Por Luis
Manuel Aguana
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versión
Dedicado,
con mis más sentidas condolencias, a
los familiares de los fallecidos en la tragedia de Las Tejerías
Parece increíble que todavía sea a los venezolanos
quienes todavía nos toque llorar los muertos de una tragedia ocurrida este fin
de semana pasado en Las Tejerías, del Estado Aragua, por las mismas causas que
originaron el desastre de Vargas. Pero no debemos olvidar que nos encontramos
aún en la “revolución” que escondió por razones políticas lo que estaba
sucediendo en el litoral central de Venezuela en 1999, evidenciando su
desprecio por la vida de los venezolanos.
En efecto, hasta El País de España, el 27 de
diciembre de 1999 titulaba: “El Gobierno
venezolano no atendió a tiempo la principal recomendación efectuada el pasado
día 15, durante el desarrollo del referéndum constitucional, por la Dirección
de Defensa Civil de Venezuela ante la inminencia de la peor catástrofe de su
historia: declarar el estado de emergencia nacional, medida que probablemente
hubiera conducido a la evacuación del litoral devastado por las peores
inundaciones sufridas nunca por Venezuela” (ver Chávez desatendió un aviso de protección
civil para declarar la alerta ante las inundaciones, en https://elpais.com/diario/1999/12/28/internacional/946335608_850215.html),
El entonces diputado Constituyente, Jorge Olavarría,
calificó este comportamiento de “negligencia criminal”: "Chávez trata desde el primer momento de
minimizar la crisis sabiendo la envergadura que tiene. La negligencia da pie
para iniciar un procedimiento ante instancias internacionales" (ver
artículo de El País, referenciado anteriormente), y que Olavarría reafirma en
un propio artículo: “Rangel nada dijo en
relación a las sarcásticas descalificaciones de descrédito profesional del
Presidente en contra de la periodista Jane Bussey del Miami Herald, José de Jesús
Aznárez de El País de Madrid y Joaquín Ibarz de La Vanguardia de Barcelona
quienes informaron verazmente acerca de la negligencia criminal con la cual el
Presidente, manejó la tragedia del litoral en sus primeros y más críticos días,
ignorando las recomendaciones que le hiciera Defensa Civil de declarar el
estado de emergencia, y enviar la Guardia Nacional a la zona devastada para
impedir los saqueos que como consecuencia de esta negligencia se produjeron…”
(ver Jorge Olavarría, El Gran Alcahuete, en https://www.angelfire.com/vt/almallanera/images/derechad.html).
Sin embargo, siguiendo al parecer esa misma
negligencia criminal, herencia del difunto Galáctico de 1999, la Gobernadora
del Estado Aragua, Karina Carpio, fustigo el día siguiente del desastre a todo
aquel que se le ocurriera pasar algún video acerca de la tragedia ocurrida: “A todas aquellas personas que están
pasando, que están transmitiendo videos, imágenes dantescas de lo que pudo
haber ocurrido aquí, que sabemos que efectivamente hay un daño, pero que
nosotros estamos llamados a la consciencia y no con esos videos que lo que
están es despertando angustia en nuestra comunidad” (ver La Patilla, Las
insólitas declaraciones de la gobernadora chavista de Aragua tras la desgracia
ocurrida en Las Tejerías, en https://jvlaq.gigbitz.com/2022/10/09/declaraciones-gobernadora-chavista-aragua-las-tejerias/).
Pero como bien indica
la nota publicada por La Patilla, fue precisamente por esos videos que
Venezuela y el mundo se enteraron de lo que estaba pasando en Las Tejerías,
alertando así al resto de esa población y al Estado Aragua en general: “Lo que, al parecer, Carpio desconoce es que
fue gracias a las imágenes difundidas a través de las redes sociales por los
habitantes de Las Tejerías y sus familiares, que se pudo alertar sobre la
tragedia que allí ocurría la noche del sábado, mientras las autoridades guardaban silencio sobre lo
que sucedía”
(resaltado nuestro).
Que lamentable que en 1999 no existiera esta
tecnología de transmisión de videos y fotos instantáneas en manos de todo el
mundo, que hubiera podido alertar a los miles de personas afectadas para que
abandonaran Vargas, cosa que era responsabilidad directa del gobierno de
Chávez. De haber sido así, tal vez no hubieran sido miles los muertos ocurridos
en Vargas en 1999, producto de la negligencia criminal de Hugo Chávez Frías, y
que imagino debe haber estado en su columna de atrocidades pendientes por
cancelar, al presentarse ante el Creador.
Como verán ustedes, este patrón de comportamiento criminal
lo tiene el régimen metido hasta los tuétanos y en su ADN desde su fundación,
en los seguidores fanáticos de esta locura rojo-rojita, como la actual Gobernadora
del Estado Aragua. Esconder las desgracias y minimizarlas es la conducta
permanente, como si ya no fuera una calamidad lo que se está viviendo en
Venezuela por su sola presencia en el poder.
Pero esto no es lo peor. Lo más grave es que no
hayan aprendido NADA de las tragedias que han sucedido antes con los deslaves,
como en Vargas en 1999, y de las múltiples recomendaciones escritas en informes
y estudios, y presentadas por comisiones que se establecieron para saber qué
fue lo que pasó allí para que esto no se repitiera en ningún lugar de
Venezuela.
Como recordarán aquellos venezolanos que aún tenemos
memoria de las desgracias del castro-chavismo-madurismo, en el año 2000 fue
creada la Autoridad Única de Área del Estado Vargas (AUAEV) para posibilitar
los estudios necesarios para “atender este tipo de catástrofes y proteger a la
población”. Así lo hace saber Carlos Genatios, a cuya cabeza como Coordinador de
esa Autoridad, designó Hugo Chávez para presentar soluciones.
Carlos Genatios, afirmo en un informe presentado
ante la Academia Nacional de Ingeniería y Hábitat en mayo de 2010 que: “La AUAEV no tenía ni
la potestad, ni los recursos financieros, ni la capacidad de construir, y debía
limitarse a hacer estudios y proyectos. Como coordinador de la AUAEV nunca tuve
en mis manos ningún tipo de recurso proveniente de la ayuda extranjera. Repito,
nunca. Sólo administré con muy estricto criterio, los
recursos de presupuesto ordinario para hacer estudios” (ver Carlos Genatios, Vargas:
Desastre, proyecto y realidad, en http://www.acading.org.ve/info/publicaciones/TRABAJOS_INCORPORACION/TI_CARLOS_GENATIOS1.pdf).
Efectivamente, la Autoridad Única no tenía presupuesto
para la ejecución de las obras necesarias y recomendadas por ella para evitar
que una tragedia como esa volviera a suceder, pero el Ejecutivo Nacional sí lo
tenía, a través de una entidad creada para tales efectos, denominada
CORPOVARGAS. Genatios afirma allí años después (2003): “Esta semana recorrí una vez más cuencas y zonas
afectadas del litoral. Por la brevedad de este espacio, sólo me referiré a las
obras de control de torrentes. Pude observar variaciones importantes en los
diseños iniciales hechos por la AUAEV. Obras de concreto reforzado con acero,
han sido suplantadas por otras de gaviones. En algunas situaciones esto no
aumenta el riesgo de la población, pero en varias sí. Es decir, el cambio de
criterio seguido por CORPOVARGAS implica ahora un riesgo mayor para los
habitantes de los conos de deyección” (Anexo al Informe presentado a la Academia de Ingeniería y Hábitat, Pág.
155).
Del Informe de
Genatios se deduce que Vargas aún está en peligro, así como sigue en peligro la
vida del resto de los venezolanos de continuar la manera actual de administrar
los recursos que son de todos los venezolanos. CORPOVARGAS, como muchísimas
otras entidades del régimen, desaparecieron con los reales de los venezolanos y
el grave riesgo para la población aún sigue intacto.
Los expertos
que han trabajado en el tema de Vargas, como el caso de Carlos Genatios, han
planteado soluciones que ya existen en el mundo a este tipo de problema
recurrente en nuestro país. La tragedia de El Limón (1987), Vargas (1999), Las
Tejerías ahora en el 2022, dan cuenta que los gobiernos no han tomado en serio ni
les ha importado la aplicación de los recursos a los riesgos potenciales de
desastres en los Estados.
Una importante propuesta
la presentó el Dr. José Luis López, en su Trabajo de Incorporación como
Individuo de Número en la Academia Nacional de Ingeniería y Hábitat (ver José
Luis López, Ph.D, Aprendiendo del desastre de Vargas, Una visión crítica y
constructiva sobre las medidas adoptadas para la mitigación del riesgo de
aludes potenciales, Mayo 2020, en http://www.acading.org.ve/info/publicaciones/TRABAJOS_INCORPORACION/TI_JOSE_LOPEZ.pdf).
Allí el Dr. López indica la existencia de Sistemas
de Monitoreo y Alerta Temprana: “Las
medidas estructurales (presa y canalizaciones) (que fue la solución que planteó Carlos Genatios en
Vargas) solo pueden mitigar una parte del
riesgo ya que la seguridad total no existe. Ellas nos protegen contra un evento
de un determinado período de retorno (usualmente 100 años), pero no nos
protegen para eventos más grandes o menos frecuentes. Esta protección disminuye
también cuando las presas se sedimentan o deterioran. Por esa razón es que
deben tomarse otras medidas, que denominamos de tipo no estructural, para
reducir el riesgo residual. Los
sistemas de monitoreo y alerta temprana constituyen un instrumento fundamental
de las medidas no-estructurales, que permiten avisar anticipadamente a la
población de la ocurrencia de un alud torrencial de forma que se puedan tomar
las medidas de preparación y/o evacuación correspondientes” (Pág.
201). (resaltado nuestro).
Por lo pronto, haría
bien el régimen –si no les resulta demasiado que además de tomar videos y fotos
de lo que sucede, exijamos por la vida de los ciudadanos a los que tienen la
obligación de proteger- instalar en cada zona de riesgo del país, como Las
Tejerías, un sistema de medición permanente como el descrito por el Dr. López
en su disertación, si es que se van a llevar los reales de las soluciones estructurales,
para que al menos se puedan evacuar y salvar la vida de las personas antes de
una tragedia.
El Dr. López
indica en su estudio: “La conclusión de
este análisis es que si hubiésemos tenido esta herramienta disponible para el
año 1999, se pudieran haber salvado muchas vidas, ya que para el día 15 el
punto correspondiente en el gráfico estaba tan adentro de la zona crítica que
ha debido generar niveles máximos de alerta incluyendo la evacuación de la
población antes de la ocurrencia del desastre el día 16/12”. Estamos en el 2022
y aún no tenemos ninguna, ni en Vargas – tragedia sucedida hace más de 20 años-
ni en ningún otro lugar de Venezuela.
Todo anterior
nos indica que han existido las soluciones técnicas, e invariablemente también
el dinero, en todas las épocas, pero eso no ha bastado para salvarle la vida a
la gente expuesta a los deslaves. La solución definitiva vendrá cuando los
ciudadanos de cada Estado decidan, a través de sus representantes legítimamente
electos, que los recursos no los administre ni los disponga el Presidente y sus
Ministros, sino la propia Entidad Federal Estadal y Municipal, que es la
doliente final de todas las tragedias de los ciudadanos, en una Asamblea
Nacional Constituyente Originaria. El resto será, y hasta que eso no ocurra, la
crónica de una negligencia criminal anunciada…
Caracas, 11 de Octubre de 2022
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