domingo, 19 de enero de 2025

La alineación política de Venezuela

Por Luis Manuel Aguana

English version

Después del 10 de enero existe una preocupación natural de cada venezolano en saber cómo terminará este problema político generado por la juramentación ilegítima de Nicolás Maduro Moros. Nadie se está tragando la lógica del régimen de “normalizar” el despropósito de aceptarlo como legítimo, así ellos tengan los mecanismos para someter por la fuerza a la disidencia política. Comenzamos a estar en la tónica del “se acata, pero no se cumple”, cuando las leyes de indias eran ignoradas por las colonias españolas  latinoamericanas, porque se sabía que no aplicaban a pueblos como los nuestros, en especial el venezolano, con una sangre indígena tan contestataria y encendida.

Pero aun así, a pesar de tantos años de historia, guerras independentistas, caudillos y  gobiernos ilegítimos, se cae en el error de insistir en planchar el cuero seco de Antonio Guzmán Blanco, esperando que se quede quieto y no se levante por el otro lado, como insistía ese caudillo del siglo XIX.

Pero la lógica del actual mundo globalizado nos impide analizar lo que pueda ocurrir adentro del país sin echar una mirada a lo que está pasando afuera, para al menos llegar a una primera conclusión que nos señale si el problema político que enfrentamos terminará por las malas –violentamente- o por las buenas –pacíficamente-, mientras todos somos espectadores de esta lucha de poderes, que sería ingenuo pensar que es solo entre el régimen de Maduro y la oposición que encabeza María Corina Machado (MCM) y Edmundo González Urrutia (EGU).

De un reciente trabajo de Ian Bremmer, Presidente y fundador de GZERO Media, subsidiaria del Grupo Eurasia y especialista en asuntos de geopolítica mundial, titulado “¿Qué pasa cuando nadie está a cargo”, extraemos una parte importante del contexto político internacional actual, con el movimiento de sus principales actores y sus consecuencias para este año 2025:

“Occidente no logró integrar a Rusia al orden global liderado por Estados Unidos tras el colapso de la Unión Soviética, lo que generó un profundo resentimiento y antagonismo. Podemos discutir sobre quién es el culpable, pero las consecuencias son innegables: Rusia, que hoy es una antigua gran potencia en grave decadencia, se ha transformado de un socio potencial en el Estado rebelde más peligroso del mundo, decidido a desestabilizar el orden liderado por Estados Unidos y a forjar alianzas estratégico-militares con otros actores del caos, como Corea del Norte e Irán”…. “China se volvió mucho más poderosa, pero no más democrática ni partidaria del Estado de derecho. El resultado es una profundización de las tensiones, e incluso de la confrontación, entre China y Occidente”… “Estados Unidos es la única nación con poder suficiente para liderar –de hecho, en muchos sentidos es más poderosa que nunca, al menos en comparación con sus aliados y adversarios–, pero ya no está dispuesta a desempeñar el papel de sheriff mundial, arquitecto del libre comercio y promotor de valores comunes. El regreso de Trump al poder con una administración políticamente consolidada y sólidamente unilateral acelerará definitivamente la retirada de Estados Unidos del liderazgo global”… “En resumen, sin nadie dispuesto y capaz de liderar, lo que queda es una inestabilidad geopolítica cada vez mayor, perturbaciones y conflictos. Los vacíos de poder se ampliarán, la gobernanza global languidecerá y proliferarán actores deshonestos. El mundo se volverá más dividido y más inflamable. Los más vulnerables pagarán el precio más alto”… “El peligro más inmediato es el desmoronamiento de la arquitectura económica y de seguridad mundial, dejando muchos espacios –tanto países como dominios cruciales como el ciberespacio, el espacio exterior y las profundidades marinas– sin gobierno y con un gobierno insuficiente, totalmente abiertos a que actores corruptos operen cada vez con mayor impunidad.(ver Ian Bremmer, What happens when no one’s in charge, en https://www.gzeromedia.com/by-ian-bremmer/what-happens-when-no-ones-in-charge#toggle-gdpr) (resaltado nuestro). Lo ultimo retrata a Venezuela en toda su extensión.

 

Si la política expresada por Trump de fortalecer a los EEUU lo interno, como indica Bremmer y las recientes informaciones que resaltan que “no descartaría el uso de la coerción militar o económica para obligar a Panamá a que renuncie a controlar el canal que Estados Unidos construyó hace más de un siglo y para obligar a Dinamarca a vender Groenlandia a Estados Unidos”, nos encontramos ante un panorama que claramente indica la intención de endurecer la política norteamericana para la protección de lo que se ha denominado el “patio trasero de los EEUU” (ver New York Times, Trump plantea tomar Groenlandia, el canal de Panamá y renombrar el golfo de México, en https://www.nytimes.com/es/2025/01/07/espanol/estados-unidos/donald-trump-golfo-de-mexico.html).

 

Trump afirmó ante la Asamblea General de la ONU en 2018: “Aquí en el hemisferio occidental, estamos comprometidos a mantener nuestra independencia frente a la invasión de potencias extranjeras expansionistas”… “Ha sido la política formal de nuestro país desde el presidente Monroe que rechazamos la interferencia de naciones extranjeras en este hemisferio y en nuestros propios asuntos”. CNN destaca “El reinicio de Monroe del siglo XXI apunta a China, Rusia, Irán y sus asociaciones comerciales, militares y de inteligencia en países como Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Cuba.” (ver CNN Análisis, Las amenazas de Trump a Groenlandia, Canadá y Panamá explican todo sobre “Estados Unidos Primero”, en https://cnnespanol.cnn.com/2025/01/08/estados-unidos/amenazas-trump-groenlandia-canada-panama-trax).

 

Y estas son las señales claras que indican que las cosas no vienen bien para los regímenes que pretenden precisamente usar los apoyos de esos países para mantenerse en el poder en nuestro continente. De los anteriores análisis se deriva que los EEUU están en una posición de fuerza indiscutible frente a cualquier país, incluidos China y Rusia, para hacer respetar una renovada Doctrina de Monroe en las Américas. Esto nos deja en el terreno que indica que Maduro nunca contaría en la práctica a la hora de la verdad con la ayuda de esos países, como efectivamente ocurrió en Siria, por lo que este análisis pareciera haberse comprobado en la práctica.

Desde hace poco más de 10 años comparé, sin ser especialista en el tema policial, el caso venezolano con una situación de rehenes (ver País secuestrado, en https://ticsddhh.blogspot.com/2014/04/pais-secuestrado.html). Algunos años después, tenía que escaparse del país el Comisario Iván Simonovis de la cárcel impuesta por el régimen para darme la razón, al afirmar en una entrevista al periodista Javier Mayorca lo siguiente: “A mi manera de ver, lo de Venezuela es como una situación de rehenes. Maduro y un grupo de militares tienen secuestrado a 27 millones de personas”. A la pregunta de Mayorca: “Hay dos soluciones, una negociada, y la otra es la intervención. ¿Cuál se usa?”, la respuesta del especialista no se hizo esperar: “La que sea necesaria. Pero una no excluye a la otra. Muchos me conocen por el caso de Cúa. Entonces, el comisario Víctor Amram negoció hasta el momento en que se ordenó la intervención. La negociación siempre estará allí, pero tiene que existir una preparación, porque en un momento las negociaciones fallan y ya no son necesarias… El delincuente tiene que darse cuenta de que existe una amenaza creíble, que es capaz de hacerse lo que sea para salvaguardar la vida de los inocentes….” (ver Javier Mayorca, Extorsión, hasta en las galletas, 14-07-2019, Tres preguntas al Comisario General Iván Simonovis, en  https://crimenessincastigo.com/extorsion-hasta-en-las-galletas/) (resaltado nuestro).

Y esas respuestas coinciden a la perfección con un reciente análisis realizado por el periodista Bret Stephens, publicado en el New York Times, donde concluye:  …lo único que desalojará a Maduro y a sus compinches es la combinación de un poderoso incentivo y una amenaza creíble. El incentivo es una oferta para que él y sus secuaces se exilien permanentemente, probablemente a Cuba o Rusia, junto con una garantía de amnistía para todos los militares y oficiales de inteligencia venezolanos que se queden y juren lealtad a un gobierno dirigido por el presidente legítimo. Maduro y sus compinches solo abandonarán el poder pacíficamente si están convencidos de que la alternativa es peor. El sentido de una amenaza poderosa es que reduce las posibilidades de tener que llevarla a cabo(ver New York Times, Hay que sacar a Maduro del poder, en https://www.nytimes.com/es/2025/01/15/espanol/opinion/venezuela-nicolas-maduro.html) (resaltado nuestro).

Después de conocer lo que viene de afuera, dejare que ustedes determinen por si mismos cómo terminará siendo la solución final de la crisis política venezolana, entendiendo que, dado el contexto geopolítico que presenta el mundo, la nueva política de Trump de priorizar los intereses de los EEUU y su zona de influencia en Latinoamérica a partir del 20 de enero, y la actual situación de ilegitimidad comprobada por la mayoría de los países importantes del mundo, de quienes hoy detentan el poder en Venezuela, el marco actual  representa una alineación política sin precedentes que hará que la diferencia entre una solución violenta y una pacífica, sea que tan convencidos están quienes usurpan el poder, que podrán sostenerse indefinidamente, tratando de venderle “normalidad” al cuero seco que históricamente ha sido Venezuela. A partir del próximo 20 de enero, la alineación anunciada no solo será de los planetas del sistema solar. Solo falta que la veamos en el firmamento…

Caracas, 19 de Enero de 2025

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana

domingo, 12 de enero de 2025

Más allá del 10E, cuestión de paciencia y lógica elemental

Por Luis Manuel Aguana

English version

No era posible escribir nada hasta que pasaran los eventos pautados para los días 9 y 10 de enero. Me abstuve responsablemente a ser adivino de lo que harían en la oposición más allá de indicar la percepción en la que nos hallamos los venezolanos de un proceso de aproximaciones sucesivas, donde paso a paso se avanzaría hacia la implosión del régimen, con una última iteración que nos daría la libertad definitiva. Ese proceso de aproximaciones no tiene determinado en sí mismo un tiempo específico, ni el número de iteraciones necesarias, pero en el proceso se van dando resultados intermedios que dan señales inequívocas que indican que nos acercamos al final (ver Aproximaciones sucesivas 2024-2025, en https://ticsddhh.blogspot.com/2024/12/aproximaciones-sucesivas-2024-2025.html).

Tal vez hubiera sido más ajustado a la realidad -para que el común de los venezolanos no se decepcionara de lo que ocurrió el 10 de enero- que la oposición enviara ese mensaje, o cualquiera  parecido y comprensible, en lugar de asegurar a todo trance que “Edmundo se juramentará el 10E”, porque si esto no se llevaba a cabo, era claro prever después de 25 años de conocer a la tiranía, que la experiencia terminaría en el inolvidable “la ayuda humanitaria entra si o si a Venezuela” del 2019, con la consiguiente sensación de “fracaso” en el que algunos piensan que terminó ese día.

El Presidente Electo, Edmundo González Urrutia (EGU), no se juramentaría en Venezuela estando el régimen en funciones, ya que eso implicaría una operación previa de sustitución de Maduro por la fuerza, cosa que tal vez muchos venezolanos -en especial el régimen- esperaban que ocurriera, como parte de la estrategia opositora para la toma de posesión de EGU como presidente. Pero eso no ocurrió así, y como consecuencia, EGU no ingresó al país. De allí que al régimen lo único que le faltó fue el decreto de suspensión de las garantías constitucionales, al militarizar y cerrar las fronteras, así como el espacio aéreo, aunque las acciones que implicaban el decreto fueron aplicadas de facto, como bien se podía prever.

A pesar de lo que algunos crean, en ambos días, 9 y 10 de enero, las acciones emprendidas por la oposición encabezada por María Corina Machado (MCM), fueron definitivamente exitosas, ya que el proceso de aproximaciones sucesivas hacia la libertad que he descrito, produjo resultados intermedios muy valiosos para nuestra lucha en el cortísimo plazo. Tal es el caso del reconocimiento final de los EEUU y su Presidente Electo, Donald Trump, de EGU como Presidente Electo de los venezolanos, y el comunicado de su Departamento de Estado, cercando más aún al régimen de Nicolás Maduro Moros, que a partir del 10 de enero se convierte en un paria internacional, oficializando de una vez y para el mundo, la ilegitimidad internacional de Nicolás Maduro Moros:

“El día de hoy Nicolás Maduro celebró una toma de posesión presidencial ilegítima en Venezuela en un intento desesperado por hacerse con el poder. El pueblo venezolano y el mundo saben la verdad: Maduro perdió claramente las elecciones presidenciales de 2024 y no tiene derecho a reclamar la presidencia. Estados Unidos rechaza el anuncio fraudulento hecho por el Consejo Nacional Electoral de que Maduro ganó las elecciones presidenciales y no reconoce a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela. El presidente electo, Edmundo González Urrutia, debe ser juramentado y la transición democrática debe comenzar. Nos mantenemos preparados para apoyar el retorno a la democracia en Venezuela” (ver Comunicado del Departamento de Estado de los EEUU, Condena del intento ilegítimo de Nicolás Maduro de hacerse con el poder en Venezuela y anuncio de nuevas acciones contra Maduro y sus representantes en apoyo al pueblo venezolano, en https://www.state.gov/2025/01/condena-del-intento-ilegitimo-de-nicolas-maduro-de-hacerse-con-el-poder-en-venezuela-y-anuncio-de-nuevas-acciones-contra-maduro-y-sus-representantes-y-en-apoyo-al-pueblo-venezolano?s=03) (resaltado nuestro).

Pero tan importante como el reconocimiento a EGU como Presidente Electo de Venezuela, fue el rechazo del mundo civilizado a la toma de posesión ilegítima de Nicolás Maduro Moros el 10 de enero, como lo expresaron los países del G7 el mismo día, en un comunicado publicado por el Departamento de Estado de los EEUU:

“Nosotros, los ministros de Asuntos Exteriores del G7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, el Reino Unido y los Estados Unidos de América) y el Alto Representante de la Unión Europea, denunciamos la falta de legitimidad democrática de la supuesta investidura de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela. Rechazamos la continua y represiva búsqueda del poder por parte de Maduro a expensas del pueblo venezolano, que votó por el cambio de manera pacífica y en gran número el 28 de julio de 2024, según observadores independientes y registros electorales disponibles públicamente” (ver G7 denuncia falta de legitimidad democrática de toma de posición presidencial hoy en Venezuela, en https://www.state.gov/office-of-the-spokesperson/releases/2025/01/g7-denounces-the-lack-of-democratic-legitimacy-of-todays-presidential-inauguration-in-venezuela).

En resumen, no existe ahora país serio en el planeta que avale a quienes asaltaron el poder en Venezuela, pasando por encima de la voluntad popular. Ese es el gran logro de los venezolanos y su actual dirigencia opositora encabezada por MCM, que debemos valorar en todo lo que implica. No puede esperar el régimen y todos aquellos involucrados en sostenerlo, que se saldrán con la suya en el largo plazo.

Están lejos de sostenerse igualmente Cuba, Nicaragua y el resto de las tiranías que aún no se han extinguido, y que tuvieron su origen y duración en un mundo que ha cambiado irremediablemente, y que no tolera más como en el pasado, relacionarse con ellos, pero que no tienen la importancia geopolítica y económica de Venezuela. Esa compleja interrelación de variables no tendrá otro resultado que la expulsión de la tiranía.

Y no solo yo creo eso. Importantes análisis internacionales apuntan en esa misma dirección, y que indican la creciente debilidad del régimen de Maduro para sostenerse en el poder, luego de la caída del régimen de Bashar al-Ásad en Siria.

“A diferencia de la era de la Guerra Fría, cuando las dictaduras estaban unidas por una ideología común, los autócratas de hoy comparten un solo enemigo común: el orden internacional basado en reglas que pondría fin a sus operaciones criminales alimentadas por la represión. El brutal régimen de Maduro, a pesar de su descarado robo electoral del pasado y su feroz represión contra la oposición, es más débil que nunca”… “El papel de Maduro consistió en albergar células de entrenamiento de Hezbolá en el interior de Venezuela y facilitar el transporte seguro de drogas y dinero en efectivo a través de Siria para financiar a Hezbolá. A cambio, Maduro contó con un sólido apoyo de seguridad y armas iraníes.  Sin Damasco, el crucial corredor de transporte entre Irán, Siria y Caracas, la influencia de Maduro sobre Irán se ve disminuida, y es poco probable que Irán, debilitado por su guerra con Israel y en retirada para reevaluar sus prioridades militares, proporcione cobertura militar a Venezuela. El abandono de Siria por parte de Putin también es sorprendente. Rusia ha sido un patrocinador crucial de Venezuela durante varias décadas, brindándole financiación militar . Una parte importante de los fondos se dedicó a mantener los privilegios de la élite militar venezolana. La tecnología de inteligencia y desinformación rusa también ha servido como un arma importante para acosar, ofuscar, sofocar y rastrear a la oposición de Maduro” (ver The Hill, 9 de enero de 2025, “Maduro podría ser el próximo dictador en caer en Venezuela”, en  https://thehill.com/opinion/international/5071060-syria-fall-dictatorships/).

La única recomendación posible en este momento después del 10 de enero es permanecer atentos y en pie de lucha, porque cualquier cosa puede pasar. A diferencia de lo que mucha gente piensa, esta no será una larga espera, no podría ser. Venezuela recuperará su libertad porque este proceso de aproximaciones sucesivas, que ya se inició, se hizo indetenible, acelerándose fuertemente con lo sucedido el 10 de enero, y el régimen lo sabe. Lo sabe tanto, que la juramentación de Maduro pareció un velorio, no la culminación exitosa de una elección triunfal, al punto que al terminar el acto “express” corrieron a esconderse.

Desconocen, como la mayoría de los venezolanos, de dónde y en qué momento saldrán las acciones definitivas que los lleven a abandonar el poder, porque la desconfianza está a la orden del día. No saben quién será “el traidor” que cobrará su parte en la cuantiosa recompensa actualizada de los EEUU. Y eso de por sí contribuye aún más a su inestabilidad. Nadie puede gobernar un país en esas condiciones “sin morir en el intento”. Si no fue el 10 de enero, pronto será. Para nosotros solo es cuestión de paciencia y lógica elemental…

Caracas, 12 de Enero de 2025

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana