lunes, 18 de julio de 2016

Machurucuto Civil

Por Luis Manuel Aguana

Ya está claro para todo el mundo que Fidel Castro se salió con la suya en Venezuela. La derrota sufrida por Castro en Machurucuto en mayo de 1967 a manos del Ejército y la Guardia Nacional de Venezuela, en ese entonces definitivamente democráticas, institucionales y defensoras de la Constitución, marcaron lo que pensábamos iba a ser la expulsión definitiva del castrocomunismo de Venezuela. Pero Hugo Chávez nos demostró lo contrario, al meterlos después por la puerta grande, demostrando así la veracidad de aquello de que quien ríe al último ríe mejor.

Fidel, actuando la siguiente vez en una estrategia distinta de invadirnos militarmente, con la ayuda de comunistas venezolanos, entro por la puerta grande de Miraflores. Usó lo que ahora los extremistas islámicos están aplicando en Europa: “Usaremos vuestra democracia para destruir vuestra democracia” (http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/938/es-la-guerra-santa-idiotas/). Y la segunda vez le salió bien.

Es por esta razón que los demócratas no podemos caer en el engaño. Nuestra democracia está infectada. Es como si pretendiéramos usar la sangre de una persona con un virus maligno para curar a otra que no está infectada. Simplemente no se puede usar. El virus del castrocomunismo tiene enfermo el cuerpo institucional de Venezuela.

Entonces no podemos utilizar instrumentos contaminados del cuerpo institucional enfermo para resolver la enfermedad. No podemos usar instrumentos creados para una democracia sana, como el Referendo Revocatorio, porque están claramente contaminados del virus maligno.

He comentado muchas veces en esta modesta tribuna, muro que me he construido para aportar en la lucha contra este virus, que para resolver la grave situación que padecemos, debemos salir de los 9 puntos del cuadro y unirlos todos desde afuera, aludiendo a ese viejo acertijo que se resuelve solo viendo las cosas desde una perspectiva amplia. En otras palabras, para resolverlo tienes que salirte del cuadro para poder ver la solución (ver http://pensamientocreativo.org/unir-nueve-puntos/).

Pues bien, eso no es otra cosa que ir a la raíz de los orígenes mismos del Poder: la soberanía del pueblo venezolano. ¿Y cómo se come eso? diría cualquier Miquelena que este leyendo. Que el pueblo le pregunte al mismo pueblo, de un modo organizado, si desea convocarse para decidir qué hacer con la enfermedad y aplicar el tratamiento correspondiente, claramente fuera de los mecanismos y las instituciones que se encuentran enfermas. Eso es pensar fuera del cuadro. Eso es lo que en la Alianza Nacional Constituyente llamamos la convocatoria del Poder Constituyente Originario a una Asamblea Nacional Constituyente sin los poderes constituidos.

Esto pasaría obviamente por explicar extensamente esta solución a todos los venezolanos y que no es fácil de digerir, en especial para aquellos que han pasado toda su vida dentro de los 9 puntos. Aquí no estamos hablando de cambiar al gobernante que mala hora nos cayó encima y a su inepto sucesor, que dejaron infectar el cuerpo institucional del país con el virus maligno del castrocomunismo, sino curar la enfermedad en su raíz. Y mucho más importante aún, recomponer los anticuerpos de todas las instituciones para que la enfermedad no vuelva a aparecer mas nunca, garantizando desarrollo sustentado y estable para el país. ¡Menuda tarea!

Pero la solución no debería ir conducida esta vez de la mano de los militares, como ocurrió en el pasado, cuando ellos controlaron en democracia la invasión del virus por Machurucuto y el resto del país. Esto se debe a que esa es quizás la institución más  infectada, aunque puedan existir lagunas sanas obviamente escondidas. Esas lagunas tendrán que intervenir en su momento, ya que de hacerlo a destiempo o mal, conduciría a su infección o aniquilamiento por parte de la enfermedad.

Por alguna razón Dios nos ha puesto a los venezolanos a tener que conducir las acciones necesarias para controlar el virus y a repeler de nuevo con éxito la más representativa de las incursiones del castrocomunismo en Venezuela: la invasión encabezada por Hugo Chávez, y que supera con creces la de Machurucuto, donde Fidel sufrió la derrota más contundente en nuestra tierra.

Ahora los venezolanos  nos aprestamos para repetir y superar esa victoria, pero esta vez conducida por el soberano pueblo de Venezuela, asumiendo el Poder Originario que nos pertenece, para una confrontación mucho mayor y significativa que la de 1967: con un Machurucuto Civil, vía Constituyente.

Pero para que este Machurucuto -ahora civil- sea exitoso, debe ser cuidadosamente planificado y organizado, aun mejor que su homónimo militar del pasado, para poder dar al traste con los planes de este régimen de perpetuarse en el Poder en Venezuela y establecer las bases de una nueva institucionalidad basada en un país regionalmente autónomo y descentralizado, a través de un Proceso Constituyente de carácter Originario. Ese es nuestro objetivo en la Alianza Nacional Constituyente, al convocar a todos los venezolanos a trabajar por ese sueño (http://ancoficial.blogspot.com/).

Creemos que la convocatoria del soberano pueblo de Venezuela, no solo para establecer cual tipo de gobierno desea darse, muy lejos del castrocomunismo derrotado en Machurucuto el siglo pasado por unas Fuerzas Armadas democráticas, sino para lo más importante y lo más trascendental, construir las bases de una nueva Venezuela donde quepamos todos en democracia, justicia y libertad, y que desarrolle el Proyecto de un nuevo país en la estructura de un nuevo texto constitucional. Invitamos a todos los venezolanos a construirlo juntos.

Caracas, 18 de Julio de 2016

Twitter:@laguana

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