miércoles, 18 de marzo de 2020

Cuarentena genocida

Por Luis Manuel Aguana

Mucho me ha llamado la atención que en un país con un sistema de estadísticas epidemiológicas completamente destruido intencionalmente, aparezcan de la noche a la mañana los principales voceros del régimen de Nicolás Maduro Moros a decirle al mundo que en Venezuela hay X, Y, Z o W casos comprobados de contagio del virus COVID-19, ¡y les crean! ¿En base a qué? ¿Cómo el mundo – y nosotros – podríamos creer que eso sea cierto? Y es claro que no lo es. En Venezuela al régimen no se le puede creer absolutamente nada de manera objetiva y menos en el sensible caso de las estadísticas sanitarias. Se han dedicado a perseguir a los médicos que digan o insinúen algo relativo al tema desde que comenzó la crisis del COVID-19 mundialmente.

Y efectivamente en un país donde desconocemos los casos reales de muertes por malaria (paludismo), porque el régimen esconde las cifras y le miente a las organizaciones internacionales de salud, siendo ésta una endemia muy conocida por nuestros países desde hace décadas, de la noche a la mañana ¿cómo salen los usurpadores a decir con toda propiedad que hay X casos comprobados de COVID-19 en todo el país, una enfermedad completamente nueva, teniendo una red de información epidemiológica destruida, sin médicos, sin hospitales dotados, sin nada? La respuesta es que simplemente no lo saben, ni nunca lo sabrán. Imagino que todas las mañanas se levanta Jorge Rodríguez y se inventa un numero para elaborar el parte médico para consumo de los pendejos.

Pero aunque no sepan las cifras reales, allí está la gente muriendo, ya no por la nueva enfermedad sino por la destrucción que ellos mismos han ocasionado al sistema de salud venezolano que nos ha puesto en la situación, no ahora sino desde hace años, de crisis humanitaria que estamos padeciendo antes de que apareciera ese virus chino solo-mata-gente, sin que el régimen todavía lo reconozca, impidiendo criminalmente la ayuda humanitaria. Entonces nos aplican sin más las mismas medidas de aislamiento que están aplicando el resto de los países a sus ciudadanos, sin tener en cuenta en la mas mínima consideración las particularidades de nuestra grandísima situación indigente producto de nuestra crisis humanitaria. Esto es, el régimen de Nicolás Maduro Moros nos está aplicando una cuarentena genocida, que en nuestro caso será peor que la enfermedad.

Sin agua ni electricidad en todo el país, sin combustible, sin comida que adquirir con el sueldo mínimo mas bajo del planeta, el régimen pretende que los venezolanos nos quedemos en nuestras casas a esperar que el COVID-19 no se propague. Los venezolanos medio sobreviven con dos y tres trabajos solo para poder comer, y para ello se ven forzados a salir a las calles. Eso no tiene color político. Es una situación que nos a afectado a todos los que vivimos en Venezuela. Y aunque el régimen ha manipulado la entrega de la comida políticamente con su Carnet de la Patria, el venezolano medio ha sobrevivido los seis dígitos inflacionarios provocados por ellos debido a su vocación trabajadora. Ahora esto no se podrá hacer después de las medidas que el régimen ha tomado. Y yo me pregunto, ¿será posible que el régimen haya resuelto la vieja paradoja de mantener la mujer borracha y el barril lleno de vino al mismo tiempo?

Esto lo digo porque si hasta el socialista Pedro Sánchez entendió que para mantener viva la economía de España había que inyectarle mas de 200 mil millones de Euros “para salvar el país de la crisis económica y social derivada de la emergencia sanitaria del coronavirus”, (ver Rescate económico: el gobierno quiere sortear la crisis del COVID-2019 con 200.000 millones”, en
https://www.lavozdelsur.es/rescate-economico-el-gobierno-quiere-sortear-la-crisis-del-covid-2019-con-200-000-millones/), entonces ¿qué podremos esperar nosotros con este régimen que nos hambrea con un salario mínimo de 3 dólares mensuales?

El régimen de Nicolás Maduro Moros, por obra del COVID-19 se encuentra entonces en una disyuntiva sumamente grave si pretende conservar su estabilidad: o deja que los venezolanos se sigan resolviendo como lo están haciendo hasta ahora, lo cual significa que tengan la movilidad necesaria para hacerlo, creando en consecuencia las condiciones para que se propague con voracidad el COVID-19, que solo Dios sabe hasta donde ha llegado en Venezuela, o pone los reales para que continúen en sus casas, como lo esta haciendo el socialista Pedro Sánchez. Como creo que no pueden hacer ni lo uno ni lo otro, tendrán que comenzar a lidiar con la desobediencia a esa cuarentena genocida porque nadie se suicida solo porque el régimen se lo ordene, por mas seguidor del régimen que sea. Y ese es el escenario que comenzaremos a ver en los próximos días, si no es que ya comenzó.

¿Que harán Padrino y el resto de sus matones armados? ¿Ordenarán disparar en contra de un pueblo hambriento y enfermo? Posiblemente, ya lo han hecho antes. Pero ¿podrán hacerlo de una manera consistente y simultánea en todo el país, y en especial en contra de SU PROPIA GENTE? Buena pregunta. Y ya no estamos hablando solo de opositores, sino de cualquier persona que desee simplemente alimentar a su familia. Allí se incluye el pueblo que todavía se llama a si mismo “chavista”. Porque, o los matan de hambre en sus casas, sin agua y sin luz, o los mata el virus o el régimen afuera en las calles intentando ganarse la vida. Esa decisión solo será de ellos, y no creo que los venezolanos tengan vocación suicida y se dejen matar pasivamente.

Por obra de una condición externa, una pandemia, el rebaño de corderos en que se han convertido los venezolanos se estarán ahora preguntando si deciden ir a un matadero por mantener una cuarentena genocida, quedándose en sus casas sin tener como sostenerse allí, o deciden si vale la pena arriesgar la vida enfrentando al virus y al régimen. Creo que un pueblo llevado a ese extremo no dudará en preferir arriesgarse. Es cuestión de vida o muerte, y las probabilidades van a favor de ese riesgo porque si logran sobrevivir al COVID-19, le sobrará energía para llevarse al régimen por delante...Es hora que los pilares que aun sostienen al régimen recapaciten, o los agarra el chingo o los agarra el sin nariz. No hay forma de escapar de la disyuntiva. Si me lo permiten, Maduro no vale esa pena….

Caracas, 18 de Marzo de 2020

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana

lunes, 16 de marzo de 2020

Hasta que los corderos se conviertan en leones

Por Luis Manuel Aguana

Se suscitó una interesante discusión en la Cátedra Pío Tamayo del 9 de Marzo, ante mi afirmación, sustentada por estudios académicos realizados por investigadores de una institución académica reconocida, que una característica que define al venezolano es que incapaz de confrontar, de allí que concluía que por esa condición se encuentra bajo el arbitrio de los delincuentes que gobiernan el país y bajo el control de quienes todavía afirman representarlos como su oposición (ver El Silencio de los corderos, en https://ticsddhh.blogspot.com/2020/03/el-silencio-de-los-corderos.html). Busca en consecuencia salir del grave problema que tenemos en el país por la vía pacífica, intentando utilizar medios que solo pueden tener validez y éxito con interlocutores civilizados, y que definitivamente no funcionan con una mafia narco-criminal. Y los liderazgos opositores, evitando la confrontación por una u otra razón, la mayoría de ellas asociadas con corrupción, negocian con el régimen salidas que lo perpetúan en el poder, en detrimento de aquellos que comparé con corderos listos para un matadero, reciclándose en cada elección.

Efectivamente, hasta el sol de hoy los venezolanos NO HEMOS CONFRONTADO a este régimen, en los términos conocidos internacionalmente, esto es, de manera violenta. Lo digo con toda responsabilidad. Una confrontación de este tipo sucede cuando dos bandos se confrontan de la manera tradicional: con efectivos armados. Aquí lo que ha ocurrido es que cientos de venezolanos han salido a las calles a protestar, siendo masacrados por las fuerzas de seguridad del régimen y sus bandas de colectivos paramilitares. Esto ha ocurrido desde el 2002 con la masacre del 11 de abril en la Av. Baralt, y no ha parado hasta ahora.

Verdaderas confrontaciones armadas se han dado y se siguen dando en Latinoamérica. Ocurrió a finales del siglo pasado con el movimiento de los “contras” de Nicaragua, y la hasta ahora guerrilla colombiana de las FARC, ELN, etc., financiadas por el narcotráfico. Todas ellas hacen vida en Venezuela porque el socialismo del Siglo XXI ha sido su refugio desde que comenzó nuestra tragedia con Hugo Chávez en la Presidencia de la República. Esos movimientos guerrilleros, que en su mejor momento llegaron a tener más 60.000 efectivos armados, confrontó y siguen confrontando a las Fuerzas Armadas del legítimo gobierno colombiano para sacarlo del poder por la vía violenta, sin éxito alguno.

La pregunta que con razón nos estamos haciendo en Venezuela, es porqué con la gravedad de lo ocurrido en el país, con los niveles de destrucción de nuestra institucionalidad e infraestructura, sumado a unos niveles de corrupción jamás antes vistos en el planeta, los venezolanos aun siguen comportándose como corderos listos para un matadero. De aquel venezolano que aguerridamente salió de las fronteras a libertar 4 naciones aparte de la suya, nos hemos convertido un rebaño fácilmente manipulable por quienes en mala hora nos representan. ¿Qué fue lo que nos pasó? Incluso, podría decir que de aquellos legendarios partidos que asumieron una clandestinidad activa de verdad en contra de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, con lideres de la talla de Alberto Carnevali, lo que queda es una marioneta triste que se presta a continuar la narco-tiranía. Vuelvo a preguntarme, ¿qué pasó allí?

Quiero aclarar que mi pregunta es meramente teórica. No la estoy planteando con la intención aviesa que pudiera imaginarse un lector descuidado de pretender que Venezuela se convierta en un polvorín sangriento. La hago precisamente porque lo que podría estar ocurriendo es que ese nivel de tolerancia mansa puede estar llegando a su límite. No puede ser que ante tanta iniquidad no comience de un momento a otro a existir una respuesta que sea cónsona con la violencia que se nos está aplicando.

Los venezolanos hemos vivido una época de paz de más de 100 años. Nuestras últimas confrontaciones armadas las terminó el General Juan Vicente Gómez al unificar el país ya hace más de un siglo. Antes de eso nuestras diferencias políticas se resolvían a tiros, y quien tenía mayor fuerza de las armas tenia la razón. Años de paz forzada, al principio por 27 años de una dictadura férrea como fue la de Gómez, y luego de un breve periodo democrático, otra dictadura, la de Pérez Jiménez, nos obligó a cambiar nuestra manera de plantearnos la lucha, trocando las armas por la confrontación política pacífica.

Ni siquiera en la dictadura de Marcos Pérez Jiménez nadie se planteó en Venezuela armar un ejército para acceder al poder. Hubo si movimientos clandestinos armados de partidos proscritos cuya militancia se negó a aceptar las imposiciones del régimen. Sin embargo, durante la dictadura de Gómez, los movimientos si iban en esa dirección. El caso de la invasión del Falke fue uno de ellos. Nótese que con el tiempo se ha ido perdiendo esa inclinación.

Ya después de 1958, definitivamente se consagró en Venezuela otro nivel de confrontación, y a pesar del interés del castrocomunismo de llevarnos por ese camino violento convenciendo a algunos jóvenes venezolanos de la posibilidad asaltar el poder por la vía de las armas, la extraordinaria calidad y capacidad del liderazgo político con que contaba nuestro país se impuso. No le temblaron las manos a Rómulo Betancourt para aplicarle toda la violencia que un Estado puede tener a las incursiones armadas que se atrevieron a realizar los cubanos de Fidel Castro en tierra venezolana.

Tal vez muy pocos venezolanos conozcan de la existencia del Monumento de Pantano de Vargas, en Boyacá, Colombia, levantado en conmemoración de la batalla que selló la victoria del ejército libertador para la independencia de la Nueva Granada, actual Colombia. Ese monumento fue levantado en gratitud del pueblo colombiano a los 15 lanceros, encabezados por un llanero venezolano del Estado Guárico, llamado Juan José Rondón, responsable de quebrar las líneas de batalla españolas ¡solo con 15 hombres!, poniendo en retirada al enemigo. Esta oportunidad la aprovecha hábilmente el Libertador para consolidar la victoria de su ejército. Eran solamente gente del pueblo que estuvo a la altura del momento histórico. ¿Ustedes creen que un pueblo como el venezolano, que atravesó el Páramo de Pisba a pié, mal vestidos, y en un altiplano a mas de 2.600 metros, realiza la proeza de enfrentar un ejército estructurado como lo era el ejército español de esa época, y salir vencedores, no sean capaces de enfrentar con la respuesta debida a esta mafia de narco delincuentes? ¿Cuál es la diferencia? Estoy convencido que la diferencia se encuentra en los conductores.

Antes fueron nuestros libertadores como en el ejemplo del Pantano de Vargas, y luego, nuestra mejor clase política en democracia. Ambos condujeron a los venezolanos a la victoria sobre lo que siempre intento imponerse sobre la libertad de nuestro país. Con el mismo material dos artistas, uno mediocre y otro excelente, son capaces de realizar, el primero una obra mala y sin calidad y el segundo una extraordinaria e imperecedera. ¡El material no tiene nada que ver! En el artista está la diferencia. Quienes conducen los pueblos tienen la responsabilidad de hacer con ellos la diferencia entre la libertad y la esclavitud.

Y así como recordé en una nota anterior la película “El silencio de los corderos”, ahora recuerdo el ·”Robin Hood” de Ridley Scott, protagonizada por Rusell Crowe. Al protagonista le cae en suerte una espada que tiene la siguiente inscripción: Rise and rise again until lambs become lions" (“Álzate y vuelve a alzarte, hasta que los corderos se conviertan en leones"). No entiende su significado hasta que le recuerdan que de niño su padre es el responsable del acta de compromiso de los gobernantes para con su pueblo, estando este en la obligación de alzarse y alzarse hasta convertirse en leones para que estos cumplan con ese compromiso. Eso le cuesta la vida. ¡Qué interesante! ¡Los corderos convertidos en leones! Pero esa conversión no sale sola, requiere de una conducción política de primera.

Tenemos entonces unos corderos que una dirigencia mediocre quiere llevar de nuevo a un matadero, y no solo electoral. De ese rebaño de corderos tiene entonces que salir una nueva dirigencia que se imponga, de nuevos conductores capaces de alzarse y alzarse hasta convertir, cuales artistas extraordinarios, a ese rebaño de corderos en leones. No digo que sea fácil pero si definitiva y absolutamente necesario si deseamos salir de este infierno.

Caracas, 16 de Marzo de 2020

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana

viernes, 13 de marzo de 2020

Los culpables de Mariches

Por Luis Manuel Aguana

Pudiera asignarse con igual validez a ambos extremos políticos la responsabilidad del incendio del galpón del CNE en Mariches. Por un lado, el régimen tenía razones válidas para deshacerse de las maquinitas de lotería de Tiby Lucena, que pudieran citarse: a) las maquinas ya dejaron de ser útiles para el CNE porque su proveedor y cómplice, la empresa de maletín convertida ahora en toda una compañía multinacional, Smartmatic International Corporation,  denunció a su cliente, el CNE, como perpetrador de un fraude después de las elecciones fraudulentas de Maduro del 20 de Mayo de 2018, lavándose así la cara para poder participar en grandes licitaciones en todo el mundo; b) Técnicamente es más complicado sostener una infraestructura como esa –y más aun si se pretende seguir defraudando a los venezolanos con las elecciones- sin disponer del dueño de la tecnología, por más que haya existido transferencia tecnológica de sistemas y equipos; c) El personal del CNE que conoce del tema de su funcionamiento técnico ha ido desapareciendo poco a poco en la medida que el país se destruye consistentemente por el régimen; d) Si el régimen cae –como en efecto más temprano que tarde ocurrirá- existirá la evidencia física del fraude cometido con esas máquinas; y e) (que mejor me cuadra con estos criminales) entrar obligatoriamente a una nueva negociación con otro proveedor con quien guisar un nuevo y mil millonario contrato a dedo para renovar los sistemas para las próximas elecciones parlamentarias, y para aplicarnos una nueva metodología de fraude técnico, elaborado con tecnología de sistemas cubana elaborada desde la Habana. De esta forma los nuevos Rectores tendrán un excelente “incentivo” en metálico para afrontar lo que les viene de pelear por la “continuidad democrática” del régimen.

Por el lado opositor, pudieran citarse las siguientes: a) retrasar (porque de ninguna manera podrían ni siquiera imaginar que detendrían) la continuidad del fraude que sistemáticamente se ha cometido con la automatización del voto. Este sería el caso de una oposición radical; b) crearle un ambiente de inestabilidad al régimen, realizando acciones destructivas concretas de los medios que han utilizado para mantenerse en el poder. Este caso aplicaría para grupos opositores ultra radicales; c) retrasar el cronograma electoral a los fines de tratar de impedir de alguna forma las elecciones parlamentarias, que son las que el régimen requiere para terminar de apoderarse de la Asamblea Nacional. Este también sería el caso de una oposición radical; y d) una oposición oficial que por razones incomprensibles –o muy comprensible$$$- están todavía de acuerdo con el uso de las maquinas en nuestro sistema electoral –a pesar de una Sentencia del TSJ Legitimo que indica lo contrario- y coinciden con el régimen en que había que salir de ellas para continuar la cohabitación con otras de mejor tecnología.

En ambos lados se tendrían razones para proceder con el incendio. De hecho, un grupo opositor ultra radical se atribuyo el incendio pocas horas después. Sin embargo esa aparición en YouTube fue muy poco creíble y más bien ratifica que la acción sea factura del régimen, solo por el nombre que le pusieron al movimiento. En todo caso, luego de esbozar estas breves razones, que aún siendo muy superficiales, desprenden que es muy claro que quien tenía más y mejores móviles (y oportunidades) para quemar ese galpón fue el mismo régimen. Solo recordemos el incendio en la Torre Este del Parque Central. Al régimen le encanta ese “modus operandi”…

Y efectivamente, la tesis según la cual el régimen es el responsable directo de este incendio lo corrobora una investigación de ABC Internacional de España según la cual “Maduro quema las máquinas de votación para fabricar unas a su medida y ganar las elecciones” (ver noticia de ABC Internacional en https://www.abc.es/internacional/abci-maduro-quema-maquinas-votacion-para-fabricar-unas-medida-y-ganar-elecciones-202003112039_noticia.html). De acuerdo a esta investigación, Ante la creciente presión internacional por realizar elecciones presidenciales, Maduro ordenó que ExClé (empresa ligada al régimen especialista en identificación biométrica, responsable de la base de datos de las huellas de los venezolanos) creara un nuevo software desde cero. Tras unos 15 meses, el proyecto seguía siendo un fracaso. Las medidas de seguridad de la máquina Smartmatic, impedían a Quintero (ex Director de Informática del CNE) y a ExClé hacer funcionar un software alterado. Maduro, sin paciencia ni tiempo para esperar el software acorde a sus necesidades, encarga a ExClé y a Quintero una nueva máquina que sí soportase el software que habían estado desarrollando en Argentina. El humo de las máquinas incendiándose son una señal inequívoca que ExClé tiene ya la máquina de votación que sí soporta el software hecho a la medida del oficialismo”.

Pero no le demos muchas más vueltas a eso. El caso es que ya están destruidas 49.408 máquinas, si le creemos el parte a la “irreversible” Tiby Lucena: “En el voraz incendio de Mariche se quemaron 582 computadoras pertenecientes al Registro, 49.408 máquinas de votación, 400 boletas electrónicas, 22. 434 inversores de corriente, 127 mil boletas para desincorporar y 49.327 sistemas de autenticación integrada (captahuellas)”  (ver Lucena: en el incendio se quemaron 49.408 máquinas de votación, en https://www.panorama.com.ve/politicayeconomia/Lucena-En-el-incendio-se-quemaron-49.408-maquinas-de-votacion--20200308-0032.html). Veamos mejor lo que viene después.

Lucena ratifica –o más bien amenaza- en ese medio que si “piensan que con esto pararán los procesos electorales están muy equivocados…”, con lo que nos ratifica que muy pronto oiremos de otras negociaciones por máquinas, captahuellas y demás implementos (tableros, reguladores, etc.) así como el resto de aditamentos necesarios para hacer funcionar los cacharros tecnológicos con que nos han venido haciendo fraude desde hace más de 15 años, con el auxilio de la oposición oficial.

Ahora bien, hagamos un poco de memoria. En el 2013 hice una nota de recuento del origen de las captahuellas, haciendo hincapié que en el año 2004 Jorge Rodríguez como Presidente del CNE había modificado nuestra manera de votar: “El acto de votar que significaba en el pasado solo presentar la cedula de identidad laminada en las mesas a cero costos, se convirtió en una tortura de un día completo en colas interminables que le costó a la nación un aproximado de 65 millones de dólares”. (ver Tres mentiras del CNE: 1ra. Captahuellas, en https://ticsddhh.blogspot.com/2013/04/tres-mentiras-del-cne-1ra-captahuellas.html).

Esto último fue confirmado por una publicación técnica en la red, Bnamericas.com, el 12 de agosto de 2004. Esta perla que quedará para la historia por los millones que han prevaricado estos delincuentes con las elecciones de Venezuela: El CNE está pagando a Smartmatic, a Cantv y a la firma local de software Bitza US$63mn por su plataforma de votación y la prensa venezolana informó que la plataforma de autentificación de votantes está avaluada en US$64mn, los que se dividen entre Gilat y el proveedor chino-estadounidense de lectores huellas digitales Cogent. Spielman y Rohrstock declinaron referirse a la participación de Gilat, pero revelaron que el contrato sería una parte importante de los ingresos latinoamericanos de este año” (ver Mercado de emergencia resulta prometedor para Gilat, en https://www.bnamericas.com/es/noticias/Mercado_de_emergencia_resulta_prometedor_para_Gilat). Eso solo es para que los venezolanos se den una idea de los montos en millones de USD que comenzarán a danzar en el nuevo CNE que aprobará Juan Guaidó conjuntamente con el régimen los próximos días en la Asamblea Nacional, como consecuencia de la reposición de máquinas que se perdieron en el incendio de Fila de Mariches.

Independientemente del culpable, que al parecer ya está plenamente identificado, la gran pregunta que ahora nos hacemos los venezolanos es si la Asamblea Nacional y el Presidente Encargado alcahuetearán esta nueva jugada del régimen y aceptarán una erogación de dinero para comprar máquinas electorales, inaceptable en un país donde los niños mueren diariamente en el JM de los Ríos por falta de medicamentos, alimentación y atención médica, más aún teniendo en consideración que existe una sentencia del TSJ Legítimo en el exilio, y que han ignorado olímpicamente en la oposición oficial, que ORDENA votaciones MANUALES (esto es SIN MAQUINAS) en Venezuela (ver Tribunal Supremo de Justicia declara NULO el uso del Voto Automatizado para Elecciones en Venezuela, en https://ticsddhh.blogspot.com/2018/06/tribunal-supremo-de-justicia-declara.html), con lo cual resulta INACEPTABLE que se proceda a gastar ni un solo dólar en máquinas de votación, aunque algunos técnicos de la oposición oficial estén de acuerdo en continuar con este sistema electrónico fraudulento, lesivo a los intereses de los venezolanos.

Por otro lado, y como una muestra adicional de compromiso para un sistema electoral limpio y transparente en Venezuela, la Asamblea Nacional tiene la obligación con los venezolanos, a partir de la destrucción de las máquinas de Mariches, aprovechar para comenzar una modificación a fondo de la Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPE) para ajustarla a la sentencia del 13 de Junio de 2018, eliminando el voto y escrutinios electrónicos (esto es, CON MAQUINAS), asegurando de esa manera lo que tanto están predicando de unas elecciones libres. Me gustaría ver si eso es verdad. 

Si se terminan realizando elecciones parlamentarias en Venezuela, como efectivamente lo tiene planeado el “jefe” de la oposición oficial Henry Ramos Allup con el régimen, y así lo expresó en la marcha opositora del 10 de Marzo: “Frente a un régimen como este, debemos seguir unidos y movilizados ejerciendo presión para lograr elecciones libres, parlamentarias y presidenciales, competitivas y con un nuevo CNE nombrado por la única
@AsambleaVE…” (ver Twitter de Henry Ramos Allup, en https://twitter.com/hramosallup/status/1237436104992751617), estas deberán ser MANUALES cumpliendo con la sentencia de la Sala Electoral del TSJ Legítimo del 13 de Junio de 2018.

Si vemos a los nuevos Rectores del CNE comprando máquinas para reponer las que se quemaron en el incendio, la oposición oficial no solamente demostrará ser la colaboradora del régimen que ya hemos denunciado, sino que ahora estará asociada para delinquir con él, cosa que tal vez algunos desestimen, pero que dará la prueba definitiva e irrefutable de que los venezolanos deberán terminarse de convencer de que hay que salir de los dos posibles culpables de ese incendio, para poder recuperar la libertad de Venezuela.

Caracas, 13 de Marzo de 2020

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