lunes, 11 de agosto de 2014

El Congreso, los partidos y los ciudadanos


Por Luis Manuel Aguana

Nadie puede objetar que los ciudadanos se reúnan y deliberen su país. Así que la inasistencia de dirigentes políticos (Capriles no asistirá al Congreso Ciudadano http://www.lapatilla.com/site/2014/08/08/capriles-no-asistira-al-congreso-ciudadano-convocado-para-manana/) o declaraciones en contra porque “la sociedad civil es muy grande” o porque “van por el control de la Mesa” (Aveledo: Hay que saber negociar http://www.talcualdigital.com/Nota/visor.aspx?id=105986&tipo=ESP&idcolum=19) lo único que revelan es la poca sintonía de la sociedad civil con la dirigencia de los partidos, o peor aún, el más absoluto desprecio de esos partidos hacia la sociedad, si esta no es controlada por ellos o si no se deja controlar.

¿Qué hay que decirles para que entiendan que si Capriles sacó la votación que sacó en las dos elecciones presidenciales pasadas, no fue por él como persona sino porque encarnaba el anhelo de un pueblo opositor en contra de un régimen que todos repudiamos? Cualquiera, y repito, cualquiera, pudo habernos representado allí, pero fue él. El ganó las primarias del 2012.Todos los venezolanos nos pusimos detrás y empujamos, cada cual desde su posición, para un triunfo que no cobró. Pero esa es otra historia.

Lo importante es que de eso lo que quedo fue decepción. Los venezolanos nos quedamos esperando cual sería el siguiente paso de los partidos políticos que organizados alrededor de una Mesa debían indicar el camino. Pero paso el tiempo y lo único que nos dijeron fue que esperáramos la “próxima elección”. ¿De verdad esperaban que la sociedad se tragara eso? Un país en pleno proceso de desmantelamiento y los que nos “representan” nos dicen que “esperemos que a la próxima va la vencida”, con pleno conocimiento de la trampa electoral.

Algunos partidos y grupos interpretaron la urgencia del pueblo y salieron a las calles a acompañar a los estudiantes y a una sociedad urgida de respuestas. Y lo que se consiguió fue muerte y represión. El régimen se lleno las manos de sangre y todo el planeta supo que clase de gobierno hay en Venezuela. Entonces pidieron el cacao de un  “dialogo”, pero ¿quién dialoga con asesinos? La única salida de los asesinos es renunciar, irse, entregar el gobierno. Pero no, los de aquí encontraron la salvación en unos dirigentes políticos desprestigiados de la oposición. Y esa Mesa, que se encontraba en pleno proceso de desaparición, se las dio.

Entonces, lograron enfriar la protesta que quedó latente para una nueva oportunidad, a la espera de una nueva directriz, de una nueva propuesta, de una nueva esperanza. Esa nueva oportunidad no será ciertamente de la mano de quienes le dieron el oxigeno al gobierno para que se lavara las manos llenas de sangre. Todavía las tiene manchadas, conjuntamente con la indumentaria que la oculta porque lleva el mismo color.

¿Como hace una sociedad con graves problemas políticos, sin dirigencia política? Porque “esto” que tenemos no puede llamarse así. ¿De dónde salen quienes comprendan lo que pasa en su debida dimensión y se hagan legítimos interpretes de su pueblo, señalando un camino por donde transitar? Se agotó el modelo opositor y hay que encontrar uno nuevo. ¿De dónde? Pues de la gente…

Siempre recuerdo la frase de Sir Sean Connery haciendo de policía viejo con experiencia, en “Los Intocables”, cuando Kevin Costner en el papel de Elliot Ness, habiendo tirado la toalla le preguntaba  “¿y de donde sacamos a los policías si todos son corruptos…?” Y el Sir le respondió la pregunta con otra, “¿y dónde busca usted las manzanas antes que se pudran? Arránquelas del mismo árbol, de la academia de policía”. En otras palabras, de donde nacen. Lo mismo debemos aplicar aquí. ¿De dónde sacamos a los políticos si todos se han corrompido? Del árbol de donde nacen, de las Asambleas de Ciudadanos, de la participación genuina de la gente.

Sin embargo, nuestros políticos tradicionales, esos que usan el Twitter y el Facebook para decir cosas pero no para responderlas, los que ignoran que la sociedad cambió y que tiene métodos que ni soñaron quienes inventaron el oficio de políticos, creen que la gente es incapaz de organizarse con sus propios liderazgos para responder a una agresión como la que se nos está haciendo de forma masiva. Y lo peor es que han convencido a las personas que la única forma de enfrentarlo es con ellos a la cabeza, Y se equivocan.

Olvidaron que la esencia de la que se construyen sus propios partidos es de los ideales y las aspiraciones de la gente, de la interpretación que hagan de lo que desean para su futuro y el futuro de su país. Trastocaron eso en una máquina electoral de “ganar” elecciones, del próximo evento electoral, y eso es lo que no les permite seguir y pensar en lo que la gente quiere. Este problema que tenemos sobrepasa esa concepción superficial de cómo tratar con esta crisis. Es por eso que, sin desestimar la importancia de los partidos, estos ya dejaron de ser el único vehículo, ni el más importante sobre el cual deberemos montarnos para resolverla.

Los ciudadanos, sin distingo de condición partidista y mirándonos como iguales, debemos sentarnos y debatir el futuro de Venezuela. Eso lo podemos hacer sin necesidad de que algún “líder” o partido nos indique el camino que transitar. Ese camino lo determinaran las ideas, las propuestas y una organización ciudadana para acometer la mejor. Eso significa que proponer un escenario donde debatir esas propuestas que se hagan al país es bienvenido. El Congreso Ciudadano es ese escenario.

El Movimiento Constituyente, que impulsa por todo el país el Proyecto País Venezuela Reconciliada Vía Constituyente (ver http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/) propone un camino. Esa es nuestra propuesta ciudadana para los Congresos Ciudadanos convocados para reunirse en todo el país. Llamamos entonces a los ciudadanos a integrarse a discutir en ellos todas las propuestas que se presenten y a quienes creen en la nuestra, a presentar el Proyecto País Venezuela en cada rincón del país.

Partidos conscientes y organizaciones de la sociedad civil se están dando cita en toda Venezuela para discutir, ya no la salida a la crisis sino su SOLUCION. La salida es la participación de los ciudadanos, la solución es la propuesta que se decida allí y la UNIDAD es la fuerza de cohesión que le imprimamos todos para hacerla realidad. El resto resulta un cuento de camino de la boca de quienes ya no tienen respuestas…

Caracas, 11 de Agosto de 2014

Twitter:@laguana

lunes, 4 de agosto de 2014

Constituyente inevitable


Por Luis Manuel Aguana

Audio en http://picosong.com/cXjR


Así como la muerte y los impuestos (remember Joe Black?), la Constituyente ya es inevitable. Luego de leer el espectáculo de “la encerrona” (ver La encerrona, un jardín de espinas, por Alfredo Meza / Ewald Scharfenberg
http://www.armando.info/sitio/index.php?id=17&tx_ttnews[tt_news]=91&cHash=93d0faea861e8d3ae5088c420d76a155) no me queda absolutamente ninguna duda que esa será la salida que tendrá el país.

Y si a esto le agregamos las declaraciones de mi estimado amigo Alfredo Weil en el Foro de El Nacional del domingo pasado (Alfredo Weil “Hay que hacer una mesa democrática de unidad nacional http://www.el-nacional.com/politica/Alfredo-Weil-democratica-unidad-nacional_0_457154406.html), si alguien tenía alguna duda, que las entierre.

Por un lado, en esa “encerrona” los partidos demostraron sin asomo de dudas que el interés no es sacar a Venezuela del hueco donde se encuentra sino buscar los culpables de quien deshizo una “unidad” que nunca ha existido, no solo porque cada uno se ha ocupado de jalar desde siempre la brasa para su sardina, sino porque ninguno de ellos jamás cederá en sus posiciones porque si lo hacen soltarán en ese mismo momento lo que ellos llaman “posiciones de poder”. Al leer el estupendo trabajo de Meza y Scharfenberg me acorde del chiste de los borrachitos peleando por una botella vacía.

La posición prepotente del otrora candidato de la Unidad de no asistir al Congreso que convoca Maria Corina Machado con un terminante: “Que hagan esa vaina, pero nosotros, Primero Justicia, no vamos a ir” da cuenta de que creen que Venezuela les pertenece. No se acuerda Henrique que precisamente por eso los venezolanos votaron por Chávez en 1998. La prepotencia de los adecos y copeyanos de creerse los dueños del país hizo que se perdiera la democracia. Pues ahora lo hace Primero Justicia, como antes lo hicieron los adecos y copeyanos. Entonces, ¿qué cambió?

La referencia que hace María Corina de jamás haberse “reunido con militares para planificar golpes de Estado”, “ni en 1992”, “ni en el 2014”, mirando a Molina y a Borges respectivamente, fue solo la guinda acerca de lo que piensa esa gente de cómo debería accederse a la transición. Y mientras tanto que siga la pachanga electorera que todos sabemos cómo terminará.

Pero lo concluyente lo declara Alfredo Weil al indicar que la elección del 2015 “es  inviable no por culpa de la oposición, sino porque el CNE está secuestrado, está diseñado para violar el artículo 63 de la Constitución, que dice que el sufragio se hará a través de elecciones libres, universales y secretas; que garantiza la personalización del sufragio, pero aquí votamos la mitad por lista, y garantiza la representación proporcional, que aquí no tenemos. Sacamos 52% de los votos en 2010 y tenemos menos diputados. La oposición puede sacar 60% y perder la Asamblea.”

Entonces, aquí a todos nos comió el tigre. ¿Qué hacemos con votar el 2015 por unos diputados si La oposición puede sacar 60% y perder la Asamblea”? ¿Qué loquera es esa de votar entonces en esas condiciones? Tendría razón Alfredo Weil al decir que “una constituyente no es viable” entre otras cosas porque implica una elección constituyente, y porque “el oficialismo posee control absoluto de instituciones como el CNE y el TSJ, y los pocos espacios que cederá solo servirán para brindarle un velo de legitimidad”; pero también dice que son inviables las elecciones parlamentarias del 2015. En otras palabras, que no es viable la vía electoral construida sobre la base de los actuales Poderes Constituidos, ni para hacer una Constituyente ni para elegir a nadie en este actual estado de contaminación del CNE.

Entonces, así las cosas, solo quedan dos salidas: la que insinúa Alfredo con la intervención de la FANB, con una presión en la calle “…Esto tiene que tener una presión de calle. La FANB debería defender la soberanía territorial y la Constitución.”, o que esa misma presión de calle obligue a los Poderes Constituidos a respetar la supremacía del Poder Constituyente como lo establece el Artículo 347 para convocar a una Asamblea Nacional Constituyente en los términos que ese Poder establezca, con las consabidas consecuencias que eso tiene. Y creo que esto último es lo que está en manos de nosotros, los ciudadanos, no la solución militar.

Podría discutir horas como ya lo he hecho con mis amigos que creen que esa salida es la más conveniente, pero a mi juicio muy poco probable. ¿Y por qué? No solo por el estado de destrucción masivo al que ha sido sometida esa institución, sino porque está sujeta a los imponderables que una situación como esa acarrea para los involucrados, que hace que ésta tenga una mínima probabilidad de ocurrir debido al control férreo de la FANB por parte de una fuerza extranjera y su fuerte ideologización actual, que al final las hace marionetas a favor del régimen. ¿Qué puede ocurrir un pronunciamiento de las FANB? Claro que puede ocurrir, pero ¿ocurrirá porque el país se deshaga frente a todos nosotros como una galleta mojada o porque maten estudiantes en las calles? Ya hubiera ocurrido entonces.

No creo que los militares intervengan porque nos vayamos a las calles para que se cambie el sistema electoral para unas elecciones parlamentarias, pero me pregunto cual sería su posición si vamos a las calles para exigir cambiar al sistema electoral por uno transparente y auténtico para la elección de unos diputados Constituyentes para  “…transformar al Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva constitución” en acatamiento al artículo 347 constitucional. Sería interesante ponerlos en ese brete.

En cualquiera de los dos casos, se requerirá el poder de la gente en la calle para presionar por una salida civil, no militar. Lo que me lleva a la inevitabilidad del planteamiento Constituyente. Los partidos han jugado, equivocados o no, la carta para que los militares intervengan y éstos no lo han hecho por una u otra razón. O bien porque los han descubierto, o bien porque siguen esperando por un momento propicio que jamás llega, o simplemente porque no pueden. Y mientras tanto ¿qué? ¿Esperar por una mayor destrucción del país? Creo que ya esto no espera ni aguanta más.

Los ciudadanos, la sociedad civil en su conjunto, debemos y tenemos la obligación de intervenir a pesar de los partidos políticos y a pesar de la espera por quienes creen en ese transporte militar; y la “encerrona” no fue más que la demostración de eso. Nadie aquí está jugando a la “anti política”. El planteamiento del Congreso Ciudadano de María Corina Machado es incluyente a pesar de que Capriles y Primero Justicia no asistan porque no les da la gana. Aun cuando estuve y estoy en desacuerdo con la renuncia de Maduro expuesto en el Manifiesto “Si hay salida a la crisis” del 15 de junio de 2014 (ver http://www.ventevenezuela.org/manifiesto-si-hay-una-salida-a-la-crisis/) lo firmé porque convoca a todos ciudadanos de todos los sectores sociales sin distingo de organización a discutir como salimos de esta tragedia. Maria Corina puede plantear su renuncia de Maduro y que la fundamente. Nosotros planteamos la Constituyente para refundar al país desde la sociedad civil y lo fundamentamos.

Desde el Movimiento Constituyente que propone el Proyecto País Venezuela Reconciliada Vía Constituyente (ver http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/) tenemos un planteamiento que hacer en ese Congreso y porque creemos firmemente que la salida es constitucional con los militares subordinados al poder civil, no al revés. Si los ciudadanos, incluyendo los partidos, nos alineamos en un solo objetivo, no habrá CNE ni TSJ que valga. Esa es mi diferencia sustancial en relación a aquellos que todavía creen que es el conserje el que le pone las reglas a los propietarios.

Es por eso que para mí el tema de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente es “clavo pasao” porque ella es inevitable. Tarde o temprano el país caerá en ello. Lo que debemos discutir ahora son los términos de esa convocatoria y quienes deberían representar los intereses de los ciudadanos en esa ANC de acuerdo a la propuesta de país que cada sector tenga. Nosotros tenemos una-creo que la única-, y la estamos haciendo del conocimiento de Venezuela. Y quien se quiera sumar bienvenido sea…

Caracas, 4 de Agosto de 2014

Twitter:@laguana