Por Luis Manuel Aguana
Tal vez el indicador más exacto del porqué sucede lo que sucede en Venezuela lo acaba de publicar el Departamento de Estado de los Estados Unidos en su “Síntesis de la reunión de coordinación de alto nivel sobre Venezuela” (ver publicación oficial de los EEUU en https://www.state.gov/translations/spanish/sintesis-de-la-reunion-de-coordinacion-de-alto-nivel-sobre-venezuela/) ocurrida el 15 de febrero de 2022. Nunca antes lei algo más equivocado y producto de años de desinformación opositora sobre Venezuela que ese documento que resume lo que NO PASA en este país, y da cuenta de la montaña de basura que tenemos que sacarle de los ojos a esos países que se reunieron con las mejores intenciones para “ayudarnos” a salir del régimen de Nicolás Maduro Moros.
Esos países que se reunieron allí (Alemania, Australia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, Francia, Italia, Japón, Nueva Zelanda, Panamá, Paraguay, Portugal, Suecia, el Reino Unido, la República Dominicana y la Unión Europea, además de los EEUU redactor del comunicado), son lo que hemos llamado insistentemente “Comunidad Internacional”, es decir, aquellos que supuestamente saben lo que pasa en Venezuela. Si eso es lo que saben, entonces lo que queda es incendiar este país por los 4 costados para que terminen de entender lo que sucede verdaderamente aquí.
En primer lugar, pongamos la situación en el debido contexto. Si los 19 países, junto con EEUU al indicar que “...acogieron con beneplácito la labor de la Misión de Observación Electoral de la UE y la importancia del marco de diálogo y negociación integral e incremental puesto en marcha el 13 de agosto de 2021 en Ciudad de México, como pasos importantes de cara a llegar a un entendimiento común de las condiciones necesarias para posibilitar unas elecciones legislativas y presidenciales creíbles, inclusivas y transparentes lo antes posible -no más de 2024- y ratificar su apoyo a una oposición democrática inclusiva, diversa y unificada en Venezuela”, nos están diciendo para empezar que ignoraron de entrada el mandato de las Consultas Populares de julio de 2017 y diciembre de 2020…O nadie se los informó oficialmente, lo cual es igual de grave porque simplemente miraron para otro lado.
Asimismo nos están diciendo al mismo tiempo algo completamente inaceptable para el pueblo venezolano: que para esa Comunidad Internacional unas elecciones írritas en el 2024 (porque Maduro sigue y seguirá siendo ilegítimo ese año) son completamente válidas, no solo ignorando olímpicamente el sufrimiento actual del pueblo venezolano, sino poniendo en blanco y negro el respaldo a las aspiraciones políticas de una dirigencia podrida que ha sido rechazada con los hechos los venezolanos. Con amigos así preferimos seguir solos, como hemos estado en la práctica durante todos estos años.
Ustedes dirán que sin esa Comunidad Internacional no se tendría el respaldo de Juan Guaidó como Presidente Encargado. Y allí es donde reside lamentablemente el problema. Si esa Comunidad de países acogió con el beneplácito que indican la labor de la Misión de Observación Electoral de la UE, no podrían NUNCA aceptar ninguna disposición que ponga a Maduro a contar ni un voto en Venezuela y menos aún a negociar con su régimen en México, ni en ningún otro lugar, cualquier otro proceso electoral.
En este momento Venezuela es parte de un ajedrez geopolítico de muchas naciones poderosas, que negocian su destino frente a un pueblo que se muere de hambre. No me llamo a engaños ante esa horrenda realidad. Pero de allí a que nos tomen por pendejos, es otra cosa completamente diferente. El pueblo venezolano no se merece eso, y menos aun habiendo puesto su sangre en las calles atendiendo el llamado de una dirigencia irresponsable que ahora negocia llegar al 2024 a “medirse electoralmente” de manera ilegal con un tirano, y pretende hacernos tragar que la Comunidad Internacional está de acuerdo con semejante barbaridad, manejando la información que políticamente convenga a sus intereses.
Cada país de esos nombrados allí tienen sus representaciones diplomáticas en Venezuela. Y aquellos que no la tienen están perfectamente enterados de lo que sucede en el país a través de sus servicios de inteligencia, propios o prestados. ¿Cuál es la razón de un comunicado de esa naturaleza? ¿Por qué se pretende internacionalmente en una elección presidencial y parlamentaria con un régimen que ha insistido que sus elecciones de 2018 presidenciales y de 2020 parlamentarias fueron legítimas y exige a como dé lugar su reconocimiento? ¿Qué hay detrás de eso? No puede ser solo el engaño permanente de una oposición que no nos representa, debe existir algo más.
