Por Luis Manuel Aguana
La MUD al fin se confesó. No se podía continuar conversando
con el gobierno a espaldas de la gente (ver Comunicado de la MUD en
http://factormm.com/comunicado-de-la-mud-sobre-encuentros-con-el-gobierno/).
Pero esos esfuerzos, aunque pudieran verse de manera radical como una traición
por parte de los representantes de la oposición, no son más que los últimos intentos
del G4 de la MUD (PJ-AD-UNT-VP) de no morir en su apuesta a un Referendo Revocatorio
(RR) el 2016, como es la aspiración de quienes todavía creen que el régimen se
entregará así como así, sin desangrar al país.
El G4, quien conduce las decisiones de la MUD, nos está
diciendo que es posible el RR el 2016 y que en esas “negociaciones” sus
representantes lograrán que el gobierno ceda en sus pretensiones de quedarse en
el Poder. Es claro que si sacamos de la negociación al RR, el G4 deberá hacer
otras “concesiones” para que el régimen acceda a irse. Analicemos un poco ese
aspecto ciertamente oscuro, ya que en toda negociación ambas partes deben ceder
algo para alcanzar un acuerdo.
Lo primero que debemos analizar aquí es la cualidad de los
negociadores. ¿Son los que se sientan a dialogar allí los que pueden decidir
ese revocatorio? Fíjense bien. ¿Es el G4 el representante de toda la
oposición? Algunos pudieran decir que si, ya que los partidos del G4 reunieron
la mayoría de los votos opositores del 6D-2015. Aun concediéndoles esa representación,
un grupo de partidos y diputados de la misma Unidad se reunieron hace poco en
un conocido hotel de Caracas manifestando una posición que apunta a aprovechar
el hueco que dejaría esa representación opositora ante un posible fracaso del
G4 en lograr convocar el RR.
Al otro lado de la mesa de diálogo está el régimen. ¿Los enviados
de Maduro a esa mesa representan realmente al régimen? Si hay algo dividido en
este país es este mazacote que llaman “gobierno” de Maduro.
Existen por lo menos 4 grupos con intereses distintos, que
al final son el mismo y coinciden en uno solo, quedarse a como de lugar en el
Poder: los hermanos Castro cuyos intereses son representados por Maduro y su círculo
más cercano; los narcotraficantes cuyos intereses están representados por los
narcogenerales ya identificados por el Departamento de Estado norteamericano; los
paramilitares, representados por quien sea que maneje a los colectivos y pranes
armados en todo el país; y por último los militares cuya representación debe
recaer en manos del Ministro de la Defensa Vladimir Padrino y Diosdado Cabello.
Hasta donde se puede ver, solo el primero de esos grupos se está
reuniendo con el G4-MUD, porque de los demás, al menos uno de ellos, como el
caso de Diosdado, ha expresado en reiteradas oportunidades que “Este año no
habrá revocatorio y en el 2017 tampoco habrá” (http://m.panorama.com.ve/movil/noticia.html?nota=/contenidos/2016/07/26/noticia_0050.html)
¿Y entonces? ¿Con quién se está
reuniendo la MUD? ¿Cómo es eso que por un lado el G4 dice estar dialogando para
que se produzca el RR, y por el otro un poderoso representante del régimen
afirma todo lo contrario?
Es posible que Maduro y los Castro viendo la debacle del
país quieran escapar y convengan reunirse con la franquicia opositora para negociar
su salida conservando lo que se han robado. Pero de allí a que cualquier
acuerdo que hagan, efectivamente se realice, hay un trecho bien largo. Y sería
de una ingenuidad supina del G4-MUD creer o hacernos creer que será así.
Entonces, ¿por qué lo hacen? Porque ambos están desesperados
y el tiempo se agota. Si el RR no es este año se esfuman las posibilidades de
Henry Ramos Allup y Henrique Capriles, los dos primeros del G4, de ser candidatos
de la oposición para una eventual sucesión, al no concretarse la salida del régimen
el 2016 por la vía electoral. Se cancelaria el pacto AD-VP según el cual VP
apoyaría las pretensiones de Henry de ser Presidente el 2016, a cambio de los
favores de AD de apoyar a Leopoldo para lo mismo el 2019. ¿Y UNT? Rosales seguiría
preso, impidiendo su movilización para competir en esa carrera para el 2019 o
volver al Zulia para las elecciones de Gobernador. Todos pierden si el RR no es
el 2016.
Es por eso que es el RR o nada. Cero Constituyente. La
Constituyente no le garantiza nada a Henry, ni a Capriles, ni a ninguno,
posicionamientos políticos. La Constituyente les garantiza al país y al pueblo
venezolano la reconciliación y la paz, y un gobierno de transición que sea el fiel
reflejo de sus legítimos representantes. Con la Constituyente el beneficiario
es el pueblo venezolano, no la dirigencia que busca “como quedo yo allí” en
esta tragedia.
Del lado del régimen la cosa no anda mejor. Maduro es el “pagapeos”
de este horrible sainete que mezcla castrismo con narcotráfico y violencia, que
pretende eternizarse con hambre y muerte. Me imagino que en lo personal deseará
huir desesperadamente -no sería extraño al ver su conducta en Villa Rosa- pero
sus locos se lo están impidiendo. De allí su deseo de “negociar”, pero nadie
puede negociar lo que no le pertenece. ¿Sera por eso que no asistieron a la
última reunión? Si en esa mesa de diálogo no están representados los 4 toletes del
régimen, la oposición esta engañándose y engañándonos. Por eso Diosdado se ríe
de la oposición y nosotros hacemos el papel de pendejos.
¿Cuál será el precio que le pondrá Maduro al RR el 2016 en
esa mesa de diálogo? Algunos dirán que eso no tiene precio, como aquella cuña
de la tarjeta. Pero si lo tendrá. El problema es que aún acordando algún pago,
no existe la garantía que se acabe el régimen y hayan elecciones. Estaríamos
pagando por nada. Los duros pasarán sobre Maduro antes de salir y entregarse a
la justicia. No se acaba de entender que el país está secuestrado por delincuentes
capaces de lo que sea.
Ojalá que de este Rosalinda del G4-MUD por el RR nazca una nueva
coalición opositora por “autosuicidio” de sus dirigentes, como lo tuitea mi
tocayo Luis José Semprum, con otros protagonistas (ver https://twitter.com/LuisSemprumH/status/776051065825419264?s=03)
porque el problema lo seguimos teniendo sin avanzar ni un milímetro en la
solución, ya que precisamente la “oposición” es parte del problema.
Debemos seguir insistiendo, sin prisa pero sin pausa. Insistimos
en una convocatoria del pueblo a una Asamblea Nacional Constituyente de carácter
Originario. Hay que convocar al Soberano a decidir su destino. Eso está abierto
sin fecha en la Constitución. A la MUD no hay que pedirle nada, hay que
exigirles que dejen el juego politiquero a un lado y trabajen con altura por el
destino de Venezuela. De otra manera los acontecimientos les pasarán por arriba
y habrá Constituyente, porque este noble pueblo encontrará al final su camino y
ellos serán solo un mal recuerdo de una oportunidad extraordinaria que se
perdió por aquellos que debieron aprovecharla y no lo hicieron por una
lamentable falta de sentido del momento histórico de Venezuela.
Caracas, 15 de Septiembre de 2016
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