Por Luis Manuel Aguana
Tal y como ocurriera en una de las telenovelas más largas de la televisión venezolana, El Derecho de Nacer, basada en la novela radial escrita por el cubano Félix B. Caignet, “Ya Don Rafael habló”. Hay que tener la edad suficiente para haber sentido la ansiedad que eso significó para toda Venezuela, estar pegado al televisor viendo RCTV, esperando que Don Rafael revelara que Albertico Limonta (Raul Amundaray) e Isabel Cristina del Junco (Conchita Obach) no podían estar juntos porque eran familia.
Y así como en la telenovela, ya el CNE habló, despejando así la ansiedad de los venezolanos, dejando claro con esa decisión que María Corina Machado (MCM) no puede ser candidata porque está “inhabilitada”, y que ahora nos quedamos todos en vilo a la espera de que es lo que hará la candidata más votada en las primarias, al ver que el régimen confirma claramente y de manera definitiva con ese anuncio, su patada a la mesa de negociaciones de Barbados.
Efectivamente, “La Junta Directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE) decidió este martes (5 de marzo), por unanimidad, la fecha del cronograma que se llevará a cabo en los próximos días, quedando establecido el 28 de julio como el día para realizar la elección presidencial, así lo anunció el presidente del órgano rector, Dr. Elvis Amoroso, en compañía del vicepresidente Carlos Quintero y las rectoras Rosalba Gil, Aimé Nogal y el rector Juan Carlos Delpino…” (ver Noticias CNE, en http://www.cne.gob.ve/web/sala_prensa/noticia_detallada.php?id=4247).
Y ciertamente no se podía esperar otra cosa después de la firma del “ACUERDO NACIONAL SOBRE PRINCIPIOS GENERALES, CALENDARIO Y AMPLIACIÓN DE GARANTÍAS ELECTORALES ELECCIÓN PRESIDENCIAL 2024”, con la oposición sigüí que se buscó el régimen, con el objetivo de desechar el acuerdo electoral firmado con la oposición oficial en Barbados (ver acuerdo completo en http://www.correodelorinoco.gob.ve/acuerdo-nacional-sobre-principios-generales-calendario-y-ampliacion-de-garantias-electorales-eleccion-presidencial-2024/).
Se puede decir que es realmente a partir de esa firma que el régimen decide no continuar con las negociaciones de Barbados y desconocer lo acordado con la Plataforma Unitaria, que hasta ese momento era para ellos la representante de la oposición en Venezuela, firmado en presencia del Reino de Noruega. Pero era necesaria la formalidad del Poder Electoral para que el régimen pasara la página de Barbados.
Si nos atenemos a quienes firmaron el documento, en nombre de una supuesta oposición política en Venezuela (ver los firmantes, en https://www.asambleanacional.gob.ve/noticias/poder-legislativo-y-sectores-del-pais-firman-acuerdo-nacional-sobre-garantias-y-calendario-de-presidenciales-2024), todos sumados, no representan ni el 2%, como lo indica la más reciente encuesta CATI Verdad Venezuela enero 2024, de la encuestadora más seria del país, Meganalisis, donde en la pregunta cerrada de respuesta simple “¿Por cuál de estos candidatos votaría usted en las elecciones presidenciales de 2024?”, los venezolanos respondieron claramente que el 71,8% lo haría por MCM, por Maduro 7,9% y por el resto un total de 1,9%.
En otras palabras, la suma de lo alcanzado por lo más representativo de esa gente, Benjamín Rauseo (0,9%) Antonio Ecarri (0,4%) Leocenis García (0,2%), Javier Bertuccí (0,1%), y otros (0,3%) y que son los “opositores” con los que el régimen se quiere contar, no llegan todos sumados a un 2%. Al decidir previamente que esos, y otros más como ellos, serán sus contrincantes, teniendo Maduro menos del 8%, tendrán la elección asegurada sin necesitar fraude (ver CATI Verdad Venezuela, enero 2024, resultados públicos en https://twitter.com/Meganalisis/status/1754526244916379682).
Ahora bien, ¿y qué pasará con el restante 71,8% de MCM más un porcentaje no determinado que se ha ido añadiendo a esa candidatura? Esa decisión estaría en manos de quienes organizaron las primarias, esto es de la Plataforma Unitaria, porque MCM es la candidata que escogió la gente PARA la Plataforma Unitaria, y allí se inscribió quien quiso fuera de ella como MCM. Y aunque los votos de las primarias los saco ella, bien por ella misma o como resultado de una mayoría que no quería saber nada de los demás candidatos o partidos de esa Plataforma Unitaria, por las razones que todos conocemos, poco o nada podría hacer MCM si esa Plataforma Unitaria decide “doblarse para no partirse” e inscribir a última hora otro candidato consensuado entre sus partidos para la nueva charada electoral del régimen.
