Por
Luis Manuel Aguana
Mucho
me ha llamado la atención que en un país con un sistema de
estadísticas epidemiológicas completamente destruido
intencionalmente, aparezcan de la noche a la mañana los principales
voceros del régimen de Nicolás Maduro Moros a decirle al mundo que
en Venezuela hay X, Y, Z o W casos comprobados de contagio del virus
COVID-19, ¡y les crean! ¿En base a qué? ¿Cómo el mundo – y
nosotros – podríamos creer que eso sea cierto? Y es claro que no
lo es. En Venezuela al régimen no se le puede creer absolutamente
nada de manera objetiva y menos en el sensible caso de las
estadísticas sanitarias. Se han dedicado a perseguir a los médicos
que digan o insinúen algo relativo al tema desde que comenzó la
crisis del COVID-19 mundialmente.
Y
efectivamente en un país donde desconocemos los casos reales de
muertes por malaria (paludismo), porque el régimen esconde las
cifras y le miente a las organizaciones internacionales de salud,
siendo ésta una endemia muy conocida por nuestros países desde hace
décadas, de la noche a la mañana ¿cómo salen los usurpadores a
decir con toda propiedad que hay X casos comprobados de COVID-19 en
todo el país, una enfermedad completamente nueva, teniendo una red
de información epidemiológica destruida, sin médicos, sin
hospitales dotados, sin nada? La respuesta es que simplemente no lo
saben, ni nunca lo sabrán. Imagino que todas las mañanas se levanta
Jorge Rodríguez y se inventa un numero para elaborar el parte médico
para consumo de los pendejos.
Pero
aunque no sepan las cifras reales, allí está la gente muriendo, ya
no por la nueva enfermedad sino por la destrucción que ellos mismos
han ocasionado al sistema de salud venezolano que nos ha puesto en la
situación, no ahora sino desde hace años, de crisis humanitaria que
estamos padeciendo antes de que apareciera ese virus chino
solo-mata-gente, sin que el régimen todavía lo reconozca,
impidiendo criminalmente la ayuda humanitaria. Entonces nos aplican
sin más las mismas medidas de aislamiento que están aplicando el
resto de los países a sus ciudadanos, sin tener en cuenta en la mas
mínima consideración las particularidades de nuestra grandísima
situación indigente producto de nuestra crisis humanitaria. Esto es,
el régimen de Nicolás Maduro Moros nos está aplicando una
cuarentena genocida, que en nuestro caso será peor que la
enfermedad.
Sin
agua ni electricidad en todo el país, sin combustible, sin comida
que adquirir con el sueldo mínimo mas bajo del planeta, el régimen
pretende que los venezolanos nos quedemos en nuestras casas a esperar
que el COVID-19 no se propague. Los venezolanos medio sobreviven con
dos y tres trabajos solo para poder comer, y para ello se ven
forzados a salir a las calles. Eso no tiene color político. Es una
situación que nos a afectado a todos los que vivimos en Venezuela. Y
aunque el régimen ha manipulado la entrega de la comida
políticamente con su Carnet de la Patria, el venezolano medio ha
sobrevivido los seis dígitos inflacionarios provocados por ellos
debido a su vocación trabajadora. Ahora esto no se podrá hacer
después de las medidas que el régimen ha tomado. Y yo me pregunto,
¿será posible que el régimen haya resuelto la vieja paradoja de
mantener la mujer borracha y el barril lleno de vino al mismo tiempo?
Esto
lo digo porque si hasta el socialista Pedro Sánchez entendió que
para mantener viva la economía de España había que inyectarle mas
de 200 mil millones de Euros “para salvar el país de la crisis
económica y social derivada de la emergencia sanitaria del
coronavirus”, (ver Rescate económico: el gobierno quiere sortear
la crisis del COVID-2019 con 200.000 millones”, en
https://www.lavozdelsur.es/rescate-economico-el-gobierno-quiere-sortear-la-crisis-del-covid-2019-con-200-000-millones/),
entonces ¿qué podremos esperar nosotros con este régimen que nos
hambrea con un salario mínimo de 3 dólares mensuales?
El
régimen de Nicolás Maduro Moros, por obra del COVID-19 se encuentra
entonces en una disyuntiva sumamente grave si pretende conservar su
estabilidad: o deja que los venezolanos se sigan resolviendo como lo
están haciendo hasta ahora, lo cual significa que tengan la
movilidad necesaria para hacerlo, creando en consecuencia las
condiciones para que se propague con voracidad el COVID-19, que solo
Dios sabe hasta donde ha llegado en Venezuela, o pone los reales para
que continúen en sus casas, como lo esta haciendo el socialista
Pedro Sánchez. Como creo que no pueden hacer ni lo uno ni lo otro,
tendrán que comenzar a lidiar con la desobediencia a esa cuarentena
genocida porque nadie se suicida solo porque el régimen se lo
ordene, por mas seguidor del régimen que sea. Y ese es el escenario
que comenzaremos a ver en los próximos días, si no es que ya
comenzó.
¿Que
harán Padrino y el resto de sus matones armados? ¿Ordenarán
disparar en contra de un pueblo hambriento y enfermo? Posiblemente,
ya lo han hecho antes. Pero ¿podrán hacerlo de una manera
consistente y simultánea en todo el país, y en especial en contra
de SU PROPIA GENTE? Buena pregunta. Y ya no estamos hablando solo de
opositores, sino de cualquier persona que desee simplemente alimentar
a su familia. Allí se incluye el pueblo que todavía se llama a si
mismo “chavista”. Porque, o los matan de hambre en sus casas, sin
agua y sin luz, o los mata el virus o el régimen afuera en las
calles intentando ganarse la vida. Esa decisión solo será de ellos,
y no creo que los venezolanos tengan vocación suicida y se dejen
matar pasivamente.
Por
obra de una condición externa, una pandemia, el rebaño de corderos
en que se han convertido los venezolanos se estarán ahora
preguntando si deciden ir a un matadero por mantener una cuarentena
genocida, quedándose en sus casas sin tener como sostenerse allí, o
deciden si vale la pena arriesgar la vida enfrentando al virus y al
régimen. Creo que un pueblo llevado a ese extremo no dudará en
preferir arriesgarse. Es cuestión de vida o muerte, y las
probabilidades van a favor de ese riesgo porque si logran sobrevivir
al COVID-19, le sobrará energía para llevarse al régimen por
delante...Es hora que los pilares que aun
sostienen al régimen recapaciten, o los agarra
el chingo o los agarra
el sin nariz. No hay forma de escapar de la disyuntiva. Si me lo
permiten, Maduro no vale esa pena….
Caracas,
18 de Marzo
de 2020
Email:
luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana