Por Luis Manuel Aguana
Me llamó mucho la atención el
planteamiento de Heinz Dieterich en el sentido de comparar el comportamiento
del ala madurista del régimen con el “ni un paso atrás” de Stalin, ocurrido entre
julio de 1942 y febrero de 1943, durante el sitio de Stalingrado: “Mientras la fracción del General madurista
Padrino López reafirma la política de "ni un paso atrás" de
Stalingrado, el grupo del General chavista Rodríguez Torres aboga por la
política de la retirada táctica: una solución política negociada con las
fuerzas del 6-D. ¿Quién de los dos tiene la razón? Obviamente, Rodríguez
Torres. La crisis energética es el gran catalizador de la crisis
económica-política, que hace imposible defender por más tiempo la plaza, por la
cual Padrino López convoca inmolarse” (Heinz Dieterich: Maduro entró a
Stalingrado; Trump, Fidel y el Estado burgués http://www.aporrea.org/ideologia/a226963.html).
Lo digo porque contrario a
ese planteamiento, a los soviéticos durante el sitio de Stalingrado, si les
funcionó esa estrategia, pero a un costo en vidas extremadamente alto: “El 28 de julio,
preocupado por el avance alemán hacia el Volga, que podía dividir a
Rusia en dos, Stalin
prohibió la rendición sin importar las razones, y ordenó la formación de una
línea en la retaguardia de la infantería que fusilara a todo soldado soviético
que retrocediese sin permiso. Esta orden de Stalin, la 227, muy pronto fue
conocida popularmente como la orden «¡Ni un paso atrás!»…” (ver Wikipedia en https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Stalingrado).
De esta manera el ejercito
soviético logró una histórica victoria que al decir de algunos cronistas
decidió el destino de la Segunda Guerra Mundial (El Clarín: Stalingrado: la
terrible batalla que decidió la Segunda Guerra Mundial en http://www.clarin.com/mundo/terrible-batalla-decidio-Segunda-Guerra_0_1165683460.html).
Pero sin entrar en lo que quiso decir en realidad el conspicuo pensador del
Socialismo del Siglo XXI, lo que si es cierto es que el madurismo si está
tratando de entrar tercamente a Stalingrado, y no es que Padrino este haciendo el
papel de los soviéticos que si resultaron victoriosos con su “ni un paso atrás”,
sino más bien el de los alemanes que salieron con las tablas en la cabeza en
Stalingrado, perdiendo la guerra completa como resultado.
Si se hubieran retirado a
tiempo, los alemanes pudieron haber, al menos, alargado la guerra. Pero eso no
está en la cabeza de los “Generales alemanes” Diosdado Cabello, Jorge Rodríguez
-nuevamente dueño del CNE- y Tibisay Lucena, quienes ahora en esa batalla se
disponen a “disparar” a mansalva en contra de aquellos que firmaron para el
revocatorio de Maduro. Y de allí posiblemente resulten muchas “bajas”, esto es,
despedidos, perseguidos, encarcelados (en el caso de militares firmantes) y
demás consecuencias que ya conocemos los venezolanos desde el año 2004,
producto ahora de esta nueva y actualizada Lista de Tascón que oficiosamente
les proporcionó nuestra oposición oficial. Estos disparos irán dirigidos a amedrentar
a la población con el fin de disminuir el número de personas que terminen
verificando su firma ante el CNE, haciendo cuesta arriba el RR del Ilegitimo.
Y antes de que se vayan,
seguirán habiendo “bajas”, con lo cual los venezolanos, que si somos los que verdaderamente
estamos en el “Sitio de Stalingrado venezolano” sufriendo los embates de estos
“alemanes” que han destruido el país –literalmente- , no vemos el momento en que el “enemigo” se
retire, producto de una conducción acertada de las fuerzas de defensa, como si
la tuvieron los soviéticos en esa sangrienta batalla en Stalingrado.
Pero, de acuerdo a Dieterich,
tal y como ocurrió en el pasado, insistir en seguir sitiándonos se revertirá en
una derrota, dejando la salida a una solución política negociada, pero de la
mano de la otra ala del régimen. Pero como señalé, Dieterich equivoca el
sentido del asedio, y en quien resistió y salió victorioso. La plaza, a diferencia de lo que dice, se defendió y quienes
se inmolaron fueron los que la agredieron. Los alemanes en su insistencia
suicida obviaron que no estaban en su terreno y los soviéticos lograron
sobrevivir, venciendo a pesar de sus 2 millones de muertos.
Siguiendo ese mismo ejemplo,
los venezolanos hemos resistido 17 años de penurias, soportando la destrucción
sistemática de nuestro país. Padrino López más bien no convoca a inmolarse
defendiendo una plaza, como dice Dieterich, sino a seguir en nuestro asedio a
pesar de que tienen la batalla perdida. La retirada táctica por la que abogaría
Rodríguez Torres, es del asedio, no de la defensa de la plaza.
Entonces, de acuerdo a ese
razonamiento, ni Maduro entró en Stalingrado, ni Padrino López está diciendo
“ni un paso atrás”, defendiendo posiciones indefendibles, sino que a contrapelo
de toda lógica racional lo que están haciendo es tratando de sojuzgar a un país
completo sin tener con qué, más allá del miedo que provocan y unos servicios de
inteligencia que ni siquiera son venezolanos. De acuerdo a lo que circula por
las redes, los militares ya les dijeron que no dispararían en contra de un
pueblo hambriento. Lo que estaría por verse es si nos defenderían de las hordas
armadas ilegalmente…
Lo peor que podrían hacer “las fuerzas del 6-D”, esto es, aquellos que desde la oposición oficial acuerden esa “solución política negociada” con
Rodríguez Torres, de acuerdo a la recomendación de Dieterich, es creer que sin
un cambio fundamental en las estructuras políticas del país, “los alemanes” no
regresarán.
Como ya he mencionado antes
en este blog, de esa “negociación” vendrá otro gobierno y posiblemente otro
más, y se enriquecerán los que administren lo poco que quede. Y más temprano
que tarde regresarán al poder aquellos que estamos sacando ahora, con el
argumento que ellos tenían razón porque “la democracia” no arregló el desastre
(¿quién podría si no se hacen los cambios fundamentales que hay que realizar?).
Luego que Nicaragua salió de los comunistas con Violeta Chamorro, pocos años
después, por causa de un gobierno corrupto de la “democracia”, regresó
triunfante Daniel Ortega. Si los políticos nicaragüenses no cambiaron nada, ¿qué
más podía esperarse?
Es por eso que Dieterich recuerda
lo de la “lección magistral sobre esta
estratagema política, después de su derrota electoral de 1990” que dio el
Frente Sandinista, que como bien indica es el mismo modus operandi que está aplicando Cuba frente a los
norteamericanos. Confían en que la gente olvidará y se caerá de nuevo en la
situación que hizo prevalecer a Chávez en 1998. Y créanme, en eso si tiene
razón, y que lo diga Daniel Ortega.
Y como lamentablemente
sabemos, “las fuerzas del 6-D” no
están muy interesadas en un cambio político fundamental en Venezuela, que solo
puede darse convocando al Soberano Poder Constituyente, porque solo quieren
ponerle la mano al Poder. Si quisieran ese cambio ya hace bastante tiempo lo
hubieran realizado, o al menos haber hecho el intento. Gracias a Dios, como
dijo Lawrence Peter “Yogi” Berra, el famoso manager de los Yankees de New York,
“el juego se acaba cuando se acaba”, y falta mucho por suceder todavía en
Venezuela.
Y así como los soviéticos lograron
la victoria porque no dieron “ni un paso atrás”, los venezolanos la lograremos
de la misma forma en este sitio de Stalingrado llamado Venezuela, cuando de las
manos de sus legítimos representantes en una Asamblea Nacional Constituyente,
cambiemos para siempre la forma de gobernarnos, a pesar de aquellos que solo
persiguen administrar mezquinamente nuestra chequera, en lugar de prodigarnos como
Nación un prometedor futuro.
Caracas, 4 de Mayo de 2016
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