miércoles, 10 de agosto de 2022

Maduro, métete con el santo pero no con la limosna

Por Luis Manuel Aguana

English versión

De acuerdo al Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, las protestas en Venezuela tuvieron un crecimiento consistente a partir del año 2015, después de un año muy conflictivo de muerte en las calles. Efectivamente, luego de haberse registrado 9.286 protestas en el año 2014, la conflictividad social cayó en el 2015 a 5.851 protestas para luego consistentemente mantenerse en ascenso (6.917 en 2016, 9.987 en 2017, y 12.715 en 2018) hasta el año 2019, cuando se registró su mayor volumen, con 16.739 protestas. Las protestas cayeron de nuevo en el año 2020 a 9.533, se estima debido a la pandemia COVID-19 que encerró a los venezolanos, ese y el siguiente año 2021, cuando se registraron 6.560 protestas (ver 10 años de protestas en Venezuela 2011-2021, OVCS, en https://www.observatoriodeconflictos.org.ve/el-conflicto-de-la-semana/10-anos-de-protestas).

De no haber persistido la pandemia y el agravamiento de la situación sanitaria del país, estamos seguros de que las protestas de 2020 y 2021 hubieran superado con creces el número presentado el 2019. En el primer semestre de lo que va de año, ya la conflictividad social supero en 14,7% la del mismo periodo el año 2021, pasando de 3,393 el primer semestre de 2021 a 3.892 el primer semestre de 2022. Y por lo que hemos notado, ese número se superará con creces para el segundo semestre de 2022. La pandemia le dio una tregua al régimen, y al parecer los venezolanos ya dejaron de temerle, por aquello de que si vas a morir de COVID por falta de un sistema de salud y seguridad social, entonces prefieres morir en las calles protestando por tus derechos.

Pero si a todo esto se le suma, a la ya nefasta crisis de los servicios, las torpezas de las decisiones del régimen de violentar las convenciones colectivas de los trabajadores del sector público, la conflictividad social alcanzará niveles históricos. Los maestros se han lanzado a las calles de nuevo, no solo por los salarios de hambre que se les paga, sino por la estafa de Maduro dictada a través de la Oficina Nacional de Presupuesto, ONAPRE, de no pagarles completo su bono vacacional, y por si fuera poco tomando como referencia el salario de 2021 (1,52 dólares al mes), argumentando que no ha sido firmada una nueva convención colectiva (ver Maestros del sector público protestan en Venezuela, en https://www.latimes.com/espanol/internacional/articulo/2022-08-02/maestros-del-sector-publico-protestan-en-venezuela).

Y afirmo que la estafa es de Maduro, porque es bien conocido que la ONAPRE es solo un organismo ejecutor dependiente del Ejecutivo Nacional, y su instructivo en contra de los trabajadores solo le pone la cara técnica justificando el despojo sufrido, cuando la cara escondida del responsable es la de Nicolás Maduro Moros. “Distrito Capital, Aragua, Miranda, Táchira, Carabobo, Lara, Portuguesa, Mérida, Apure, Barinas, Sucre, Nueva Esparta y Monagas son algunas de las entidades en las que salieron los trabajadores por quinta ocasión consecutiva para exigir sus reivindicaciones laborales” (ver Tal cual, en https://talcualdigital.com/protestan-en-varios-estados-contra-el-instructivo-onapre-y-amenazan-con-paro-nacional/).

Pero si lo anterior fuera poco, el régimen, en lugar de negociar con los educadores, los amenaza a través de sus más connotados voceros, como el diputado del PSUV, Mario Silva, quien manifestó en su programa de televisión, La Hojilla, ante la posibilidad de un paro nacional de educadores, lo siguiente: “¡Láncenselo, pues, láncense un paro nacional, échenle bo…, verán cómo la marea rojita se les va pa’ encima!, amenazó el conductor… Instó a los trabajadores a que entiendan que en estos momentos el país está viviendo unas condiciones especiales, estamos en batalla, y creciendo para más dolor, para que más les duela” (ver Mario Silva amenaza a los maestros que reclaman por sus derechos, en https://impactovenezuela.com/y-ellos-temblando-mario-silva-amenaza-a-los-maestros-que-reclaman-por-sus-derechos/). Lo que no dice el diputado Mario Silva es que parte, o sino toda, esa “marea rojita” forma parte activa de esas protestas que le preocupan tanto, al amenazar a ese gremio que se ha caracterizado por protagonizar las luchas laborales más importantes de la historia contemporánea de Venezuela. Se llevará una sorpresa cuando convoque a su “marea rojita”.

Pero lo más asombroso es que ahora resulta que los venezolanos tenemos que comprender a quienes han destruido prácticamente todas las instituciones, comenzando por la principal industria generadora de ingresos del país, que ellos no puedan pagar la nómina de los empleados del sector público. Cuando una empresa llega a ese estado de quiebra, el resultado invariable es que cierra sus puertas. Y en este caso, como los países no quiebran, lo que sucede es que sus gobiernos generalmente caen. Pero Venezuela es un país muy “sui generis”. Tenemos más de 22 años de conflictividad social aguda, reportada en sus últimos 10 años por el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, y el régimen sigue muerto de la risa.

Pero, ¿hasta cuándo puede ser eso? ¿Hasta cuándo puede cualquier gobierno, de la naturaleza que sea, aguantar miles de trabajadores en las calles protestando por su sustento? Tal vez eso tenga una respuesta. En marzo de 2014 publique una nota -de hecho es la más leída de mi blog hasta ahora- (ver Caída inevitable, en https://ticsddhh.blogspot.com/2014/03/caida-inevitable.html) donde reseñaba la investigación de la Dra. Erica Chenoweth de la Universidad de Colorado, en Boulder (ver conferencia TED de la Dra. Chenoweth en http://youtu.be/y4xcimkAFNc), que arrojó que durante el período de 1900-2006 las insurgencias No Violentas de todo el mundo tuvieron dos veces más probabilidades de triunfar completamente sobre aquellas donde hubo violencia. La investigación reveló que NINGUNA insurrección había fracasado durante ese período (1900-2006) después que se llegara a una participación activa y constante de solo el 3,5% de la población, habiéndose contabilizado históricamente  insurrecciones exitosas con mucho menos que ese porcentaje.

Quiero resaltar de nuevo esa investigación, porque si antes no pudimos llegar a ese porcentaje del 3,5% de la población protestando activamente en las calles, el régimen la está poniendo de “jonrón” como se dice en el beisbol, para llegar en un santiamén a esa cifra y más allá, amenazando de manera estúpida a los trabajadores, cuando es esa misma masa la que una vez estuvo con ellos, y ahora lucha por sobrevivir a pesar de ellos. Al parecer la dura realidad nos está indicando que si alguna posibilidad existe de salir de estos delincuentes, paradójicamente será protestando por la falta de comida, no por la falta de libertad. En otras palabras, Maduro métete con el santo pero no con la limosna…

Caracas, 10 de Agosto de 2022

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domingo, 31 de julio de 2022

Las 4 etapas del artículo de Almagro

Por Luis Manuel Aguana

English version 

El impacto que ha producido el artículo publicado por el Secretario General de la OEA, Luis Almagro el pasado 29 de julio, entre quienes aún continuamos resistiendo la tiranía abierta y criminal de Nicolás Maduro Moros en Venezuela, podría tal vez considerarse de una escala tal que deba estudiarse y tratarse como lo fue en su momento el estudio del duelo (ver Crónicas, Luis Almagro, El infierno del sendero que jamás se bifurca, 29 de julio de 2022, en https://www.cronicas.com.uy/contratapa/el-infierno-del-sendero-que-jamas-se-bifurca/).

En efecto, en 1969 la psiquiatra suizo-estadounidense Elisabeth Kübler-Ross, revolucionó el tratamiento del duelo por la pérdida de algo o alguien apreciado al presentar en su libro “Sobre la muerte y el morir”, un modelo general de 5 etapas de duelo para explicar el comportamiento de las personas al procesar un duelo ante el luto y la pérdida. El famoso modelo negación-ira-negociación-depresión-aceptación es ahora de uso común entre los profesionales de la salud mental.

Y no se equivoquen en la interpretación. No es que hayamos perdido a un amigo como Luis Almagro y vayamos a interpretar su nota como la pérdida de alguien apreciado. Todo lo contrario. Deseo utilizar el modelo como una construcción conceptual para analizar el porqué el mejor amigo de carácter internacional que hemos tenido en nuestra lucha en contra del régimen termina concluyendo como concluye en esa nota.

Cuando leí la primera vez el artículo (porque tuve que leerlo varias veces para comprender bien el punto de Almagro) mi primera reacción fue la misma que tiene alguien cuando le dice a un amigo que no se comporta como usualmente lo hace, preguntándole: “¿Y quién eres tú y que hiciste con Almagro?”. Esta fase la podríamos llamar Etapa de shock o impacto inicial.

En esta etapa la primera reacción siempre suele ser la misma: Almagro fue convencido por las fuerzas de la oposición oficial, convencidas que una cohabitación con el régimen es lo que más le conviene a los venezolanos, conformándose en las sobras que Maduro o quien haga sus veces, les arroje para sobrevivir. Triste final de una lucha donde han quedado muchos muertos y torturados en el camino.

Por supuesto, en el medio de esa etapa debemos pensar que si así cree el más aguerrido de nuestros defensores internacionales por un país libre, ¿qué nos queda a los demás? Dejemos esto así y aceptemos la siguiente fase que bien podríamos llamar Etapa de los bodegones, donde existe una paz fingida de normalidad mientras las mayorías mueren de mengua.

¿Qué viene después de eso en esa etapa? El encuentro del hambre con las ganas de comer. Un país entregado a un régimen destructor, asociado a su oposición cómplice, tan corrupta como ellos. Vendrán generaciones de esclavos malnutridos que jamás podrán levantar la cabeza, como lamentablemente aún siguen siendo los cubanos, protagonistas de la esclavitud del siglo XXI, negociados como médicos a quien quiera comprarlos. En cierta medida ya nos encontramos allí.

Pero como en todo lo que escribe Almagro hay allí una gran verdad: si el objetivo de un diálogo con ellos es sacar a Maduro, desde su propia concepción el objetivo está destinado al fracaso, porque como bien indica “…como objetivo estratégico probablemente no fuera el más viable, ni realizable ni realista”. Nadie aceptaría a ir a un proceso limpio si el resultado es que sean excluidos del poder. Eso no existe para ellos y tiene razón.

Y ciertamente, El objetivo de la salida de Maduro transformó a cada negociación en un juego de suma cero que terminaba siendo imposible: ni la salida de Maduro en una negociación ni una elección que pudiera significar su salida”. ¿Y por qué? Porque ¡NO SE ESTÁ NEGOCIANDO LO CORRECTO! Y allí es donde el argumento de Almagro acierta, pero al mismo tiempo falla. El objetivo NO PUEDE SER SACAR A MADURO. Pero tampoco puede ser uno que termine cohabitando con su régimen. Eso iría en contra de todo, por lo que el mismo Almagro ha luchado -y todos con él- durante tantos años de sufrimiento ininterrumpido.

Almagro propone una cohabitación CON contrapesos que impidan la complicidad con el régimen. En un contexto de diferencias entre políticos, yo le daría la razón. Pero en el contexto de una negociación con unos delincuentes que han secuestrado la institucionalidad del país para su propio beneficio, la cosa es completamente diferente.

Almagro en su condición de garante de la Carta Democrática de la OEA no puede proponer la cohabitación con delincuentes, aun con el elevado y sublime propósito de proteger el futuro de los venezolanos. Esta fase yo la llamaría Etapa de desesperación. La nobleza de alguien que ante el cierre de todas las salidas prefiere el mal menor. Sin embargo, sería un mal menor entre políticos, pero uno infinitamente mayor entre delincuentes, tanto de la oposición como del régimen.

Entonces, ¿si no son unas elecciones, que se debería negociar con ellos? No es la primera vez que respondo esa pregunta, y mi respuesta sigue siendo la misma: un proceso en el que TODOS los venezolanos participen fuera del perímetro de la institucionalidad corrupta del régimen y que les dé a ambas partes exactamente la misma participación, no para sacar a Maduro, sino para reiniciar la institucionalidad de Venezuela. Eso está en nuestra Constitución y se llama ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE.

Y algunos me preguntarán, incluyendo Almagro, ¿pero eso no sería lo mismo que elecciones? Y mi respuesta seguiría siendo la misma: NO. En unas elecciones existe la disputa del quítate tú para ponerme yo, generando el mismo juego suma cero mencionado por Almagro. En el contexto Constituyente, Maduro se quedaría en su puesto hasta que los Constituyentes –partidarios y no partidarios del régimen- DECIDAN qué hacer con su gobierno, para luego proceder a reparar la institucionalidad del país, porque ellos serían la máxima representación legítima de los venezolanos, en la más avanzada expresión de Autodeterminación de los Pueblos.

Se estarían negociando también las bases de esa elección Constituyente (Bases Comiciales) y lo que pasaría después sería materia de la representación legítima de los venezolanos. No se trata de negociar unas elecciones para un cargo que no representa ya nada para los venezolanos y menos aún si Maduro continúa en el poder durante ese proceso electoral. En pocas palabras, se estaría negociando que se le permita al pueblo venezolano decidir qué hacer con su futuro; y la salida o no de Maduro del poder, que sea una consecuencia de esa decisión.

La Comunidad Internacional, como la OEA, colaboraría en ese contexto a proporcionar las garantías electorales suficientes para que el mandato popular de los venezolanos se materialice, a través de un Tribunal Electoral Ad-Hoc donde participarían todas las partes, los países interesados en apoyar al pueblo venezolano, la oposición oficial, el régimen, y la sociedad civil. Asimismo, ella aportaría la fuerza necesaria para lograr que el régimen acepte esa negociación (presión creciente de sanciones) y garantizar que se cumpla lo que el pueblo decida. Esta fase la llamaría Etapa del apoyo internacional, y a la que todavía no hemos llegado. En el año 2020, más de 300 personalidades de la Sociedad Civil venezolana, le dirigimos al Dr. Almagro una carta abierta fechada el 16 de junio de 2020, donde describimos esta fórmula electoral como Solución Humanitaria de Carácter Electoral (ver Comunicado ANCO, 25-06-2020, https://ancoficial.blogspot.com/2020/06/comunicado-anco-nuevas-adhesiones-la.html).

Es en esa etapa de apoyo internacional donde la Comunidad Internacional, incluyendo al Secretario General de la OEA, Luis Almagro, terminan plenamente de comprender que este grave asunto, que involucra a todos los pueblos del continente americano, escapa a una solución entre políticos o delincuentes. La solución la tiene el pueblo de Venezuela y lo que hay que lograr es poner en funcionamiento el mecanismo idóneo para que ese pueblo pueda expresarse limpiamente a través de su representación legítima. Solo hay que darle la oportunidad al pueblo para que sea el que finalmente decida su destino, haciendo que sea este, y no otro sin representación, el que logre que se bifurque el sendero hacia su libertad.

Caracas, 31 de Julio de 2022

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