miércoles, 23 de agosto de 2023

El significado de una consigna

Por Luis Manuel Aguana

English versión 

Luego de ver la entrevista que sostuvo Antonio Ledezma, con Patricia Poleo, Ángel Monagas y José Antonio Colina, en el canal de YouTube, Factores de Poder, terminé confirmando lo difícil para cualquier político, y en especial uno experimentado, defender las acciones contradictorias de una oposición muy mediocre, y tratar al mismo tiempo de justificar el camino que se decidió emprender con la mejor apuesta electoral que puede tener la oposición, la candidatura de María Corina Machado (MCM), y su consigna de lucha “hasta el final”, en especial cuando cada persona tiene su propia interpretación de eso.

El régimen, por supuesto, tuvo la suya, procediendo ir en contra de Antonio Ledezma, solicitando su detención y extradición (ver La Voz de América, Un aliado de MCM desempolva la “desobediencia” política en Venezuela, en https://www.vozdeamerica.com/a/maria-corina-machado-antonio-ledezma-desobediencia-civil-venezuela-primaria-presidenciales-2024-constitucion-protestas-/7234152.html).

Pero veamos con lupa lo que dijo Antonio Ledezma en esa entrevista y en qué contexto lo dijo, para poder analizar con propiedad el asunto:

Patricia Poleo: …yo me quedo ya como para cerrar con dos cosas: con que si hay un plan y que el objetivo es la rebelión civil acompañada de la rebelión militar…Ese es el objetivo, yo me quedo con eso.

Antonio Ledezma: Es que la única manera de poder llevar adelante la inscripción de una mujer que esta siendo vetada por el régimen es poniendo en marcha la desobediencia civil…eso no es ningún engaño.

Patricia Poleo: …y el apoyo a la constitución por parte de los militares…

Antonio Ledezma: …y se está hablando con militares, eso es normal. Eso no es conspiración. No hay conspiración. Hay gente que llama y hablamos, y piden que no digamos su nombre, y piden a veces ir disfrazados, todo eso es natural…(ver Ledezma: “Rebelión cívico-militar es el final”/Agárrate/Factores de Poder, en https://youtu.be/8l3rlKZCFh8?t=2529).

En primer lugar, lo del supuesto plan con rebelión militar lo infiere Patricia Poleo en su condición de periodista, no lo dijo Ledezma. El entrevistado habló de presión de la sociedad civil para poder llevar a cabo la inscripción de una candidata que ha sido vetada por el régimen, en el caso de que esta llegara a ganar las primarias, indicando que en eso no se ha engañado al país. Ese es, a mi juicio, un ejercicio legítimo que tenemos los venezolanos de protestar cívicamente por algo que consideramos un atropello ilegal en contra no solo de MCM, sino de cualquier venezolano que reclame su derecho legítimo de aspirar a un cargo de libre elección popular.

Sin embargo, la periodista Poleo insiste en el apoyo a la Constitución por parte de los militares. Este es un asunto del cual hemos insistido todos los venezolanos: que los militares obedezcan el Artículo 328 Constitucional, en especial en su definición fundamental: “La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política…En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna…”, cosa que el régimen de Chávez y ahora de Maduro, ha irrespetado permanentemente, utilizándola como su guardia pretoriana para sostenerse en el poder. En eso no hay ninguna duda ni nada nuevo.

Sin embargo, aprecié en la entrevista, en todo este contexto, que ambos, Poleo y Ledezma, en la misma conversación, están hablando de dos tiempos completamente diferentes. Ledezma está en el tiempo de las primarias y la periodista Poleo se ubica un tiempo más allá – MCM candidata presidencial ganadora de una elección- cuando mete a los militares en la conversación. En tiempo de primarias, los militares, aun cuando sepamos que no respetan la Constitución, no juegan ningún papel en este tiempo, como si lo hacen en las elecciones presidenciales.

No tendría ningún sentido conspirar con los militares para que defiendan el derecho de un candidato opositor a ser inscrito para competir en una elección presidencial, sin contar que sería estúpido meterlos en ese tiempo, Pero si lo tendría convocarlos para defender el derecho de todos los venezolanos de revisar unos resultados electorales en caso de que el régimen decida ignorar la decisión de la Soberanía Popular en una elección presidencial. Henrique Capriles tuvo en sus manos la convocatoria del pueblo –militares incluidos- para defender la decisión final de los venezolanos, en las elecciones de abril del año 2013, y nuestro derecho a que se contara cada voto de nuevo de esa elección. Pero no lo hizo. Eso quedará en la memoria de los venezolanos y de quien no tuvo lo que se necesitaba tener para llegar “hasta el final”. Y creo que eso es lo que quiere referir la consigna famosa de MCM, llegado ese momento.

Pero en este momento, no se está hablando de elecciones presidenciales, entre otras razones, porque MCM –al menos formalmente- no es todavía candidata presidencial. La periodista Patricia Poleo habla del tiempo cuando los militares deben hacer la diferencia en una elección, porque es de eso finalmente de lo que se hablaría cuando se trata de decidir a quién le corresponde el poder después de una elección presidencial, y quién debe hacer que se cumpla la decisión del pueblo. En otras palabras, los militares. Hacer un juicio hipotético de llegar a la desobediencia civil con militares, para provocar la caída de Maduro, con la excusa de inscribir una candidata, lo podrá hacer cualquiera en otro contexto, pero no a partir de esa entrevista.

Cuando Ledezma afirma que los militares llaman a los dirigentes opositores, lo que está haciendo es confirmar la razón por la cual hay más militares que civiles presos en las mazmorras del régimen. El nivel de desesperación que tienen los militares, que son todavía institucionales y obedientes a la Constitución con la conducta del régimen, debe ser muy grande cuando se exponen de esa manera. Y esperar que sean ellos los que salgan a defender a MCM para que sea candidata presidencial, es poco menos que ridículo, si esa es la motivación que tendrían para intervenir, existiendo en este momento otras muchísimo más graves en el país y no lo han hecho.

He estado en completo desacuerdo con insistir en una ruta electoral con unos criminales que han secuestrado el Poder Electoral en Venezuela, primarias opositoras incluidas. Eso lo he escrito muchas veces desde este modesto rincón de la red. La situación geopolítica de Venezuela y las razones de la permanencia del régimen en el poder son de una complejidad tal, que requieren de mucha más elaboración política que pensar que su solución pasa por una simple elección presidencial que supuestamente ganaríamos con los secuestradores en control del poder.

Lo único rescatable de la cruzada de MCM en contra de todos los factores –de esta y la otra acera- es la construcción de un verdadero liderazgo opositor capaz de organizar una resistencia civil consistente, tanto dentro como fuera del país, con un plan serio y realista de alcance local y mundial de corto, mediano y largo plazo, para acabar de raíz con la tiranía. Ese debería ser el significado real de la famosa consigna, y el resto solo la excusa para organizar esa resistencia. Si eso a estas alturas todavía no se tiene claro, estaremos al frente de una nueva decepción...

Caracas, 23 de Agosto de 2023

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana

martes, 15 de agosto de 2023

La propuesta constituyente de María Corina Machado

Por Luis Manuel Aguana

English versión

Luego de muchos años de abordar y exponer públicamente acerca de la necesidad de la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, para enfrentar la crisis del país, creo obligante por su importancia comentar las declaraciones dadas por la precandidata María Corina Machado (MCM), en una entrevista realizada durante el conocido programa zuliano, “A 8 columnas” conducido por el periodista Rafael Galicia, en fecha 12 de agosto de 2023 (ver MCM: Eventualmente tendremos que llegar a una nueva Constitución con un gran consenso, en https://youtu.be/d61T8YyMCmg?t=2337). Pero veamos primero lo que dijo MCM:

“RG: MCM Presidente Electa, le toca un Parlamento opositor, los Poderes Públicos opositores, ¿ha pasado por tu mente la posibilidad de una convocatoria a una Constituyente?

MCM: Mira, yo creo que eventualmente vamos a tener que llegar a un nuevo texto –constitucional me refiero- producto de un gran acuerdo, de grandes consensos. Yo no creo que debe haber una discusión de una nueva Constitución, una Asamblea Nacional Constituyente, en un momento donde el país está atravesando una crisis y unas tensiones sociales como estas, porque la idea no es imponer un sector a otro. Las Constituciones impuestas duran muy poco.

RG: ¿Y cómo reformarías la Constitución si no a través de una Asamblea Nacional Constituyente?

MCM: No, es que yo creo que esta Constitución puede servir para un proceso de transición, que vamos a vivir un tiempo, mientras vamos juntos todos a ponernos de acuerdo en un texto Constitucional donde yo si adelanto que hay que disminuir el carácter presidencialista, donde hay que asegurarnos el principio del federalismo, donde hay que hacer una Venezuela mucho menos militarista, donde haya una Venezuela abierta a la propiedad, al mercado, y al trabajo y que deje atrás el estatismo que ha estado muy presente en nuestros textos constitucionales previos” (resaltado nuestro).

Primero se debe aclarar que el tema constituyente es un tema muy sensible para los venezolanos. Hugo Chávez Frías lo utilizó para ganar las elecciones presidenciales de 1998 y luego para destrozar la institucionalidad existente en la Constitución vigente de 1961, con el fundamento de construir un nuevo país. Pero ya sabemos todos los que pasó después, y es por eso que hablar de constituyente en Venezuela es como hablar de la soga en la casa del ahorcado, a ningún político le gusta.

Sin embargo, dadas las circunstancias, no solo debemos hablar de esta soga, porque desde allí es que precisamente tenemos que comenzar a desmontar todo este tinglado que nos montó Chávez, sino también de las razones del ahorcado de hacer lo que hizo, así como las graves implicaciones de ignorar ese hecho, si es que deseamos reconstruir este país maltrecho saqueado por criminales. O como decimos ahora, Refundar la Nación sobre nuevas bases.

Se pueden entender las declaraciones de MCM como el temor que siente todo político en Venezuela de tocar ese tema, haciéndolo desde lejos, distanciándolo en el tiempo –sin agarrar el toro por los cachos, como diríamos los venezolanos- cuando debe ser precisamente todo lo contrario. Y no solo tocarlo, debatirlo y enfrentarlo públicamente, sino insertarlo como eje principal de cualquier discurso y política futura, cuando la situación actual del país no se puede explicar sin pasar por un hecho fundamental que desvió el curso de la historia de Venezuela. Y ese hecho no fue otro que una Constituyente en 1999 que desnaturalizó la vida institucional de los venezolanos, cuyo producto principal fue una Constitución hecha a la medida de los deseos autoritarios del Presidente de la República, de permanecer en el poder y cambiar nuestro modelo político. Entonces, debemos comenzar por hablar de eso, porque si no lo cambiamos, no cambiaremos nada…

Lo primero que hay aclarar es que una convocatoria al Constituyente, es una convocatoria al dueño de la soberanía popular, esto es, al pueblo venezolano. Nadie está por encima de eso. Fue allí de donde se afincó Hugo Chávez para pasar por encima de la Constitución de 1961, que tenía sus propias reglas para ser alterada.

Se podría decir justificadamente que los votos para elegir representantes constituyentes son mucho más significativos en su objeto que los votos para elegir como Presidente a cualquier candidato a la presidencia de la República, electo por un período corto en el tiempo de un país, porque las decisiones del Constituyente trascienden más allá de ese tiempo, expresados en las decisiones que toman cuando se reúnen. El ejemplo más claro fue el Constituyente de 1811, que decidió constituir a Venezuela como República federal independiente de España.

Dicho lo anterior, si existe algún momento apropiado para convocar al Constituyente para decidir el destino de los venezolanos, es precisamente este. En su libro "La Constitución de la República Francesa", el magistrado Henri Donnedieu de Vabres escribió: "Una Asamblea Constituyente debe ser convocada cuando la Constitución actual ya no funcione o cuando el pueblo quiera cambiar el sistema político”. La Constitución actual de Venezuela no solo no funciona, sino que fue especialmente diseñada para perpetuar a quien ejerza el Poder Ejecutivo, en detrimento del resto de los poderes del Estado. Y, por otro lado, ¿quién en Venezuela no desea cambiar el sistema político impuesto por Hugo Chávez Frías, el Socialismo del Siglo XXI? La respuesta es obvia…

La idea según la cual un grupo político se impone a otro en un proceso Constituyente en Venezuela sale como consecuencia de una convocatoria Constituyente en 1999, sin el más mínimo respeto a la representación proporcional de las minorías, con unas reglas de convocatoria, o Bases Comiciales, completamente controladas por quien convocó en ese momento al dueño de la soberanía.

 

Hugo Chávez Frías engañó al pueblo venezolano solicitando la aprobación de sus Bases Comiciales trucadas como un cheque en blanco en su consulta constituyente al pueblo venezolano. Estos casi 24 años de destrucción generalizada han servido de experiencia a los venezolanos para conocer cómo se debe convocar al pueblo para rehacer el Pacto constitucional entre gobernantes y gobernados, equilibrando a quienes en este momento estamos llevando la peor parte. Ese no puede ser argumento para no convocar de manera transparente al pueblo para que decida cuál rumbo desea darle al país, porque no es este el dueño de la soberanía, sino su representante de turno.

 

Las Constituciones impuestas deberían muy poco, aunque esta ya va para un cuarto de siglo. Es por eso que debemos apurar la construcción de un nuevo Pacto acorde con la destrucción que ha sufrido el país y sus instituciones, entrando de una vez a la Refundación de la Nación, como lo ha solicitado la Iglesia Católica y lo hemos respaldado desde ANCO. Ese nuevo Pacto no puede esperar como MCM lo manifiesta. Cualquier nuevo Presidente de la República, tiene la responsabilidad de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, dado el grave estado material e institucional del país, con las debidas garantías de participación de todos los sectores, cosa que no hizo Hugo Chávez Frías en 1999, y quien traía escondido un proyecto hegemónico para sojuzgar a los venezolanos, que comenzó precisamente con una convocatoria Constituyente. Eso es lo primero que hay que hacer en la casa del ahorcado.

 

Por otro lado, la convocatoria inmediata al poder constituyente es la mejor garantía de la estabilidad política de cualquier nuevo gobierno, ya que garantizaría la participación de los venezolanos que aún creen en la fantasía del socialismo del Siglo XXI, y que no forman parte del régimen criminal que azota Venezuela. Esa Asamblea podría impedir las muy posibles trabas indebidas del resto de los Poderes Públicos controlados por el régimen, al desempeño del Poder Ejecutivo durante un difícil período de transición, hasta la promulgación de una nueva Constitución, y al darle participación a todo el espectro político, en su justa proporción, le diría al mundo que los venezolanos si le damos cabida al pensamiento diferente, y que pueden participar abierta y pacíficamente en la construcción de una nueva Venezuela donde quepamos todos.

 

Frases como “yo creo que eventualmente vamos a tener que llegar a un nuevo texto –constitucional me refiero- producto de un gran acuerdo, de grandes consensos”…. y “mientras vamos juntos todos a ponernos de acuerdo en un texto constitucional”, generan confusión y conllevan un error que muchos políticos cometen -ellos o sus asesores- según el cual “nos ponemos de acuerdo” en un texto constitucional primero para luego llamar a la elección constituyente para refrendarlo. Esto es la antítesis de la razón misma del proceso Constituyente.

 

Son solo los representantes del pueblo electos por la gente quienes pueden llegar a acuerdos dentro de una Asamblea Nacional Constituyente y generar un texto a presentar a la consideración del pueblo. Se podría considerar dentro del procedimiento, como en el caso chileno del segundo llamado constituyente, una Comisión Experta redactora del primer texto borrador derivada de un consenso político, que proponga un texto constitucional a ser sometido a la consideración del pueblo por el Constituyente (ver Constituyente chilena, ¿cuestión de procedimiento?, en  https://ticsddhh.blogspot.com/2023/05/constituyente-chilena-cuestion-de.html). Pero en Venezuela estamos a años luz de la madurez política de ese país para llegar a un consenso de esa naturaleza, por lo que debemos convocarnos primero y que dentro de esa Asamblea los Constituyentes produzcan su propio procedimiento, que sea transparente a los ojos del pueblo.

 

Es muy importante que el principal precandidato de las primarias opositoras coincida en la necesidad de hacer realidad el sueño de ANCO de una Venezuela federal y descentralizada, con la autonomía necesaria de todos los Estados para su desarrollo. Pero ese ofrecimiento no es compatible, ni puede prometerse a los venezolanos con la actual estructura Constitucional de 1999. Según el abogado constitucionalista Allan R. Brewer-Carías, “De acuerdo con el artículo 4 de la Constitución de 1999, la Republica de Venezuela formalmente se la define como un “Estado federal  descentralizado” en los términos indicados en la misma Constitución, conforme a los principios de integridad territorial, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad. Sin embargo, los términos definidos en la Constitución son centralizadores, por lo que el país continúa siendo una “Federación Centralizada”, lo que sin duda constituye una contradicción” (ver Allan R. Brewer-Carías, Federación Centralizada en Venezuela: Una contradicción constitucional, 2004, en https://allanbrewercarias.com/wp-content/uploads/2007/08/494.-460.-Federaci%C3%B3n-centralizada.-Guayaquil.pdf).

 

Esa contradicción se traduce, entre otras cosas, en una inexistente representación de los Estados en el Parlamento, y que solo puede ser corregida con una discusión abierta y franca en una Asamblea Nacional Constituyente, acerca de las funciones de un Senado, que ahora se atribuyen indebidamente al Presidente de la República de manera constitucional desde 1999. Y seguirá siendo así, si el siguiente gobierno después de esta tragedia monumental no comienza su período constitucional enderezando esta situación, entre muchas otras imprescindibles para el cambio en el paradigma de desarrollo de Venezuela. Esto lo abordamos con más amplitud en la propuesta de ANCO, El Gran Cambio (ver El Gran Cambio, una Propuesta para la Refundación de Venezuela, en https://ancoficial.blogspot.com/p/documentos-fundamentales.html).


Ojalá que esta nota sea entendida como una contribución al esclarecimiento de un tema que no es de ninguna manera trivial y que requiere de muchos años, como los que lleva ANCO, estudiando específicamente el tema Constituyente y la necesidad imperiosa de la convocatoria inmediata del pueblo por parte de la clase política para que este decida por sí mismo su destino en el medio de la mayor destrucción que ha tenido Venezuela desde su Independencia, sin menospreciar que las actuales circunstancias políticas indican que los venezolanos vamos rumbo a una confrontación electoral con un régimen criminal. Esperamos que entre todos podamos ventilar juntos y sin impedimentos los temas alrededor de esa casa del ahorcado en que convirtieron a Venezuela, en aras del bienestar futuro de las nuevas generaciones.

Caracas, 15 de Agosto de 2023

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana