Por Luis Manuel Aguana
Nunca fui estudiante de tomar muchos apuntes. Cuando la cátedra se ponía
difícil prefería ir directamente a los textos de bibliografía, de donde el
profesor sacaba la materia que daba. Cuando se trataba de material de cierta
complejidad tomaba notas acerca de las diversas fuentes para poder orientarme,
cruzando las ideas. Por eso cuando algún compañero que faltaba a clases me pedía
los apuntes, no le servía de nada lo que le daba porque más bien aquello parecía
un crucigrama inentendible.
Eso es lo que siempre he hecho, nunca he dejado de estudiar. Las clases
de nuevas materias son permanentes en la vida y ahora estoy tomando notas en
una nueva para mí: la lucha No Violenta. Pero en esta oportunidad espero que el
material si sea entendible porque al parecer hay muchísima gente que falto a
clases o peor aún, no saben ni siquiera que hay que asistir a clases.
En efecto, cuando usted no sabe de algo y quiere enterarse para hacerlo
bien tiene que pasar por un proceso de aprendizaje. Yo no me atrevería a
construir un puente sin haber pasado por 5 años de aprendizaje universitario en
ingeniería civil. Indudablemente, si me atrevo a hacerlo, el puente se caería y
lo peor sería ponerme a llorar porque al volverlo a intentar se vuelva a caer. Se
tiene que aprender. ¿Y de quien? De quienes lo saben hacer.
Por eso me ha extrañado que quienes hemos emprendido la lucha No
Violenta, la resistencia civil en contra de este régimen, hayamos hecho tan
poco esfuerzo por aprender a hacerlo. Y no es que yo me las esté dando que sí
lo sé y les pretenda dar aquí una clase sin saber. “Solo sé que no sé nada”,
Sócrates dixit. Este es el primer paso.
No puedes salir a la calle para que te den palos a ciegas porque tú
disientes del régimen, sin pensar. Y no estoy diciendo que cuando haya una situación
que amerite una protesta, esta no se haga. Lo que estoy diciendo es que ésta se
haga y se quede allí, y todo lo que se sufrió con tanto esfuerzo, incluso de vidas
humanas, se pierda en un vacio porque nadie se tomó la molestia de concertar
esfuerzos para que eso tuviera un norte hacia un objetivo que lleve a que lo
que origino esa protesta no se vuelva a presentar.
Tales ha sido los fracasos continuos desde el 11A que ya la gente está
cansada de salir a las calles a protestar. Dicen ¿para qué? Y el régimen muerto
de la risa haciendo creer que son mayoría porque a nosotros se nos enfrió el
guarapo, Y NO ES ASI. Deponer el ánimo
de lucha es el primer paso de la entrega del país.
El último golpe desgarrador fue el 7-O. Una oposición movilizada a nivel
nacional, un gobierno que no podía llenar ni una plaza de pueblo sin pagar
autobuses, sale derrotada porque su candidato se entrega sin pedir al menos que
se cuenten las Constancias de Verificación Ciudadana. Y entonces se le hace
creer a los venezolanos, con la ayuda de la oposición entregada, que las cifras
de este CNE cubano son ciertas y se convence a la población que somos minoría.
¿Qué vaina es esa?
¡SOMOS MAYORIA! Y todavía el candidato que tuvimos cree que esos votos
son de él sin pasearse por el pequeñísimo detalle que la mayoría de los
venezolanos NO DESEAMOS UN REGIMEN CUBANO EN VENEZUELA. Y que todos salimos a
las calles en su campaña política para apoyar a cualquiera que pacíficamente y
con los votos, estaba llamado a cambiar el estado de cosas en nuestro nombre.
Si hubiera sido el portero de la MUD hubiera sacado exactamente el mismo número
de votos y hubiera movilizado a la misma gente.
Entonces el primer apunte de la clase es que el requisito fundamental
para una protesta no violenta es la creencia sin ASOMO DE DUDAS, QUE SOMOS
MAYORIA QUIENES NO DESEAMOS UN GOBIERNO CUBANO NI LA INTERVENCION CUBANA EN
VENEZUELA; Y QUE ESA MAYORIA NO SE REFLEJÓ EN LAS URNAS PORQUE EL GOBIERNO HIZO
FRAUDE.
¿Y porque hablo de resistencia no violenta ahora y no antes, aun cuando
tuvimos un 11A? Porque como muchos venezolanos me creí el cuento bien elaborado
de la oposición “formal” de que podríamos pacíficamente, en una siguiente y
siguiente elección, salir de un gobierno malo. Que si bien era cierto que había
una abyecta entrega del Presidente al “mar de la felicidad” cubano, tarde o
temprano saldríamos electoralmente de él. Pero al ir profundizando el tema
electoral, ya es para muchos evidente que esa salida nos la ha vetado el
régimen.
Y si a una mayoría no le es permitido expresarse por los medios pacíficos
y constitucionales acerca del gobierno que desean porque un régimen entregado a
un país extranjero secuestró ese medio de expresión fundamental que es el voto,
entonces su salida es protestar masivamente, desconociendo el régimen, legislación
o autoridad que está contrariando los valores, principios y garantías
democráticos o menoscabando los derechos humanos (Elecciones Auténticas) tal y
como señala el Art. 350 de la Constitución, teniendo el DEBER de colaborar para
el restablecimiento de su efectiva vigencia, tal y como indica el Art 333
constitucional.
Esto nos lleva indefectiblemente a aquellos quienes vemos que esto ya es
abierta y declaradamente una intervención extranjera en Venezuela, y que no
cesará porque tienen el control del sistema electoral, al inicio de una protesta
cívica, no violenta y continuada que implique la colaboración organizada de esa
mayoría, hasta que se restituya el Estado de Derecho en Venezuela y se expulsen
pacíficamente a los invasores.
Debemos comenzar por revisar las experiencias que ya hemos vivido en
Venezuela. Es por eso que es importante consultar el recuerdo de nuestros héroes
vivos que combatieron la dictadura de Perez Jimenez y que colaboraron para
llegar a esa liberación el 23 de Enero de 1958. Pero también debemos ir más
allá. Tenemos que estudiar detenidamente las experiencias internacionales
recientes de la Primavera Árabe, los casos de Serbia, Ucrania, Irán, Siria,
Túnez y Egipto, solo por mencionar algunos, cuyas sociedades han manifestado en
las calles y han podido salir del sometimiento de un régimen que castra las
libertades.
Sin embargo ahora nuestro caso se ha complicado. Ya el problema dejó de
ser Chávez. Ahora se trata del sometimiento de nuestro país a un gobierno
extranjero dictatorial con la complicidad de factores locales que han permitido
una invasión abierta al país. Eso es un problema inédito en el mundo, que
necesariamente deberá convocar a nuestras mentes más lúcidas para poder
abordarlo con éxito. Es por eso que debemos estudiar mucho y actuar al mismo
tiempo.
Para esta primera clase, por lo pronto, les paso estos apuntes para que
empecemos el estudio inicial, con dos referencias bibliográficas que son de
indispensable revisión y lectura. La primera es un video documental de 52
minutos que usted debe ver de cabo a rabo para que aterrice acerca de quienes
han abordado este problema a nivel mundial y como se debe y se puede organizar
una resistencia inteligente en contra de este régimen autoritario (verlo en https://youtu.be/I96KQYkYCR0).
No es un tutorial. Es la historia
del uso y aplicación de las ideas de Gene Sharp, del Instituto Einstein de
Boston y su obra “De la Dictadura a la Democracia”, y cuya práctica el video
describe desde 1989 en Birmania hasta el año 2011 en Egipto y la Primavera
Árabe. Es por eso que no podemos salir a la calle como loquitos para que nos
mate el régimen sin antes organizarnos adecuadamente.
Es interesante ver que en el minuto 29:36 del video aparece un Chávez
vigoroso desacreditando públicamente el trabajo del Instituto Einstein, prueba
evidente del terror que les causa un movimiento organizado de la gente en
resistencia activa no violenta.
La segunda referencia es la propia obra principal de Sharp, “De la
Dictadura a la Democracia”, que he subido en la previsión de que lo puedan encontrar
con seguridad (bajar desde https://docs.google.com/file/d/0B6yI0gUROWzDLW9MeWxlVWtqQ2s/edit).
Es importante que lean la obra y la internalicen, en especial aquellos grupos
que deseen hacer resistencia activa no violenta.
Por ahora no comentaré la obra de Sharp y su posible aplicación al caso
venezolano. Eso lo comenzaré a hacer en próximas notas. Por ahora solo haré aquí
referencia a una parte del video que me llamó la atención porque su concepto
forma parte de lo básico que debemos entender. Es la Lección 6: No Te Rindas.
Mientras no nos rindamos, NUNCA seremos derrotados. ¡A organizarnos pues!
Caracas, 27 de Enero de 2013.
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana