sábado, 26 de enero de 2019

Trump: Dos políticas de una administración exitosa

Por Luis Manuel Aguana

Al Presidente Donald Trump
con el agradecimiento del pueblo de Venezuela

Pareciera que muchas de las decisiones que está tomando el Presidente Donald Trump no solo hacia adentro en materia de política económica interior sino hacia afuera en materia de relaciones exteriores apuntan a un desarrollo de principios fundamentales que habían sido ignorados por anteriores administraciones de los Estados Unidos y que ahora cobran vigencia cuando los resultados saltan a la vista. Dos ejemplos de ello lo conforman su política en relación con el empleo interior y su política en relación con Latinoamérica, en especial con el caso de Venezuela. Analicemos ambos.

Política hacia adentro de los Estados Unidos: Caso Desempleo

A contravía de los análisis económicos que apuntaban a que las decisiones políticas de relocalización industrial tomadas por el Presidente Trump podrían no repercutir en la creación de empleos en los Estados Unidos, la tasa de desempleo cayó en septiembre de 2018 a 3,7%, su nivel más bajo en los últimos 49 años (ver noticia en CNN https://cnnespanol.cnn.com/2018/10/05/la-tasa-de-desempleo-en-ee-uu-cae-a-su-minimo-en-49-anos/). El Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos prevé que el desempleo continuará por debajo del 4% hasta finales del año 2020. Esto le anota al Presidente Trump uno de los éxitos políticos más grandes de su administración.

Robert Reich(1), profesor universitario y ex Secretario del Trabajo durante la administración de Bill Clinton, categorizó en tres grandes grupos a principios de los años 90, las posiciones competitivas de los norteamericanos y que pienso que todavía se pueden aplicar para un análisis de este fenómeno. Reich pensaba que esa categorización también aplicaba a otros países: a) los servicios rutinarios de producción; b) los servicios personales; y c) los servicios simbólico-analíticos. Veamos:

Los servicios rutinarios de producción abarcan las tareas realizadas por trabajadores de bajo nivel en empresas de alto volumen de producción. Se las considera tareas manuales y consisten en un control repetitivo del trabajo que incluye toda la pirámide gerencial de mando y control (capataces, gerentes de línea, jefes de personal y de sección), Estos servicios se pueden encontrar en muchos sitios en la economía donde las tareas son tediosas y repetitivas, como introducir datos en un terminal como tele-operadores o embolsar piezas distintas en una línea de producción. Contrariamente a lo que pensábamos al inicio de la modernización producto de esta época de alta intensidad tecnológica, los empleos repetitivos aumentaron significativamente en esta categoría.

Los servicios personales también cumplen tares simples y repetitivas. Estos servicios se prestan de persona a persona pero a diferencia de la categoría anterior los trabajadores están en contacto directo con los destinatarios finales de su trabajo. Tal es el caso por ejemplo de los camareros, empleados de hoteles, secretarias, mecánicos automotrices, azafatas de aerolíneas, enfermeras. Para 1990 esta categoría incluía casi el 30% de la fuerza laboral norteamericana con crecimiento acelerado y superaba la industria automotriz, siderúrgica y textil combinada. En este momento de acuerdo a las proyecciones del Buró de Estadísticas del Trabajo (Bureau of Labor Statistics) el mayor crecimiento por grupo ocupacional principal proyectado 2014-2024 son las ocupaciones de apoyo relacionadas con el cuidado de la salud, con un 23%, con la creación de más de 1,3 millones de empleos (ver Oficina de Estadísticas Laborales, Departamento de Trabajo de EE.UU., Occupational Outlook Handbook en Español (OOH), Edición 2014-15, Proyecciones de empleo ocupacional, 2014-24,
en Internet http://www.bls.gov/es/ooh/about/proyecciones-de-empleo-ocupacional.htm (visitado 01/25/2019)).

 La tercera categoría de puestos de trabajo corresponde a los servicios simbólico-analíticos, que incluye las actividades de los expertos, científicos, ingenieros, banqueros, abogados, planificadores, consultores en varias especialidades. Estos expertos analizan y resuelven problemas usando símbolos simplificando la realidad con imágenes abstractas. Estas personas trabajan solas o en grupos pequeños, y pueden estar conectados con grandes organizaciones a nivel mundial. Son altamente capacitados y su trabajo no es repetitivo sino más bien creativo.

¿Dónde estarán los nuevos puestos de trabajo en los Estados Unidos? En las dos primeras categorías de Reich, de acuerdo a las cifras del Buró de Estadísticas del Trabajo, y son las que especialmente están localizadas en el país, no fuera de él. De acuerdo al Cuadro 2 de las proyecciones citadas, los 3 mayores grupos principales ocupacionales proyectados en los Estados Unidos, están en las ocupaciones profesionales y técnicas relacionadas con el cuidado de la salud (1,3M de empleos), las ocupaciones de apoyo relacionadas con el cuidado de la salud (0,9M de empleos), y Preparación y servicios de comidas (0,8M de empleos), todas ellas con algún componente repetitivo, como lo destaca la clasificación de Reich.

Por otro lado, estas cifras se corresponden con el cuadro de “Distribución de las lesiones y enfermedades profesionales no mortales por sector de la industria privada, 2017” (Distribution of nonfatal occupational injuries and illnesses by private industry sector, 2017) del Buró de Estadísticas del Trabajo para noviembre de 2018 (ver 2017 Survey of Occupational Injuries & Illnesses Charts Package, November 2018, en https://www.bls.gov/iif/osch0062.pdf), donde el sector de Salud y Asistencia Social (Health care and social assistance ) tuvo la mayor cantidad de casos de lesiones y enfermedades del sector privado. Esto significará que para los próximos años cada vez mas será necesaria la compensación laboral por lesiones por trabajo repetitivo en las categorías donde precisamente se localizará la mayor cantidad de empleo en los Estados Unidos.

El éxito de la política norteamericana en el empleo se basa a mi juicio en una determinación simple y clara del Presidente Trump de acuerdo a su propia consigna: Compre norteamericano – Contrate norteamericano (Buy American – Hire American). De allí todo lo demás se puede deducir, incluyendo su política comercial con el resto de sus pares en el mundo. Nadie en su lugar haría otra cosa si lo que realmente tiene en mente es el bienestar de su propio pueblo.

Política hacia afuera de los Estados Unidos: Caso Venezuela

Luego de 20 años de la creciente cubanización de Venezuela, con los resultados económicos catastróficos que ahora sufrimos los venezolanos, la solución final estuvo en las manos del gobierno de los Estados Unidos, en especial por la determinación del Presidente Donald Trump: no queremos gobiernos comunistas en Latinoamérica. Esa es una posición clara de política. Si lo extrapolamos en la historia, la frase “no queremos gobiernos comunistas” está centrado en todas las decisiones de innumerables Presidentes norteamericanos en el pasado. ¿Por qué se había olvidado esto? Le agradezco al Presidente Donald Trump haber rescatado esa política del baúl de los recuerdos norteamericano y aplicarlo ahora especialmente a los casos de Cuba, Nicaragua y Venezuela.

Desde el mismo momento en que se definió la situación constitucional del inquilino ilegal de Miraflores, y más abiertamente a partir del 10 de Enero de 2019, los Estados Unidos cerraron filas con el pueblo venezolano. Nótese aquí que en cada declaración de los voceros del gobierno norteamericano se enfatiza que el gobierno y el pueblo norteamericano apoyan al pueblo venezolano y en su determinación de lograr la democracia y la libertad por las vías pacíficas y constitucionales.

No se refieren a Juan Guaidó en lo particular sino a la persona a quien los mecanismos de la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela señalaron como nuevo Presidente Constitucional. Eso es lo que hace que en ese país donde se tiene claro lo que significa la institucionalidad constitucional, se dispararan todos los resortes de apoyo a nuestra situación política. Pero eso nunca hubiera sido posible sin la determinación de su Presidente Donald Trump.

Nicolás Maduro Moros ya no es Presidente de Venezuela. Y eso al parecer todavía no es asimilado completamente por todos los venezolanos. No han sido en vano años de propaganda oficial que hace que hasta algunos opositores, en especial los colaboracionistas, todavía crean que hay que negociar con el o alguno de sus malandros. Y es con ese convencimiento que el mismísimo Presidente Encargado de la República Juan Guaidó, deba hacer arreglos de inmediato para echar a patadas a quienes ejercen puestos que no le corresponden en la administración del Estado, situación que no debe ni puede esperar ni un minuto más. Y en esto nos acompaña la primera potencia mundial.

Fueron los Estados Unidos con su Secretario de Estado a la cabeza, los que convocaron hoy a una sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ONU, para debatir formalmente el caso venezolano con el resto de las potencias mundiales. Nunca antes se había llegado tan lejos en la discusión de este grave problema que nos ocasionamos nosotros mismos al aceptar a un golpista como Presidente en 1998.

Pero lo más importante es el acompañamiento que haga el mismo pueblo de Venezuela a ese respaldo, no solo a Juan Guaidó sino a la institucionalidad democrática que representa esa constitución, a la que el Gobierno de los Estados Unidos está dando su apoyo y que pareciera que los venezolanos no comprenden todavía muy bien. Si nosotros no damos a respetar eso, no lo hará el gobierno de los Estados Unidos. Recordemos el Articulo 333 de la Constitución: “Artículo 333: Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella. En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia”. En otras palabras NOSOTROS SOMOS LOS RESPONSABLES. Ya tenemos la ayuda que necesitábamos, el resto nos corresponde. Hagámoslo valer…

Caracas, 26 de Enero de 2019

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana

(1)     Robert Reich, El trabajo de las naciones, hacia el Capitalismo del siglo XXI., Págs. 174-178, Vergara Editores 1993, ISBN 950-15-1305-X 

miércoles, 23 de enero de 2019

23E: Plazos enfrentados

Por Luis Manuel Aguana

La demostración contundente e inequívoca de rechazo del pueblo venezolano al desgobierno de Maduro nos dio un nuevo Presidente este 23E, Juan Guaidó. Un pueblo volcado a las calles en todo el país a la espera de lo que su dirigencia les había prometido, definió el resultado de la gesta del 23E. La determinación de un joven a quien la historia puso allí hizo la diferencia. Fue imposible que se echaran para atrás. Demasiadas decepciones los hubieran enterrado definitivamente, y con ellos la esperanza de salir del tirano y sus acompañantes que a partir de hoy son como una fiera herida de muerte, mas peligrosa que nunca.

Pero el enemigo mas peligroso es el que duerme contigo porque ese te apuñala mientras duermes. Y aunque la conseja popular indica tener a los amigos cerca pero a los enemigos todavía mas cerca, en estas ocasiones la razón aconseja decisiones que cambian el curso de la historia de los pueblos dejando de lado a quien se deba dejar. Y ese es el tipo de decisión que le correspondió tomar a Juan Guaidó cuando ignorando el pacto con AD y UNT de no juramentarse el 23E, decidio aceptar jurar el cargo de Presidente Encargado de la República porque esa fue la decisión de los venezolanos al salir a las calles. De allí que ni Edgar Zambrano ni Stalin González convinieran en juramentarlo como correspondía protocolarmente en ese acto. Pero ni eso fue necesario. El pueblo venezolano lo aclamó como Presidente, honor mas que suficiente para cualquier venezolano que acceda a la Primera Magistratura.

Ante el acuerdo de usurpación del 15 de enero se puso de manifiesto que no era posible la existencia simultánea de la Asamblea Nacional y el régimen de Nicolás Maduro. Si usted desconoce formalmente al ocupante de Miraflores, y no nombra a su sucesor de inmediato, no puede esperar menos que lo cierren, por lo que es esencialmente estúpido hacer una cosa sin hacer la otra o, peor aún, hacerla "por etapas" o a cuentagotas, sin esperar una reacción inmediata de la dictadura. Lo que correspondía -y la razón nos la dieron los hechos- es que se juramentara un encargado de la Presidencia de la República que condujera el carro opositor hasta la expulsión definitiva del régimen.

Seguir insistiendo en no juramentar a Juan Guaidó como Presidente Constitucional Encargado ante esta nueva situación era prácticamente decirnos a los venezolanos que nos calaramos a Maduro para siempre, que es lo que sería el desarrollo de ese Acuerdo del 15 de Enero con lo cual lo mejor que podrían hacer esos partidos era retirarse de la política porque jamás tendrían de nuevo el apoyo de la población. Sin embargo y hasta la juramentación de Guaidó ese era el plan de largo plazo al que nos tenían sentenciados quienes hicieron ese pacto que culminó con la firma del Acuerdo de transferencia de las competencias del Ejecutivo a la Asamblea Nacional. Pero el pueblo de Venezuela les saboteó la jugada poniendo en Juan Guaidó las esperanzas de terminar con el régimen hoy mismo, y no nos decepcionó.

Lo que nos esperaba de no haberse juramentado Guaidó el 23E era terminar con unas elecciones dentro de un proceso de transición que duraría meses o años, negociado a lo Henry Ramos Allup, con la permanencia de las estructuras del régimen, sin cambiar el sistema electoral, lo que no cambiaría a Maduro ni al sistema que lo mantiene, sino que lo atornillaría con la ayuda de la oposición oficial que inventó ese Acuerdo.

Este giro de los acontecimientos les arruinó el plan de largo plazo. Planteado en los términos de lo que sucedió no creo que ahora sea del interés de los venezolanos que ese Acuerdo parlamentario del 15 de Enero que le quita las competencias al Presidente tenga continuación. Las competencias del Presidente (E) Juan Guaidó deberán ser las que le otorga la Constitución. Sin embargo en Venezuela no puede haber otro proceso electoral con las condiciones actuales en 30 días. Sería fatal que se le haga creer al país que haciendo elecciones con 4 millones de personas fuera y un sistema electoral corrupto, resolveremos este problema en un mes, luego de ser convocadas por Juan Guaidó.

Luego de la expulsión de Maduro del poder lo primero que deberá haber es una limpieza profunda de todas las instituciones, comenzando por el Consejo Nacional Electoral, CNE, con la creación de un nuevo Sistema y Registro Electoral tal y como lo sentenció la Sala Electoral del TSJ legítimo el 13 de junio de 2018, antes de pensar en nuevas elecciones.

El respaldo de ayer de los Estados Unidos expresado por el Vicepresidente Mike Pence (ver noticia en https://www.lapatilla.com/2019/01/22/mike-pence-reafirma-el-apoyo-de-estados-unidos-a-los-venezolanos-video/), pudo ser el detonante de las acciones de hoy pero nada de eso hubiera tenido efecto de no haber existido el apoyo decidido del pueblo venezolano en las calles el 23E en todo el país. Había que dar el paso primero antes que los apoyos se concretaran. Debo reconocer que haber asumido el 10E no hubiera tenido la misma significación e impacto que el 23E con la gente en la calle, pero reconocimientos de la importancia del Gobierno de Donald Trump no hubieran sido posibles de no haber Juan Guaidó dado un paso al frente de manera determinante, aun sin un pronunciamiento de las Fuerzas Armadas que era nuestra posición.

Ahora tenemos dos plazos enfrentados. Los de aquellos que pensamos que esto había que detonarlo hoy con todas las consecuencias que traería la radicalización del régimen al enfrentarlo de manera directa, con la ayuda de la Comunidad Internacional, tratando de evitar que Venezuela se siga deteriorando a una velocidad cada vez mayor con perdida de vidas y bienes públicos y privados; y aquellos que creen, como el caso de Ramos Allup y Manuel Rosales que con delincuentes se puede negociar dándoles en pago medio país para que no lo destruyan.

Pero lo peor no es eso. Aunque estemos muy contentos que Juan Guaidó tomó la decisión correcta al asumir la Presidencia de la República para salir inmediatamente de Maduro y su régimen corrupto, todavía existen en operación y conviviendo con la oposición aquellos que pretendían meternos en la transición de largo plazo cuando esta ya no es posible. En las próximas horas esos enemigos ocultos intentarán convencer a Juan Guaidó y su nuevo gobierno de negociar con esos delincuentes algo que no es negociable: Venezuela. No les permitamos que eso ocurra.

Caracas, 23 de Enero de 2019

Twitter:@laguana