miércoles, 21 de diciembre de 2011

Navidad Con Presos Políticos

Por Luis Manuel Aguana

Cómo quisiera escribir una nota diferente. La nota debería llamarse Navidad Sin Presos Políticos. Pero no, el gobierno les niega y les seguirá negando la libertad a los presos políticos. En estos días en que todo el mundo busca regalos y quieren estar alegres, lamento poner una nota discordante. Yo no me siento alegre. Y es difícil estarlo porque estoy convencido de que pasarán otra Navidad y Fin de Año encerrados. Y siento que desde el año 2002 cuando miles de venezolanos se lanzaron a las calles de Caracas aquel histórico 11 de abril, reclamando la renuncia de Hugo Chávez por abuso y violación de la Constitución, en la marcha más grande que jamás se haya hecho en este país y si acaso en el mundo, los Comisarios Iván Simonovis, Henry Vivas, Lázaro Forero y el resto de los policías presos, estaban arriesgando sus vidas cuidando las de los manifestantes para que no los mataran en la calle los esbirros del gobierno. Lamentablemente ese día murieron muchas personas pero pudieron haber sido más si ellos no hubieran hecho su trabajo de protección de vidas. Debemos reconocer y honrar eso.

Posteriormente, la Jueza María Afiuni y el Comisario Mazuco fueron también víctimas de la persecución desatada por un gobierno paranoico que ve golpistas en todos lados, por aquello de que cada ladrón juzga por su condición. Todos ellos son presos por la soberana voluntad de una persona, quien creyéndose dueño del país los mantiene presos al margen de cualquier consideración legal y en contravención de todo Derecho Humano. Tal vez si esto pasara en otro país y fueran otras culturas las protagonistas de estas infamias, quizás los venezolanos pudiéramos pasar unas Navidades con las alegrías que acostumbramos en esta época. Pero no, eso está pasando aquí mismito y ahora, en la Venezuela de Diciembre de 2011. Es por eso que me parece tremendamente injusto e inmoral que estas personas no puedan disfrutar de unas navidades con su familia como el resto de nosotros. Ni todavía redactando una Ley de Amnistía, aun así el gobierno se ha dignado a dejar que los presos políticos pasen las navidades con sus familias, por razones de simple humanidad. No esperemos que una mata de mangos nos dé naranjas.

No quiero decir con esto que nos sentemos todos a llorar y sentirnos mal en estas Navidades. No. Solo quiero llamar la atención del grave problema de conciencia que esto tiene y las serias implicaciones de olvidarnos de ello, precisamente en esta época. Son estos momentos los que definen sociedades enteras. Aquellos instantes de la historia que reclamarán nuestros descendientes cuando estudien la Venezuela de los últimos años y se pregunten qué pasó y porque eso se permitió. Quiero ser solo una pequeña piedra en el zapato de mucha gente que dirá: “que fastidioso este señor pensando en cosas tristes en esta época” creyendo que solo lo hago porque me satisface machacar que eso sucede y que no hay que olvidar lo que sucede. ¡Que no nos convirtamos en un pueblo cínico solo porque llego el autoritarismo que tiene petrificada de miedo a mucha gente! Recordemos especialmente en este momento del año al Papa Juan Pablo II, quién gritó: “No tengáis Miedo”. Y al decir de muchos, esto hundió las tiranías del Este de Europa. Esa frase fue uno de los legados más importantes del Papa que mayor influencia tuvo en la humanidad en el Siglo XX.

Deseo que en mi cena de Navidad estén como invitados especiales y de honor todos los presos políticos de Venezuela y rezar con los míos una oración por ellos y por sus familias. Le quiero pedir al Niño Jesus que ellos sean las personas más acompañadas esta Navidad y que estén en el corazón de cada venezolano que se siente a comer una hallaca el 24 de Diciembre en su Cena de Navidad, por más pobre que esta sea. Es muy difícil no guardar rencor por aquellos que les niegan la libertad a la que todo ser humano tiene derecho, pero no dejaré como cristiano que ellos tengan control sobre mis odios o mis rencores. La energía positiva que emana de la fuerza de cada venezolano deseando la paz y la reconciliación debe prevalecer sobre los odios que nos han hecho sentir en todos estos años.

Esto me trae a la memoria el cuento “De cómo Panchito Mandefuá fue a Cenar con el Niño Jesus”, un regalo inolvidable de José Rafael Pocaterra. Este cuento poco conocido por las nuevas generaciones cuenta la historia de cómo un niño pobre, sin ningún chance de tener nada en la Navidad fue el invitado de gala en la Cena de Navidad del Niño Jesus. Y aunque Panchito murió para que ese regalo fuera posible, el mensaje de vida del cuento es muy hermoso y trascendental. Todos tenemos el chance, aun en las peores y más precarias circunstancias, de cenar con el Niño Jesus. Es un cuento que aunque muchos lo juzguen triste, es en realidad una mezcla de tristeza y esperanza. Eso es lo que siento que debemos llevar a la Cena de Navidad de este año 2011 por todo lo que nos está pasando como país y que están sufriendo en carne propia los presos políticos y sus familias.

Quiero concluir esta nota especialmente con un obsequio de Navidad para todos los presos políticos venezolanos, de la pluma del mismo autor del mencionado cuento de Panchito Mandefuá y que fuera pronunciada hace justo 90 años en la Navidad del 24 de Diciembre de 1921. Una hermosísima oración que debiera aprenderse todo venezolano amante de la libertad, dedicada en 1921 a los presos de La Rotunda y que, a mi juicio, también fuera dirigida a todo aquel que fuese vejado en Venezuela en cualquier tiempo por las mismas razones. Esta oración tiene ahora una gran vigencia y, con el favor de Dios Todopoderoso, tal vez el poder para cambiar las cosas:

“Padre nuestro Libertador que estas en la Gloria!

Desagraviado sea tu nombre

Vénganos el tu genio

Hágase, señor, tu libertad, así sea en mi Patria como en la América

El decoro nuestro, el de otros días, dánosle hoy

Y perdónanos nuestras infamias así como nosotros, perdonamos a nuestros infames,

Y no nos dejes perecer en la decadencia, mas líbranos señor,

De toda esta brutalidad siniestra.

Amén”[1]

Amén…


Caracas, 21 de Diciembre de 2011

Blog: http://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana

[1] José Rafael Pocaterra, Memorias de Un Venezolano en la Decadencia, Caracas, 1936.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Pío Tamayo: Entre la Civilización y la Barbarie

Por Luis Manuel Aguana

Los recientes sucesos ocurridos en la Universidad Central de Venezuela en el marco del proceso electoral estudiantil ponen de relieve de nuevo la lucha eterna entre las fuerzas del oscurantismo y la barbarie en contra de las de la civilización y el conocimiento. La historia tercamente ha demostrado que la razón de la fuerza nunca ha superado a la fuerza de la razón. La casa que siempre ha vencido las sombras prevalecerá.

Pero eso no es suficiente. Decir que la luz vencerá a las sombras no es suficiente. Aun en plena era del conocimiento, las fuerzas de la barbarie impiden la libre discusión de las ideas, precisamente en el recinto donde se vencen las fuerzas de la ignorancia. Se aplica la violencia para someter la razón y la democracia.

En este escenario muchos universitarios asumen posiciones en reacción a la violencia que reina en el recinto universitario: ¿Resolver la violencia con violencia? ¿O asumir una actitud de esperar pacíficamente que continúen vandalizando y acabando con la paz universitaria?

Tal vez las respuestas a estas preguntas nos la de la trascendencia histórica de un personaje como Jose Pío Tamayo Rodríguez, mejor conocido como Pío Tamayo, marxista de formación y protagonista de la llamada Generación del 28. Pío Tamayo no solo acompaña en el encierro gomecista en el Castillo de Puerto Cabello a quienes posteriormente fueron los líderes de la democracia venezolana sino que les da formación política en un una Escuela que él mismo llamó “La Carpa Roja” dentro del mismo Castillo de Puerto Cabello (http://piotamayo.blogspot.com/2010/10/biografia.html), suerte de cátedra de formación intelectual y política básica para aquellos que se atrevieron a enfrentar intelectualmente por primera vez el régimen violento y bárbaro de Juan Vicente Gómez. Que mejor ejemplo de civilidad y creencia en los valores del conocimiento en contra de la violencia desatada del gomecismo brutal. La Cátedra Pio Tamayo fundada con la intención de estudiar las ideas políticas en Venezuela y que lleva en la actualidad el nombre de este insigne intelectual, resulta un farol que ilumina la oscuridad en la que desea vernos sumidos el castrochavismo violento en nuestra Universidad. ¿Qué hizo Pío Tamayo durante su encierro en el Castillo de Puerto Cabello, en medio de la más brutal violencia de sus carceleros?: enseñar y transmitir conocimientos.

Al margen de que no comulguemos con las ideas marxistas de Pio Tamayo, este intelectual y político fue encerrado y torturado hasta su muerte por exponer sus ideas, por un régimen que pensaba en la razón de la fuerza y la violencia. Ya puesto en libertad en diciembre de 1934, fallece diez meses después, el 5 octubre de 1935, un poco más de dos meses antes de la muerte del Dictador. Es paradójico que los factores violentos y que dicen seguir los postulados del marxismo que impartió Pio Tamayo en el transcurso de su vida, sigan en la UCV las mismas prácticas de persecución y amenaza de las dictaduras, como la que sufrió Pio Tamayo, haciendo uso de esa misma brutalidad de la que este intelectual fuera víctima, siendo nuestra universidad quien precisamente ha rescatado su nombre como un adalid de la enseñanza política. Más les valdría a los factores políticos del castrochavismo en el gobierno que se han dado a la tarea de agredir a nuestra universidad, estudiar un poco la historia de Venezuela, y en especial la de aquellos lideres intelectuales que ellos mismos dicen seguir y admirar.

En consecuencia, la respuesta no es oponer violencia con violencia, sino oponerla con enseñanza, iluminación y conocimiento como lo hiciera Pio Tamayo en el Castillo de Puerto Cabello, así impartiera el comunismo como práctica. Eso es parte de la libertad de pensamiento que sostenemos todos aquellos que moriríamos por permitir que digas lo que piensas aunque no estemos de acuerdo con lo que digas. Sin embargo, en ese marxismo de Pio Tamayo existía algo más grande y que salió a relucir en la histórica Semana del Estudiante de 1928: un amor profundo por la Libertad y la Justicia. Esa era la prédica de todos aquellos jóvenes de espíritu libre que se reunieron en aquellos días de febrero de 1928. Pío Tamayo leyó el poema que le valdría el encarcelamiento hasta su muerte y en cuyas estrofas se encerraba en realidad un canto a la Libertad y el Porvenir. Extraigo para ustedes la última parte de ese histórico poema denominado “Homenaje y demanda del Indio”:

“Pero no, Majestad que he llegado hasta hoy,

y el nombre de esa novia se me parece a vos!

Se llama LIBERTAD!

Decidle a vuestros súbditos

-tan jóvenes que aún no pueden conocerla-

que salgan a buscarla, que la miren en vos,

¡Vos, sonriente promesa de escondidos anhelos!

Vuestra justicia ordene,

Y yo enhiesto otra vez,

-alegre el junco en silbo de indígena romero-

armado de esperanzas como la antigua raza,

proseguiré en marcha,

pues con vos, Reina nuestra,

juvenil, en su trono, ¡se instala el porvenir!”[1]

Si Pío Tamayo hubiera leído este poema durante la marcha del 11 de abril de 2002, estuviera acompañando a Vivas, Forero y Simonovis en su encierro. Chávez no le hubiera perdonado esa afrenta, como no se la perdonó Gómez. Y es por eso que todos los regímenes como este le tienen pánico a la academia, a la discusión de las ideas, a lo intelectual. No saben bien de qué se trata, ni como se come eso y le temen porque de alguna manera saben que en esa iluminación se encuentra la base de su propia destrucción. La ignorancia no convive con el conocimiento, ni la civilización con la barbarie. Chávez y sus hordas le temen a la UCV y podrán agredirla, pero será un esfuerzo inútil y bien les valdría desistir de él porque nuestra Alma Mater además de constituir el conocimiento y la intelectualidad de su comunidad, está cimentada en bases tan sólidas como el coraje y la determinación de Libertad de Pio Tamayo y en ella, como en el poema, ¡se instala el porvenir!...

Caracas, 12 de Diciembre de 2011

Blog: http://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana

[1] Poema leído por Pio Tamayo en el Teatro Municipal, con motivo de la Semana del Estudiante en febrero de 1928. http://embusteria.blogspot.com/2011/02/de-las-palabras-pio-tamayo-homenaje-y.html