jueves, 7 de septiembre de 2023

Acerca de la impertinencia constituyente

Por Luis Manuel Aguana

English versión 

A todos los impertinentes de Venezuela

Mis disculpas por terciar en una discusión que no es mía. Pero los venezolanos somos por naturaleza entrometidos. Meternos en asuntos sin que nos lo pidan es nuestra marca de identidad. Si no fuera de esa manera, no estaríamos metidos en este desastre que se inició cuando media Venezuela hacía colas para visitar a los detenidos del penal de Yare para llevarles regalitos a los detenidos por haberle dado un golpe al gobierno. Más entrometidos que eso, imposible…

Y el asunto comenzó cuando la Dra. Blanca Rosa Mármol de León, Magistrada Emérita del TSJ, tuvo la audacia de señalar en una entrevista, lo que debería suceder de no permitir la inscripción de la candidatura ganadora de unas primarias por causa de una inhabilitación política: “…cuando llegue ese momento si nosotros hemos recorrido todo el camino para unas elecciones en buena lid, si hemos hecho todo lo que la ley y la Constitución establece y no nos lo permiten, bueno entonces habrá que convocar una Constituyente…” (ver El Político, @elpoliticove, en  https://twitter.com/elpoliticove/status/1699113128900825501).

Esta intervención fue inmediatamente respondida por el abogado y representante de Vente Venezuela, Perkins Rocha indicando que “No es lo más pertinente en este momento, es necesario primero recuperar políticamente las instituciones y, con base en eso, plantearnos la legitimación de nuevas autoridades”…“No quiero decir con esto que lo que plantea la doctora Mármol de León no es importante, solo que no es el momento más pertinente. No hay en el país espacios de libertad para hacer un llamado de tal condición, no hay quien garantice un resultado que obligue al régimen a acatar ese nuevo texto constitucional” (ver Efecto Cocuyo, en https://storage.googleapis.com/qurium/efectococuyo.com/politica-convocar-una-constituyente-para-habilitar-a-maria-corina-machado-esto-responde-vente-venezuela.html) (resaltado nuestro).

No es la primera vez que he escuchado desde hace muchos años la expresión “no es pertinente” por parte de la oposición política venezolana. La sola mención de la palabra “constituyente” tiene un efecto astringente, desagradable. Es como mencionar la soga en casa del ahorcado, como ya lo señalé en una pasada nota refiriéndome a unas declaraciones de María Corina Machado (MCM) en relación con el tema constituyente (ver La propuesta constituyente de MCM, en https://ticsddhh.blogspot.com/2023/08/la-propuesta-constituyente-de-maria.html). Imagínense ahora a una autoridad jurídica como la Dra. Mármol de León mencionarla, no en la casa del ahorcado, ¡sino en el mismo funeral! Acabazón de mundo, pues…

Y es que la Dra. Mármol fue más allá, al atreverse a señalar lo que debería hacer la oposición política cuando les toque enfrentarse a la verdadera cara de la tiranía: “La oposición es una mayoría abrumadora, de eso no tengo la menor duda, la dirigencia tendría que convocarla en sustitución de la elección frustrada”. ¡Por favor! ¡Qué atrevimiento! Sin ni siquiera haber llegado a las primarias ya decirles lo que deben hacer es como mucho para tragar.

Pero es que hay algo que comprender que lamentablemente no es de la discusión política común, en especial de la dirigencia. Hugo Chávez Frías cambió el modelo de funcionamiento político del país al imponer, legítima o ilegítimamente, una nueva Constitución en Venezuela en 1999. Las reglas de funcionamiento del Estado cambiaron, pero a favor de un nuevo régimen gestado por unos sediciosos que intentaron un golpe en 1992. Eso le cayó a toda la política derrotada del país como un balde de insecticida volcado a una cueva de cucarachas. Y discúlpenme la expresión, literalmente fue así. Todos corrieron en todas las direcciones en busca de refugio y supervivencia.

A partir de allí Venezuela fue otra. Los siguises y delincuentes de todos los partidos que antes les hacían las trapacerías a sus dirigentes políticos, se cuadraron con los nuevos dueños de Venezuela. No existe ningún dirigente del régimen, salvo los que acompañaron a Chávez en su asonada y los jóvenes que se han formado desde ese entonces con ellos bajo este régimen criminal, que no vengan de los viejos partidos. No hay nadie allí que venga de otro planeta. Esa es la razón principal por la cual tenemos un régimen tan criminal en Venezuela.

Un nuevo reordenamiento político que traería un llamado Constituyente para Venezuela, que reúna a los representantes legítimos de todos los sectores de la sociedad venezolana para la construcción de un nuevo Pacto Social, lo más alejado de este esperpento que ha sido el sustento de más de 23 años de miseria, éxodo y destrucción, es lo más impertinente para cualquiera que desee desde el poder establecer un nuevo orden político en este país. Piensan que desatar esas fuerzas es para ellos como abrir una Caja de Pandora que los destruiría. De hecho, ni siquiera lo consideran viable, incluso estando en el poder.

Y esa es nuestra mayor diferencia con quienes piensan así. Alguien que se precie de ser una nueva dirigencia política no debe temerle a la democracia, menos aún cuando todos los indicadores señalan que el pueblo dejó de estar con quienes los sometieron y destruyeron sus sueños de un país próspero y con futuro. Lamentaríamos mucho una nueva dirigencia política que crea que deben controlar primero la situación antes de dejar que una legítima representación popular dibuje y construya su propia maqueta de la casa donde desean vivir, queriendo primero ponerlos en una carpa con la promesa imposible de garantizar de que vivirán mejor en el futuro. En el verdadero fondo no serían mejores que quienes cambiaron el rumbo político de Venezuela la primera vez.

Una nueva convocatoria a un proceso constituyente es pertinente desde el momento mismo en que la Constitución de 1999 fue vigente, porque simplemente están allí los Artículos 347, 348 y 349 Constitucionales que le dan al soberano pueblo de Venezuela el derecho de convocarla en cualquier momento que lo considere conveniente. Y si “no hay quien garantice un resultado que obligue al régimen a acatar” la decisión del pueblo, tampoco hay quien garantice la inscripción de un candidato ilegítimamente inhabilitado, lo cual es exactamente en lo mismo.

Siempre hemos tenido como pueblo la posibilidad de convocatoria a un proceso Constituyente para Refundar la Nación. Eso nos lo recordó la Dra. Mármol de León, incluso a aquellos que de una u otra forma lo hemos ido dejando de lado por impertinentes. Y si existe algún significado válido de la consigna de múltiples interpretaciones “hasta el final”, es que sea el pueblo el que decida qué hacer finalmente con este desastre, que es ahora el país. Nadie más tiene el derecho de hacerlo…

Caracas, 7 de Septiembre de 2023

Blog: TIC’s & Derechos Humanos,

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana

martes, 5 de septiembre de 2023

¿En qué negocio estás tú Venezuela?

Por Luis Manuel Aguana

English versión 

No es necesario escribir mucho para hacer historia. En mi época de estudiante de computación en los buenos años 70s, conocimos un artículo titulado “Memoria Virtual”, escrito por Peter J. Denning, investigador de la Universidad de Princeton, en septiembre de 1970, en la revista Computing Surveys de la Asociation of Computing Machinery (ACM)(1) que dio inicio a toda una generación de grandes computadoras, con una tecnología que Denning llamó Memoria Virtual.

Antes de terminar esa década, ya se comercializaban en el mundo por las mayores transnacionales del ramo, las computadoras que utilizaban la tecnología concebida por Denning, que ampliaba de una manera importante el espacio de memoria para programas y datos, sin la inversión de un mayor costo asociado a esa parte importante de la máquina, que para ese entonces era lo más costoso de una computadora. Peter J. Denning hizo historia con esa publicación, que hoy es referencia histórica de la evolución de la tecnología de la información en todo el mundo.

En una disciplina muy distinta, otro artículo que cambió la historia y la manera en cómo las corporaciones pensaban acerca la forma en cómo se posicionaban en mercados cada vez mas cambiantes, fue escrito por Theodore Levitt, titulado “La miopía en el marketing” (2), y que se reducía a una sola pregunta que redirigió estratégicamente todas las actividades en los negocios: ¿En qué negocio está usted?  

Un ejemplo que explica el concepto lo da el mismo Levitt en su artículo: Los ferrocarriles no dejaron de crecer debido a que la necesidad por transporte de pasajeros y carga disminuyera. Ésta creció. Los ferrocarriles están actualmente en problemas no porque esa necesidad haya sido satisfecha por otros (automóviles, camiones, aviones e incluso teléfonos), sino porque no fue satisfecha por los propios ferrocarriles. Dejaron que otros les arrebataran sus clientes porque supusieron estar en el negocio de los ferrocarriles, en lugar del negocio de transporte. La razón por la que definieron incorrectamente su industria fue que estaban orientados a los ferrocarriles, y no al transporte; orientados al producto, y no al cliente....”. Interesante, ¿verdad?

En ambas disciplinas, las ideas redefinieron el mundo, produciendo el avance y bienestar de la humanidad. Y generalmente es así. Las ideas están allí para quien quiera tomarlas y hacer algo productivo con ellas. En el primer caso las adoptaron las grandes corporaciones de tecnología y en el otro prácticamente todo el mundo de los negocios.

Hace casi tres años apliqué el mismo concepto  de Levitt a la oposición venezolana (ver En qué negocio está usted, en  https://ticsddhh.blogspot.com/2020/11/en-que-negocio-esta-usted.html) y lamentablemente todavía vemos que los políticos opositores piensan que están en el “negocio de los ferrocarriles” cuando el negocio verdadero es el de la satisfacción de los clientes a ser mejor transportados, es decir, nosotros deberíamos ser el centro de su atención. Intentan todavía vendernos un producto devaluado –ellos mismos y sus políticas fracasadas- cuando lo que buscamos desesperadamente son soluciones a la crisis del país.

Lo anterior me lo recordó una pregunta que me envió una amiga seguidora acerca de que opinaba de la candidatura de María Corina Machado (MCM). Y la cuestión me pareció procedente, habida cuenta que ya me había pronunciado en contra de las primarias desde el mismo momento en que surgió esa idea desde los partidos de la oposición oficial, porque tenía la percepción -ahora plenamente comprobada debido a las jugadas de esos partidos por sacar del camino a MCM- que era un mecanismo especialmente diseñado para hacerle la cama al régimen entregándole un candidato “opositor” que aceptara de buena gana el resultado de un CNE fraudulento, como antes lo hizo una vez Rosales en el 2006 y Capriles dos veces en el 2012 y 2013. Y qué casualidad, ¡ahora ambos son las barajitas del régimen para repetir la faena!

La clara animadversión de los partidos hacia MCM cuando todos los indicadores apuntan hacia ella como la mejor apuesta que tenemos los venezolanos para salir del régimen a través de unas elecciones, cuando el régimen no alcanza más allá del 10% de las preferencias del electorado, nos indican claramente que no existe una oposición partidista en Venezuela, comprobándose que no están en el negocio de solucionar el problema de los venezolanos –salir del régimen- sino el de ellos mismos conviviendo con él. Pero eso ya lo sabíamos…

De allí que la pregunta fundamental que deseo analizar aquí no es si los supuestos partidos opositores están en el negocio correcto para sacarnos de este estercolero, sino si los propios venezolanos lo están. ¿Y por qué lo digo? Porque aun cuando a sabiendas de que los partidos están jugando en contra nuestra para salir del régimen, los seguidores de esas toldas políticas, plenamente conscientes de la satrapía de su dirigencia, insisten todavía en acompañar esas opciones, conociendo plenamente que los venezolanos los rechazamos en más de un 80%. Entonces, ¿queremos o no queremos salir del régimen? La pregunta lógica sería en consecuencia ¿en qué negocio estás tú Venezuela?

La confirmación de esta realidad la corrobora la aparición de grupos políticos en el  país que han organizado sus propios comandos de campaña a favor de MCM. Ya existen “adecos con María Corina”, o militantes de “PJ con María Corina”, o “UNT con María Corina”, que aparecen a espaldas de las líneas de sus propios partidos al estar plenamente conscientes que nunca obtendrán una mejor calidad de vida con la continuidad del régimen en el poder, y menos aún siendo apoyados por sus propios partidos.

Esta rebelión clandestina se está extendiendo cada vez más en la medida en que los jefes de los partidos “opositores” ya conspiran abiertamente en contra de la posibilidad de que MCM se alce con la candidatura presidencial de la oposición en las primarias, cuando deberían estar haciendo todo lo contrario, aclamándola de una vez como la punta de lanza para vencer el continuismo, si es que verdaderamente son opositores. Los venezolanos deberían estar plenamente conscientes de esa realidad, dejando solos a esos partidos que insisten en seguir acompañando al régimen.

Porque hay que tener algo completamente claro: no se trata de que MCM sea la opción en particular que más nos guste por “x” o “y” razón. MCM es el único candidato opositor que se transformó en un fenómeno electoral, exactamente como pasó con Hugo Chávez en 1998, al ser la opción electoral que mejor encarnaba el desprecio de los venezolanos al status quo político del país. En este momento MCM representa el desprecio al régimen y su oposición. Y eso no lo vio venir nadie, en especial aquellos que creyeron que le pasarían por arriba, porque ella nunca había representado más del 5% de la preferencia política de los venezolanos. Eso le nació al pueblo mismo.

Estamos presenciando entonces el premio de una lotería única. Tenemos ahora que preguntarnos qué hará ella con esa fortuna política que salió de allí producto de una coyuntura del país, y que ahora se constituye como la mejor opción que tenemos todos de salir de éste régimen criminal. Y su éxito inmediato y futuro requerirá la mejor ayuda que le puedan dar los mejores venezolanos para que no la malbarate. Que no se equivoque MCM como se equivocó Juan Guaidó en su momento, creyendo que ese respaldo es de ella y fracasó. Es de todos para salir del régimen.

Independientemente que esté en desacuerdo con muchas de sus propuestas, en especial aquellas que giran en torno a privatizar PDVSA y desestimar la convocatoria a un proceso constituyente que apuntale su gobierno, teniendo el resto de los Poderes Públicos en contra y unas FFAA infestadas de fuerzas extranjeras, el ÚNICO objetivo que debemos tener claro todos los venezolanos, es atravesar la coyuntura para salir del régimen. Y luego de eso podremos discutir, con un posible gobierno presidido por ella y en un entorno democrático, cualquier oposición que deseemos hacer a sus políticas. Pero para ese entonces ya tendremos las libertades democráticas restituidas.

Cualquier venezolano está en la obligación de apoyar ese esfuerzo desde cualquier trinchera donde pueda colaborar. Si entendemos que no estamos en el negocio de una elección, sino en el de desplazar al régimen que nos desgobierna, podremos decir que todos en Venezuela nos encontramos en el mismo negocio. Y si eso ocurre, aumentará significativamente nuestra probabilidad de tener éxito, por encima de quienes tradicionalmente nos han traicionado, convirtiendo, no a MCM en Presidente de la República, sino a cada venezolano en protagonista responsable del cambio político para la recuperación de la democracia y la libertad.

Caracas, 5 de Septiembre de 2023

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana

(1) Virtual Memory, Peter J. Denning, Revista de la Association of Computing Machinery, Computing Surveys, Pág. 153-189, Volumen 2, Número 3, Septiembre 1970, https://dl.acm.org/doi/pdf/10.1145/356571.356573

(2) ¿En qué negocio está usted? Marketing Myopia, Harvard Business Review, HBR Julio-Agosto de 1960, http://pedronni.weebly.com/uploads/2/6/4/2/2642906/en_qu%C3%A9_negocio_est%C3%A1_usted.pdf