lunes, 11 de enero de 2021

El propósito de la Consulta es un Gran Cambio

Por Luis Manuel Aguana

Intervención en video Foro de ANCO en Valencia el 11 de Enero de 2021

Buenas tardes. Mi agradecimiento a los presentes por su tiempo y la oportunidad de intercambiar ideas acerca de lo que vendrá después de la Consulta Popular que realizamos con el esfuerzo de todos ustedes, viéndolo desde la perspectiva de ANCO. Y nunca como ahora es necesario de hablar del futuro, y no precisamente del inmediato como todos tal vez puedan creer. El futuro es un lugar que construimos en el ahora, con los sueños y las expectativas que hacemos en el presente. De allí que para tener futuro hay que pensar ahora en cual es el que queremos.

Muchos creen que la Consulta Popular fue un fin en sí mismo o el final del camino para exigir la salida de Nicolás Maduro Moros del poder y punto. Eso es un grave error. Para ANCO la Consulta Popular fue un hito importantísimo en una serie de eventos que se deben suceder no solo para restablecer el orden constitucional sino para construir la base de la Venezuela del futuro.

La Consulta Popular estableció, como primera consecuencia, la exigencia del pueblo al Cese de la Usurpación de Nicolás Maduro Moros previo a cualquier otra cosa que se haga en el país, incluyendo específicamente un proceso electoral. 6,4 millones de personas se pronunciaron dentro y fuera del país de una manera contundente y ordenaron gestionar lo necesario para el rescate de nuestra democracia, atender la crisis humanitaria y proteger al pueblo de los crímenes de Lesa Humanidad. En consecuencia el tema político en Venezuela se ha detenido por orden de los dueños de la casa hasta que Maduro y sus delincuentes salgan del poder. Solo quedamos entonces los ciudadanos empoderados de ese mandato. Mal pueden los partidos políticos ni nadie hablar de elecciones de ningún tipo hasta que ese mandato se cumpla. Entonces ya de por sí la Consulta Popular tuvo una consecuencia muy importante aunque Maduro no se haya ido todavía. Lo siguiente es la pregunta que todos comenzaron a hacer: ¿Cómo hacemos realidad el mandato? Pero esa pregunta no puede ser aislada ni contestada sin explicar antes porque llegamos hasta aquí.

El 16 de Julio de 2017 la responsabilidad de hacer efectivo el mandato derivado de esa Consulta correspondía a la Asamblea Nacional. De hecho el Presidente de la Asamblea Nacional de ese entonces pudo haber sido juramentado como Presidente Encargado como resultado del mandato de esa Consulta, dos años antes de que lo hiciera Juan Guaidó, pero como una orden de 7,5 millones de voluntades. Eso hubiera sido mucho más sólido porque el Presidente Encargado hubiera nacido de un mandato directo del pueblo venezolano. Sin embargo la respuesta a eso de nuestra representación fue desconocer el carácter vinculante de esa consulta delante de todo el mundo por aquellos que precisamente tenían la responsabilidad de cumplirlo. Y aun así, a partir de ese momento el mundo entero reconoció la lucha del pueblo venezolano por una solución pacifica, electoral y constitucional.

En esta oportunidad el mandato de la Consulta realizada en Diciembre de 2020 es para todos los venezolanos. Ninguna persona en Venezuela puede señalarnos a nosotros, quienes fuimos sus promotores, ni a nadie, que hagamos efectivo el mandato de la Consulta Popular realizada del 7 al 12 de Diciembre sin mirarse en el espejo. El mandato es para todo el mundo, investido o no de autoridad, militares incluidos. Esa es otra consecuencia de esta Consulta Popular, el empoderamiento ciudadano para actuar mas allá de lo que establece la Constitución vigente. Y esa es una diferencia muy de fondo entre esta Consulta Popular y la realizada en Julio de 2017.

Entonces, tenemos un gran papel en blanco que llenar de ideas para comenzar a trabajar para producir un plan que logre ese nuevo hito. Pero antes de eso creemos que el tema aquí no es solo sacar a Maduro y su régimen, que ya es un trabajo que requiere de un plan bien concebido en todo el país, sino que hacer después que lo hayamos logrado. Y no es la simple frase que se le viene a los políticos, “hacer elecciones”.

Nos tocará recoger los pedazos de un país destruido, desinstitucionalizado, desmoralizado y en caos, con grupos violentos anárquicos e ideologizados que pretenderán regresar a la situación anterior por la vía de la fuerza. Para nosotros está muy claro que esa época de turbulencia es lo que vendrá el día siguiente de la salida del régimen. ¿Cuánto puede durar eso? Dependerá de lo que hagamos en todo el país. No es tan sencillo como decir “vamos a elecciones” con un sistema electoral a la medida del régimen, que es lo que nos encontraremos cuando los delincuentes salgan. Hay que rehacerlo completo. Y eso toma tiempo como todo lo demás.

La Consulta Popular nos dejó a nosotros, la sociedad civil, un subproducto fundamental: la base de una organización ciudadana a nivel nacional dispuesta a hacerse presente de una manera inteligente pero que necesita saber qué es lo que se le propondrá al país para justificar la energía necesaria para continuar. Los partidos políticos nos ofrecen volver a un estatus democrático, con la única fotografía que tienen: la democracia que salió de 1958. Pero esa democracia tuvo fecha de vencimiento 40 años después, con la elección del miserable que elegimos como Presidente de la República ese año. No se equivoquen, es mi opinión que los únicos responsables de la aparición de ese destructor son los que ahora nos ofrecen el regreso de quienes fueron sus principales creadores. De allí que la propuesta debe ser distinta y con actores completamente diferentes.

La dirigencia política de la oposición oficial ha trabajado en un plan de gobierno para administrar un edificio completamente destruido después de la salida del régimen. Es necesario un plan de gobierno pero eso no puede quedarse allí ni puede ser la respuesta final para el día D+1. Eso es como si te ofrecieran, después que se cayó tu vivienda por un terremoto brutal,  un plan para vivir indefinidamente en carpas con aire acondicionado sin levantar un dedo para construir una nueva. O peor aún, que te ofrezcan construir exactamente la misma vivienda sin los cambios antisísmicos en su arquitectura para prevenir que sea destruida por un nuevo terremoto en el futuro, sin darte la oportunidad para soñar como sería la nueva, porque al fin y al cabo tienes que hacerla otra vez.

Pues bien, la actividad y la razón de ser de ANCO ha sido precisamente proyectar una nueva vivienda porque la que tenemos la destruyeron y en eso hemos venimos trabajando durante muchos años. Y no debemos permitir bajo ninguna circunstancia que quienes se hagan con el poder después de Maduro eviten construir algo nuevo tratando de volver a un pasado que ya está destruído, ya bien sea por intereses económicos, por  corrupción, por ignorancia en el manejo de los asuntos públicos, o por simple falta de amor por Venezuela.

Y como para tener futuro hay que pensarlo desde ahora, comenzaremos a someter a la discusión pública algunos temas de importancia fundamental que a nuestro juicio deberían hacerse realidad y marcar el país donde vivirían las nuevas generaciones. Estos cambios los hemos resumido con el nombre de el Gran Cambio que necesita el país en la ventana de oportunidad que se abre con la transición de Venezuela después esta tragedia destructiva.

Y ustedes se preguntarán, ¿de cuales cambios estamos hablando? ¡De construir una nueva vivienda! ¿Y cómo sería esa nueva vivienda que proponemos? Describiré por encima 10 características como puntos de referencia a ver si a ustedes les gusta la maqueta. Esta lista no es exhaustiva y menos aun limitativa:

1.- La representación del pueblo debe controlar el Poder Ejecutivo. No se puede seguir tolerando que cualquier Presidente de la República haga lo que le venga en gana con los venezolanos y la Hacienda Pública. Ningún Presidente puede crear o eliminar Ministerios ni manejar presupuestos a su antojo, ni sacarnos de Acuerdos internacionales sin el consentimiento de la representación del pueblo. Su poder debe ser reducido, despiezado y entregado a los Municipios y Estados estableciéndose un nuevo Pacto Federal;

2.- Se debe restablecer la representación de los Estados en el Parlamento. Esto es, restituir el Senado de la República y darle pleno control de los ascensos de las Fuerzas Armadas y la aprobación final de las leyes. Eso no puede seguir en manos de ningún Presidente de la República del signo político que sea;

3.- Los Municipios y los Estados deben tener la capacidad económica y política para dar la calidad de vida que demandan sus ciudadanos. El poder debe acercarse lo más posible al pueblo y esto solo es posible invirtiendo la pirámide del poder. Hay que establecer a la brevedad las autonomías de los Estados y Municipios, para que los ciudadanos tomen el control de su destino en cada rincón de Venezuela;

4.- Los Estados deben replantear cuantos Municipios deben tener de acuerdo a su realidad poblacional, comenzando por convertir las Parroquias actuales en Municipios. No se puede seguir viviendo con una realidad ciudadana de 335 Municipios en todo el país y esperar buenos servicios públicos. Caracas debe tener alrededor de 30 Municipios para ser bien administrada adecuadamente en todos sus servicios. Sabían ustedes que la Parroquia Sucre (Catia) tenía 22.779 habitantes más que el Estado Cojedes, que tenía 323.165 habitantes para el Censo 2011? Sabían ustedes que el 23 de Enero tiene en ese Censo 16.131 habitantes más que Chacao y 19.188 habitantes más que El Hatillo? Sabían que el Municipio Baruta del Estado Miranda tenía 75.230 habitantes más que el Estado Delta Amacuro que tenia según el Censo 2011 165.525 habitantes? Sabían que el Valle tiene más habitantes que Chacao y el Hatillo juntos y ni siquiera es Parroquia? Esto no puede seguir pasando en Venezuela…;

5.- Hay que repensar a fondo la industria petrolera y nuevos términos para el reparto de la renta, que sean completamente distintos a los actuales. La industria debe ser de Energía y cada Estado debe controlar a todo nivel sus propios recursos, incluyendo los petroleros y mineros, estableciendo sus aportes a un fondo federal. Si tiene más aportara más al Pacto Federal;

6.- Toda tierra deberá tener dueño. No podrá existir un solo metro de terreno en Venezuela “propiedad del Estado”, salvo aquellos decretados como de áreas de conservación natural y no serían “propiedad del Estado” sino de todos los venezolanos, producto de leyes de protección ambiental;

7.- Se requiere de un cambio URGENTE de los criterios de la representación ciudadana en el Parlamento. Los Diputados deben ser reales representantes de sus Estados, no de los partidos en los que militan. Que la representación de los Estados en el Parlamento salga de las Asambleas Legislativas y se roten durante todo el periodo legislativo. Debemos quebrar la dictadura de los partidos sobre nuestros representantes populares. Los partidos solo tendrían opción de cargos de representación popular para puestos de Diputados, Gobernadores y Presidentes de la Republica. Las Alcaldes y Concejales serian exclusivamente del ámbito de la Sociedad Civil;

8.- Al rehacer el papel de los Estados y Municipios, debe como consecuencia  desaparecer la decimonónica figura del Situado Constitucional porque cada Estado deberá aportar, no que le aporten, a un fondo federal que sostenga servicios comunes a toda la República como las Fuerzas Armadas o una Policía de Investigación de rango federal (que podría ser el CICPC reformulado). Sabían ustedes que en el año 2016 solo el 3,67% del presupuesto Nacional fue para los Municipios del país? Y que una cifra semejante se ha repetido durante más de 60 años, los 40 del Pacto de Punto Fijo y los 20 del castrochavismo? Díganme que Alcalde puede hacer algo con eso para mejorar la vida cotidiana de sus ciudadanos? De acuerdo a Articulo 167.4 Constitucional: “…El Situado es una Partida equivalente a un máximo del Veinte por ciento del total de los Ingresos Estimados anualmente por el Fisco Nacional…”. Esta es una situación que los Estados no pueden seguir tolerando;

9.- La Educación, la Justicia, la Salud y las policías deben estar al nivel de los Estados y Municipios, con lineamientos nacionales comunes. El agua y la electricidad deben ser servicios controlados y garantizados localmente;

10.- La Justicia deberá ser federada y cada Estado sostener y contar con una última instancia federal, una Corte Suprema de Justicia, con un sistema de independencia de jueces al punto de pensar que sean de carácter indefinido (de por vida) hasta que demuestren que no lo merecen, a través de controles estrictos de anticorrupción; y un sistema de carrera judicial tan cerrado y estricto como el de los militares. Sería la única manera de garantizarnos una justicia que nos llegue a todos por igual.

Estas son algunas de las características de la nueva casa que quiero para mi país. No están ni de lejos todas y algunas de ellas son solo ideas que deben discutirse y mejorarse en ese repensar del país entre todos y los invitamos a hacerlo. ANCO anunciará muy pronto al país el planteamiento completo de esta propuesta. “Tenemos que REPENSAR A VENEZUELA. Tenemos que REINVENTAR LA DEMOCRACIA. Tenemos que REFUNDAR EL PAIS” como hemos insistido una y otra vez en nuestros comunicados oficiales. ¿Han notado ustedes que algún factor político en Venezuela haya discutido estos temas trascendentales que incidirían sobre nuestras vidas en un futuro, en esta hora trágica cuando todos estamos en el medio del campo llorando porque nuestra casa está en el piso y nuestros hijos muertos o han huido de esta realidad? No, ¿verdad? Todos están pidiendo volver al pasado, que Maduro se vaya como sea para ir a elecciones inmediatamente, sin plantearnos cómo va a pasar eso o que harán con Venezuela después.

Para nosotros en ANCO la Consulta Popular tuvo y tiene un propósito más allá de salir del régimen. No se queda allí. No es para ayudar a ningún partido a hacerse con el poder, en un “quítate tú para ponerme yo”. Es para cambiar al país. Es para lograr ese Gran Cambio que necesitamos para mejorar nuestras condiciones de vida como ciudadanos. Los invitamos a construir juntos ese plan y convencer a otros para que nos ayuden. Ya nosotros empezamos. Pero no me pregunten qué vamos a hacer los proponentes de la Consulta Popular para hacer efectivo ese mandato porque eso sería, entre otras cosas, confidencial en las actuales circunstancias de persecución del régimen. Pregúntenselo mejor a ustedes mismos porque ahora ya ese mandato existe para todos los venezolanos. Y si todos convenimos en un plan para hacerlo realidad, ejecutémoslo juntos con una dirección decidida a hacerlo porque no tiene otro interés mayor que el de liberar a Venezuela.

Se nos abre una ventana de oportunidad única ahora que todo lo destruyeron para proyectar una nueva casa para las generaciones futuras. Si no la dibujamos, describimos, y menos aun discutimos, nunca será realidad. Nos conformaremos con los que nos den. Sin embargo, podría ser posible que esos cambios no los vea yo pero tal vez si mi nieta, y todos los nietos de Venezuela, que espero que para ese momento vivan en este hermosísimo país que sigo considerando como el mejor del mundo. Por eso, y solamente por eso, vale la pena seguir trabajando tercamente para producir los resultados de un plan que haga realidad la Consulta Popular de Diciembre 2020 y nos lleve inexorablemente a que ese Gran Cambio esbozado aquí se convierta en una realidad política en beneficio de todos los venezolanos…

Muchísimas gracias…

Caracas, 11 de Enero de 2021

Blog: http://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana

viernes, 8 de enero de 2021

Ruta Común

Por Luis Manuel Aguana

English versión

Luego de de leer los reconocimientos concedidos a la extensión del mandato como Presidente Encargado a Juan Guaidó y la Asamblea Nacional electa en Diciembre de 2015, a través de la modificación de un Estatuto agarrado con alfileres, otorgados por los EEUU (ver Estados Unidos sigue reconociendo al presidente interino Guaidó y a la última Asamblea Nacional elegida en forma democrática en Venezuela, en https://translations.state.gov/2021/01/05/estados-unidos-sigue-reconociendo-al-presidente-interino-guaido-y-a-la-ultima-asamblea-nacional-elegida-en-forma-democratica-en-venezuela/), la Unión Europea (ver Venezuela: Declaración del Alto Representante, en nombre de la Unión Europea, en https://www.consilium.europa.eu/es/press/press-releases/2021/01/06/venezuela-declaration-by-the-high-representative-on-behalf-of-the-european-union-on-the-situation/) y el Grupo de Lima (ver Grupo de Lima reconoció legitimidad de la Comisión Delegada presidida por Guaido, en https://www.lapatilla.com/2021/01/05/grupo-lima-asamblea-maduro/), no me queda otra cosa que volver a asombrarme por una situación que solo se da en Venezuela: afuera nos reconocen más de lo que nos reconocemos a nosotros mismos.

La situación de Juan Guaido y menos aún la extensión del mandato de la Asamblea Nacional electa en 2015, a través de una modificación dudosa del Estatuto para la Transición (a mi juicio inconstitucional) no me gusta más que al resto de los venezolanos que hemos visto 2 años tirados a la basura de la historia, con el consabido aumento del sufrimiento de nuestra gente. Pero la decisión del mundo no es jurídica ES POLITICA. Y esa decisión a juicio de todos los países constituye un mal menor que reconocer a los delincuentes que tienen el poder en Venezuela. Prefieren seguir esperando y ver cómo evolucionan las cosas en el país, con una dirigencia política opositora que consideran -y con mucha razón- muy mediocre.

Sin embargo todavía existen dirigentes políticos de la oposición venezolana que ponen en duda esa realidad política del reconocimiento de Guaidó y su Asamblea, que les atropella en la cara, y siguen trabajando activamente a contravía de sus ejecutorias para hacer más difícil el camino del Gobierno Encargado y a la actual Asamblea Nacional de 2015 como los poderes legítimos del país, lo que redunda en beneficio de la permanencia del régimen.

De hecho los desconocen y se rehúsan a trabajar con ellos. Aunque podría acordar en que no les falta razón, es urgente e indispensable, no buscar una “unidad” con esa oposición, sino acordar al menos lo que he llamado una “Ruta Común” que nos permita andar por carriles separados pero en la misma dirección. Algo de eso hicimos desde la sociedad civil cuando en ANCO le propusimos al Gobierno Encargado la realización de una Consulta Popular, aunque ellos no entendieron del todo el significado de “carriles separados”. Pero a los venezolanos nos cuesta llegar a ese tipo de reconocimientos. Y eso es lo que no entiende la gente de afuera. Ya es hora de empezar a cambiar eso si queremos salir pronto de esta pesadilla.

Esa Ruta Común debe pasar por establecer acuerdos de convivencia y de trabajo coordinado que permitan, no una unidad, sino un trabajo común que son dos cosas diferentes. Unidad significa fusionarse con otro, en una estrategia únicamente conducida sobre un grupo coherente jerárquicamente. En las actuales circunstancias eso no es posible en Venezuela. Lo que se propone aquí es algo completamente diferente, y puedo dar un ejemplo para que se comprenda la idea: cuando se está quemando un edificio pueden llegar muchos a intentar apagar el fuego. Unos pueden utilizar equipos con mangueras, otros más pequeños con baldes de agua, otros con equipos de espuma, otros utilizar helicópteros con agua desde el aire, y otros con explosivos para apagar fuego. Todos esos grupos tienen una la solución que puede ser o no valida, pero si actúan solos lo que harán es que el edificio se queme más rápido.

Si cada uno opera independiente a su manera y de acuerdo a sus capacidades, nadie se tiene ni siquiera que ver, solo se requiere saber donde estará el otro para no estorbarle ni pisarle la manguera –valga el ejemplo del incendio-, cada uno trabajando en su propio lugar pero coordinadamente. De esa manera todos trabajan para un mismo fin, apagar el fuego en el edificio de acuerdo a su propia capacidad. De eso es lo que hablo. Mucha gente se podría integrar sin que se tenga que estar de acuerdo con la estrategia del otro. Lo que si debe existir es un lugar único de coordinación donde los jefes de cada grupo evalúan donde se colocan los equipos de acuerdo a su competencia para el beneficio de llegar más pronto al objetivo común. Eso es lo que llamo Ruta Común. No tengo que estar de acuerdo con lo que hace el de al lado, el del frente o el de arriba o el de abajo. Si lo que hace va en el sentido de lograr el objetivo común de todos, es válida su participación.

En julio de 2012, publiqué una nota titulada “Unidad técnica” (ver https://ticsddhh.blogspot.com/2012/07/unidad-tecnica.html) que se llegó a transformar en una propuesta formal a los equipos técnicos de la MUD para afrontar la aceptación técnica de las condiciones electorales del régimen para las elecciones Capriles-Chávez de Octubre 2012 (ver ESDATA-VOTOLIMPIO: Urgente e impostergable: La Unidad en lo técnico”, en http://bitakoraeva.blogspot.com/2012/07/urgente-e-impostergable-la-unidad-en-lo.html). Allí proponía la “unidad” de los equipos técnicos de la MUD y de aquellos que adversábamos la manera en que se aceptaban las condiciones del régimen para que la oposición pudiera participar. Creí que era más sencillo que los técnicos nos pusiéramos de acuerdo en la ingeniería, que es completamente objetiva, que los políticos en relación a las condiciones electorales. Fue en vano. De nuevo, la manía venezolana de no trabajar juntos por un objetivo común. Pero los políticos de la MUD tenían a mi juicio un gato encerrado con el régimen que no deseaban que nosotros conociéramos. De allí que los técnicos de la MUD no consideraron nuestra propuesta, terminando por aceptar las condiciones más abyectas para esas elecciones. No fue en vano que Capriles nos mandara a bailar salsa y tocar cacerolas para no cobrar…

Un paso interesante de una primera aproximación a esa Ruta Común podría ser aceptar esa “rendición de cuentas” que están exigiendo María Corina Machado, Diego Arria y Antonio Ledezma (ver Maduradas en,  https://maduradas.com/sepa-maria-corina-machado-diego-arria-antonio-ledezma-exigen-guaido-rendir-cuentas-tras-escandalo-corrupcion-desvelado-washington-post/). Si existe la disposición de Guaidó de solicitar la colaboración de otros sectores opositores indicando que “Es el momento de unirnos” porque es “el último llamado de la patria” (ver Guaidó llamó a la unidad a líderes opositores (ver https://elmercurioweb.com/noticias/2021/1/5/guaid-llam-a-la-unidad-a-lderes-opositores-es-el-momento-de-unirnos), debería estar entonces en la disposición de negociar un acuerdo opositor en los mejores términos sin pisarse las mangueras para hacer un reinicio de la oposición en el 2021 en una Ruta Común que los lleve a todos en la misma dirección, donde cada uno apague el fuego desde su propia perspectiva. Eso sería lo sensato. Lo otro sería seguir en la vieja costumbre venezolana de no reconocer lo que el planeta entero reconoce, que no es otra cosa que la fórmula más segura para que el régimen dure 100 años.

Pero lo más importante de toda esta exposición es que esa Ruta Común tiene que incluirnos como la sociedad civil representada por más de 6,4 millones de venezolanos que se hicieron presentes en una Consulta Popular, que todos en esa oposición se empeñaron en que no se expresara y ahora tratan de esconder el éxito de esa convocatoria como quien trata de ocultar el sol con un dedo. Esa es la clave para el éxito o el fracaso de esa nueva Ruta. Esos ciudadanos no investidos de autoridad son los únicos capaces de legitimarla. Si igual se empeñan en seguir ignorando a quienes podemos legitimarla, el camino será más largo pero finalmente se impondrá el dueño de la Soberanía Popular pasando por encima de quienes aun no comprenden lo que desde hace rato entendieron afuera: o lo hacen juntos, o lo hacemos nosotros directamente con los dueños…

Caracas, 8 de Enero de 2021

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