martes, 18 de abril de 2023

Los consejos de Arturo Uslar Pietri

Por Luis Manuel Aguana

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De una entrevista histórica:

Carlos Rangel: Ese orden político que se creó entonces (1961) y al cual tú contribuiste tanto porque fuiste uno de los redactores de la Constitución vigente, ahora ha durado tanto como el General Gómez. Ha resultado ser uno de los órdenes políticos más duraderos de la historia de la República. En tu opinión, ¿qué reformas requiere ahora (1986) urgentemente para poder durar todavía mucho más?

Arturo Uslar Pietri: Tu me estas pidiendo una cosa muy difícil, pero vamos a intentarla. Yo creo que habría que concentrarse en lo que yo llamaría dos reformas esenciales: una reforma política, que sería la reforma de sincerar la democracia, de salir de la provisionalidad en que hemos vivido hasta ahora, de asegurar la representación efectiva del elegido por el elector. Es decir que haya la elección uninominal, que cada parroquia vuelva a elegir su concejal, que cada circunscripción electoral elija a su diputado, que el que elije tenga a quien reclamarle y pedirle que ha hecho usted con mi voto, porque yo vote por usted y no me ha cumplido, y la próxima vez no voto por usted. Eso hay que sincerarlo, y es muy peligroso que no se haga. Hay que llegar a una separación efectiva de los Poderes, porque hoy en día los partidos políticos han caído en el vicio de controlar y manejar todos los Poderes Públicos, de modo que la separación de Poderes es un mito. El poder Judicial no tiene ninguna independencia. Aquí votamos por un hombre que es el Presidente y le delegamos todo.

Aquí hacemos una cosa que constitucionalmente y doctrinariamente es inadmisible, es una delegación de Soberanía. Al pueblo venezolano se le consulta cada 5 años por medio de un plebiscito, qué partido quiere usted que lo gobierne, y con qué Presidente. Y el pueblo venezolano contesta, “el partido A”, con su candidato presidencial, “el señor X”. Y en esos 5 años ese partido y esa persona resumen en sus manos toda la Soberanía Nacional, hasta dentro de 5 años que se les vuelve a preguntar. Hay que sincerar la democracia. Hay que hacer que no solamente el pueblo elija un presidente, ni que le de un voto en blanco o un cheque en blanco a un partido político, sino que elija a su representante. Que haya una participación efectiva y un movimiento de integración entre la base popular del país y los hombres que ejercen en nombre de ellos la autoridad. De otro modo no se está cumpliendo. De modo que esa reforma en lo político es vital y esencial para que la democracia venezolana pueda realmente afirmarse.

La otra es una reforma económica. Aquí hemos vivido en estos años gracias a la abundancia petrolera en un sistema de paternalismo económico fatal. En eso que llaman el populismo, que es estéril y es esterilizante, que lo que ha hecho es falsear toda la economía venezolana, debilitarla, anularla, convertirla en parásito del Estado, que a su vez es un parásito del petróleo. Entonces habría que rectificar eso a fondo para ver si se pone al país a producir. Es decir que el Estado viva del país y no el país viva del Estado a través del petróleo, que es la mayor subversión que hayamos podido hacer nunca.

Carlos Rangel: ¿Es decir que esas dos reformas son fundamentales para que el orden político democrático pueda perdurar?

Arturo Uslar Pietri: Se estabilice, y crezca y sirva…

(ver Sofía Imber y Carlos Rangel entrevistan a Arturo Uslar Pietri, en https://youtu.be/_4rUnO8FXNo, min 27:52) (resaltado nuestro).

Lo anterior es un extracto de una entrevista realizada por Sofía Imber y Carlos Rangel, a Arturo Uslar Pietri en los albores de su octogésimo cumpleaños, en su entonces prestigioso programa televisivo Buenos Días, el día 11 de abril de 1986, fecha que 16 años mas tarde se convirtiera en emblemática para todos los venezolanos, precisamente porque esas dos reformas trascendentales de las cuales Arturo Uslar Pietri hizo una extraordinaria radiografía, nunca fueron tomadas en cuenta por quienes en ese entonces se parrandearon los recursos de los venezolanos, pensando que la fiesta duraría para siempre.

Y en esencia, ¿cuál era el planteamiento? Sincerar la democracia. Uslar Pietri volvía a insistir en lo que se debía hacer para que la democracia venezolana pudiera perdurar, estable políticamente y con crecimiento económico, tal y como se conocía para esa época. La experiencia de uno de los mejores y más iluminados intelectuales del siglo XX venezolano señalaba un camino que nadie quiso escuchar y menos aún seguir, y que repitió hasta el cansancio hasta que murió en el año 2001.

En esencia, esa radiografía de Uslar Pietri señalaba que estableciéramos las reformas fundamentales en lo político, que impidieran que los venezolanos delegáramos en los partidos la Soberanía Nacional y estos se adueñaran de la vida del país. Y en lo económico, las reformas que pusieran al petróleo a trabajar para que el Estado viviera de los ciudadanos y no los ciudadanos del Estado. Esto significaba claramente romper con el parasitismo y lograr una sociedad trabajadora y prospera. Eso que de lejos parece simple, era, sin embargo, tremendamente complicado para una clase política –de un lado y de otro- que vivía y sigue viviendo del Estado.

¿Cómo se rompe ese círculo vicioso? Cambiando el sistema de relaciones de poder en el país. Logrando que esa representación de la cual se adueñaron los partidos, regrese a los ciudadanos en todos los niveles, y a su vez creando las condiciones para que sea el ciudadano quien esté en la posición de exigir, como mencionaba Uslar en la entrevista, su Soberanía, a los fines de crear un sistema de relaciones económicas que ponga a trabajar las riquezas del país a favor del ciudadano y no del Estado. Eso es, en resumen, el Proyecto El Gran Cambio de ANCO (ver El Gran Cambio, Una propuesta para la Refundación de Venezuela, en https://ancoficial.blogspot.com/p/documentos-fundamentales.html), y que deberá ser discutido en una Asamblea Nacional Constituyente por los legítimos representantes del pueblo de todo el país en el momento que corresponda.

En 1986, difícilmente Arturo Uslar Pietri podía responder el cómo se podría hacer eso que planteaba con insistencia. Pero tenía muy claro qué hacer. El proyecto El Gran Cambio responde el cómo y a través de qué mecanismo realizar ese cambio que construiría un círculo virtuoso para los venezolanos. Si esos eran los vicios de nuestra democracia de los 40 años en 1986, mal podríamos regresar a ellos, y menos aún con los mismos protagonistas, que todavía desde sus partidos huecos nos venden ese camino para supuestamente recuperar el país. El país no puede caer en ese engaño.

La Venezuela informada y documentada conoce bien a través de las voces de la historia, quienes fueron los responsables y cuáles fueron los vicios que nos trajeron a esta desgracia que significó -y aún significa- el Socialismo del Siglo XXI para Venezuela, por lo que debemos seguir una ruta completamente diferente. El camino de entregar al pueblo su Soberanía no será de ninguna manera fácil y tal vez habremos muchos que no logremos ver cristalizada esa aspiración, pero será el único que nos asegurará el bienestar para las nuevas generaciones. Arturo Uslar Pietri sabía que no lo vería tampoco, pero nunca se imaginó lo que vino después por no seguir sus consejos de sincerar y mejorar la democracia. No cometamos de nuevo ese error cuando volvamos a comenzar…

