Por Luis Manuel Aguana
La polémica silenciosa que se ha desatado después del 10 de enero de 2025, fecha cierta de la materialización del golpe de Estado cometido por el régimen de Nicolás Maduro Moros al declararse ilegítimamente vencedor de las elecciones del 28 de julio de 2024, en torno a la juramentación Edmundo González Urrutia (EGU) como legítimo Presidente de la República, pareciera poner esa exigencia entre los temas tabús que no se pueden debatir abiertamente al estar cerrada la discusión acerca de las estrategias opositoras confidenciales de María Corina Machado (MCM), de cara al siguiente paso a dar por esa oposición luego de la toma de posesión de Donald Trump en los EEUU.
Estoy seguro de que todos los venezolanos que votamos mayoritariamente por EGU desearíamos a la brevedad una juramentación en toda regla del Presidente Electo, con todo el simbolismo que ese acto especial merece. Esto es, en el hemiciclo del Parlamento venezolano, conducido por las autoridades legítimas del Poder Legislativo, o en su defecto por las del Poder Judicial, como lo establecen los extremos del Artículo 231 de la Constitución, luego de recuperada la libertad de los venezolanos.
Pero sin meterme en las estrategias secretas de la oposición, la realidad es otra. Nos encontramos en un estado de Fuerza Mayor que ha impedido esa juramentación constitucional como la hubiésemos deseado. Desde el 10 de enero el régimen se ha movido, dando los primeros pasos para una mega elección en julio desde la ilegítima Asamblea Nacional, acompañado de la falsa oposición que no representa a nadie en Venezuela, y lo más grave, tomando las decisiones fundamentales para una Reforma Constitucional, para llevar a cabo lo que Hugo Chávez no logró en el año 2007.
Mientras tanto, nosotros seguimos esperando “que algo suceda”. Celebramos que se juramentara el Presidente Trump el 20 de enero como si algo fuera a pasar mañana en Venezuela, pero hasta que el nuevo gobierno de los EEUU decida cuáles serán las medidas concretas a aplicarle al régimen ilegítimo de Nicolás Maduro Moros, la agenda de la oposición venezolana no puede ser “esperar”, sino actuar proactiva y conjuntamente con ese y el resto de los gobiernos que reconocieron a EGU para establecer un rumbo concreto de acción, donde claramente existirán cosas que no se podrán expresar públicamente, pero otras que definitivamente si, para ralentizar o minimizar el impacto de las decisiones que los criminales que todavía están en el poder en Venezuela vayan tomando, hasta que ocurra su expulsión.
Y una de esas decisiones que debe y tiene que tomarse a la brevedad posible es la juramentación de EGU como presidente en ejercicio de Venezuela. El cómo y dónde lo hagan no es materia de esta nota, así como la fundamentación jurídica que utilicen para hacerlo. Si existe la voluntad política, estoy seguro de que abundarán las explicaciones técnicas para esa decisión. ¡Es precisamente eso lo que necesitamos de los juristas cuando se toman las decisiones políticas que cambian la historia de un país! Pero no, lamentablemente, lo que abunda es el “no se puede hacer”, saboteándonos y poniéndonos objeciones legales a nosotros mismos, como acertadamente siempre dice la Dra. Blanca Rosa Mármol de León. ¡Por favor! ¡Las objeciones que las ponga el otro! ¡Mucho de lo que nos ha pasado en 25 años ha sido debido a eso!
Lo fundamental e importante es que EXISTA un Presidente reconocido que pueda coordinar, en el pleno ejercicio de las funciones de su cargo, con los gobiernos amigos, y que tome las acciones requeridas para desalojar -preferiblemente de manera pacífica- al régimen que ha usurpado el poder en Venezuela. Eso sería una actuación proactiva que los venezolanos esperamos de nuestra actual dirigencia política, independientemente del cuánto tenga que durar todavía la usurpación de Nicolás Maduro Moros.
Pero si para cualquiera podría ser de Perogrullo esta acción que muchos han exigido en diversos análisis por las redes sociales, ¿por qué no ha ocurrido todavía? Es allí donde me quiero detener en esta nota. No en el que de esa decisión que todos vemos como obvia, sino en el porqué no se ha tomado y EGU sigue siendo Presidente Electo, dando más vueltas de las necesarias después de haber sido reconocido por los principales países del mundo.
Expondré una hipótesis que someto a su consideración, dejando a ustedes, como siempre, la última palabra para que saquen sus propias conclusiones. Mi hipótesis sugiere que la oposición de los 4 partidos que controlan la Asamblea Nacional de 2015 y que administra los fondos decomisados al régimen en los distintos países, están impidiendo políticamente el traspaso del poder a EGU y MCM; y que con su juramentación, esos fondos pasarían a manos de EGU y su gobierno, donde quiera que se encuentre, tal y como decidieron los países que acordaron en su momento a quien darle la administración de los fondos retenidos del régimen, HASTA QUE SE ELIGIERA UN NUEVO GOBIERNO LEGÍTIMO ELECTORALMENTE EN VENEZUELA. Y eso es lo que efectivamente pasó el 28 de julio de 2024. La MUD-PUD traducida en la Asamblea Nacional de 2015, representa hasta ahora el único soporte sobre el que reside la institucionalidad reconocida legítima en el exterior, en especial agencias gubernamentales como la OFAC de los EEUU.
En la juramentación de EGU se encuentra la piedra de tranca del poder político que se disputan los partidos con MCM. Representa la supervivencia económica de los cascarones vacíos de la oposición que perdió ante MCM el 22 de octubre de 2023, y que juega a su fracaso por “no juramentar” a EGU el 10 de enero, y que se negará a morir junto con el régimen, “pasando la página” e intentando “normalizar” a Venezuela con unas elecciones írritas que negociaron con Maduro el próximo julio, utilizando el dinero que heredaron con la desaparición del interinato. ¿Les parece demasiado? La ingenuidad no cabe en la selva política venezolana y en especial si es por la supervivencia.
Prefieren dejar a EGU dando vueltas por el mundo en una situación económicamente comprometida, que haga muy difícil coordinar acciones concretas con los países amigos para desalojar a Maduro y su banda, ya que esto requiere tener el piso institucional que a EGU le falta, pero sobre todo los fondos de organización que difícilmente los gobiernos proveerán, al menos en el corto plazo. Si bien es cierto que el gobierno de Trump puede tener ahora mismo la disposición de colaborar, en algún momento expresarán que el problema es de los venezolanos, como efectivamente siempre ha sido. Aquí no habrá soluciones “express” como la mayoría espera, y es por eso que debemos contar con herramientas institucionales para construirlas, como una verdadera presidencia en ejercicio.
¿Creen que esta hipótesis es descabellada? Veamos:
El día 24 de diciembre de 2022 el desaparecido Dr. Román Duque Corredor indicaba lo siguiente en su cuenta de Twitter (X), cuando ya era del conocimiento público el descabezamiento de Juan Guaido como Presidente Interino por parte de la Asamblea Nacional de 2015: “El Departamento del Tesoro de EEUU conforme Sección 25 de Ley de Reserva Federal declaró que la autoridad legítima para controlar fondos del Gobierno Venezolano o del BCV retenidos en Banco Reserva Federal de NY es Presidente Interino y no la AN” (ver X, @romanjoseduque en https://twitter.com/romanjoseduque/status/1606484829805182977). Dos días antes de esa fecha, PJ, UNT y AD habían ejecutado a Guaidó con 72 votos a favor, frente a 23 y 9 abstenciones.
Y efectivamente era así. La AN-2015 no podía ponerle la mano a esos fondos porque estos estaban, de acuerdo a la disposición de la OFAC, en manos de Guaidó, por lo que debía gestionarse una nueva autorización ante esa oficina de los EEUU. Tal Cual informaba el 31 de marzo de 2023 lo siguiente: “El juego internacional se trancó para la Asamblea Nacional (AN) electa en 2015, pues al tomar la decisión de eliminar el interinato, perdieron representación legal ante Estados Unidos y, por lo tanto, no pueden gestionar los fondos de Venezuela custodiados en la comunidad internacional” (ver Tal Cual, Bloomberg: Sin interinato, AN opositora no puede acceder a fondos para pagar litigios, en https://talcualdigital.com/bloomberg-sin-interinato-an-opositora-no-puede-acceder-a-fondos-para-pagar-litigios/).
Leopoldo López lo confirma claramente a Bloomberg: “La oposición, que dependía de las cuentas del Gobierno venezolano congeladas por las sanciones de EE.UU. para financiar sus operaciones, no ha recibido una licencia de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro para acceder a los fondos, dijo López en una entrevista en Washington. Anteriormente, las cuentas con US$347 millones estaban bajo el control de Guaidó, a quien EE.UU. reconoció como el presidente legítimo de Venezuela” (ver Bloomberg, Oposición venezolana sin pagar a abogados a espera de US$ 347M, en https://www.bloomberg.com/news/articles/2023-03-31/oposicion-venezolana-sin-pagar-a-abogados-a-espera-de-us-347m#xj4y7vzkg) (resaltado nuestro).
Sin embargo, en mayo de 2023, la AN-2015 logra recuperar el control de las cuentas congeladas: “El Departamento de Estado de Estados Unidos permitirá que la Asamblea Nacional de Venezuela, electa en 2015, presidida por la dirigente de Primero Justicia, Dinorah Figuera, recuperar el acceso a los fondos de Venezuela, congelados en bancos estadounidenses. Según las fuentes consultadas por Bloomberg, el monto estimado es de 437 millones de dólares, una que decisión pone fin al bloqueo provocado por un vacío en el liderazgo de la oposición, tras la eliminación del Gobierno interino enero de 2023. Figuera se reunió el pasado 15 de marzo con funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos, que mantienen el reconocimiento a este Parlamento como la única institución legítima en Venezuela” (ver Bloomberg: Asamblea Nacional 2015 recupera acceso a fondos congelados en bancos estadounidenses, en https://www.ntn24.com/noticias-politica/bloomberg-asamblea-nacional-2015-recupera-acceso-a-fondos-congelados-en-bancos-estadounidenses-416884).
Ahora bien, ¿qué pasaría si EGU se juramenta? El Presidente legítimo sería la nueva persona a cargo de esos fondos, como anteriormente lo fue Guaido (aun siendo títere de la AN-2015), resolviendo también la situación de las Reservas de oro retenidas en el Banco de Inglaterra porque ya existiría definitivamente un representante legítimo de un gobierno venezolano como Presidente de la República, producto de la voluntad popular, como lo exigió esa institución (ver BBC News Mundo, Oro de Venezuela: por qué el Banco de Inglaterra retiene 31 toneladas de lingotes del país sudamericano (y cuál es la pelea política y judicial que genera), en https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-53078808).
La Asamblea Nacional de 2015 perdería el control del dinero y tendría que apartarse de administrar los fondos de los venezolanos retenidos en los EEUU. Ya juramentado, EGU asumiría la administración que usaría a favor de la causa de recuperación de la libertad de Venezuela. En ese momento, la AN-2015 deberá presentar cuentas claras a los venezolanos del dinero puesto a su disposición, tanto de la administración de Juan Guaidó como Presidente Interino, como de la administración que ha ejercido a partir de mayo de 2023.
La actual situación es que los 4 partidos que controlan la AN-2015 tienen el control de esos fondos y deben entregar esa administración al Presidente González Urrutia a partir de su juramentación como Presidente de la República. Ahora yo les pregunto: ¿Creen ustedes que la alta dirigencia de esa misma MUD-PUD que administra los fondos y único poder institucional considerado todavía legítimo en el exterior, y que puso su tarjeta para que MCM pudiera endosar su caudal político a EGU como candidato negociado entre las partes, permitirá que este último se juramente, dejando que los auditen, perdiendo al mismo tiempo el control financiero de sus partidos frente a MCM? Allí tienen su respuesta del porqué todavía esperamos la juramentación de EGU.
Hay que juramentar a EGU como Presidente de la República en ejercicio si queremos salir pronto de esta situación. Desde el 20 de enero hay una nueva Administración en los EEUU y no disponemos de una contraparte formal que negocie los asuntos legítimos del Estado venezolano para la recuperación de la República. La esperada libertad de los venezolanos no puede estar supeditada a los intereses de unos partidos que no representan a nadie y que disponen a su arbitrio, y sin el respaldo popular, del dinero que le pertenece a los venezolanos. Ya es hora de tomar decisiones que profundicen de inmediato la lucha después del 10 de enero, llegando hasta el final a la brevedad posible como fue prometido….
Caracas, 22 de Enero de 2025
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