Y no puedo menos que pensar en los intereses de cada uno de esos países, comenzando por quienes siguen auspiciando ese diálogo en México que no tiene en absoluto ningún beneficio para los venezolanos. No se puede insistir en unas “elecciones presidenciales libres y justas”, así como el resto de las peticiones de ese documento (“... la liberación inmediata e incondicional de todos los detenidos arbitrariamente; la independencia del poder judicial; el derecho de los partidos políticos y las personas a participar sin restricciones en el proceso político; la independencia de las autoridades electorales; la igualdad y la inclusión requeridas para garantizar, entre otras cosas, la participación plena e igualitaria de las mujeres en la vida social, económica y política; el derecho a la libertad de expresión, en particular para los miembros de los medios de comunicación; y el fin de las violaciones de los derechos humanos”) sin que antes el régimen deje el poder. Y eso lo saben bien quienes de esos 20 países que han librado batallas contra las dictaduras en el pasado. ¿Debemos nosotros recordarles esa simple regla?
La Comunidad Internacional al señalar la importancia de “reanudar urgentemente en México las negociaciones y de que estas sean inclusivas y de buena fe, en el espíritu del Memorando de Entendimiento firmado en Ciudad de México”, se pliega a la autodefinición opositora según la cual no existe un Gobierno Encargado y si una “Plataforma Unitaria de Venezuela” no definida en ninguna parte y cuya representación no se sustenta, es un error conceptual grave y de fondo que puede ser considerado como el “pecado original” de esa negociación. El reconocimiento implícito al “Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela” establecido en ese Memorando de Entendimiento írrito, no puede de ninguna manera ser el marco de ningún proceso que llegue a nada con el régimen de Nicolás Maduro Moros.
Al hacer la Comunidad Internacional “hincapié en la necesidad de llegar a un acuerdo sobre un organismo electoral independiente e imparcial, con la máxima autoridad sobre el proceso electoral, y de contar con un sistema judicial independiente e imparcial que actúe únicamente como garante de las libertades políticas, como condiciones esenciales para celebrar un proceso electoral libre y justo en 2024”, reconocen de nuevo que este sainete trágico llegará con su ayuda al 2024 sin importar que Maduro siga en el poder, negociando las migajas de un CNE y un TSJ potables para esa elección. Nada más alejado de la realidad del país. ¿Es esa la Comunidad Internacional que nos ayudará a salir de este grave problema? Definitivamente NO.
Al ser los dueños de las sanciones los países “... reiteraron su voluntad de revisar las políticas de sanciones si se registraran avances considerables en el marco de estas negociaciones lideradas por Venezuela”. De nuevo, a los países de la Comunidad Internacional que se reunieron, si el instrumento de diálogo (el Memorando de Entendimiento inicial) está viciado desde el primer momento de la definición de los participantes, cualquier cosa que venga luego como consecuencia estará igualmente viciado. Ni la oposición que se reunió en México está completa por la ausencia abrumadora de un importante sector del país como lo es su sociedad civil no representada allí por los políticos de la MUD, ni la condición negociadora del Gobierno Encargado está presente. Conclusión: están tomando decisiones de ayuda de importancia fundamental para los venezolanos partiendo de unas premisas falsas.
Si Juan Guaidó-MUD-G4 insisten en el camino de la negociación con Maduro donde sea, “para conseguir elecciones”, se deberá hacer presente en esa pseudo negociación en su condición de Presidente Encargado constitucionalmente. Pero como ese camino dejó de existir desde el mismo momento que se definieron los roles del Memorando de Entendimiento al reconocer el régimen, tendrán que hacerse a un lado. A partir de ahora a los venezolanos, sin intermediación alguna, nos quedará explicar al mundo qué haremos para resolver nuestro problema. Ya los EEUU y su Departamento de Estado saben que significa y las implicaciones que tiene para el país la convocatoria inmediata de una Asamblea Nacional Constituyente Originaria para Venezuela. Ojalá hagan lo correcto y lo expliquen al resto de los 19 países de la Comunidad Internacional que se reunieron en esta ocasión. Es hora de comenzar a hacer las cosas bien a favor de los venezolanos…
Caracas, 17 de Febrero de 2022
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