miércoles, 12 de mayo de 2021

El riesgo de ser héroes

Por Luis Manuel Aguana

English versión

 “Le doy al diablo el beneficio de la ley por mi propia seguridad…”

Sir Thomas More (1478-1535)

 Como decimos en Venezuela: tanto nadar para morir en la orilla. Eso es lo que inmediatamente pensé al leer el titular del Noticiero Digital: Guaido propone acuerdo con Maduro para elecciones libres con levantamiento de sanciones (ver ND, en https://www.noticierodigital.com/2021/05/guaido-propone-acuerdo-con-maduro-para-elecciones-libres-con-levantamiento-de-sanciones/). La Presidencia Encargada terminó por acoger lo que los partidos “opositores” en la práctica están haciendo en todo el país, esto es, aprestarse para unas elecciones regionales con el CNE designado de una Asamblea Nacional ilegitima. Y pongo entre comillas el término “opositores” porque definitivamente con esta noticia dejaron de serlo oficialmente. Si esto ya es un hecho, como efectivamente aparenta serlo, los venezolanos no tenemos que buscar nada allí que no sea la continuidad del régimen de Nicolás Maduro Moros.

La decisión de Guaidó de ceder, no solo a la pretensión autoritaria de los partidos del G4/FA que a todas luces terminaron colaborando con el régimen de una manera descarada y abierta al aceptar esas elecciones dispuestas por un CNE ilegitimo, sino al autoritarismo del propio régimen, nos da la calibración exacta de la escasa tesitura moral y ética de la dirigencia política, lo que inexorablemente conduce al irrespeto a la soberanía popular por parte de los principales dirigentes opositores. Lo primero lleva a lo segundo en una relación causa-efecto. Pero al hacer esto dejan pasar en su trascendencia lo más importante: los políticos que pretenden cargos requieren de nosotros para consumar sus pretensiones. Tienen que convencernos de ir por una ruta que la población no solo ha rechazado de una manera pública, notoria y comunicacional, sino que lo ha plasmado como mandato a través de los medios de participación y protagonismo del pueblo establecido en la Constitución en una Consulta Popular vinculante.

¿Cuál debió ser la conducta de esa dirigencia? ¿Creen ustedes que sería ingenuo de mi parte pensar que debieron haber cumplido el mandato del pueblo soberano establecido en la Consulta Popular? En una situación de total descalabro de los valores éticos y morales que nos ha conducido a esta gravísima situación que vivimos hoy, era fácil pensar que no lo cumplirían. Pero cada persona tiene su propia conciencia y no se puede generalizar la conducta ética y moral de nadie para adivinar lo que hará hasta cuando efectivamente lo haya hecho, por lo que puedo perfectamente inferir que si los políticos de 37 partidos que firmaron un Pacto Unitario el 7 de Septiembre de 2020, donde se introdujo la Consulta Popular como medio de convocatoria de la soberanía popular, era claro para mí que estarían en la plena disposición del cumplimiento cabal del resultado de lo que el pueblo decidiera. La buena fe se presume, la mala hay que probarla. Y lamentablemente con la declaración de los partidos anunciada por el Presidente Encargado definitivamente la probamos.

Y aunque los venezolanos podamos citar ejemplos locales de integridad política para contraponer aquellos que se muestran como triunfantes porque creen que anunciando un curso de acción político para el país, los venezolanos lo seguiremos ciegamente porque se creen dueños de nuestros destinos, deseo hoy invocar al santo patrón de los políticos y gobernantes, proclamado así por el recordado Papa Juan Pablo II el 31 de Octubre de 2000, Sir Thomas More (1478-1535), mejor conocido como Tomas Moro por su nombre castellano, autor de la célebre obra Utopía y otras muchas más. Moro fue declarado santo por el Papa Pío XI en 1935 (ver Tomás Moro, en https://es.wikipedia.org/wiki/Tom%C3%A1s_Moro).

La historia de cómo murió Tomás Moro fue relatada en una extraordinaria película, ganadora de 6 Oscars de la Academia, titulada al español como “El hombre de dos reinos” y cuya sinopsis la relata con precisión el portal FILMAFFINITY (ver El hombre de dos reinos, en https://www.filmaffinity.com/cr/film566004.html): “Para divorciarse de su esposa Catalina de Aragón (hija de los Reyes Católicos y tía del emperador Carlos V) y contraer matrimonio con Ana Bolena, Enrique VIII (1509-1547) trata de obtener el apoyo de la aristocracia y del clero. Sir Thomas Moro, uno de los más notables humanistas europeos ("Utopía", 1516), ferviente católico y hombre de confianza del monarca, se encuentra en una encrucijada: ¿debe actuar de acuerdo con su conciencia, arriesgándose a ser tachado de traidor y ejecutado, o debe ceder ante un rey que no tiene ningún reparo en adaptar la ley a sus necesidades?”. Pues Moro actuó de acuerdo a su conciencia y eso le costó la vida. Les recomiendo a cualquier persona, y en especial a aquellos dedicados al quehacer político que la vean, no una sino muchas veces para su mejor comprensión (ver Un hombre de dos reinos, película completa en español https://gloria.tv/post/7xrWDirXHfWG1XEXHywhDJfs1). Los diálogos de la película fueron tomados de las actas que aún se conservan de la vida de Tomás Moro.

El corolario final que nos enseña la vida y la muerte de este santo es: no se puede ceder ante el autoritarismo de los gobernantes, aunque eso cueste la vida. Para que se den una idea del pensamiento de este individuo, les transcribo parte del dialogo de la visita de la familia de Moro a la cárcel, donde su hija Margaret trata de hacerle desistir de su actitud para que reconozca el matrimonio ilegitimo de Enrique VIII y lo dejen en libertad:

-Margaret: En cualquier Estado que fuera bueno a medias ahora estarías muy alto y no aquí por todo lo que has hecho

-Moro: Si

-Margaret: No eres culpable de que este tenga ¾ partes de malo

-Moro: No

-Margaret: De modo que si escoges sufrir por ello te eriges en héroe

-Moro: Quizás tengas razón, pero oye esto: si viviéramos en un Estado donde la virtud fuera rentable, el sentido común no sería ser santos. Pero si vemos que la avaricia, la ira, la vanidad y la estupidez rinden más beneficios que la caridad, la modestia, la paciencia y la inteligencia, la rebelión está justificada, aun corriendo el riesgo de ser héroes...

¿Les parece conocido el tipo de Estado al que se refiere Tomas Moro? Efectivamente es Venezuela, y de acuerdo al santo de los políticos y gobernantes, la rebelión está justificada. Más aun cuando una mayoría clara decidió y dio un mandato para un curso de acción completamente distinto del que decidieron aquellos que todavía a estas alturas dicen representarnos. Y aun así, como también dijo el santo en esa historia: “Le doy al diablo el beneficio de la ley por mi propia seguridad…”.

¿Por qué decimos esto? Porque la ruta que hemos diseñado para hacer cumplir la Constitución y restablecerla pasa por incluirlos a ellos aunque le hayan dado la espalda al pueblo venezolano como sus mandantes. El Pacto Ciudadano para el Restablecimiento Constitucional y Democrático nos compromete a todos –incluso a quienes han renegado el mandato constitucional-  y eso es lo que precisamente nos da la seguridad dentro del ejercicio de la Constitución para salir con bien del hueco donde nos metieron, y pretenden seguir dejándonos, negociando con el régimen.

Si ya no hay moral ni ética en las acciones de aquellos que en mala hora les toco conducir la lucha opositora del país, eso no significa que no existan quienes si la tenemos de sobra y luchamos por demostrar otro camino. No solo tenemos la obligación moral y ética de no ceder ante el autoritarismo como bien lo dejó claramente sentado la enseñanza del santo Tomas Moro, sino de demostrar el camino correcto por encima de las desviaciones morales y éticas de quienes vendieron la soberanía popular, “aun corriendo el riesgo de ser héroes…”. Eso es lo que corresponde.

Caracas, 12 de Mayo de 2021

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martes, 4 de mayo de 2021

Botín de negociación

Por Luis Manuel Aguana

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Creo que los factores políticos que activamente se están aprestando para unas elecciones regionales administradas por el régimen, se están haciendo la pregunta equivocada. La pregunta no es si habrá o no elecciones regionales. Esa pregunta la respondió el régimen hace tiempo. Si habrá elecciones regionales, como hubo elecciones presidenciales el 20 de mayo de 2018 y elecciones parlamentarias el 6 de diciembre de 2020. La pregunta correcta que deberían hacerse es si los venezolanos les daremos o no legitimidad a esas elecciones, entre otras razones porque no se la dimos a Maduro en mayo de 2018 al ser inconstitucionalmente convocadas, como tampoco se las dio la Comunidad Internacional. De la misma manera, las elecciones parlamentarias del 6D-2020 fueron rechazadas en un 97% de 6,4 millones de venezolanos en la Consulta Popular realizada del 7 al 12 de diciembre de 2020, lo que hace a ese parlamento del régimen tan inconstitucional como Maduro y el CNE que están designando con la diligente colaboración de los partidos de la oposición.

Mal podría un parlamento inconstitucional designar a un CNE para llamar a elecciones regionales o de ninguna otra naturaleza porque fue rechazado por el pueblo de una manera constitucional y vinculante con una Consulta Popular. Si esto es así, ¿porque los partidos opositores están movilizando a toda su maquinaria en todo el país para participar en unas elecciones regionales ilegitimas? Y si lo están haciendo, ¿por qué esperan que nosotros se las legitimemos? ¿Con cuáles argumentos pretenden pasar por encima de ese mismo pueblo que mayoritariamente le dijo que no dos veces a Maduro y sus delincuentes?

Los venezolanos no podemos impedir que una tiranía convoque a unas elecciones ilegitimas, ni tampoco podemos impedir que unos partidos se vendan, aceptando participar en ellas. Lo que si sería estúpido es que piensen que los acompañaremos a eso, pretendiendo convencer a los venezolanos que unos pocos puestos que antes no han servido para nada en medio de un sistema totalitario ahora si podrán cambiar la ruina de los venezolanos. Pero lo que seguramente sí cambiarán serán las finanzas de esos partidos que seguirán sobreviviendo para continuar vendiéndonos que “siguen trabajando para salir de Maduro”, en una suerte de circulo vicioso macabro donde ambas partes, el régimen y su oposición, viven el uno del otro en una relación simbiótica mutualista interminable (ver Simbiosis, en https://ticsddhh.blogspot.com/2012/12/simbiosis.html).

Es por eso que el Presidente de El Salvador, Nayib Bukele se da el lujo de responderle a Julio Borges como lo hizo vía Twitter Si ustedes quieren llegar al poder para dejar al Fiscal de Maduro y a la Corte de Maduro, mejor díganle al pueblo la verdad. Díganles que apoyarlos a ustedes es igual que apoyar a Maduro. En El Salvador, nos costó 30 años liberarnos del régimen. No vamos a retroceder ahora”. (ver twit de Nayib Bukele en https://twitter.com/nayibbukele/status/1388977961290850306). Sí Borges, dinos la verdad…El Salvador se echó 30 años en salir de un régimen y nosotros vamos por ese mismo camino si seguimos apoyando a estos seudo dirigentes como Julio Borges, en sus aspiraciones electoreras que buscan convivir con el régimen a costillas del sufrimiento de la gente.

Entonces concuerdo con el Presidente salvadoreño en que apoyar a la oposición es apoyar a Maduro en su pretensión continuista y usurpadora. Es por eso que Borges no movió ni un solo dedo en su condición de “Comisionado Presidencial para las Relaciones Exteriores” para que los embajadores del Gobierno Encargado apoyaran la participación de los exiliados en la Consulta Popular en los diferentes países, y que la mayoría de esa participación proviniera de los hígados de los venezolanos que seguimos en Venezuela, después de haber más de 5 millones exiliados hasta el presente. Y aun así llegamos a 6,4 millones para molestia del Sr. Julio Borges, quien todavía sigue ignorando el resultado del mandato del pueblo venezolano, como por cierto también lo ignoró con la Consulta Popular de 2017 siendo Presidente de la mismísima Asamblea Nacional. ¿Qué podemos entonces esperar los venezolanos de una siguiente elección del régimen con esta seudo oposición?

Los venezolanos debemos despertar a esta pesadilla de una buena vez. Los partidos están promoviendo arreglos y cargos en todos los Estados de Venezuela a cuenta de esas nuevas elecciones regionales convocadas por Maduro y su nuevo CNE ilegitimo. ¿Seguiremos con ellos en esa guachafita? ¿Se los vamos a seguir permitiendo? ¿Cuándo va a ser la hora que respeten la voluntad de quienes por ser los Depositarios de la Soberanía decidimos el curso de los eventos políticos?

Muchos me dirán, “bueno, ¿y entonces que podemos hacer?”. Y la respuesta no puede ser más que una sola: ¡Resistir cívicamente! ¡Si vamos a seguir jodidos en Venezuela y en el exterior, entonces que no cuenten con nuestra ayuda! Es inaceptable que quienes dicen representarnos negocien cargos y beneficios en nuestro nombre para seguir prevaricando con el régimen y la calidad de vida de los venezolanos se deteriore todos los días. Si los partidos quieren negociar con el régimen, que lo hagan, pero no usándonos como botín de negociación. Definamos definitivamente que esto no es una democracia y ya y que el régimen y sus socios hagan lo que van a hacer y nosotros por primera vez hagamos lo que tenemos que hacer. Eso nos daría al menos los nombres de quienes se prestaron a esa traición para el momento que esta tragedia termine. De esa forma, medio limpiaríamos la lista de quienes pretendan representarnos en unas elecciones verdaderamente libres en un futuro previsible.

Si los venezolanos no nos plantamos y les decimos a los políticos que ya basta de abusar de nuestras decisiones, seguirán faltándonos el respeto. Los venezolanos le dijimos al mundo en una Consulta Popular que exigimos que Maduro y sus delincuentes abandonen el poder para poder realizar elecciones libres, justas y verificables y que rechazamos las elecciones del 6 de Diciembre de 2020, haciendo ilegitimo ese parlamento y el nuevo CNE del régimen. Si la oposición oficial no quiere respetar ese mandato colaborando con Maduro, sabremos hallar la forma de hacérselos respetar en casa cívicamente.

Si a la Comunidad Internacional no le ha llegado el mensaje porque personajes tóxicos como Julio Borges no se los transmite ni lo hace respetar, eso no significa para nada que nuestra decisión haya sido esa, e igualmente se los sabremos transmitir cívicamente a la hora de esas nuevas elecciones ilegitimas. Si las cosas van a ser así, comencemos por abandonar el triste papel de botín de negociación de quienes tradicionalmente nos han visto la cara de pendejos, asumiendo el papel beligerante que nos corresponde de una sociedad civil empoderada de su rol protagónico y decisivo en los eventos que más temprano que tarde habrán de llegar.

Caracas, 4 de Mayo de 2021

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