNE en colocar como obligatorio ese instrumento que hasta donde hemos podido constatar solo le ha servido al gobierno para movilizar a su militancia del PSUV y obligarla a votar, y a la vez ralentizar las colas en los centros de mayoría opositora. Pero pudiera tener una razón técnica más de fondo y que se nos pudiera estar escapando.

Veamos técnicamente la cosa. Son estaciones conectadas a través de la red celular de la CANTV con los servidores principales del CNE. Transmiten al menos el numero de cedula de identidad de la persona que está llegando al centro a votar. Al menos eso es lo que “aparentemente” está pasando, de acuerdo a lo que uno visualiza externamente.

Sin embargo, me puedo permitir hacer especulaciones basadas en nuestro desconocimiento de la arquitectura técnica de las maquinas de votación, ya bien sea porque el CNE no le entregó las especificaciones técnicas a la oposición a través de “nuestra representación” técnica y estos avalaron algo que no vieron, o que si se las entregaron y por alguna razón se ha mantenido oculta a pesar de la insistencia en que se haga pública para el estudio de técnicos independientes. Ambas cosas son inaceptables.

Puedo imaginarme que las máquinas de votación tienen la electrónica interna necesaria para conectarse inalámbricamente, conformando una red interna, con esas estaciones conectadas a la red celular de la CANTV para la transmisión de algo más que cédulas de identidad para movilizar chavistas.

Eso podríamos saberlo fácilmente con un celular inteligente en la mano. Se podría detectar cuales redes están activas en un radio cercano con un simple celular inteligente. Podríamos probar eso cuando vayamos a votar y detectar si hay alguna red WiFi extraña dentro del centro que no debería estar allí. ¡Y denunciarlo!

¿Sabemos cuáles procesos se activan en las máquinas de votación además del proceso auditado de captura y resguardo de votos? ¿Es ese el único programa que hay? ¿Existe una auditoría que nos permita saber si el CNE coloca algo adicional dentro de las máquinas de votación sin el conocimiento de la oposición? Esas maquinas son computadores multitarea y eso lo saben tanto el gobierno como la oposición.

Y suponiendo que esto sea así, el CNE podría estar transmitiendo votos antes del cierre de las maquinas de votación, así de simple. O cambiarlos si conocen las claves de encriptado. Y así como puede haber transmisión hacia fuera, podría también haberla hacia dentro, precisamente para eso último. Esa es una duda perfectamente razonable, basada en el desconocimiento que tenemos de esos equipos comprados sin licitación. Al ser un proceso enteramente controlado por el CNE, ¿por qué no podríamos pensar mal y que estas maquinas están haciendo algo adicional? ¿Porqué no pensar que desde el CNE se envíen archivos completos que sustituyan los resultados de las máquinas?

¡Cuentos de camino! dirán quienes aun defienden ese sistema. Siempre insistiré: cualquier cosa se puede hacer con una maquina que se programa y que está hábil para comunicarse, y más aún si está protegida por quien debe ser su principal vigilante: ¡los técnicos de la oposición! Y si dicen eso entonces demuestren que no es así publicando las especificaciones de esos equipos y entregando uno de ellos para el análisis exhaustivo de parte de un grupo de expertos independientes calificados.

Las maquinas de verificación afuera funcionarían como una especie de puerto de comunicación de las máquinas de votación hacia y desde el CNE. De esa forma Tibisay, es decir el gobierno, quien es la única que puede totalizar, pudiera tener información acerca de lo que sucede en los centros que tienen esas máquinas de verificación conectadas a la red celular de la CANTV. Por lo mínimo, si no cambian los votos, podrán conocer en tiempo real los resultados intermedios de los centros que tienen esas máquinas.

Por principio natural, no debería existir NINGUN dispositivo que transmita nada al CNE hasta el cierre del proceso electoral. Esa es una exigencia mínima que debe realizar la oposición. Si nuestra queja fue que ralentiza el proceso, como en efecto pasó durante el pasado 7-O, la respuesta de estos delincuentes del CNE ha sido colocar más máquinas para acallar eso. Pero el fondo real sigue vivo y es que están violando de manera flagrante los Derechos Humanos de los electores de tener un proceso libre.

Y lo cierto es que el sistema electoral está en tal grado de descomposición que ya no es sostenible ni tragable por la población demócrata. Y lo peor es que está avalado y defendido por la propia oposición. De allí no puede salir nada bueno y cualquier cosa puede estar pasando con esas estaciones. Por eso la insistencia en ponerlas obligatorias. Un sistema electoral completamente corrompido y controlado, cuyas auditorías no establece sino el auditado, no puede garantizarnos nada más que trampa.

El venezolano común ya no confía en el sistema electoral. Pero lo que es más grave, ya no confía en quienes se supone deben defenderlo en contra de las imposiciones e irregularidades del ministerio de elecciones del gobierno. Ante este panorama sombrío de no tener a quien acudir ante estas arbitrariedades, a todas luces cada vez más descaradas de este régimen que dañó deliberadamente el sistema, las sociedades se construyen sus propios anticuerpos.

Si el sistema electoral, que es el mecanismo en democracia para decidir quiénes deben dirigir los destinos del país, fue deliberadamente descompuesto y quienes deben decir algo sobre eso no lo dicen, el ciudadano defraudado deberá entonces encontrar otros cauces democráticos para canalizar ese evidente descontento de la mayoría.

No es sólo que tenemos que ir a la desobediencia civil de no pasar por esa alcabala puesta como obligatoria por el CNE, es que debemos activarnos para CAMBIAR el sistema electoral COMPLETAMENTE y exigir Elecciones Auténticas. Esa alcabala de Tibisay no es el problema, lo es todo el sistema electoral venezolano. Movilicémonos para cambiarlo de raíz…

Caracas, 15 de Noviembre de 2012

Twitter:@laguana

domingo, 11 de noviembre de 2012

La mordaza de Globovisión



Por Luis Manuel Aguana

La pregunta inmediata es ¿Cuál mordaza? ¿La que le pusieron o la que está poniendo? No haré aquí una discusión acerca de la llamada autocensura de los medios en un sistema totalitario. Debe haber miles de tratados escritos acerca de ese tema. Es claro que existe ese fenómeno cuando un medio de comunicación teme a ser cerrado por emitir opiniones o noticias que afecten al régimen.

Pero cuando un medio que no comulga con las ejecutorias del gobierno se autocensura para bloquear opiniones que alguien podría considerar “radicales” dentro de la propia oposición, la cosa se pone complicada, entre otras razones porque no se sabría a quienes le está haciendo el juego, si al gobierno por temor a un cierre o a una particular oposición que bien podría estar interesada a que este estado de cosas permanezca.

¿Quién define una actitud “radical” dentro de las filas opositoras? La línea es muy delgada. Es como cuando una muchacha (la opinión pública) solo puede ser cortejada por los pretendientes (formadores de opinión) que los padres (la “oposición formal”) decidan. No queremos que “salgan” al aire opiniones “radicales” que nos puedan alborotar a la muchacha, dirán. Siempre a la muchacha le llegaran los pretendientes y para mala suerte de los padres la mayoría de las veces se termina escapando por la ventana con el primero que le hable como es.

¿Qué es lo que deberían hacer en estos casos los medios y los periodistas? Mostrar el espectro completo y dejar que la muchacha decida de quien se quiere enamorar. Eso les espanta a los padres, que siempre se pronunciarán por mantenerla escondida hasta que salga  “un buen partido”. Craso error. No solo porque eso es imposible de hacer, sino porque a la final los padres tendrán que aceptar la decisión de la muchacha.

Este ejemplo es lo que está pasando ahora mismo con las recientes denuncias en relación a una supuesta autocensura del único  medio que ha marcado la pauta opositora del país, siendo esto sumamente grave y preocupante. El hecho de no transmitir deliberadamente un programa (ver la denuncia en http://www.noticierodigital.com/2012/11/ignacio-gainzarain-senores-globovision-%C2%BFquien-veto-el-programa-de-nitu-perez-osuna-con-alfredo-weil/) que había sido pautado para ser transmitido, deja entrever muchas dudas en relación a como se está conduciendo esta lucha de la oposición y cuáles son los intereses que realmente están prevaleciendo.

No existe en realidad nadie químicamente puro, reza el dicho popular. Todo el mundo tiene su corazoncito, aunque este le corresponda ser objetivo en sus planteamientos. Cuando un medio informativo como Globovisión solo coloca en el aire una parte de la opinión opositora por la razón que sea, interesada o no, se está incurriendo en lo que precisamente se está tratando de combatir con los medios en poder del gobierno. Cuando solo se muestra una parte de la opinión opositora, lo que significa es que el medio responde a otros intereses que difieren de los de la comunidad a la cual se debe.

Cuando introdujimos el Recurso de Nulidad en contra de las Elecciones del 7-O, pudo más la captura de Rosita en la pantalla de ese medio televisivo que la denuncia ciudadana en contra de las violaciones del gobierno a los derechos de los votantes durante el acto electoral. ¿Solo se transmite lo que hace la oposición “conveniente”?

Cuando solamente aparecen en los medios los voceros de la MUD defendiendo al CNE y se bloquea la opinión y la invitación de personas serias a los programas líderes de opinión en relación al fraude electoral -sí, FRAUDE ELECTORAL- los medios tiemblan con la palabra porque temen el cierre y se autocensuran.

¿Hasta qué punto es conveniente esa postura para la democracia? ¿Hasta qué punto un medio, al acudir al expediente de esconder lo que la gente grita a voces, como es el caso de las irregularidades cometidas por el CNE el 7-O, está haciéndole un servicio a la democracia y a la gente que dice que informa?

Nadie puede meterse en los zapatos de los Directivos de Globovisión. Ellos solo saben lo que tienen en juego. Han pasado muchas presiones, encarcelamientos, destierros, multas hiper millonarias. Y todos sabemos que sin ese medio no se sabría qué es lo que en realidad sucede en el país. Sin embargo, es delicado el terreno que pisan en la actualidad, porque sin dejar de informar, cada vez es más difícil encontrar donde está la verdad en esta jungla opositora. Estoy seguro que si hacen un esfuerzo en buscarla, seguramente la encontrarán, como buenos periodistas que son, dejando a un lado la opinión de los padres que buscan el “mejor partido”.

Y los próximos meses van a ser cada vez más confusos. Debemos separar, después del descalabro del 7-O, las manzanas podridas de la cesta opositora. Preguntarnos quienes dentro de la oposición, incluso entre aquellos que conducen programas de televisión, les interesa que este estado de cosas continúe. Hay que vernos a todos para descubrir porque seguimos dando vueltas en círculos después de 14 años de oprobio.

Y una pregunta que saldría de Perogrullo: ¿Y quién decide quién es el bueno y quién es el malo? ¿Quién separa las manzanas podridas? La única manera de saberlo es tener un mecanismo que nos permita ver a todos lo que en verdad está sucediendo en el país sin colocar a nadie en esa responsabilidad. Y los medios son fundamentales en esta tarea.

Mostrarlo todo sin recelos, censuras e intereses, aunque el medio no esté de acuerdo con alguna postura específica. Nadie tiene toda la verdad. La verdad es la que el ciudadano se hace cuando tiene todos los elementos para juzgar una situación. Y una vez que muchos, muchísimos ciudadanos, tienen sus elementos y toman una decisión, entonces esa mayoría decide cual manzana está podrida, dándole o no su apoyo.

Pero eso no es lo que desean a veces quienes quieren torcer los cauces de la historia. Ocultar una verdad puede ser muy conveniente cuando se desea que los acontecimientos se muevan hacia otro lado. Y el concurso de un medio como Globovisión puede ser muy importante para hacerlo.

En realidad espero que ese no sea el caso con un medio que ha demostrado muchísima valentía e inteligencia para permanecer al aire en medio de una tormenta perfecta. Pero que no puede dejar que los intereses obscuros de unos pocos que creen tener “la verdad”, tuerzan la historia del país en la creencia que eso es lo más conveniente a los intereses de todos los venezolanos. Dejen que la muchacha decida…

Caracas, 11 de Noviembre de 2012

Twitter:@laguana

miércoles, 7 de noviembre de 2012

¿Quién toma “el fusil”?



Por Luis Manuel Aguana

Aclaratoria previa a los señores del SEBIN: no se escandalicen por el título de la nota. No estoy llamando a la insurrección civil, ni al golpe de Estado, ni a la Guarimba, por si acaso se les ocurre mandar las unidades antes de leer. Todo legal…

Hay una escena de la película “A Few Good Men” de Jack Nicholson y Tom Cruise donde este último increpa como fiscal militar  al personaje de Nicholson en relación a su responsabilidad como General norteamericano a cargo de la base de Guantánamo en Cuba. Ambos extraordinarios actores asumen su papel a cabalidad. El primero insiste en que su responsabilidad es hacer el trabajo sucio, de ser una pared de contención al comunismo y para eso requiere de gente dura dispuesta a echarse plomo con el enemigo sin importar a quien se tenga que llevar por delante.

Por otro lado Cruise en su papel de fiscal insiste en que aún en esas condiciones la ley debe prevalecer. A lo que riposta el personaje de Nicholson algo que en cualquier ocasión pondría pensar a cualquiera: la gente no desea ni quiere saber como yo le proporciono su seguridad y luego usted viene aquí a cuestionar mis procedimientos. Si no está de acuerdo en cómo lo hago, entonces escoja su muro tome un fusil y cuídelo, de otra manera déjeme hacer mi trabajo como yo considero que se debe hacer…

¡Qué interesante! El personaje de Nicholson plantea que hay un “trabajo sucio”, en este caso cuidar a la gente del comunismo- y del cual nadie desea saber- pero es necesario que alguien haga para mantener el “status quo”, pero que cuando es confrontado por la ley, representada en este caso por el personaje de Cruise, se establece la eterna batalla del “ser” y “el deber ser”, quedando al final como vencedor, en el caso de la película, el orden legal establecido. La Ley triunfó llevándose al personaje de Nicholson a la cárcel.

Eso es lo bueno a veces de las películas, llevan las situaciones a los extremos. De esa manera se pueden apreciar los contrastes que no son tan evidentes. No siempre sale vencedor “el deber ser” como en el caso de la película citada. De hecho, casi nunca se sale con la suya. Pero como en toda película que se respete los chicos buenos siempre ganan.

Sin embargo de esa escena me quedó grabado algo bien importante y que es en realidad el motivo de esta nota: a la hora del té- o de las chiquiticas como decimos en Venezuela- nadie está dispuesto a “tomar un fusil” y defender el muro. Deja que “alguien” haga el trabajo “sucio” sin importar el precio que tengan que pagar. Entendiendo aquí como el “fusil” la responsabilidad de algo que sabe que es necesario realizar pero que nadie pretende asumir porque lo considera difícil o “sucio”, o peor aún, que no es con él.

Creo que algo de eso que mencionó el personaje de Jack Nicholson es lo que nos está pasando en Venezuela. Todo el mundo sabe y en especial los que tienen la responsabilidad de tomar acciones, que el sistema electoral venezolano es una trampa y está arreglado para la permanencia eterna del que te conté en el poder. Ya no es posible seguir mirando para otro lado pero nadie quiere asumir eso. Quienes dirigen en la oposición prefieren llamar a votar y votar sin exigir un mínimo de condiciones y nosotros testigos pasivos de este horrorizante espectáculo, de alguna manera esperamos que “alguien” haga el trabajo de cambiarlo. Pero les tengo malas noticias: quienes deben abogar por cambiarlo o al menos hacer el esfuerzo, no están interesados en hacerlo.

Al principio, pensaba yo ingenuamente, que era un problema de tecnología no comprendida a cabalidad. Luego, que era un problema de un mal intencionado asesoramiento técnico (Grupo La Colina) o en el mejor de los casos, la ingenuidad política de poder ganarle a una ruleta trampeada de Las Vegas.

Al final y con el tiempo he ido cayendo poco a poco y en cuenta de que existe un interés de “este lado” que las cosas sigan igual. Lamento confesar que los inocentes en política caemos tarde. Y contra ese interés “de este lado”, ni un ejército de técnicos bien calificados y mejor intencionados que denuncien y denuncien podrá en contra de eso. Y tal situación amerita otro tipo de enfoque.

¿Cuál podría ser el interés de alguien “de este lado”- o de la oposición, para decirlo claramente- que permanezca un sistema tan perverso en el cual se eligen nuestros gobernantes sin contar los votos? ¿Cuál podría ser el interés de alguien “de este lado” que se siga alimentando el Registro Electoral de cuanto extranjero le interese al gobierno sin auditoría y sin ningún control? Tal vez debamos hacer las preguntas correctas para descifrar eso.

Y debo aclarar que no pienso que todos los que están “de este lado” formarían parte de esa conspiración. ¡Aun me queda cierto resquicio de inocencia! Esto lo digo porque después de meses de alertar a todo el liderazgo político opositor de que íbamos al matadero electoral con ese sistema perverso avalado y defendido por la misma oposición, no cabía dentro de nuestro entendimiento el porqué de esa posición irreductible que se cerraba a cualquier cuestionamiento técnico. Y la única respuesta posible se resume en una palabra tenebrosa: complicidad.

Y volviendo a las películas, deberíamos hacer como el popular detective Columbo: Preguntarse quién sale beneficiado. Allí no les puedo ayudar mucho en un ambiente tan confuso. Pero si tienen un poco de malicia pregúntense quien saldría beneficiado de un probable chavismo sin Chávez PERO en la oposición…Es una cosa diabólica y macabra pero eso es en lo que hemos estado hundidos desde hace muchísimos años y lo peor es que lo consideramos “normal”. Ya es hora de al menos empezar a sacar la cabeza de esa cloaca y respirar un poco de aire fresco para tener nuevas ideas.

Pero eso escapa del alcance de esta nota. Y aunque estamos en un terreno inexplorado en lo político debemos enfocarnos en el terreno firme de lo técnico y continuar proponiendo soluciones al problema del cambio necesario del sistema electoral, aun a sabiendas que es necesario un ambiente político adecuado para que ese cambio se pueda dar.  Al menos ya eso es un paso en la dirección correcta.

El saber que parte de los malos están entre los tuyos es un avance. Y es lógico que sea así. Si nos ponemos en la mente torcida de un militar que maneja los destinos de todos los venezolanos, no cabría menos que esperar que haya comprado sopotocientas mil conciencias para sabotear desde adentro de nuestras filas cualquier sacada de cabeza que pretendamos realizar. Así piensan los militares, y en especial los golpistas.

Entonces, lo primero que debemos hacer es identificar- y eso está bien difícil- quienes “de este lado” NO ESTAN en esa jugada. Estos se hallan en todos los partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil donde existe gente honesta y de buena disposición a los que hay que convencer que con este sistema electoral no saldremos de este atolladero.

El apoyo de la gente consciente es importante para empezar una lucha por el cambio del sistema electoral venezolano y conseguir Elecciones Auténticas. No es solo un problema de técnicos de buena voluntad, es un problema de todos los venezolanos. Pero en esta oportunidad de la vida real -y a diferencia del caso de ficción de la película de Nicholson- muchos venezolanos si estamos dispuestos a “tomar el fusil” civil y defender el muro de la democracia del comunismo cubano, no porque lo consideremos un trabajo sucio, sino porque quienes tenían esa responsabilidad la olvidaron o se vendieron al régimen, abandonado el muro y dejándonos al descubierto.

Caracas, 7 de Noviembre de 2012

Twitter:@laguana