lunes, 29 de abril de 2013

Forma No Violenta No. 199: Aclaratoria Constituyente



Por Luis Manuel Aguana

A contrapelo de la vieja conseja que indica “no aclares porque enredas”, con este van dos los artículos que he escrito para explicar el anterior. La primera aclaratoria la hice en el 2011 cuando explique porque llame colaboracionista de Vichy a la oposición (ver Los Opositores de Vichy, Una Aclaratoria Necesaria http://ticsddhh.blogspot.com/2011/09/los-opositores-de-vichy-una-aclaratoria.html). A veces no se puede condensar todo lo que hay que decir en pocas líneas, que son las que pueden leerse rápido en un artículo en la red, o ampliar alguna cosa que no quedó suficientemente clara.

En esta oportunidad me toca aclarar mi nota anterior en el blog (ver “La hora de la Sociedad Civil”  http://ticsddhh.blogspot.com/2013/04/la-hora-de-la-sociedad-civil.html). Acepto que la envergadura de la propuesta- convocar a una Asamblea Nacional Constituyente-, no es de ninguna manera algo fácil de digerir rápidamente para nadie y trataré en esta ocasión de explicarme mejor.

No estoy proponiendo esta ANC para cambiar específicamente la Constitución de 1999, aunque debemos estar claros que existen elementos de ella que muchos acordamos deben ser revisados: la eliminación de la reelección indefinida con la reducción inmediata del período presidencial, regreso del Congreso Bicameral y la representación de los Estados con el Senado, derogación de todas las leyes atentatorias al Estado de Derecho- como las del Poder Comunal-, incluyendo la reingeniería de todos los Poderes Públicos carcomidos por este régimen, muy en especial las Fuerzas Armadas y el Poder Electoral-CNE-, para garantizar que las próximas elecciones sean realmente Auténticas.

En consecuencia, la razón fundamental por la cual creo necesario buscar ya las firmas para convocar esa ANC es la tragedia institucional del país que ha convertido a todos los poderes del Estado en títeres del Ejecutivo, en especial el CNE. Este organismo es el instrumento más perverso del gobierno para enraizar esta pseudo revolución que tiene a todos los demás poderes del Estado en la sumisión más absoluta al Presidente de la República y a un régimen extranjero.

Hay que reorganizar de nuevo el Estado y que se garantice el equilibrio y la independencia de los poderes públicos, que se le haga contraloría real al gobierno, que exista un sistema judicial verdaderamente independiente por ley, donde los Magistrados sean individuos respetables y probos, no ésta comiquita que tenemos ahora de una Presidente del TSJ con prontuario judicial.

Pero lo más importante, el rescate de nuestra soberanía. Los cubanos deben salir del país sin violencia. El rescate de una relación respetuosa y no de sumisión, con todos los países, en particular con Cuba es indispensable. Retomar la soberanía entregada sin un tiro al gobierno cubano ya es una exigencia insoslayable.

La manera de resolver los conflictos de manera pacífica en democracia es a través de los votos, pero ¿cómo resolver este problema si el gobierno decidió robarse las elecciones usando al CNE como uno de sus poderes secuestrados? Y lo peor no es eso, no se deja auditar, dejando que las disputas se resuelvan en manos de otro poder secuestrado, el TSJ. Juego trancado.

Estamos en una situación de un gobierno ilegitimo, y a su vez secuestrado por otro país, que esconde un fraude gigantesco, con todos los poderes conspirando para quedarse, a pesar de la voluntad popular de salir de él. Juego trancado.

¿Cuál puede ser la salida de los demócratas? Podemos realizar las 198 formas de Gene Sharp para protestar de forma No Violenta este resultado y tarde o temprano tal vez el gobierno acepte repetir esos comicios pero en las mismas condiciones como fuimos el 7-O, 16D y 14A. Igualmente podemos protestar de manera No Violenta hasta reventar los pilares que lo sostienen como bien indica Sharp que se puede hacer. Pero también podemos ensayar la salida constituyente que no es más que la forma No Violenta No. 199, especialmente construida para Venezuela, no por Sharp sino por nosotros mismos.

Creo que debemos pensar esto bien. El régimen chavista ha distorsionado hasta un punto de no retorno la democracia venezolana. Ha cambiado la estructura de poder. Ha cambiado a las Fuerzas Armadas, ha cambiado la manera en que se relacionan los gobernados con el gobierno, ha destruido el tejido productivo del país reduciéndonos a una nación de pedigüeños y dependientes del Estado. Ha cambiado la manera de elegir a los gobernantes asegurándose siempre ganar las elecciones a través de un sistema muy bien montado de elecciones automatizadas y fraudulentas. Ha entregado el país a los cubanos. Ha cambiado todo para asegurarse el control de todos, sin que eso pueda modificarse.

En 1998, antes de las elecciones de ese año, Hugo Chávez nos dijo que quería hacer una Constituyente, endilgándole a la Constitución de 1961 todas las culpas de los problemas que presentaba el país, que para ese entonces eran solo una pequeña fracción si los comparamos con los que tenemos ahora. Muchos de nosotros no creímos en eso y en efecto el problema no era el cambio constitucional. Los problemas se agravaron exponencialmente con un loco megalómano a la cabeza del Estado.

No teníamos la mejor Constitución del mundo, era perfectible. Y nos sirvió para vivir y construir en paz a nuestro país durante 40 años. Había un Estado que fue capaz de remover y seguirle juicio a un Presidente sin que eso significara violencia. Había pesos y contrapesos institucionales. No poseíamos lo mejor pero definitivamente extrañamos ahora lo que escasamente teníamos. Todo eso lo reventó la revolución de Hugo Chávez. Si bien es cierto que los militares debían hacer “lobby” en el Congreso para sus ascensos, lo cual era una práctica repulsiva, tampoco teníamos cubanos mandando en los cuarteles, lo cual es denigrante y entreguista.

Algunos me han comentado que el proyecto de MID Táchira es complejo y de difícil implementación. Y aunque estoy de acuerdo con ese proyecto de país, eso no quiere decir que todos deban estarlo. Hagamos entonces uno nuevo entre todos partiendo de una propuesta concreta. Hay que discutir a Venezuela. Por lo pronto hay que reconstruir lo que se destruyó y mejorar lo que había. En estos 14 años los venezolanos hemos aprendido a los golpes que no hay que destrozar la institucionalidad sino fortalecerla.

Pero es imposible reconstruir al país con las reglas de juego de un Estado que han desnaturalizado, corrompido y destruido a los niveles actuales. ¿Cómo ganar elecciones con unas maquinas de lotería tramposas? ¿Cómo pensar cambiar leyes si quienes deben garantizar la relación de los electores con sus Diputados cambian los circuitos electorales para siempre ganar elecciones, siendo este el único país del mundo donde quien saca más votos tiene menos escaños en su Parlamento?

Hay que rehacerlo TODO. Lamentablemente es así. Caída y mesa limpia. Y hay una forma de hacerlo sin que tengamos que matarnos en las calles y esa forma la provee la Constitución en sus Artículos 347 y 348. Y se llama Asamblea Nacional Constituyente. Tenemos las firmas. No estoy llamando a realizar una nueva Constitución- tal vez modificar lo indispensable-, sino fundamentalmente a reorganizar el Estado, destituyendo a todos los poderes constituidos y reconstruyéndolos, garantizando Elecciones Auténticas para las futuras autoridades. Creo que hay material humano de sobra en Venezuela para hacer eso.

Y en relación a quien la convoca, eso es un asunto político. Si Henrique Capriles asume ese camino sería ideal. ¿Por qué? Porque le daría cauce legítimo a todas las energías positivas de cambio depositadas en él y que no se cristalizaron por causa de un fraude electoral. Imagínense si Henrique le hubiera dicho al pueblo venezolano en ese programa especial de Globovisión: “En vista de que no es posible utilizar el camino electoral con este CNE porque se robaron nuestros votos, y que no es posible concurrir a un TSJ corrupto para llevar nuestra causa, entonces convoco al Poder Originario para que este decida qué hacer con estos Poderes, con este gobierno ilegítimo y con el futuro de la República”. Ya tendríamos las firmas, y creo que hubiera sido un extraordinario primer paso de ese camino que prometió en dos campañas electorales y que muchos compramos con la esperanza de que realmente exista. Aun está a tiempo…

Caracas, 29 de Abril de 2013

Twitter: @laguana

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