Por Luis Manuel Aguana
La infeliz frase “No nos vamos a parar por ella (refiriéndose a María Corina Machado, MCM), escogeremos entre todos un nuevo candidato o candidata, para que sea el Presidente o Presidenta de todos los venezolanos” pronunciada por el Gobernador de Barinas, Sergio Garrido, que más allá de parecer venir de alguien del régimen, toca el verdadero fondo del problema que tenemos los venezolanos: el total desprecio que siempre ha tenido la dirigencia política del sentir de quienes encarnamos la soberanía popular. (ver Maduradas, Las críticas al gobernador Sergio Garrido por pedir que se designe un candidato sustituto, en https://maduradas.com/las-criticas-al-gobernador-sergio-garrido-pedir-se-designe-candidato-sustituto-no-nos-parar-maria-corina/).
En efecto, una vez electos, la clase política, sin diferencia del color que tengan, se sienten con el derecho de decidir por nosotros nuestra vida porque en algún momento les concedimos la representación de nuestros intereses, ostentando cargos de representación popular.
Esta “realpolitik” de los adecos como Garrido no es nueva. Prefieren “doblarse para no partirse”, como siempre ha manifestado el mismo Henry Ramos Allup. Quienes le hemos seguido por más años de los que queremos admitir, hemos llegado a la conclusión lógica de que esta es la razón fundamental por la que han sobrevivido tantos años después de la explosión nuclear que representó Hugo Chávez Frías y su “robolución” para la partidocracia encabezada por Acción Democrática en 1998. Y como cucarachas debajo de las piedras, después de la explosión fueron saliendo una a una para fusionarse con quienes tomaron el poder por la vía democrática y modificaron todos los mecanismos institucionales para perpetuarse en él.
Figuras históricas de ese partido, que tenían una idea bastante diferente acerca del poder y lo veían como un instrumento para el cambio de la vida de los ciudadanos, y no como un comodín para usarlo a su favor de acuerdo a sus intereses, hubieran visto con asco y desprecio esa dirigencia que, como Sergio Garrido, se presenta ahora a contrapelo de la razón misma de su existencia histórica.
¿Y por qué estoy tan seguro de eso? Porque lo demostró un venezolano insigne, Secretario General de la Acción Democrática en la clandestinidad en 1952, Alberto Carnevali, quien escribió un documento histórico llamando a la Rebelión Civil porque el régimen ignoró el reclamo de los venezolanos en las urnas, de la misma manera como lo está haciendo Nicolás Maduro Moros con la elección de MCM como candidata de los opositores venezolanos. Ese documento puede ser calcado a la perfección a nuestra situación actual. Abajo encontrarán un breve segmento del documento, y en paréntesis pondré las fechas, lugares y nombres para traerlo al presente:
“Estos votos consignados por el pueblo el 30 de noviembre (22 de octubre) no buscaron el triunfo exclusivista de ninguna organización política en particular sino el de todas las fuerzas políticas con raíces verdaderas en la entraña popular. Buscaron la recuperación de la soberanía nacional y la reconquista de la libertad para todos los venezolanos. Buscaron la paz y la armonía de la nación, criminalmente rotas por el absolutismo. Esos votos condenaron severamente el salvaje predominio despótico de la camarilla militar del Coronel Pérez Jiménez (Nicolás Maduro Moros). Hablaron el justiciero lenguaje de la protesta contra el terror colectivo, a favor de los miles de víctimas impotentes del mortal campo de concentración de Guasina (el Helicoide y La Tumba), de las torturas físicas y morales, de la prisión y del exilio, del desempleo, de la arbitraria cesantía impuesta en el trabajo por la discriminación política, y del ultraje soez de las bandas policiales que a diario atropellan los hogares y vejan a las familias en todos los rincones del país. En esas urnas electorales fue consignada la enardecida indignación general por el asesinato a sangre fría de nuestro inolvidable dirigente Dr. Leonardo Ruiz Pineda (coloque usted aquí todos los nombres de los asesinados por el régimen) y de otros abnegados combatientes de la resistencia popular. A esas urnas fue, en resumen, la limpia voz condenatoria de toda la nación, que repudia en todos los tonos a la minúscula y engreída camarilla de jefes militares ambiciosos, empecinados en continuar escarneciendo a la soberanía popular y envileciendo a la República.
Pero la enfermiza obsesión de mando del Coronel Pérez Jiménez (de Nicolás Maduro Moros) lo ha arrastrado a desoír jaquetonamente la admonitiva voz de la nación, en un temerario desafío que habrá de ser decisivo y mortal para la liquidación implacable del despotismo. Contra la opinión de cerca de dos millones de personas que representan la plenitud de la conciencia política del país; ignorando desvergonzadamente que la totalidad de los sectores sociales de la nación lo desprecian y lo detestan, el Coronel Pérez Jiménez (Nicolás Maduro Moros) infirió el dos de diciembre (el 22 de octubre de 2023) corriente un nuevo e insólito ultraje a la dignidad nacional al pisotear –con las típicas botas del bárbaro ignorante y vesánico- la ingenua expresión de la soberanía de todo un pueblo…”. Les recomiendo leer el documento completo titulado “A la Rebelión Civil llama Acción Democrática” fechado el 24 de Diciembre de 1952, cortesía del Dr. Alfredo Coronil Hartmann (ver http://pararescatarelporvenir.blogspot.com/2013/11/a-la-rebelion-civil-llama-accion.html).
Alberto
Carnevali dio su vida por esas palabras, porque luego de eso el régimen de ese
entonces lo persiguió, lo capturo y asesinó, de la misma manera que lo hace el régimen
actual, encerrándolo y dejarlo morir sin atención médica. Carnevali no se doblo
y lo partieron, pero su legado y su ejemplo moral quedó intacto para
generaciones de venezolanos.
Poco más
de 70 años después, la Acción Democrática de este seudo dirigente de Barinas, del
mismo partido que puso sangre por hacer efectivas esas palabras, se “dobla para
no partirse” ante el régimen, aceptando que esos 2,4 millones de votos que
pusimos por MCM son todo lo contrario de lo que Alberto Carnevali dijo en ese
documento, despreciando la soberanía popular. ¿Se dan cuenta de la gravedad de
nuestra situación actual? El problema no es que estemos arruinados económicamente
por culpa de unos criminales, sino que esa ruina sea también ética y moral, y
lo que queda de esa moral asqueante se acomoda para no partirse. Y eso no se
resuelve con dinero.
Lo que ha ocurrido en Venezuela ha sido lo suficientemente grave como para que estuviéramos matándonos en una sangrienta guerra civil causada por unos criminales que han llevado al borde de la extinción la paciencia increíble de un pueblo comprometido con la paz. Pero 2,4 millones de personas no están dispuestas a seguir doblándose para no partirse como el gobernador de Barinas. Pronto veremos hasta dónde el régimen pretende llevar el talante democrático de la gente. Y eso no tiene nada que ver con la Comunidad Internacional. Tiene que ver hasta donde el bien le aguanta al mal en su histórica lucha. Y si recuerdan, ese mal aquí es abrumadoramente minoritario. Eso lo entendió Pérez Jiménez y se fue…
Caracas, 1ro. de Febrero de 2024
Blog:
TIC’s & Derechos Humanos,
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana