Por Luis Manuel Aguana
No escribo para cumplir
una obligación semanal o diaria con algún medio. Ni tengo un día de la semana
para "aparecer". Escribo en mi blog cuando siento que lo que digo es
importante compartir, y algunos medios y numerosos amigos con sus respectivos
blogs y redes me honran con replicar estas líneas cuando las hago públicas.
Escribo cuando siento-y a
veces me equivoco-, que hay que señalar algo que no se ha visto o simplemente
un punto de vista en relación a un tema importante y que deseo puntualizar. A
veces eso puede ocurrir varios días seguidos o bien no ocurrir.
Hago esta reflexión
inicial porque hay un refrán muy sabio que dice que cuando uno no tiene nada
que decir lo mejor es quedarse callado. Porque hablar por hablar o escribir por
escribir puede resultar ser muy contraproducente. Y hacerlo para decir lo mismo
que han dicho otros, o peor aún, intervenir sin haber entendido a cabalidad lo
que se discute me hace hacer la seña de “tiempo fuera” para hacer una
aclaratoria de orden.
En estos días se ha
intensificado la publicación de muchos artículos de opinión en relación al tema
Constituyente. Y algunos-maliciosamente a mi juicio-, no aportan nada al debate
sino que se quedan en la negación, insistiendo que nos estaríamos
"suicidando" con plantear esa salida o que nuestra historia está
llena de constituciones. Incluso, una última que escuche tuvo que ver que los
cambios que proponemos se pueden hacer con la Constitución que tenemos. Eso no
es lo que estamos discutiendo.
¿Qué parte del cuento no
entendieron? ¿Adónde nos quedamos en la explicación de esto? Lo voy a gritar,
usando el texto en mayúsculas, como es la costumbre en la etiqueta de las
redes, a ver si nos hacemos entender:
¡NO ES LA CONSTITUCIÓN
CARAJO! ¡LA DISCUSIÓN QUE PLANTEAMOS ES QUE HAY QUE VOLVER A PENSAR Y
RECONSTRUIR EL PAIS! ¡QUE DEBEMOS HACER UN ALTO PARA VER COMO RESOLVEMOS LO QUE
TODOS DESTRUIMOS. ¡RECONSTRUCCION Y RECONCILIACION, DE ESO SE TRATA ESTE
DEBATE! (por favor disculpen el “anglicismo”
pero es necesario)
Cuando planteamos un sueño
del país que podemos hacer y que a todos les gusta, la mayoría de las personas
se quedan en lo chiquito del discurso frente a lo grande del reto que tenemos
por delante. Cuando hablamos de esto en foros y reuniones, las opiniones
discurren en el debate politiquero del porque vamos a cambiar “la mejor
Constitución del mundo” y NO que esta es la resultante de un modelo atrasado de
país y como consecuencia de ello estamos como estamos, y que necesitamos
cambiar el modelo porque el que tenemos NO FUNCIONA.
Es como si cuando hablamos
de reconstruir el sistema de distribución de agua de una ciudad alguien sale
diciendo que el problema es que hay que reemplazar los tubos que están rompiéndose.
¡Precisamente! Se rompen porque la red está caduca, mal diseñada y
sobresaturada, que la ciudad creció y hay que repensar un nuevo sistema más adecuado
a las necesidades de la gente porque por más que cambiemos los tubos, esta
solución NO SERVIRA NUNCA, Y LOS TUBOS SE SEGUIRAN ROMPIENDO HASTA QUE NO COMPRENDAMOS
EL PROBLEMA EN GRANDE.
Eso mismo pasa con el país.
¿Es posible continuar con un sistema basado en un centralismo fundamentalista
en la toma de decisiones y esperar que el país se desarrolle como un todo? ¿Es
posible que pocas personas centralicen la riqueza de todos y esperar que eso le
llegue a la mayoría? Que cuando el Presidente de la Republica le dice a un
ministro que tape huecos o recoja la basura es que NO HA ENTENDIDO EL PROBLEMA
NI SABE DONDE ESTA PARADO. Que cuando un Presidente de la Republica-una sola
persona-, decide por todos adonde va a parar y como se va a gastar la renta
petrolera propiedad de todos los venezolanos, ya de entrada todo el sistema está
mal diseñado desde la concepción inicial del modelo.
Cuando hablamos de
Constituyente es para que el debate apunte a discutir porque el país esta así y
a producir una solución entre todos No si vamos a descabezar los poderes
públicos, o si Maduro es colombiano-que lo es porque no ha demostrado lo
contrario-, o si el problema es que estos delincuentes del régimen han
permitido una invasión para controlar al país y se han enriquecido, sino es
para que eso no siga pasando-cortándolo desde sus raíces-, realizando una
reingeniería institucional que haga nacer al país desde sus cenizas y que evite
que esto no pase mas en el futuro. EL DEBATE ES PARA REFUNDAR UNA NACION.
Ustedes dirán que me fumé
la lumpia de Aristóbulo, pero es lo que yo quiero como venezolano. Y uno tiene
que partir de lo que desea, de un sueño, para trabajar y hacerlo posible. ¿Se
acuerdan de Martin Luther King y su histórico discurso “Yo tengo un Sueño” (“I have a dream”) en Washington, hace 50
años justo el 28 de agosto pasado? Pueden ver como se cambia la historia de un país
en menos de 20 minutos en http://www.youtube.com/watch?v=0h1tZCCdWOM.
King no fue a pedir allí que el gobierno
norteamericano dejara viajar a la gente de color en los autobuses. Fue a pedir
por un sueño de un país unido sin distinciones de ninguna especie y que la
democracia y el sueño americano fuera para todos y por igual.
Cuando me topé por primera
vez con el Proyecto País Venezuela, me encontré con eso mismo, con un sueño de
país. ¡Tenemos un sueño! Pero este sueño solo puede ser cristalizado con una
discusión de altura de cada una de sus partes. Me gustaría ver artículos discutiendo,
por ejemplo, que no les gusta del 6to. Eje del Proyecto, en su parte
correspondiente al destino de la renta petrolera: “3) Transformar a PDVSA en Empresa de Propiedad Social Indirecta: Todo
Venezolano desde su nacimiento es
propietario de una Acción Intransferible. Los dividendos le garantizan
un Sistema Seguridad Social (Seguro de Salud, al Desempleo, a la Asistencia
Social) y Educación, de por vida; 4) Utilizar el petróleo como el recurso
fundamental para el desarrollo y crecimiento económico del país;”. Y que
argumenten porque no están de acuerdo en que ese uso aparezca de manera
explícita en la Constitución y nos digan porqué no les gusta. Ese es en
realidad el debate que debemos dar. Yo quiero un uso de la renta petrolera como
la que le da Noruega y Dubai a su petróleo. Y si otro piensa diferente que lo
diga y lo sustente.
Una vez suficientemente debatido,
creemos que ese Proyecto País (ver Proyecto País Venezuela – Reconstrucción y
Reconciliación Nacional - MID Táchira/AVERU en https://docs.google.com/file/d/0B6yI0gUROWzDUmhEbXFZMGR0bEU/edit?usp=sharing)
debe ser transformado en artículos Constitucionales y líneas de ejecución
legales para que sean discutidos y aprobados en una Asamblea Nacional
Constituyente. En pocas palabras, debatir primero el país que queremos y luego ponerlo
en blanco y negro en un proyecto Constitucional que sería discutido por los
mejores venezolanos, elegidos limpiamente por el pueblo en un proceso
constituyente.
Ahora bien, no somos tan ingenuos para no pensar que esto no tiene
enemigos. Están en el gobierno y en la oposición. Tampoco somos ingenuos para no
pensar que existen todo tipo de trabas legales y de otra índole para llevarlo a
cabo, como todo sueño que se precie de tal. Pero primero hay que tenerlo para
luchar por él y buscar hacerlo realidad.
En este corto espacio no discutiré que lucha hay que dar para llegar a
eso, pero si les puedo decir algo: si un pueblo masivamente está convencido que
hay que realizar un cambio, no hay manera que nada lo detenga, ya sea legal,
político o institucional. Solo miren hoy el color del Presidente del país donde
una vez un soñador dijo en Washington que
tenía un sueño…No se puede desestimar el sueño de un pueblo.
Caracas, 1 de Septiembre
de 2013
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana