Por Luis Manuel Aguana
Históricamente
la huelga ha sido un término asociado a la actividad laboral. El concepto es
cesar una actividad laboral determinada en protesta y/o búsqueda de mejores
condiciones frente a un patrón. Visto así, pareciera que lo planteado como
Huelga Electoral Indefinida no se encuadraría a ese concepto tradicional. Sin
embargo la realidad venezolana esta distorsionada. Resulta que quienes son
nuestros subordinados, es decir nuestros mandatarios, se han alzado con lo que
solo le pertenece a cada uno de los venezolanos, que no es otra cosa que la
Soberanía, ignorando olímpicamente que quienes son los mandantes somos
nosotros, los venezolanos. Todos, quienes ejercen el poder de facto y quienes
dicen hacerle oposición.
Solo para
recordarles los términos, les transcribo las definiciones en la segunda
acepción para que todos las tengamos muy claras: “Mandante: 2. m. y f. Der. Persona que en
el contrato consensual llamado mandato confía a otra su representación
personal, o la gestión o desempeño de uno o más negocios. Mandatario: 2. m. y f. Der. Persona que,
en virtud del contrato consensual llamado mandato, acepta del demandante
representarlo personalmente, o la gestión o desempeño de uno o más negocios”. (DRAE, actualización 2019, https://dle.rae.es/). ¿Qué nos dice lo anterior? Que por obra y
gracia de la tiranía y de quienes dicen representarnos en la oposición oficial,
resulta que se intercambiaron los roles, y ahora ellos asumiendo el rol de
mandantes deciden lo que debe pasar en este país, sin tomar en cuenta quiénes
somos y lo que por derecho es nuestro.
Pero hay
algo aun peor que lo anterior. El Constituyente de 1999
estableció de una manera deliberada y taxativa, que la Soberanía se puede
ejercer DIRECTAMENTE sin la interceptación de los Poderes Públicos del Estado.
De allí que el Artículo 4 de la Constitución de 1961 que indicaba que “La Soberanía reside en el pueblo quien la
ejerce, mediante el sufragio, por los órganos del Poder Público” (dándole a
los mandatarios el poder supremo), se transformara en la Constitución de 1999
en el Artículo 5, como “La soberanía
reside intransferiblemente en el pueblo, quien
la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley,
e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder
Público”. Esto restituyó a los mandantes el poder supremo en cualquier
momento, si así ellos lo decidieran. Esta nueva previsión Constitucional le dio
al Soberano pueblo de Venezuela desde 1999 el pleno DERECHO de ejercer
directamente su Soberanía, en virtud de que los mandantes que se alzaron con
nuestra representación destruyeron completamente nuestro país. Así de simple.
Pero lo que no es tan simple es volver a
colocar las cosas en su lugar. Luego de muchos años de solicitar a quienes
dicen representarnos que se convoque a la Soberanía Popular para que decida lo
que debe pasar en nuestro país, ¿cómo debería reaccionar el conjunto social
para que se cumplan sus demandas? ¿Cómo debe reaccionar un pueblo que clama a
esos nuevos “dueños” que se alzaron con nuestra representación, y que pide que
se le convoque para decidir su destino, y lo que se ofrece es otra farsa
electorera para continuar en el usufructo de algo que no les pertenece? La
historia laboral del mundo nos tiene una respuesta para eso: una huelga.
Y esta vez es más que una huelga, es la
exigencia de un pueblo al Derecho Humano de elegir en libertad en forma
auténtica y transparente, para que se nos restituya nuestro derecho de ser los
verdaderos mandantes en nuestro propio país como pueblo soberano. Tenemos ese
derecho establecido y aceptado en la legislación de Venezuela mucho antes de
que la plaga castro-chavista-madurista descendiera sobre nosotros, como bien lo
expresamos los proponentes de la propuesta Huelga Electoral Indefinida, dada
conocer ayer mediante documento del mismo nombre (ver Propuesta: Huelga
Electoral Indefinida, en https://tinyurl.com/y3wu5hst).
La exigencia de la restitución del derecho a elegir es la clave para la
solución del problema de Venezuela como un todo. De allí nació este cáncer que
estamos combatiendo cuando el régimen trastocó el mecanismo electoral
venezolano en el año 2004 con el Referendo Revocatorio de Hugo Chávez Frías.
Si
los procedimientos y los sistemas electorales no hubieran sido distorsionados y
trastocados alevosamente desde el CNE controlado por el régimen, el problema de
Venezuela se hubiera resuelto con éxito el mismo año cuando correspondía
realmente el Referendo Revocatorio de Chávez, y la Soberanía Popular hubiera
actuado como correspondía.
Los
venezolanos no pueden seguir tolerando un sistema distorsionado para elegir
gobernantes. Eso tiene que parar y la propuesta es que lo paremos nosotros
mismos, los mandantes, haciendo una Huelga Electoral Indefinida, dejando de
votar hasta tanto se cumpla la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia
Legitimo, que en fecha 13 de junio de 2018 declaró “NULO E INAPLICABLE el uso del sistema
automatizado de votación y escrutinio que actualmente existe en Venezuela para
la elección de los cargos de representación popular de los poderes públicos,
así como para la celebración de los referendos, en los términos señalados
en el artículo 293.5 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela”, y ordenando al CNE “…la DEPURACION Y ACTUALIZACION del Registro Nacional Electoral, debiéndose
efectuar las debidas correcciones sobre la identidad de cada ciudadano
venezolano o extranjero habilitado para ejercer el voto, así como el diseño
e implementación de un sistema de votación y escrutinio fundamentalmente
manual, en donde el uso de la tecnología e informática sea auxiliar y sólo en
beneficio de la celeridad, publicidad, transparencia y eficiencia del voto,
escrutinio y totalización, sin que ello implique limitación del derecho de
participación de los electores y de los partidos u organizaciones
políticas, en plena garantía de la confianza pública del ejercicio del
sufragio” (ver sentencia completa en https://ticsddhh.blogspot.com/2018/06/tribunal-supremo-de-justicia-declara.html).
Lo más grave de toda esta historia no es que
el régimen no haya acatado esa sentencia histórica, es que la oposición oficial
la haya ignorado completamente,
negociando con el régimen un nuevo CNE (antes de la defenestración de la
dirección de los partidos opositores) sin cumplir lo ordenado por el TSJ
Legitimo el 13 de junio de 2018. Estoy convencido que esta omisión no es de
ninguna manera un error o un descuido. Es la intención de los partidos de la
oposición oficial de continuar en una era post régimen CON EL MISMO SISTEMA DE
CONTAR VOTOS. Pero esta vez con un mandatario diferente. Y eso no lo podemos
tolerar si nosotros somos los mandantes.
Es por eso que se hace INDISPENSABLE una
Solución Humanitaria de carácter Electoral como la solicitada a la OEA, en la
que sea la Comunidad Internacional quien cuente los votos en cualquier
siguiente proceso electoral que se organice por cualquier circunstancia en
Venezuela, hasta tanto los venezolanos no contemos con un nuevo sistema propio que
nos garantice un proceso electoral libre y autentico. Y eso no se hace de la
noche a la mañana. Lo electoral es la piedra angular de la solución de este
conflicto. Aunque el régimen se vaya por la vía de la fuerza, los venezolanos
cometeríamos un suicidio político en masa si vamos a un siguiente proceso
electoral con el mismo sistema de contar votos que fundó Jorge Rodríguez en el
año 2004, y que garantizó la permanencia del régimen hasta nuestros días. Lo
usaría el siguiente que desee quedarse para siempre.
La Huelga Electoral Indefinida aplica desde
ahora y hasta tanto no tengamos en Venezuela un sistema libre y autentico de
contar votos, así la tiranía se haya ido. Comencemos pues hoy esa huelga.
Mañana nos lo agradecerán las generaciones futuras…
Caracas, 31 de Julio de 2020
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana