Por Luis Manuel Aguana
Al parecer es ahora cuando importantes publicaciones que influencian la conducta política en los EEUU les está “cayendo la locha” (antigua expresión muy venezolana que indica que se están dando cuenta) de lo que sucedería en Venezuela al minuto siguiente de que el Presidente Donald Trump tome la decisión de remover por cualquier vía al régimen de Nicolás Maduro Moros.
Hace menos de una semana, el 20 de noviembre, el New York Times, NYT, publicó un artículo del periodista Michael Crowley, reportando desde Washington, según el cual simulaciones de guerra realizadas por el gobierno de los EEUU “…mostraron que era probable que estallara el caos y la violencia en Venezuela, a medida que unidades militares, facciones políticas rivales e incluso grupos guerrilleros selváticos se disputaban el control del país rico en petróleo. Estas conclusiones desclasificadas, respaldadas por otros análisis de expertos, subrayan el riesgo asociado a la ofensiva de Trump contra Maduro en su segundo mandato” (ver NYT, EE UU simuló el derrocamiento de Maduro. Venezuela se sumió en el caos, en https://www.nytimes.com/es/2025/11/20/espanol/estados-unidos/eeuu-simulacion-derrocamiento-maduro.html).
Por otro lado, Crisis Group, una importante organización internacional independiente especializada en el análisis de conflictos a escala mundial, en un reporte fechado el 24 de octubre, advierte:
“No se deben subestimar los riesgos de violencia en cualquier escenario post-Maduro. Muchos altos mandos militares podrían resistirse a un cambio de régimen. Incluso con un acuerdo sobre los términos de la transición, no resulta inconcebible que sectores de las fuerzas de seguridad se rebelen e incluso emprendan una guerra de guerrillas contra las nuevas autoridades. Más aún, la infinidad de grupos armados que operan en gran parte del país probablemente aprovecharían cualquier vacío de poder para consolidar o incluso extender su control territorial”. … “Cualquier gobierno que suceda a Maduro tendrá que lidiar con una burocracia disfuncional y politizada; una grave crisis económica y humanitaria; y una infraestructura colapsada. Le resultará sumamente difícil mantener la estabilidad si al mismo tiempo se ve sometido a una campaña de violencia política” (ver Crisis Group, Los peligros de forzar un cambio de régimen en Venezuela, en https://www.crisisgroup.org/es/latin-america-caribbean/venezuela/beware-slide-toward-regime-change-venezuela)
Pero para ponerle la guinda a la torta, el 21 de noviembre, Foreign Affairs, una de las publicaciones de política mundial más importantes y prestigiosas del mundo, publica un artículo titulado “El peligro de derrocar a Maduro” (The Peril of Ousting Maduro), firmado por Phil Gunson, que dice cosas tan vitales como estas:
“Es poco probable que todos los militares respalden a Machado si llega al poder. La precaria estabilidad entre estos grupos y el Gobierno probablemente se colapse con la salida de Maduro, especialmente si el cambio se produjera de forma repentina y desafiara el control que los aliados del presidente tienen sobre las palancas del poder. Como ha señalado Juan González, ex asesor principal del presidente estadounidense Joe Biden para América Latina, las condiciones en Venezuela son propicias para una guerra prolongada de baja intensidad. Esto podría hacer que Venezuela se pareciera más a Colombia o México, plagada de asesinatos selectivos, atentados con bombas y ocasionales batallas callejeras, pero sin el tipo de gobierno electo estable que existe en Bogotá o Ciudad de México. Machado habla con confianza de un ambicioso plan de 100 días que ha preparado y que incluye restaurar el orden institucional, estabilizar la economía, reformar las fuerzas armadas y abordar una crisis humanitaria impulsada por la pobreza. Pero si la administración Trump se negara a contribuir con un número significativo fuerzas terrestres estadounidenses a Venezuela, un nuevo gobierno de la oposición dependería de los mismos generales a los que ahora acusa de dirigir cárteles de la droga para sobrevivir”… “Machado podría tener razón al predecir que algunos oficiales militares la respaldarían si lograra alcanzar el poder. Pero es poco probable que todos lo hicieran. Y si el ejército se dividiera en facciones rivales o si un gobierno posterior a Maduro disolviera el ejército y destituyera a los funcionarios civiles, las posibilidades de que se produjera un caos violento aumentarían aún más. Un gobierno de Machado-González sin suficiente respaldo militar, tanto nacional como extranjero, probablemente no podría defenderse de una campaña de acoso violento por parte de grupos armados que buscaran desestabilizarlo” (ver Foreign Affairs, The Peril of Ousting Maduro, en https://www.foreignaffairs.com/united-states/peril-ousting-maduro).
Este artículo de Foreign Affairs, así como el reporte de Crisis Group mencionados, le sirvieron de soporte y fuente principal al NYT para su aseveración acerca del resultado de los juegos de guerra realizados, para desestimar la posible inminente intervención de los EEUU en Venezuela.
El artículo de Gunson concluye, “En otras palabras, Venezuela no puede transformarse rápidamente en un país libre. Por muy poco fiable que sea el Gobierno de Maduro en la mesa de negociaciones, intentar forzar un cambio de régimen mediante la violencia acabará socavando el objetivo tanto de la oposición como de la gran mayoría de los venezolanos de establecer un sistema seguro, estable y basado en el Estado de derecho que reemplazar el régimen de Maduro. Intentar tomar un atajo podría dejar al país en una situación peor que la actual” (ver artículo de Foreign Affairs citado supra).
Pero yo me pregunto: ¿y por qué ahora? Desde la toma de posesión de Trump como Presidente de los EEUU, a escasos 10 días después de perfeccionarse el fraude electoral del 28 de julio de 2024 con una toma de posesión irrita en Venezuela, así como la anterior administración del Presidente Joe Biden, el gobierno de los EEUU ha manifestado su interés de un cambio de gobierno en Venezuela, y ahora cuando pareciera inminente ese cambio en el rumbo de los acontecimientos en nuestro país producto de la decisión de Trump, aparecen de repente “dándose cuenta”, de lo que todo el mundo percibe, que un supuesto gobierno de Edmundo González Urrutia (EGU) y María Corina Machado (MCM) parecería no tener el sustento de fuerza suficiente para mantenerse después de una hipotética caída del régimen. ¡Por favor! ¡No somos tan pendejos!
De hecho, este escribidor desde un oscuro rincón de la red, sin toda la base mundial de conocimiento ni el prestigio de esas tres publicaciones, escribió y sustentó lo mismo el 30 de septiembre en este blog: “Entonces, ¿quiere decir que vendrían, suprimirían las cabezas del régimen, trasladarían a Edmundo González Urrutia y a María Corina Machado a Miraflores y nos dejarían al resto de los venezolanos el paquete posterior de deshacernos de la superestructura narco-criminal del régimen, para que la oposición pueda conservar el poder durante una transición? Eso luce, por decir lo menos, suicida. Si los norteamericanos al menos dijeran que eso está cubierto con fuerza local, sin que la oposición tenga que afirmarlo o negarlo, el asunto no se vería tan descabellado. Pero es que los mismos funcionarios norteamericanos, como James Story, han dicho públicamente que no existen esos planes de sustentabilidad de parte de la oposición” (ver El dilema de la transición venezolana, en https://ticsddhh.blogspot.com/2025/09/el-dilema-de-la-transicion-venezolana.html).
No quiero ni suponer la maquinaria de intereses subterráneos que se han podido mover, para impedir que ocurra lo que todo el mundo ya da como un hecho, al punto de que estas publicaciones de talla mundial se hayan pronunciado a favor de darle un respiro al régimen a menos de una semana de la fecha límite dada por los EEUU. Y no es porque yo esté a favor o en contra de la manera de resolver de la forma planteada la situación venezolana, así Foreign Affairs sugiera que con la negociación la oposición venezolana ha conseguido más en estos 26 años de tortura miserable a todo un pueblo. ¡No!
Es que como venezolano ya estoy, como ese más del 90% que votamos por MCM el 22 de octubre de 2023 en las primarias, y el casi 70% de los que votamos por EGU el 28 de julio de 2024, harto y obstinado de que perdure esta situación, ¡y que si algo está guindando de una mata en esta encrucijada final, ¡que termine de caer, sin importar lo que suceda luego! Y si, como dice Phil Gunson, la situación puede ser peor, ¡carajo, que lo sea! ¡Son 26 años de vivir cada vez peor! ¡Ya estamos acostumbrados al "como vaya viniendo, vamos viendo" desde nuestra fundación como país! No somos como los norteamericanos, ni como los europeos, ni siquiera como el resto de nuestros hermanos latinoamericanos. Somos venezolanos y afrontaremos lo que venga; no nos parecemos a nadie, ¡y es precisamente por eso que saldremos como vencedores!
Caracas, 23 de Noviembre de 2025
Blog:
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Email: luismanuel.aguana@gmail.com
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