Por Luis Manuel Aguana
De una entrevista histórica:
Carlos Rangel: Ese orden político que se creó entonces (1961) y al cual tú contribuiste tanto porque fuiste uno de los redactores de la Constitución vigente, ahora ha durado tanto como el General Gómez. Ha resultado ser uno de los órdenes políticos más duraderos de la historia de la República. En tu opinión, ¿qué reformas requiere ahora (1986) urgentemente para poder durar todavía mucho más?
Arturo Uslar Pietri: Tu me estas pidiendo una cosa muy difícil, pero vamos a intentarla. Yo creo que habría que concentrarse en lo que yo llamaría dos reformas esenciales: una reforma política, que sería la reforma de sincerar la democracia, de salir de la provisionalidad en que hemos vivido hasta ahora, de asegurar la representación efectiva del elegido por el elector. Es decir que haya la elección uninominal, que cada parroquia vuelva a elegir su concejal, que cada circunscripción electoral elija a su diputado, que el que elije tenga a quien reclamarle y pedirle que ha hecho usted con mi voto, porque yo vote por usted y no me ha cumplido, y la próxima vez no voto por usted. Eso hay que sincerarlo, y es muy peligroso que no se haga. Hay que llegar a una separación efectiva de los Poderes, porque hoy en día los partidos políticos han caído en el vicio de controlar y manejar todos los Poderes Públicos, de modo que la separación de Poderes es un mito. El poder Judicial no tiene ninguna independencia. Aquí votamos por un hombre que es el Presidente y le delegamos todo.
Aquí hacemos una cosa que constitucionalmente y doctrinariamente es inadmisible, es una delegación de Soberanía. Al pueblo venezolano se le consulta cada 5 años por medio de un plebiscito, qué partido quiere usted que lo gobierne, y con qué Presidente. Y el pueblo venezolano contesta, “el partido A”, con su candidato presidencial, “el señor X”. Y en esos 5 años ese partido y esa persona resumen en sus manos toda la Soberanía Nacional, hasta dentro de 5 años que se les vuelve a preguntar. Hay que sincerar la democracia. Hay que hacer que no solamente el pueblo elija un presidente, ni que le de un voto en blanco o un cheque en blanco a un partido político, sino que elija a su representante. Que haya una participación efectiva y un movimiento de integración entre la base popular del país y los hombres que ejercen en nombre de ellos la autoridad. De otro modo no se está cumpliendo. De modo que esa reforma en lo político es vital y esencial para que la democracia venezolana pueda realmente afirmarse.
La otra es una reforma económica. Aquí hemos vivido en estos años gracias a la abundancia petrolera en un sistema de paternalismo económico fatal. En eso que llaman el populismo, que es estéril y es esterilizante, que lo que ha hecho es falsear toda la economía venezolana, debilitarla, anularla, convertirla en parásito del Estado, que a su vez es un parásito del petróleo. Entonces habría que rectificar eso a fondo para ver si se pone al país a producir. Es decir que el Estado viva del país y no el país viva del Estado a través del petróleo, que es la mayor subversión que hayamos podido hacer nunca.
Carlos Rangel: ¿Es decir que esas dos reformas son fundamentales para que el orden político democrático pueda perdurar?
Arturo Uslar Pietri: Se estabilice, y crezca y sirva…
(ver Sofía Imber y Carlos Rangel entrevistan a Arturo Uslar Pietri, en https://youtu.be/_4rUnO8FXNo, min 27:52) (resaltado nuestro).
Lo anterior es un extracto de una entrevista realizada por Sofía Imber y Carlos Rangel, a Arturo Uslar Pietri en los albores de su octogésimo cumpleaños, en su entonces prestigioso programa televisivo Buenos Días, el día 11 de abril de 1986, fecha que 16 años mas tarde se convirtiera en emblemática para todos los venezolanos, precisamente porque esas dos reformas trascendentales de las cuales Arturo Uslar Pietri hizo una extraordinaria radiografía, nunca fueron tomadas en cuenta por quienes en ese entonces se parrandearon los recursos de los venezolanos, pensando que la fiesta duraría para siempre.
Y en esencia, ¿cuál era el planteamiento? Sincerar la democracia. Uslar Pietri volvía a insistir en lo que se debía hacer para que la democracia venezolana pudiera perdurar, estable políticamente y con crecimiento económico, tal y como se conocía para esa época. La experiencia de uno de los mejores y más iluminados intelectuales del siglo XX venezolano señalaba un camino que nadie quiso escuchar y menos aún seguir, y que repitió hasta el cansancio hasta que murió en el año 2001.
En esencia, esa radiografía de Uslar Pietri señalaba que estableciéramos las reformas fundamentales en lo político, que impidieran que los venezolanos delegáramos en los partidos la Soberanía Nacional y estos se adueñaran de la vida del país. Y en lo económico, las reformas que pusieran al petróleo a trabajar para que el Estado viviera de los ciudadanos y no los ciudadanos del Estado. Esto significaba claramente romper con el parasitismo y lograr una sociedad trabajadora y prospera. Eso que de lejos parece simple, era, sin embargo, tremendamente complicado para una clase política –de un lado y de otro- que vivía y sigue viviendo del Estado.
¿Cómo se rompe ese círculo vicioso? Cambiando el sistema de relaciones de poder en el país. Logrando que esa representación de la cual se adueñaron los partidos, regrese a los ciudadanos en todos los niveles, y a su vez creando las condiciones para que sea el ciudadano quien esté en la posición de exigir, como mencionaba Uslar en la entrevista, su Soberanía, a los fines de crear un sistema de relaciones económicas que ponga a trabajar las riquezas del país a favor del ciudadano y no del Estado. Eso es, en resumen, el Proyecto El Gran Cambio de ANCO (ver El Gran Cambio, Una propuesta para la Refundación de Venezuela, en https://ancoficial.blogspot.com/p/documentos-fundamentales.html), y que deberá ser discutido en una Asamblea Nacional Constituyente por los legítimos representantes del pueblo de todo el país en el momento que corresponda.
En 1986, difícilmente Arturo Uslar Pietri podía responder el cómo se podría hacer eso que planteaba con insistencia. Pero tenía muy claro qué hacer. El proyecto El Gran Cambio responde el cómo y a través de qué mecanismo realizar ese cambio que construiría un círculo virtuoso para los venezolanos. Si esos eran los vicios de nuestra democracia de los 40 años en 1986, mal podríamos regresar a ellos, y menos aún con los mismos protagonistas, que todavía desde sus partidos huecos nos venden ese camino para supuestamente recuperar el país. El país no puede caer en ese engaño.
La Venezuela informada y documentada conoce bien a través de las voces de la historia, quienes fueron los responsables y cuáles fueron los vicios que nos trajeron a esta desgracia que significó -y aún significa- el Socialismo del Siglo XXI para Venezuela, por lo que debemos seguir una ruta completamente diferente. El camino de entregar al pueblo su Soberanía no será de ninguna manera fácil y tal vez habremos muchos que no logremos ver cristalizada esa aspiración, pero será el único que nos asegurará el bienestar para las nuevas generaciones. Arturo Uslar Pietri sabía que no lo vería tampoco, pero nunca se imaginó lo que vino después por no seguir sus consejos de sincerar y mejorar la democracia. No cometamos de nuevo ese error cuando volvamos a comenzar…
Caracas, 18 de Abril de 2023
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