miércoles, 21 de septiembre de 2011

Censo, rebelión, elecciones y candidatos

Por Alfredo García Deffendini

Diario de América
21-9-2011

En el año 6 a.C. el gobernador romano de Siria, Publio Sulpicio Quirinio provocó una revuelta armada comandada por Sadoc (Zadoq) y Judas el Galileo o Judas de Gamala, cuando impuso el “censo” con propósitos fiscales en la provincia romana de Judea. Los judíos también se rebelaron ya que se oponían a estos censos, pues aceptarlo sería reconocer una forma de Estado laico. Esta resistencia fue duramente reprimida por los romanos.

En Venezuela durante estos 13 años el régimen se ha caracterizado porque ha venido desmontando toda la estructura republicana. Comenzó desde sus primeros días, cuando se aprobó la inconstitucional nueva constitución de 1999, ese fue su primer movimiento para construir el andamiaje socialista del siglo XXI. Para perfeccionarlo el golpista presidente le entrega al régimen castrista, el estudio y la metodología para lograrlo, y es por ello que desde un principio los cubanos tienen presencia plena con total autoridad en todos aquellos institutos del estado que contienen la “data” de los venezolanos y residentes en el país.

Por ello gerencian nuestros registros y notarías, allí está la “data” de toda la información inmobiliaria como de las empresas; van mas allá, cuando le entregan todo el proceso confidencial de la cedulación del venezolano, allí se encuentra la “data” de todos los residentes en Venezuela, como su localización física y nexos familiares. Paralelamente avanza y desmonta el sistema de justicia, básica para darle el fundamento legal a la ilegalidad y va paulatinamente perfeccionando la unidireccionalidad de todos los poderes en cabeza del golpista presidente, consecuencia: la separación de poderes públicos desaparece. Uno de esos poderes, donde se apalanca para el mundo occidental la democracia, el arbitro electoral: el CNE, allí también está la “data” de los votantes, lo secuestran totalmente, poniendo detrás de bastidores a su General que lo acompaño también, detrás de bastidores en el golpe del 4 de febrero, el General Santeliz, manejando férreamente el perfeccionamiento del fraude electoral.

Sigue avanzando en la unidireccionalidad al ir desmantelando a la Fuerza Armada por la nueva milicia bolivariana. Este ciclo perverso se cierra con la ejecución del actual “censo nacional”, su objetivo es el conocimiento general actualizado de la situación inmobiliaria del país, sí de su propiedad o posesión, sea rancho, apartamento o quinta, de su empresa y los activos de ésta, para poder completar el ciclo de la construcción del socialismo del siglo XXI, que como menciono Fidel Castro no es otra cosa que comunismo.
Venezolanos, con experticia jurídica y estadística sobre la materia, se han referido sobre la ilegalidad del censo como de sus perversas intenciones, por ejemplo el abogado constitucionalista y profesor de la UCV Luis Marín, con claridad conceptual expone: “En resumen, ¿qué se puede hacer ante una invasión confiscatoria?

Evidentemente, éste es el objetivo del Censo y todo lo demás es camuflaje” (Ver: El censo como batalla y El censo de la oposición); Luis Manuel Aguana cuando nos señala: “He tomado la decisión por mi derecho constitucional de no abrirle mi puerta al Censo 2011 como una muestra de resistencia civil ante un régimen que ha violado la constitución mil veces y amenaza la privacidad de los venezolanos, no porque no entienda que es necesario hacer censos para establecer políticas públicas para mejorar al país. (Ver: Los opositores de Vichy) y Marco Polessel: “El Censo es una amenaza grave a nuestros bienes y DDHH, además es ILEGAL, ILEGITIMO, INMORAL y se revertirá en contra de nosotros mismos” (Ver: Censo: Trampa “Casa Bobos” e ingenuos), entre tantos otros destacados profesionales.

Ahora bien, a pesar que a todos estos estudios se le ha dado masiva difusión, tanto en la prensa nacional como por internet, el país no ha reaccionado, no hay resistencia. Sigue extrañamente pasivo, porque nuevamente sus pretendidos dirigentes que tienen como único objetivo la carrera presidencial para el 2012, para ellos todo lo que haga el régimen, son trapos rojos que hay que dejar pasar, no importando que con cada ley que se apruebe se le cercene los derechos a los venezolanos, su libertad, su propiedad y forma de vida. Más aun, en una gran parodia algunos de esos pretendidos dirigentes han apoyado esta nueva iniciativa revolucionaria y la mayoría se ha callado.

La paradoja está, que el problema ya no es solamente de los dirigentes, sino que sumando a ellos, la gente está siendo permisiva con el censo, con la arbitrariedad. La gran mayoría, aun aquellas personas que conozco que tienen una posición frontal contra el régimen, está teniendo un comportamiento permisivo y acomodaticio con tan perversa e ilegal situación, unos pensando que si dentro de su edificio o comunidad, es él quien no da la información, por descarte quedara perfectamente identificado ante el régimen como el enemigo, otros porque a pesar que entienden el objetivo de la ubicación de los bienes, piensan que con las próximas elecciones presidenciales se saldrá de Chávez, corren la arruga, siguen apostando que a pesar del inmenso fraude electoral el régimen será de derrotado por el voto avasallante de la oposición, que sin duda alguna es mayoría. (Ver: Frente a las elecciones de 2012 – El tema del cual nadie quiere hablar y Limitaciones electorales para el nuevo proceso del 2012).

No quieren entender, que por la transmutación ilegal de su voto –de la oposición al régimen y de los votantes virtuales- les darán la victoria al golpista presidente, y para estupor de todos los ilusos votantes, esos pretendidos lideres terminarán nuevamente aceptando el fraudulento triunfo, el cual ya anticiparon cuando aceptaron que sea el CNE quien administre sus primarias para que se elija el candidato de la oposición, con las primarias han cohonestado el fraude electoral.

Afortunadamente aparecen voces disidentes o mejor dicho, una voz disidente Juan Carlos Sosa Ázpurua, que al lanzar su candidatura señala que no se puede ir a unas primarias como lo pretende la MUD, porque éstas se harán a través de la conducción fraudulenta del CNE. También señala, que no se puede concurrir a unas elecciones si todo su andamiaje está construido para cohonestar un fraude electoral, por lo cual previamente hay que luchar y lograr el saneamiento de la ruta electoral para que pueda haber un sufragio efectivo. (Ver: Empresario venezolano emerge como candidato antisistema).

Esa posición que muchos critican habría que aplaudirla, el tema del fraude electoral, que la MUD insiste en ignorar, es lo que produce el voto abstencionista, como el mío, y como los de muchos, que de acuerdo a estudios la no participación alcanza entre un 30% a un 35% y de ese porcentaje la abstención racional es de aproximadamente la mitad, abstención racional que se produce para no cohonestar el fraude electoral ni legitimar a un régimen producto de ese fraude.

De tal manera, que esa minoría abstencionistas de votantes constituyen aproximadamente unos 2.700.000 electores, quienes no concurrirán a votar, a menos, como lo señala Juan Carlos Sosa Azpurua, se denuncie el fraude electoral, se luche y se logre reglas claras e imparciales, con un ente arbitral imparcial y un REP totalmente depurado por organismos internacionales, como se hizo en México, y en caso de no lograrlo se convoque al país a la desobediencia debida para desconocer al régimen, por lo cual es requisito sine qua non construir una estrategia conjunta entre el votante y el no votante racional.

En caso contrario estos últimos, no cohonestaran al fraude ni legitimaran al régimen con su presencia el día de las elecciones. (Ver: Manifiesto de los investigadores contra el sistema de fraude electoral).
Quizás, cuando el país haya concurrido a votar y se den los resultados de la elección presidencial con el triunfo fraudulento del golpista presidente, y los pretendidos líderes de la oposición lo acepten o se callen, quizás a partir de allí el país entenderá del porque el “censo” era tan importante para el régimen. Entonces se les podrán aplicar la máxima tanto a los dirigentes como a los participantes en la fiesta fraudulenta electoral, que cada quien es responsable de su propia torpeza y estupidez. País al revés.

Relacionados

El censo como batalla
http://www.frentepatriotico.com/inicio/prepaginas/el-censo-como-batalla-2/

El censo de la oposición
http://www.frentepatriotico.com/inicio/prepaginas/el-censo-de-la-oposicion/

Los opositores de Vichy
http://www.frentepatriotico.com/inicio/prepaginas/los-opositores-de-vichy/

http://ticsddhh.blogspot.com/2011/09/los-opositores-de-vichy.html

Censo: Trampa “Casa Bobos” e ingenuos
http://www.frentepatriotico.com/inicio/articulos/censo-trampa-%E2%80%9Ccasa-bobos%E2%8

Frente a las elecciones de 2012 – El tema del cual nadie quiere hablar
http://www.frentepatriotico.com/inicio/prepaginas/frente-a-las-elecciones-de-2012-el-tema-del-cual-nadie-quiere-hablar/

Limitaciones electorales para el nuevo proceso del 2012 http://www.frentepatriotico.com/inicio/prepaginas/limitaciones-electorales-para-el-nuevo-proceso-del-2012/

Empresario venezolano emerge como candidato antisistema http://www.frentepatriotico.com/inicio/articulos/empresario-venezolano-emerge-como-candidato-antisistema/

Manifiestos de los investigadores contra el sistema de fraude electoral
www.frentepatriotico.com/inicio/articulos/manifiesto-de-los-investigadores-contra-el-sistema-de-fraude-electoral/

Fuente: Diario de America Periodico de Opinión
http://diariodeamerica.com/front_nota_detalle.php?id_noticia=6943

domingo, 11 de septiembre de 2011

El Censo de la Oposición

Por Luis Marín

¿Qué razón geográfica, demográfica o estadística justifica que los primeros empadronados en el Censo 2011 sean precisamente los gobernadores y precandidatos a las primarias de la llamada oposición?

Si fuera un Censo de verdad, se supone que habría una programación territorial que en algún momento llegaría a sus casas, que ni siquiera tendría que saberse que son las de ellos y, como cualquier mayor de quince años puede responder, ni siquiera tendrían que contestar nada personalmente.

Pero eso sería tomarse las cosas en serio. En la vida real, el coordinador del Censo se adelantó a declarar que algunos no habían sido censados al parecer “porque no se encontraban”. O sea, que los estaban buscando. ¿Por qué identificarlos con nombre y apellido e incluso el cargo, si el Censo no exige identificación de nadie?

Para cualquiera sería evidente la emboscada política, excepto para los encuestados, que terminaron haciendo el papel que se quería que hicieran: cantar loas al Censo e incitar a la población de sus regiones a participar, para que les asignen un situado que es constitucional.

Ninguno advirtió la paradoja de ser líderes de la oposición y alinearse al mismo tiempo con un programa político del régimen sobre el que existen sobradas y bien justificadas sospechas, ninguno manifestó dudas sobre la legalidad del proceso, ni mencionó a los cubanos que desaparecieron mágicamente bajo la alfombra.

El dilema que se les planteó es entre hacerse un Harakiri político ante su potencial auditorio “opositor” o denunciar al Censo, que es como ponerse en actitud subversiva, propia de ultra radicales, que ellos odian más que el mismo gobierno.

En verdad, es un falso dilema, porque todo el mundo sabe que la delgada cornisa por dónde caminan es el filo de la navaja del colaboracionismo y la convalidación. Pero ya tienen su ruta trazada y nada ni nadie va a sacarlos de allí.

Sus partidarios tienen la opción de creerles a pié juntillas (hay gente así); o bien pensar que sus candidatos en realidad saben que el Censo es otra trampa, ni mejor ni peor que las demás, que deben sortear para llegar a la meta del 2012, aquella tierra prometida donde el sol brillará sobre las tinieblas y todo será gozo y felicidad.

Los primeros prefiguran casos de patética indefensión, de los que está lleno el país; los segundos entran en el plano del doble discurso, de esa extraña atmósfera que ha creado el régimen donde nada es lo que es, todo tiene su tergiversación al lado, el discurso del “yo sé que eso es así; pero tengo que decir lo contrario”.

Que ignorar la realidad no nos libra de ella, es una verdad ciertamente dolorosa; pero la consecuencia del autoengaño es mucho peor, es perder la conciencia.

NOTICIAS DEL IMPERIO

La Embajada de los Estados Unidos muestra una preocupación por sus ciudadanos que evidentemente no tienen los precandidatos de la oposición por los suyos.

Mediante un memo calificado de emergencia, sugiere una serie de medidas que serían una excelente respuesta para las preguntas más frecuentes que hace la gente de cómo enfrentar la contingencia de un censor tocando a su puerta.

Advierte la Embajada que estas entrevistas pueden proveer a criminales de la oportunidad para, a guisa de censores, acceder a las residencias. Dejando claro previamente que la gente puede elegir participar o no, que no hay sanciones para quienes decidan no participar, que no pueden requerirse documentos de identidad o de la propiedad, si se elije participar, entonces la embajada recomienda utilizar algunas prácticas de seguridad.

Que incluyen las siguientes: si la familia no está en casa, instruir al servicio domestico para que no abra la puerta ni conteste a ningún censor. Mantener las puertas cerradas todo el tiempo, se esté o no en casa. Si alguien toca, no abrir inmediatamente. Ver por el ojo mágico y hablar a través de la puerta. Solo abrir la puerta a conocidos. Asegurarse de que el teléfono funciona. Utilizar sistemas de alarma residenciales. Tener disponible el número de emergencia de la Embajada.

Todas medidas sensatas, prácticas, fáciles de entender y aplicar; pero se convierten en sorprendentes porque nadie se ocupe de ilustrar en el mismo sentido a los ciudadanos venezolanos que estamos probabilísticamente más expuestos al peligro.

Al contrario, frente a la abusiva y manipuladora propaganda oficial, la oposición hace coro y la hegemonía comunicacional de ambos silencia cualquier observación, crítica o reserva, incluso legales y de sentido común, que se le hagan al Censo, bajo la premisa de que lo que se ignora, no existe.

La banalización va desde argumentos como que censos se hacen en todos los países del mundo; son una exigencia de la Naciones Unidas; siempre se hicieron antes y casi con las mismas preguntas; es necesario para la planificación del país, etcétera.

Exactamente igual que cuando se critica al CNE o se denuncia el fraude continuado se responde: siempre hubo fraudes en este país y nadie decía nada; en todos los países se hacen elecciones e igual la gente se queja; no se puede minar la confianza en el voto; es criminal promover la abstención.

En el fondo, las razones que llevan a no criticar al sistema electoral son las mismas que impiden criticar al Censo: no menoscabar la confianza del público en las instituciones; con el agravante de que nosotros mañana le vamos a poner la mano al coroto y nos tocará administrarlo todo, será nuestra la magna latrocinia.

Así, la oposición no se opone a las cadenas como una violación masiva de derechos humanos sino que reclama participar en ellas; no le parece malo el control de cambios, sino que aspiran apropiarse de los dólares; los abusos y atropellos del SENIAT no los altera porque, qué importa un comerciante menos aquí o allá, si mañana seremos gobierno y por allí es que se chupan los reales y otro etcétera.

En este contexto, a quién le puede preocupar un piche Censo, manque sea cubano.

RESPUESTAS SIN PREGUNTAS

En una suerte de tormenta de ideas pueden ensayarse respuestas a preguntas esenciales, que no fueron formuladas en el instructivo divulgado por el régimen.

Como por ejemplo: ¿Para qué sirve efectivamente el Censo? ¿A quién o qué estarán buscando, realmente? ¿Cuál es el verdadero negocio? ¿Quién estará sacando provecho de esto?

Las respuestas pueden ir desde comprar más de 20.000 aparaticos que después no van a servir para nada; ahora resulta que el Censo costó más que el Plan Marshall; una chambita ahí pa’ los panas, ¡tantos como los botados de PDVSA! No quieren ubicar a todo el mundo, sino sólo a unos cuantos “objetivos”; patente de corso para averiguar, presionar, invadir privacidades; porque ¿quién controla a los colectivos? En resumen, sigue funcionando la intimidación y la indefensión como un leitmotiv.

Una señora escribe por Internet una carta exultante porque pasó el Censo, fue rapidito y ni siquiera le dolió. La entrevista fue un mateo, respondió lo que quiso y hasta hizo chistes con lo de la raza.

Pero debería concederse aunque sea el beneficio de la duda. Como en el caso de las maquinitas de votación, una vez que se le da “send” al dispositivo de captura de datos nadie sabe, ni siquiera el censor, para dónde va eso, ni qué es lo que va. A lo mejor de 82 preguntas sólo interesan 2 y lo demás es gamelote.

Concédanos que la CANTV está controlada por cubanos; que se le niega acceso a los venezolanos al sistema satelital; existe el cable de fibra óptica; pueden cruzar su data con la de registros y notarias, con el sistema de identificación y extranjería, todo convergiendo en la llamada Universidad de Ciencias Informáticas, en Cuba.

Así, una consecuencia inevitable de la banalización es que lleva a algunas personas a jugar ingenuamente con el lobo porque dizque es mansito. Podrá discutirse si la mayoría de la población va a seguir o no a la oposición en su actitud despreocupada y risueña; pero no que quien lo haga se expone a riesgos imposibles de calcular.

Si sólo nos atenemos a la experiencia reciente, veremos que esta gente es Kadafista de verdad, verdad. Kadafy no es peor que Castro y los de aquí los tienen a ambos de inspiración, como modelos a seguir.

El Censo de la oposición podría tener como epígrafe: “Lo que se ve, no se pregunta; lo que se pregunta, no es lo que se ve”.

Fuente: Luis Marín