Pero la dueña del favor popular seguirá siendo MCM, y candidata o no candidata es la única persona certificada hasta ahora por los votos, para dirigir la oposición venezolana y con un mandato claro para salir del régimen. Lo que ella diga hará la gente. Si llama a la abstención, la gente se abstendrá. Si llama a la resistencia civil, la gente la seguirá. Pero lo que no puede hacer es endosar ese liderazgo o representación dada en las urnas a otra persona. Eso es intransferible, y menos aún para acompañar otro fraude a la ciudadanía, siguiéndole el juego a unos criminales que decidieron cambiar el juego a su favor. Eso la descalificaría como líder inmediatamente. Así que deberá tener muchísimo cuidado con ese capital político alcanzado tras largos años de lucha ciudadana.
En nuestro caso, hemos sugerido que en ejercicio de ese liderazgo, MCM considere la posibilidad de convocar el Poder Constituyente Originario, reivindicando el Derecho Humano a la participación política establecido en la Constitución, como una respuesta cónsona con al atropello del régimen al impedirle el ejercicio de los derechos políticos a ese 71,8% de venezolanos, sin contar con los millones de electores no contabilizados con precisión que están en el exterior, para expresarse democráticamente a favor del candidato de su preferencia, lo que cierra la posibilidad de una salida pacífica al problema político venezolano. Esto ya lo hemos comentado en esta modesta tribuna de la red hace pocos días, luego de unas declaraciones de la Dra. Blanca Rosa Mármol de León, Magistrada Emérita del TSJ a los medios de comunicación (ver El Plan B Constituyente, en https://ticsddhh.blogspot.com/2024/02/el-plan-b-constituyente.html).
Proceder con esta alternativa implica plantear la lucha que significa una recolección global –nacional e internacional- de voluntades para convocar al constituyente sin la participación de los poderes constituidos, todos cooptados en la actualidad por el régimen, para luego con base en eso, plantearle a los venezolanos y al mundo una elección de constituyentes que decidirían el destino del país.
Algunos dirán que igualmente todo terminaría en una elección, y la respuesta es afirmativa. Pero también lo era la elección de MCM con Maduro. Si partimos de la teoría válida de los 600K, cuidar los votos de cada constituyente en todo el país sería inmensamente más fácil porque el alcance sería local y no nacional, donde es más factible hacer fraude en la totalización general. Y esos constituyentes serían en su mayoría afines de MCM y de la oposición verdadera.
Por otro lado, al régimen le será muy cuesta arriba negar la esencia constituyente que le dio origen al chavismo antes de 1999, que no es otra cosa que el pueblo decida, y ya el pueblo les quitó el apoyo. Pero esta vez decidiría con unas Bases Comiciales y condiciones aprobadas por el pueblo en consulta, con la participación de todos los sectores y bajo el principio de una representación proporcional que Chávez nos negó en la Constituyente de 1999. Y así el régimen haya decidido salir de MCM para las elecciones que convocaron para julio, MCM podría ponerse al frente de un movimiento avasallante a favor de convocar al pueblo para el rescate del país. Ella bien podría encabezar esa transición o guardarse para unas elecciones posteriores.
Convocar al Poder Originario es una solución que resuelve el famoso mantra. Los Constituyentes, como legítimos representantes de la Nación, pueden decidir un gobierno de transición mientras se restablece el orden constitucional y se aprueba una nueva Constitución que reinstitucionalice el país. En ese estado de cosas, las fuerzas en esa Asamblea Constituyente Originaria, controladas por una mayoría opositora, establecerían un gobierno de transición encabezado por MCM, o cualquier personalidad de indiscutible probidad hasta la aprobación de una nueva Constitución y convocatoria a elecciones libres. Es claro que el régimen intentará impedir esa convocatoria, pero le será cuesta arriba porque es constitucional y se conformaría como la continuación de esta lucha otra vía pacífica y electoral.
A partir de ahora están dadas las condiciones políticas para convocarnos porque el pueblo venezolano ya decidió salir de este régimen, independientemente de su color político, como ya se ha demostrado. Nadie los quiere, ni siquiera su propia base. Lo mejor de todo es que una Constituyente de la mano del pueblo no tiene fecha, y su proceso puede comenzar mañana mismo. Solo resta que MCM lo arranque y dejarle la decisión de lo que pase al pueblo venezolano.
Caracas, 6 de Marzo de 2024
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