Caracas, 18 de Abril de 2023

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana

jueves, 13 de abril de 2023

El crimen de Tibisay

Por Luis Manuel Aguana

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A meses de declararse pública la enfermedad terminal de Hugo Chávez Frías, escribí, a finales de octubre del año 2011, una nota que ciertamente consideré de despedida al Presidente (ver Presidente, muera en paz, en https://ticsddhh.blogspot.com/2011/10/presidente-muera-en-paz.html) y de la cual rescato las siguientes palabras para Tibisay Lucena, quien ahora en su muerte recordamos tristemente en su cargo como Presidente del Poder Electoral en las horas más oscuras de los venezolanos:

La Fé cristiana nos enseña que una persona antes de morir, si se arrepiente de verdad, será perdonada. Creo que al final se arrepentirá. No viajó desde La Habana directo hasta el Cristo de La Grita por nada. Sabe lo que pasará y lo espera. Y es en este punto en donde el Presidente debe reconciliarse con la sociedad venezolana. ¿Y qué significa esto? Abrirse y decirse a sí mismo la verdad. Que no quiso que la familia venezolana se enfrentara, que la división de clases que propuso no fue más que un artilugio electoral para ganar votos, que en realidad no deseaba que los venezolanos se dividieran y se odiaran entre sí. Que no era su intención promover y no detener una violencia criminal que se llevo a miles de venezolanos a la tumba y que se arrepiente genuinamente de ello. Que de verdad intentó que las promesas de 1998 se hicieran realidad pero el poder, como una suerte de droga, fue un espejismo tan atrayente que se olvidó de eso. Todo esto debe provenir desde adentro, del alma misma de la persona, de un arrepentimiento genuino. Nadie puede decirle a nadie como descargar ni expiar culpas y mucho menos en una situación de trance final. Eso solo será de la intimidad del Presidente.

¿Se arrepintió Tibisay Lucena al final de su vida, en su lecho de muerte por cáncer terminal, de haber impedido abierta y descaradamente la voluntad del pueblo venezolano de corregir el error de elegir a Hugo Chávez Frías como Presidente de la República en 1998? No lo creo. Difícilmente ese abrirse y decirse a sí misma la verdad, como se lo escribí a Hugo Chávez en esa nota, en un último arrepentimiento antes de rendir cuentas al Creador, lo hiciera Tibisay Lucena, porque a diferencia de Chávez, esta lamentable funcionaria no fue un error que cometimos los venezolanos. Los venezolanos, en un monumental error histórico, elegimos por la calle del medio a un golpista como Presidente de la República, que tenía intenciones ocultas de acabar con la institucionalidad conocida. El contrario, esta funcionaria en pleno conocimiento de los delincuentes que habían llegado al poder engañando a los venezolanos, utilizó y vendió criminalmente y de una manera aviesa su posición para que estos delincuentes ya declarados permanecieran en el poder. Los que hacen eso pocas veces piden perdón.

El caso de Chávez no aplica a ningún funcionario cuyo cargo no lo decidan los venezolanos con su voto. La responsabilidad de un funcionario del nivel que tenía Tibisay Lucena es infinitamente superior, como parte y cabeza de un Poder Público que constitucionalmente debe ser independiente para poder garantizar a los venezolanos que su voluntad realmente decida sobre el destino del país. Ese es el crimen que Tibisay Lucena cometió y sigue cometiendo después de muerta en contra de los venezolanos. Que su nombre y actos no se nos olviden, en especial aquellos que ocupen en el futuro su responsabilidad al recuperar la libertad.

En efecto, Lucena tuvo en su poder la facultad de garantizar que el pueblo venezolano enmendara el error histórico de Hugo Chávez y resolver el problema de su nefasto sucesor y decidió no hacerlo. ¿Fue por dinero? ¿Fue por poder? Por lo que haya sido, podemos considerar en este contexto que los pecados cometidos por la llamada “irreversible” Tibisay Lucena, y por los que deberá que responder en donde esté, son de largo muchísimo más graves que los cometidos por Hugo Chávez Frías y luego por Nicolás Maduro Moros, eso sin contar con los de su predecesor en el cargo de Presidente del CNE.

¿Y por qué? Porque ella pudo elegir ser honesta y empática ante el sufrimiento de millones de venezolanos, que ya se manifestaba evidentísimo en el año 2006 cuando fue designada por primera vez como Presidente del Poder Electoral, y actuar en consecuencia para que Venezuela retomara su rumbo. Pero vendió su posición al poder en detrimento del país. Eso resulta infinitamente peor que un corrupto que solo quiere dinero con su posición.

Tibisay Lucena fue la mejor garantía de permanencia en el poder del régimen de Hugo Chávez Frías y Nicolás Maduro Moros desde el 30 de abril de 2006 hasta el 12 de junio de 2020. Esta delincuente tuvo la responsabilidad de conducir la primera oportunidad en el año 2006 para que Venezuela recuperara el sistema de libertades en las elecciones presidenciales de diciembre de ese año, luego la siguiente en octubre de 2012 y otra adicional en abril de 2013 por la muerte de Hugo Chávez Frías, en las que conscientemente el organismo bajo su conducción realizo fraude para que el régimen permaneciera en el poder. Este último fraude fue tan burdo como la  auditoría que montó Tibisay Lucena, hoy hace casi 10 años, para robarle la siguiente esperanza a los venezolanos (ver Las 12 mil cajas de Tiby, en https://ticsddhh.blogspot.com/2013/04/las-12-mil-cajas-de-tiby.html).

Siempre me he preguntado quien es más criminal, un ladrón que al menos tiene claro para él y la sociedad cual es su condición, y corre el riesgo de ser atrapado en una fechoría, o un funcionario público que tiene una obligación con el país al que sirve, y que encubriéndose en su posición, hace lo mismo que el ladrón que actúa bajo su propio riesgo. El ladrón sería en ese caso más honesto. Pero robarle la oportunidad a un país para recuperar su libertad es un crimen imposible de cuantificar, y por ende la pena de ese crimen. Imagino que Dios en su infinita sabiduría sabrá qué pena darle a este crimen cometido por Tibisay Lucena.

La sarta de criminales que asaltaron Venezuela bajo la protección de Hugo Chávez Frías y Nicolás Maduro Moros, se llevaron el dinero de los venezolanos. El crimen cometido por Tibisay Lucena se llevó en éxodo masivo a nuestras familias al exterior, se llevó las esperanzas de reconstrucción al impedir que los venezolanos se expresaran a través de un voto libre, transparente y auténtico. El crimen de Tibisay Lucena impidió que los venezolanos removiéramos por la vía de los Referendos Revocatorios a los funcionarios que le están haciendo daño a la Nación. Hubiera preferido que Tibisay Lucena fuera un funcionario corrupto más de este régimen. Lo que hizo fue más grave que llevarse el dinero, porque la plata a la larga podremos recuperarla, pero no las esperanzas de reconstruir un país. Eso no tiene precio.

Pero Dios es justo. Tibisay Lucena pasa ahora a engrosar la larga lista de delincuentes del régimen, dados de baja por el Creador encabezada por su jefe Hugo Chávez Frías, que le han hecho un daño incalculable a Venezuela. Dificulto que se haya arrepentido de su incalculable crimen al morir, porque se siguió aprovechando del Estado venezolano hasta el último momento como Ministro del régimen. ¿Qué pudo esgrimir en su defensa en su juicio final? Nada. Al menos Hugo Chávez pudo haber argumentado que al principio tenía buenas intenciones, como lo señalé al comienzo. Que se vean en el espejo de Tibisay Lucena los funcionarios que como ella, le han dado continuidad a este régimen, manteniendo a los venezolanos en un infierno, porque será allí donde con seguridad terminarán parando en uno mil veces peor porque, Dios mediante, no tendrán tiempo para gastar lo que nos han quitado, en especial si no es dinero…Y como ella, nunca descansarán en paz. Amén…

Caracas, 13 de Abril de 2023

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